La paradoja de Durban

Puerto explotación carbónComo ya sabeis, en Efimarket, tu portal de eficiencia energética, estamos muy atentos al devenir de la cumbre climática que estos días se celebra en Durban. La política energética mundial a corto y medio plazo y el futuro del Medio Ambiente están en juego y sin embargo nos seguimos encontrando paradojas tan curiosas como la del puerto Richards Bay, el mayor puerto exportador de carbón del mundo, y que se encuentra a tan solo 170 kilómetros de Durban.

Podría ser una visita obligatoria para los 15.000 negociadores de 195 países congregados en la Cumbre del Clima de Durban (Suráfrica). Pero no lo es. La mayor parte, de hecho, ni siquiera sabe que existe, pese a encontrarse a tan sólo dos horas en coche por la autopista de cuatro carriles que atraviesa Zululandia. Es Richards Bay, el mayor puerto de exportación de carbón del mundo, una gigantesca lanzadera de calentamiento global a todo el planeta, incluida España. Su eslogan no engaña: «Carbón para el mundo, crecimiento para la nación».

Su eslogan no engaña: «Carbón para el mundo, crecimiento para la nación».

Cada año, Richards Bay es capaz de exportar 91 millones de toneladas de carbón, el combustible más dañino para el clima del planeta. Emite el doble de CO2 que el gas natural. Cuando los negociadores de Durban hablan en abstracto de reducir las emisiones, se refieren a eliminar el carbón. Pero más de 700 buques surcan anualmente las aguas surafricanas, infestadas de tiburones blancos, para cargar sus tripas de carbón y llevarlo a los confines del globo. La española Gas Natural Fenosa compró en 2007 el 64% de Kangra Coal, una empresa que cuenta con una participación del 2,3% en Richards Bay y exporta 1,9 millones de toneladas anuales de carbón.

Visitar el puerto de Richards Bay es darse de bruces con la realidad, disfrazada a menudo de verde en cumbres como la de Durban. Los principales emisores de CO2 del mundo llevan cinco años anunciando supuestos esfuerzos para reducir sus gases de efecto invernadero. Sin embargo, en este lustro, el carbón ha pasado de producir el 25% de la energía primaria del planeta a rozar el 30% actualmente. Y Richards Bay ha crecido. En 2005, sólo exportaba 70 millones de toneladas. «Todos los socios deben unirse a la fiesta», declamó el 4 de febrero de 2010 el director ejecutivo de la terminal, Raymond Chirwa, poco después de anunciar su intención de multiplicar aún más sus exportaciones.

El paraiso de la antracita

En el puerto no quieren testigos incómodos, a sabiendas de que, a 170 kilómetros, hay centenares de periodistas medioambientales de todo el planeta. Sortear el primer control de seguridad del puerto es sencillo. Una barrera se alza y deja paso a 12 kilómetros de carretera en obras, con raíles en paralelo sobre los que ruedan cientos de vagones de mercancías desde las minas del interior. Y por aquí y por allá, gigantescas montañas de hulla y antracita. Pero, al llegar a la terminal de carbón, prohibido el paso. Una portavoz de Richards Bay insta a «intentarlo en enero», alegando «motivos de seguridad» y subrayando que «no suele haber visitas para periodistas».

Mientras en Durban negocian cómo acabar con el carbón, Richards Bay crece a espaldas del planeta. Y con el puerto se expande todo el sector. Los principales bancos del mundo prestaron 232.000 millones de euros a la industria del carbón entre2005 y 2010, según un informe presentado al comienzo de la cumbre por ONG ambientalistas. Los bancos más generosos con este combustible fósil fueron JP Morgan Chase, con 16.500 millones de euros; Citi, con 13.700 millones; y Bank of America, con 12.600 millones, según el estudio. «Curiosamente, casi todos los 20 bancos asesinos del clima de nuestro ranking han hecho declaraciones sobre su compromiso en la lucha contra el cambio climático», criticó Yann Louvel, de BankTrack, una ONG que vigila las actividades de los bancos.

Las palabras van por un lado y los hechos por otro. También en Richards Bay. En su página web, la terminal de carbón afirma estar «trabajando en armonía con el medio ambiente». Ningún portavoz quiso detallar en qué consiste exactamente ese compromiso.

«Richards Bay, alimentada con las minas de carbón que siguen abriéndose, es el símbolo del cinismo de los gobiernos en Durban», opina Ferrial Adams, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace Suráfrica. Su país, anfitrión de la cumbre del clima, produce el 93% de su electricidad con carbón. China, el 80% e India, el 70%. EEUU, pese a su potente parque atómico, el 45%. En España, el mineral sólo cubrió el 8% de la demanda eléctrica en 2010, cayendo un 34% respecto a 2009.

Coste económico vs. coste ambiental

Soltar el lastre del carbón es la monumental tarea que tienen sobre la mesa en Durban, donde ayer las negociaciones seguían bloqueadas principalmente por EEUU. Y ese desafío cuesta billones de euros, como ha dejado claro el presidente surafricano, Jacob Zuma. «El mayor escollo es financiero», explicó el fin de semana en la cumbre. «Los costes de las energías renovables son mayores que los de las no renovables, que en el caso de Suráfrica es el carbón. Objetivos de energías renovables supondrían un incremento de 660 millones de dólares anuales en nuestra factura energética», aseguró Zuma.

China consumió 2.500 millones de toneladas de carbón más que E.E.U.U, que es el segundo mayor consumidor.

Suráfrica, con 141 millones de toneladas quemadas, fue el sexto país que más carbón consumió en 2010, según la Asociación Mundial de Carbón. Si se extrapolan los cálculos de Zuma a China, hay que temblar. El gigante asiático devoró 2.500 millones de toneladas de carbón, el triple que EEUU, segundo mayor consumidor. Adams, de Greenpeace, recuerda además el precio en vidas del carbón. «En Suráfrica, los mineros acaban teniendo problemas de salud relacionados con su trabajo», lamenta. La Asociación Nuclear Mundial, que agrupa a las empresas que producen el 90% de la energía atómica mundial, es la más descarnada a la hora de criticar los peligros del carbón. Entre 2000 y 2008, más de 4.000 mineros murieron cada año sólo en China.

Los lobbies mundiales del carbón luchan en los pasillos de Durban para frenar un acuerdo global de reducción de emisiones. El año que viene, la batalla de la cumbre del clima se celebrará en Qatar, un país productor de petróleo con las mayores emisiones per cápita del mundo. Un digno sucesor para Durban.

Fuente: Público

La carrera espacial

Cumbre climática DurbanEn estos días en los que se está discutiendo el futuro energético del planeta en Durban, hay quien parece más preocupado por ultimar los detalles de la nueva expedición a Marte que por los peligros reales (y tangibles a estas alturas) del ‘global warming’. ¿Acaso le sigue importando al mundo si los americanos les ganan la carrera espacial a los rusos o viceversa? ¿Acaso hemos vuelto a la década de los 60 y no nos hemos enterado?… pues bien, esa es la impresión que da. Aunque a lo mejor es una vuelta de tuerca y lo que parece un nuevo alarde de chulería, de a ver quien la tiene más larga (la nave espacial, claro), resulta que es  una carrera por ver quien es el primero en colonizar Marte y se hace con los mejores terrenos a pie de playa, que oiga usted, al paso que vamos, no nos va a quedar más remedio que cambiar nuestra residencia al planeta rojo. Al hilo de esto, el presidente de la Fundación Energías Renovables, Javier García Breva, ha escrito una tribuna que desde la redacción de Efimarket os recomendamos encarecidamente que leais. Aquí va la reproducción íntegra:

Mejor Durban que Marte

El comienzo de la conferencia sobre cambio climático de Durban ha coincidido con una nueva misión de EEUU a Marte para investigar la existencia de condiciones de vida en el planeta rojo. Dos semanas antes Rusia lanzó otra sonda espacial a las lunas de Marte, de la que se perdió contacto y acabará estrellándose en la Tierra. Parece como si las grandes potencias estuviesen más interesadas en hallar condiciones de vida extraterrestre que en conservar las de nuestro planeta o que hayan decidido buscar nuevos recursos marcianos a largo plazo para, entre tanto, esquilmar más rápidamente los de la Tierra.

El mal presagio con el que comienza la cumbre de Durban ni siquiera ha podido eliminarse con los pésimos datos que se han hecho públicos y que siguen mostrando a todo el mundo la inoperancia de las políticas contra el cambio climático. La ONU y la Organización Meteorológica Mundial han anunciado que en 2010 se alcanzaron niveles record de emisiones de CO2, que desde el año 2000 se han incrementado un 30%  y un 45% desde 1990. La Agencia Internacional de la Energía estima que de continuar esta tendencia, a partir de 2017 los impactos del cambio climático serán ya irreversibles y por cada dólar no invertido en cambiar el modelo energético, a partir de 2020 tendremos que gastarnos 4,3 dólares en combatir el calentamiento global.

El coste de no hacer nada garantiza una crisis de efectos imprevisibles para las próximas generaciones.

La causa de la pésima evolución en los esfuerzos contra el cambio climático está en seguir manteniendo un modelo energético y económico basado en el mayor consumo de gas, petróleo y carbón y en destinar a los combustibles fósiles ayudas y subvenciones por un importe casi siete veces superior a las que se destinan a las fuentes renovables. El desarrollo de las energías limpias es claramente insuficiente para alcanzar niveles significativos de reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera y la propia AIE estima que se deben multiplicar los objetivos de crecimiento de las renovables, triplicando las ayudas que reciben y eliminando las que se destinan a las fuentes fósiles.

La lucha contra el cambio climático exige políticas más agresivas para reducir el consumo de carbón, gas y petróleo. La eficiencia energética y la integración de las renovables en nuestras ciudades, nuestros edificios y en el transporte han de pasar del escaparate de la responsabilidad social corporativa a constituir derechos y obligaciones para todos.

El cambio climático se percibe de forma distorsionada en una sociedad como la española.

El CO2 tiene la cualidad de ser incoloro, inodoro e insípido y por tanto imperceptible. Convencer de su existencia es difícil y solo los elevados y peligrosos niveles de contaminación atmosférica, de anticiclón en anticiclón, le da presencia en los medios; pero desaparece con la lluvia. Los primeros impactos del cambio climático, como el deshielo del Ártico, las inundaciones en Asia, los crecientes desastres naturales o la subida del nivel de los mares se contempla como algo muy lejano en el tiempo y el espacio como para preocuparse. Aquí se prefiere, por ejemplo, seguir gastando mucho dinero todos los años en reponer la arena de las playas o los paseos marítimos antes que pensar en el impacto del cambio climático en el Mediterráneo.

Lo que nos espera si continuamos disfrutando y apoyando la economía de los combustibles fósiles son más crisis financieras y de suministro de energía. El mayor consumo de gas, petróleo y carbón hace subir sus precios al tratarse de fuentes agotables y que tenemos que importar de países extranjeros inestables. Son fuentes que generan subidas de precios generalizadas y subidas de tipos de interés.Este es el origen de todas las crisis económicas. Pero el cambio climático va a traer crisis mayores de las que hemos conocido hasta ahora debido principalmente a la subida del nivel de los océanos.

En las pasadas cumbres de Copenhague y Cancún se puso de manifiesto que aún hay una resistencia mayor al cambio que supone la lucha contra las emisiones de CO2 y es el cinismo de quien defiende lo mismo y lo contrario, quien en los discursos apoya las fuentes renovables y mayores objetivos de reducción de emisiones pero en sus países multiplican las ayudas al carbón, al gas y al petróleo, levantan barreras contra las renovables y se someten a los intereses de las fuentes fósiles. El cinismo, al negar el problema, es ya la mayor arma de destrucción masiva y el muro que hay que derribar para que la economía y la energía dejen de ser una actividad especulativa y dejen paso a la innovación que supone un crecimiento libre de emisiones contaminantes. La futura riqueza y el futuro empleo están ahí.

Pero la economía de los combustibles fósiles también es el origen de casi todos los conflictos en el mundo y la dependencia del petróleo la mayor pérdida de soberanía para cualquier país. Marte también es el dios de la guerra.

La Fundación Renovables lo ha repetido constantemente: enfrentarse al cambio climático exige enfrentarse al cambio de modelo energético. Ahora ese cambio ya no puede demorarse y si no se hace desde los Consejos de Administración o los Consejos de Ministros, deberá ser una exigencia que surja y se persiga desde la sociedad. Sí, mejor avanzamos en Durban y no pensamos en emigrar todos a Marte.

Fuente: Fundación Renovables

División frente al cambio climático

Mundo verdaLa negociación internacional sobre el cambio climático ha experimentado en el último año una transformación fundamental, que marcará la cumbre del clima que comienza este lunes en la ciudad sudafricana de Durban.

Los países que participarán en esta conferencia de dos semanas se han dividido entre aquellos que quieren cuanto antes un nuevo tratado global -la Unión Europa y una gran cantidad de países en desarrollo- y otro grupo que prefiere retrasar ese acuerdo e incluso adoptar un documento con cláusulas poco rigurosas.

Así, India y Brasil han unido fuerzas con países como Estados Unidos y Japón para que las negociaciones sobre un tratado vinculante no comiencen antes de 2015. Ese acercamiento ha indignado a las pequeñas islas-Estado y a muchos países pobres.

La Unión Europea (UE) y el bloque de los países vulnerables al cambio climático quieren que ese debate comience cuanto antes, y que el convenio sea firmado antes de 2015.

Algunos observadores apuntan que las pequeñas islas-Estado, que tradicionalmente han dirigido sus críticas a los mayores emisores del mundo industrializado, podrían comenzar a señalar y desacreditar públicamente a esos países que traban los avances.

«Están al borde de un desastre», le dijo un veterano delegado a la BBC, «y podrían no ser capaces de resolverlo».

A buen seguro, los países en desarrollo censurarán a gobiernos ricos como los de Japón, Canadá o Rusia por negarse a acometer nuevos recortes de emisiones en línea con el Protocolo de Kioto, cuyos actuales objetivos expiran a finales del año que viene.

Consideran que esa postura supone una quiebra de sus compromisos previos que ha afectado a la confianza.

Pero algunos de los países más vulnerables creen que ese impasse no debe retrasar la negociación de un nuevo convenio, y advierten que esa actitud es, en palabras de uno de los delegados, «una política de destrucción mutua asegurada».

En cambio, sí existe gran posibilidad de progreso en uno de los principales asuntos de esta cumbre de dos semanas: la ayuda financiera a los países pobres.

Responsabilidad histórica

La división entre los países participantes en Durban se puso de manifiesto a principios de este mes en el Foro de las Economías Importantes (MEF por sus siglas inglesas), en Arlington (EE.UU.), un grupo en el que se incluyen 17 de los mayores contaminadores del mundo.

Allí, Reino Unido y otros países abogaron por el inicio de los trabajos para un nuevo acuerdo global de manera inmediata, para que la firma se produjera en 2015 y su entrada en vigor en 2020 como muy tarde. EE.UU., Rusia y Japón insistieron en que era necesario un marco de tiempo más prolongado.

La BBC ha podido conocer que en ese encuentro Brasil e India adoptaron la misma postura. Brasil quiere que el período 2012-15 sea una «fase de reflexión», mientras que India sugiere que sea un «período técnico-científico».

Algunas fuentes indican que China, que es ahora el principal emisor del mundo, muestra más flexibilidad, aunque su principal prioridad en Durban es el Protocolo de Kioto.

«El planeta no tiene otra alternativa sustentable que asegurar la continuidad del Protocolo de Kioto por medio de un segundo período de compromiso que empiece en 2013», señala Jorge Argüello, que encabeza la delegación de Argentina, país que este año preside el poderoso bloque G-77 + China (que en realidad se compone de 131 países).

«La adopción de un segundo período de compromiso de reducción de gases de efecto invernadero en línea con el Protocolo de Kioto no es solo un imperativo político y una responsabilidad histórica, sino también una obligación que debe ser cumplida como tal».

Aunque la UE no se opone a un segundo período de compromisos, otros países desarrollados sí lo hacen.

Y como EE.UU. abandonó el Protocolo hace años, los países que aún están vinculados por él solo suponen el 15% de las emisiones globales, y por eso existe tanto énfasis en la necesidad de un nuevo instrumento, con cierta fuerza legal, que abarque a todos los países.

Brecha de financiación

Algunas fuentes aseguran, no obstante, que sí existe una esperanza real de acuerdo en Durban sobre las reglas y mecanismos que regirían un «Fondo para el Clima Verde».

Ese fondo recibiría contribuciones de hasta US$100.000 al año alrededor de 2020 que irían destinadas a los países en desarrollo. No hay un entendimiento aún sobre quién debería aportar ese dinero.

Los países en desarrollo defienden que sean las arcas públicas de los países ricos la principal fuente de financiación, mientras que los gobiernos de Occidente reponen que el grueso debe provenir de aportaciones del sector privado. Es improbable que esa disputa se resuelva antes del fin del año que viene.

Pero el hecho de que de Durban emerjan unas reglas concretas sobre el funcionamiento del fondo supondría un avance. Países como Reino Unido podrían proponer en Durban que las empresas de transporte internacional contribuyan al fondo.

Sin embargo, existe un escepticismo extendido sobre un fondo menor, creado en 2009 por el acuerdo Comienzo Rápido de Financiación -de US$10.000 millones al año- al que se supone que los países ricos deberían haber comenzado a hacer desembolsos.

Los países pobres dicen que solo una pequeña fracción de lo que se prometió entonces eran realmente «nuevos aportes», y que muy poco se ha materializado.

Fuente: BBC

La temperatura del planeta puede subir hasta 6 grados este siglo

SolDesde Efimarket siempre hemos hecho hincapié en que debemos ser eficientes energéticamente hablando e intentar poner freno al calentamiento global. Y es que cada vez los augurios que nos llegan desde entidades acreditadas en la materia son peores. Hoy, por ejemplo, hemos conocido por medio de la OCDE que la tendencia actual hará que la temperatura aumente entre tres y seis grados centígrados al final del siglo sobre los niveles preindustriales, un escenario de cambio climático de graves consecuencias, también económicas, que todavía se pueden evitar con un costo de acción limitado.

Este es el principal mensaje de un informe sobre el cambio climático divulgado hoy, en vísperas de la conferencia de Durban que comienza la semana próxima, por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que pidió a los gobiernos que se impliquen para lograr un acuerdo internacional.

«Los costos económicos y las consecuencias medioambientales de la inacción política del cambio climático son significativas», advirtió el secretario general de ese organismo, Ángel Gurría, con ocasión de la presentación del estudio, que cifra también el cambio de las políticas actuales para mitigar el calentamiento de la tierra a dos grados centígrados, lo que se considera una hipótesis de efectos asumibles.

Los datos de aumento posible de la temperatura toman como referencia los que había antes del comienzo de la era industrial.

En concreto, las medidas para modificar sobre todo el panorama energético que se augura para 2050 y reducir las emisiones de efecto invernadero en un 70 % sería del 5,5 % del Producto Interior Bruto (PIB).

Una cifra que los autores del informe relativizaron en conferencia de prensa, al subrayar que significaría que el crecimiento de la economía mundial en los cuatro próximos decenios sería del 3,3 % anual en lugar del 3,5 %, un recorte de dos décimas.

Pero sobre todo pusieron el acento en que no alterar las políticas actuales entrañaría desarreglos medioambientales que afectarían mucho más a la economía. El informe Stern de 2006 había anticipado pérdidas permanentes del consumo por habitante superiores al 14 %.

La OCDE advirtió de que sin nuevas políticas de contención de las emisiones de efecto invernadero, las energías fósiles seguirán manteniendo su peso relativo actual, un 85 % del total.

Eso conduciría a un volumen de concentración en la atmósfera de 685 partes de dióxido de carbono (CO2) o equivalentes por millón, muy lejos de las 450 que los científicos consideran que permitirían limitar el calentamiento climático global a dos grados centígrados.

El conocido como el «Club de los países desarrollados» afirmó que «todavía es posible» cambiar esas oscuras perspectivas, pero también que «la ventana de oportunidad se está cerrando rápidamente».

A ese respecto, señaló que aplazar la toma de medidas a 2020 sin ir más allá de lo convenido en las conferencias internacionales de Copenhague y Cancún, o esperar a la llegada de tecnologías más eficientes «sería más costoso» porque «incrementaría el ritmo y la escala de los esfuerzos necesarios» a partir de entonces, con un mayor riego medioambiental.

Para la OCDE, un punto relevante es establecer «un precio significativo» de las emisiones de CO2 para inducir al cambio tecnológico, pero también la fijación de objetivos de disminución de emisiones «claros, creíbles y más restrictivos» con los que se tienen que comprometer «todos los grandes emisores, sectores y países».

Una alusión a los países emergentes, de los que se espera que venga el grueso del aumento de los gases de efecto invernadero en los próximos decenios.

Por ahora, en cualquier caso, la media de emisiones de CO2 por habitante era de 10,6 toneladas al año de media en la OCDE en 2008, con grandes diferencias en su interior: de las más de 20 toneladas en Luxemburgo o en torno a 18 en Australia y Estados Unidos, a los menos de cinco toneladas en Chile, México y Turquía.

En cuanto a los principales países emergentes, en 2008 China tenía 4,9 toneladas de emisiones de CO2 por habitante y la India 1,2 toneladas.

Fuente: La Información

El OSE denuncia que Industria se decante por las eléctricas

Domingo Jimenez BeltránEl asesor del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE), Domingo Jiménez Beltrán, denunció en Santander que el Ministerio de Industria se ha «rendido» a las presiones de las grandes empresas, en particular de las eléctricas, cuando las renovables son «el gran futuro de España» desde el punto de vista energético pero también industrial.

Jiménez Beltrán señaló que nuestro país es un ejemplo de lo que no hay que hacer cuando hace tres años, era todo lo contrario. Ahora mismo las energías renovables, llamadas marginales, estan ganando el pulso a otros tipos de generación convencionales como puedan ser las centrales de gas o de ciclo combinado y eso es algo que no es asumible por la eléctricas, que aunque tienen interés por las energías limpias, es mayor el que tienen por las energías de toda la vida.

Dice Jiménez Beltrán que el Ministerio ha dado «un giro tremendo» en política energética que nos ha convertido en un mal ejemplo. Al respecto, denunció que es un «desastre» lo que ocurrió con la energía fotovoltaica, y estuvo «a punto» de suceder otro similar con la eólica pero «se paró el proyecto».

Jiménez, que apostó porque esta situación «se reconduzca», recordó que el presidente norteamericano, Barak Obama, dijo que quien lidere el cambio tecnológico en energía ganaría la competitividad. «Y miró a España y dijo que era un ejemplo. Parece que nos asustamos cuando Obama nos citó como ejemplo», consideró.

También aseguró en declaraciones a los medios que «el cambio de modelo energético será el vector del cambio». En particular, las energías renovables y la eficiencia energética serán «los elementos de cambio».

Cambio climático

El asesor del OSE dejó caer también que no hemos sabido aprovechar en España el mensaje de cambio climatico extendido por todo el mundo para cambiar de una vez por todas el modelo energético, de producción y de consumo que tenemos.

«Creo que se ha hecho un gran trabajo por parte del Gobierno en cambio climático y peor trabajo en materia energética, y en particular en renovables. Si hubiéramos seguido la senda que teníamos en renovables, la unión de lo que se ha hecho en cambio climático hubiera dado resultados mejores que los que tenemos», manifestó.

En este sentido precisó que España «todavía» no cumple con el Protocolo de Kioto, aunque se espera que lo haga comprando derechos de emisión. «O sea, que bien pero podía ser mejor», valoró.

¿Qué pasará despues del 20-N?

Jiménez se mostró confiado y dijo esperar que el nuevo Gobierno que salga de las urnas después del 20-N «coja esto en serio» y que «lo más importante» es empezar a aprobar un escenario 2030, que no se presentó pese a las promesas del presidente de la nación, José Luis Rodríguez Zapatero, y «lanzar escenarios para España 2020, 2030, 2050», que sean más exigentes que los europeos porque España «estaba destinada a liderar esta tercera revolución industrial abandonando el carbón y el petróleo como combustibles».

Fuente: Energía Diario

Dia mundial del Ahorro Energético

Bola del mundo en manosHoy, viernes 21 de octubre de 2011, se celebra el Día mundial del Ahorro Energético. Desde Efimarket hacemos eco de dicha señalada fecha para recordaros el por qué es necesario ahorrar energía y cómo podemos hacerlo.

La situación global

Estamos en una situación sin precedentes en la tierra: 7.000 millones de humanos pueblan el globo terrestre. Nuestras máquinas de transporte y prácticamente la mitad de las centrales de producción de energía a nivel mundial generan millones de toneladas de CO2 que provocan el preocupante calentamiento global, que ya está manifestandose en diversos síntomas: un clima más extremo y turbulento, sequías, lluvias torrenciales, hambrunas, deshielo de los polos y glaciares, extincion acelerada de múltitud de especies animales y vegetales…

La solución al mismo está en manos de los gobiernos, pero la inercia de la política, la burocracia, la industria, la economía y el desarrollo impide ser lo sufucientemente rápidos y eficaces en la lucha contra el mismo. Parece que los ciudadanos no podemos hacer nada por evitarlo, pero somos muchos, y el consumo de energía en los hogares y en el trasporte particular es una parte muy importante del consumo global de energía. Entre todos podemos aportar nuestro granito de arena en pos de la sostenibilidad, el ahorro y la eficiencia energética.

¿Como podemos ayudar a la sostenibilidad ambiental y beneficiarnos del ahorro y la eficiencia energética al mismo tiempo?

Nosotros, los simples ciudadanos, podemos hacer mucho para ahorrar energía. Podemos ahorrar electricidad, disminuyendo nuestro consumo eléctrico en el hogar, o en nuestro trabajo. Podemos utilizar transportes alternativos, más eficientes, como el transporte público, colectivo o la bicicleta. Podemos ahorrar agua, que si bien no es energía, si se utiliza energía para su tratamiento, potabilización y bombeo. En definitiva, existen múltiples frentes en los que como simples ciudadanos podemos ayudar a la sostenibilidad ambiental y al mismo tiempo beneficiarnos económicamente.

Algunos consejos más específicos para ahorrar energía los podemos ver en anteriores artículos del Blog de Efimarket, que os recomendamos a continuación:

Consejos para ahorrar energía en el hogar

  • Hoy en día en la mayoría de los hogares se utilizan bombas de calor tanto para proporcionar frío como calor. Os damos unos consejos para disminuir el consumo durante su utilización.

Consejos para ahorrar energía en la empresa

Consejos para ahorrar energia en el transporte

  • Si usas el coche para los desplazamientos diarios, seguro que te duele el bolsillo cada vez que pasas por la gasolinera. En Efimarket te enseñamos a ahorrar combustible, simplemente cambiando nuestro estilo de conducción:
  • Por otro lado, en la serie sobre movilidad sostenible iremos desgranando las alternativas más sostenibles de transporte existentes hoy en día y las que vienen: coche eléctrico, coche híbrido, motos eléctricas, coches de hidrógeno, bicicletas eléctricas, bicicletas plegables, etc.

Consejos para ahorrar agua

Esperamos que todos estos consejos os sirvan para ahorrar energía y que entre todos aportemos nuestro granito de arena, especialmente hoy, Dia Mundial del Ahorro Energético.

Redacción Efimarket.com

http://code.google.com/intl/es-ES/apis/analytics/docs/tracking/gaTrackingEcommerce.html