Ya estamos en agosto y muchos de nosotros nos vamos de vacaciones. ¿También se toma vacaciones la eficiencia energética? ¡Por supuesto que no! Es este artículo vamos a dar consejos para ahorrar energía, en nuestro hogar cuando no estamos, en nuestra nueva residencia de vacaciones y en nuestras tareas habituales de ocio. Veremos qué podemos hacer para ahorrar luz, para ahorrar agua y para gastar menos en general.
En primer lugar, antes de irnos de vacaciones, tenemos que revisar muy bien nuestro hogar y apagar todos aquellos dispositivos innecesarios. La televisión, el aparato de TDT, la cadena de música y cualquier otro aparato con función standby deberán estar totalmente apagados, sin el led de color rojo o naranja encendido. Este es un pequeño consumo que podemos ahorrar. No olvidar tampoco el monitor del ordenador ni el router, que también se pueden apagar sin problemas. El termo de agua, si es eléctrico, también lo debemos apagar para que no esté consumiendo energía para mantener caliente un agua que no vamos a utilizar.
Cuando pensemos que ya está todo apagado, podemos acudir al contador de energía eléctrica (si lo tenemos accesible) y ver si sigue consumiendo, señal inequívoca de que aún tenemos algún aparato conectado. En este caso, los sospechosos habituales suelen ser el horno eléctrico, la vitrocerámica y el aire acondicionado, que en ocasiones están diseñados de forma que mantienen un pequeño consumo aunque no estén en funcionamiento.
Si no tenemos necesidad de mantener ningún apararato encendido, podemos ir al cuadro eléctrico de nuestra vivienda y desconectar la alimentación eléctrica. Además, así prevenimos también que cualquier avería eléctrica como un cortocircuito nos dé un disgusto durante nuestras merecidas vacaciones. No obstante, tenemos que prestar especial cuidado a los aparatos electrónicos que puedan perder la programación o descargarse la batería. Un ejemplo de esto son los grabadores de vídeo que se desprograman, el horno que pierde la configuración de la hora, o la pila de la BIOS que se descarga. También, si tenemos alumbrado de emergencia en nuestra vivienda u oficina, se quedan encendidas y se descargan las baterías. En este caso mejor no desconectar completamente el cuadro y ser más selectivo, desconectando aquellas líneas imprescindibles.
Tal vez sea el frigorífico el único aparato que necesite mantenerse encendido. Esta decisión debería meditarse seriamente, pues si vamos a estar fuera durante dos o tres semanas quizás nos resulte más rentable tenerla apagada, especialmente si no vamos a dejar nada dentro del mismo. A la vuelta de vacaciones se conecta y en unas pocas horas tenemos el firgorífico listo para su utilización. Si esto no fuese posible, es recomendable reducir la temperatura del termostato al mínimo si los alimentos que almacenamos no requieren temperaturas muy bajas. En caso de que el frigorífico disponga de la opción «vacaciones», hagamos uso de ella.
En cuanto al agua, es conveniente cerrar la llave de paso para evitar consumos innecesarios debidos a posibles goteos en los grifos, que supone varios litros al día. El cierre de la llave de paso supone también una medida de seguridad por posibles roturas y fugas mientras estamos fuera, al igual que ocurre con el gas.
Si tenemos jardín y piscina, puede ser aconsejable anular la programación del riego automático y cubrir la piscina con una lona para evitar la evaporación de agua, además, al protegerla de los rayos del Sol necesitará menor tratamiento.
Con estas medidas podemos seguir cumpliendo con la eficiencia energética y por lo tanto conseguir un ahorro energético en el hogar durante nuestras vacaciones. Ese dinerito que dejamos de gastar siempre se agradece después de un gasto importante como suele pasar en vacaciones.
Otro consejo es dejar las persianas bajadas (total o parcialmente) para evitar el recalentamiento de la vivienda. Esto es especialmente importante a la vuelta de vacaciones, pues si nos encontramos nuestro hogar muy caliente el gasto para climatizar de nuevo las habitaciones va a ser grande.
Finalmente, una vez lleguemos a nuestro destino podemos seguir los mismos criterios de ahorro energético que mantenemos en nuestro hogar. Apagar las luces y la televisión cuando salimos, mantener el termostato del aire acondicionado a 25 grados, son acciones que podemos hacer fácilmente. Es cierto que si estamos en un hotel o similar no nos cuesta dinero adicional gastar más energía, pero en nuestro planeta nos lo agradecerá.
En el próximo artículo, que publicaremos en breve, hablaremos de la conducción eficiente y daremos consejos para ahorrar conbustible. Sobre todo ahora en vacaciones, cuando realizamos largos viajes en coche, nuestro bolsillo se ve afectado de forma importante.
Imagen cabecera | Fuente: Playa por Anna Cervova
Imagen artículo | Fuente: Faucet drop