Optimizar las características de las prometedoras sustancias con las que trabajan es uno de los empeños de un grupo de científicos de la Universidad de Burgos
Las previsiones apuntan a que en los próximos años se incrementará el uso de combustibles fósiles en el mundo, unas fuentes de energía contaminantes cuyo uso provoca la emisión anual a la atmósfera de millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2). En los últimos años han surgido diversas investigaciones, muchas a iniciativa de los estados, que buscan modos eficientes de capturar este gas. Un grupo de científicos de la Universidad de Burgos trabaja con líquidos iónicos para lograr este fin. Ante la dificultad de encontrar el fluido adecuado dadas las millones de opciones existentes, analiza cuáles son las moléculas que conducen a las propiedades más adecuadas y, por tanto, hacen más efectiva la captura.
El grupo busca en su día a día combinaciones de iones de distintos tipos que sean capaces de absorber de forma adecuada el CO2. Los líquidos iónicos con los que trabajan, que en realidad son sales con un punto de fusión muy bajo, tienen unas propiedades muy distintas a la del resto de las sustancias químicas, lo que les hace “muy interesantes” para esta labor de captura, ha explicado el responsable del grupo, Santiago Aparicio.
Optimizar las características de las “prometedoras” sustancias con las que trabajan es uno de los empeños de estos científicos, quienes intentan que los líquidos iónicos, además de tener una capacidad de absorción de dióxido de carbono adecuada, presenten unas buenas características de viscosidad o de degradación térmica adecuadas, por ejemplo, ha manifestado.
Además de que los líquidos capturen el CO2 con una eficacia relativamente alta y de que el proceso sea lo más óptimo posible, el grupo de investigación indaga para lograr que este proceso se ejecute con el menor coste posible. “La captura del CO2 supone un sobrecoste económico a la electricidad”, por lo que tratamos “de que ese paso adicional que estamos añadiendo a la generación de electricidad” no incremente “más de un 20 ó un 30 por ciento” su precio, algo “ bastante complejo” con la tecnología actual, ha dicho.
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