No, no vamos a hablar en este artículo del famoso efecto mariposa, ni queremos echarle la culpa de los transtornos meteorológicos del cambio climático a las pobres mariposas (aunque la teoría nos dice que a pesar de todo no sería una idea descabellada).
Pero sí queremos mostrar una interesante fenómeno que relaciona a estos invertebrados con el proceso de cambio climático que ya sólo niegan algunos sectores interesados: la variación de la población de mariposas como síntoma del cambio climático.
El método
En toda Europa, cientos de voluntarios cuentan Mariposas que cruzan las carreteras en el campo. Ese método permite estudiar el impacto del cambio climático en los ecosistemas locales.
Al a vez que frágiles y fascinantes, las mariposas nos ayudan a medir con precisión el estado de salud del entorno, sin necesidad de recurrir a tecnologías complejas y costosas.
En los últimos años, los programas de estudio de mariposas se han multiplicado en toda Europa, y en la actualidad son 19 las regiones donde se practica esta metodología. Cataluña es una de las regiones pioneras en este domino con organización propia, CBMS (Catalan Butterfly Monitoring Scheme).
La población de mariposas no migra lo suficientemente rápido.
Entre 1990 y 2009, los científicos han encontrado un cambio en la población de mariposas: éstas se están situando unos 75 km más al norte de su zona habitual. Pero aun así no lo hacen lo suficientemente rápido como para seguir el ritmo del calentamiento global. Esto se debe a que al mismo tiempo, la línea geográfica correspondiente a una temperatura dada (isoterma) se ha trasladado en el periodo debido al cambio climático 250km.
En el caso de las mariposas que viven en zonas montañosas, se ha producido un aumento considerable de mariposas que viven en las zonas más altas, pero en cambio para las especies que ya vivían en estas zonas más altas, tienden a disminuir, debido a que no pueden cambiar su hábitat a una altitud superior.
Toda esta situación, que altera el hábitat de las mariposas, tiene como causa principal, las intervenciones humanas en el ecosistema, “El cambio climático es uno de los motores, pero sin duda el cambio en el uso del ecosistema por parte de las personas, tiene un mayor impacto” dice Ignacio Henares.
Sin duda un fenómeno curioso que muestra cómo el ser humano está cambiando el planeta a pasos agigantados.
Redacción Efimarket
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