¿Es el nuevo iPhone 5 respetuoso con el medio ambiente?

¿Es el nuevo iPhone 5 respetuoso con el medio ambiente?Como todos sabréis, hace pocos días se dio a conocer el nuevo iPhone 5 de Apple. El nuevo teléfono fue dado algunas mejoras y cambios muy notables, pero… ¿es tan «verde» como para comprar un teléfono nuevo cada año? ¿El iPhone 5 sí mismo ‘más verde’ que sus predecesores? Veamos si tanto desarrollo tecnológico justifica su impacto ambiental.

Las mejoras más importantes son una pantalla Retina mayor de 4 pulgadas, un dispositivo más delgado en general, y una serie de nuevas características y cambios de diseño. Algunos de estos cambios hacen que sea un poco más verde, pero otros, definitivamente no.

Una de las principales ventajas del nuevo teléfono es que utiliza un chip de más rápido y mucho más eficiente el procesamiento, el nuevo chip A6 es casi dos veces tan rápido que el chip antiguo, pero también es mucho más eficiente en su uso de la energía.

Como resultado, la duración de la batería se espera que mejore al equivalente de 8 horas de tiempo de conversación 3G, 8 horas de navegación 3G, 8 horas de navegación LTE, 10 horas de navegación WiFi, 10 horas de reproducción de vídeo, 40 horas de reproducción de música y 225 horas en espera. Eso es un aumento considerable en comparación con el 4S, que comparativamente ofrece 6 horas de navegación 3G, 9 horas de Wi-Fi y 200 horas de tiempo en espera.

Otra mejora interesante es en su durabilidad. Que hayan vuelto a fabricar la parte trasera en metal, en lugar de en vidrio, como en el último par de modelos. Este pequeño detalle hará que haya muchas menos roturas y por tanto menos desechos.

También lleva una cámara mejor. Si bien tiene los mismos megapíxeles de resolución que el modelo 4S, la nueva cámara se supone que es mejor en situaciones de poca luz, han reducido el ruido, un 40 por ciento más rápido y también ofrece una función de panorama. Si no lo ha hecho ya, esto podría marcar una tendencia a prescindir de la compra de cámaras digitales, ya que el iPhone puede suplir a estas, gracias a la gran calidad de su cámara, lo que deriva en un menor consumo de estos aparatos.

Los contras, sin embargo, son todos bastante significativos, e implican un aumento considerable de residuos en la fabricación.

El único cambio importante de hardware es el nuevo conector, más pequeño, que hace que todos los cables y conectores anteriores queden obsoletos, con todo lo que implica esto en cuanto a residuos. Apple dice que ofrecerá un adaptador entre 19$ y 39$, pero muy probablemente vamos a ver un montón de bases de altavoz y cables tirados a la basura. Fabricantes de accesorios como Bose, JBL, Bowers y han declarado que ya están trabajando en nuevos modelos para trabajar con el nuevo diseño.

¿Es el nuevo iPhone 5 respetuoso con el medio ambiente?

Si vais a reemplazar vuestro teléfono por el nuevo modelo, te recomendamos que recicles tu viejo teléfono revendiéndolo en uno de los muchas webs de venta de productos usados. Además puedes vender todos los accesorios, dándole más valor a la oferta. Esta solución te reportará un dinero extra (los iPhone 4S usados están muy bien pagados), evitarás que se conviertan en desechos electrónicos y darás a la gente una opción para la compra en lugar de tener que comprar uno nuevo, evitando así que se fabriquen más unidades de las necesarias.

Sin embargo, la pregunta sigue siendo: ¿es sostenible y ecológico actualizar tu teléfono cada año? Teniendo en cuenta que los actuales smartphones son pequeñas maravillas de la tecnología, deberíamos ser algo más cuidadosos y respetuosos con el medio, y estirar estos productos todo lo que razonablemente se pueda.

Fuente: Clean Technica

La energía eólica podría proporcionar toda la demanda mundial de energía

energia eolicaEl viento que sopla en la Tierra es suficiente para cubrir las necesidades energéticas de todo el mundo. Es la conclusión de dos estudios  publicados esta semana que utilizan complejos modelos numéricos para calcular cuánta energía pueden producir las turbinas eólicas llevada a su límite teórico.

El primero de estos estudios, publicado ayer en Nature Climate Change y liderado por Kate Marvel del Laboratorio Nacional de Lawrence Livermore, calculó que sería posible extraer hasta 400 Teravatios (TW) de potencia del viento que sopla a pocos metros del suelo y cientos de turbinas suspendidas en el aire que aprovechasen las fuertes corrientes de las grandes altitudes.

En un segundo estudio, elaborado por dos científicos de las universidades de Delaware y Standford (EEUU), los autores utilizan otro modelo para llegar a cifras algo distintas pero igualmente elevadas de 250 TW.

Ambos artículos se ocupan también de una preocupación surgida de otros modelos planteados por investigadores como Alex Kleidon, del Instituto Max Planck para Biogeoquímica de Jena (Alemania). Según el investigador, aunque sería posible extraer aun más energía eólica, hacerlo tendría graves consecuencias sobre el planeta, comparables a doblar las emisiones de dióxido de carbono. Los nuevos estudios aseguran que es posible instalar un número de turbinas suficiente para cubrir al menos la mitad de las necesidades energéticas mundiales sin afectar al clima ni agotar la energía eólica.

Consecuencias para el clima

El grupo de Lawrence Livermore estima que las instalaciones eólicas suficientes para cubrir las necesidades energéticas globales solo afectarían la temperatura terrestre en 0,1 grados, y las precipitaciones, en un 1%. Por su parte, el equipo formado por Mark Jacobson y Cristina Archer hace una propuesta algo menos ambiciosa y calcula el número de generadores necesarios para cubrir algo más de la mitad de la demanda energética mundial. Con cuatro millones de turbinas de 5 MW sería posible, según ellos, proporcionar 7,5 TW de potencia (este grupo estima la demanda energética mundial en poco más de 10 TW) sin efectos negativos sobre el clima.

Para realizar sus cálculos, el equipo que hoy publica su artículo en PNAS introdujo un modelo de tierra, mar y aire (GATOR-GCMOM) en el que se extrajo la energía a los 100 metros de altura a los que estarían situadas en realidad las turbinas. Según este modelo, esa extracción de energía a esa altura determinada no agotaría la energía del aire de la atmósfera por encima y por debajo de ese nivel y no provocaría los efectos sobre el clima calculados por Kleidon en un análisis que tomaba como referencia la extracción de aire a ras de suelo.

“No decimos que haya que poner turbinas por todos los lados, pero hemos mostrado que no existe ningún obstáculo fundamental para obtener la mitad o, incluso, varias veces la demanda energética mundial del viento hacia 2030″, dice Jacobson. El espacio cubierto por los molinos, no obstante, sería descomunal. Si su propuesta se llevase a cabo, se instalarían dos millones de turbinas en el mar y las restantes sobre tierra. Solo estas últimas ocuparían un territorio similar al de España y Alemania juntas.

Los resultados de estos dos estudios contradicen las estimaciones presentadas en otros no tan optimistas respecto al potencial de la energía eólica. Es el caso de un artículo publicado por investigadores de la Universidad de Valladolid, con el investigador Carlos de Castro a la cabeza. Este estudio se afirma que muchos de los estudios que obtenían unos resultados de energía potencial eólica tan optimistas estaban mal planteados. Medían la velocidad del viento en distintos puntos del planeta y después evaluaban dónde se podían colocar molinos y cuánta energía se podía sacar de ellos. Este planteamiento olvidaría, según el equipo español, la extracción de la energía cinética del viento que suponen los molinos eólicos, violando el principio de conservación de la energía. Aplicando esta y otras limitaciones, los autores de este análisis consideran que no sería posible obtener más de 1 TW de la energía eólica de todo el planeta. De este modo, la energía eólica no superaría nunca el 10% del consumo actual de energía fósil.

Tras ver el nuevo estudio, De Castro considera que, pese a la mejora de los modelos empleados por los autores, la aplicación práctica de estos cálculos sigue siendo poco realista. “Yo podría llegar a estar de acuerdo con los límites geofísicos que ellos dan para la energía eólica, pero otra cosa es cómo llevas esto a la realidad”, explica. “Alcanzar la concentración de molinos que ellos proponen sería imposible sin reducir la eficiencia mínima que suelen exigir las compañías para instalar”, añade. “Al final, se trataría de obligar a las empresas a que instalasen sus turbinas en determinados lugares sin pensar en la rentabilidad, o llenar de molinos un desierto como el Sáhara, sin tener en cuenta las grandes dificultades tecnológicas de llevarlo a cabo”, señala el investigador de la Universidad de Valladolid.

La discusión entre estos grupos, forma parte del debate sobre cómo hacer la transición energética. Aunque De Castro está completamente de acuerdo en la necesidad de abandonar los combustibles fósiles por las renovables, cree que esa metamorfosis no puede ser tan rápida como creen Jacobson y Archer. “Por un lado, creo que las energías renovables no nos permitirán continuar con los niveles de consumo energético actuales y por otro, creo que la transición requerirá muchos años”, dice De Castro.

Archer, por su parte, considera que la celeridad del cambio depende solo de voluntad política: “El mundo produjo unos 800.000 aviones en 5 o 6 años durante la Segunda Guerra Mundial, así que producir cuatro millones de turbinas eólicas no es técnicamente difícil 70 años después”.

Vía esMateria

Una flota de aviones, la última línea de defensa contra el cambio climático

penacho volcanico desde el espacio - efimarketMientras los políticos firman cada año acuerdos para reducir las emisiones que están detrás del cambio climático para incumplirlos después, los científicos están buscando vías para reducir su impacto. Desde colocar enormes espejos en el espacio para rebotar la radiación solar a convertir los océanos en sumideros de carbono, la geoingenería propone alterar el clima a escala planetaria.

Aunque los ecologistas temen que sea peor el remedio que la enfermedad, la dispersión de partículas reflectantes en la troposfera gana enteros como la mejor arma contra el calentamiento. Un estudio ha analizado seis posibles mecanismos para esparcirlas allí arriba, encontrando que una flota de aviones diseñados para esa misión sería la última línea de defensa para evitar el desastre.

Investigadores de las universidades de Harvard y Carnegie Mellon, junto a la empresa Aurora Flight Sciences, todas estadounidensse, han elaborado un informe sobre varios sistemas de gestión de la radiación solar que llega a la superficie de la Tierra. Han puesto el foco en la viabilidad técnica y el análisis de costes económicos de llevar toneladas de aerosoles hasta la troposfera, unos 20 kilómetros por encima de nuestras cabezas. No entran a valorar su eficacia ni sus riesgos, que dejan a los políticos.

La gestión de la radiación solar es una de las mayores apuestas de los geoingeniero para mitigar los efectos del calentamiento. Copiando un fenómeno natural como es el de la reducción de la temperatura provocada por las nubes de las erupciones volcánicas, los científicos han ensayado en laboratorio varios sistemas para recrear esta pantalla protectora.

Pero este nuevo estudio huye de polémicas. Sus autores, que lo acaban de publicar en Environmental Research Letters, se han limitado a analizar la viabilidad de seis tecnologías desde el punto de vista de la ingeniería y su coste económico. Analizaron desde la formación de una flota de aviones hasta el uso de cañones, pasando por varios dirigibles como medios para dispersar las partículas.

«El sistema más factible en este momento parece ser la fabricación de aviones de nuevo diseño», explica Jay Apt, director del Centro para la Industria Eléctrica de la Carnegie Mellon y coautor del estudio. Por su elevado coste, desaconsejan el uso de cohetes o cañones. Los primeros, desplegarían sus alas una vez llegados a su destino y, dispersadas las partículas, replegarían sus alas y caerían al suelo. En cuanto a los cañones, comprobaron la dificultad de usar unos nuevos de 16 pulgadas que está creando la Marina de EE.UU.

DIRIGIBLES, COHETES Y CAÑONES

La opción más barata teóricamente es la de usar dirigibles como dispersores. La nueva generación HLA poco tiene que ver con los zeppelin pero aún así, su maniobrabilidad a tan alta altura es un reto que la ingeniería actual no puede garantizar. Por eso, los investigadores apuestan por los aviones. Analizaron cinco tipos de aeronaves que hay en el mercado, desde un Boeing 747 hasta el bombardero supersónico Rockwell B-1B. Pero si los primeros no están diseñados para volar a 20.000 metros de altura, los segundos tendrían un coste de operación muy elevado.

El estudio sugiere diseñar un nuevo avión específicamente preparado como un dispersor desde cero que podría superar el principal obstáculo que tiene el resto de opciones: la altura. Se podría desplegar una flota de varias decenas de aeronaves a entre 18 y 25 kilómetros y en una franja que va desde los 30º norte y los 30º sur, en la zona intertrópicos, donde se concentra la mayor parte de la civilización. Esta flota sería capaz de reducir el flujo solar en un vatio por metro cuadrado dispersando en la troposfera un millón de toneladas de aerosoles (partículas de dióxido de azufre) al año.

El coste de llevar unos 20 kilómetros arriba esa cantidad de partículas y dispersarla iría desde los 800 millones de euros hasta los 1.500 millones cada año, dependiendo de la tecnología usada. Para los autores, esta cifra es más que asumible. Los daños derivados del cambio climático o el dinero dedicado a reducir las emisiones de carbono podrían suponer entre el 0,2% y el 2,5% del PIB mundial en 2030, según datos del IPCC. En euros, eso serían entre 160.000 millones y 2 billones de euros. Ninguno de los seis sistemas que analizan los investigadores costaría el 1% de esa cantidad.

Aunque el foco del estudio no es la eficacia de la gestión de la radiación solar ni sus posibles efectos secundarios, sí reconocen que es algo a tener en cuenta. Un sistema a escala global como este, podría alterar de forma irreversible el clima cambiando, por ejemplo, el régimen de lluvias de terceros países.

Hay otro riesgo: que los políticos usen estos aviones como tirita. «Debemos tener mucho cuidado y destacar que el bajo coste de la geoingeniería es sólo un aspecto de la gestión de la radiación solar», advierte Apt. «Hay muchos otros aspectos y esta opción no debería servir a los países para dejar de controlar sus emisiones sino como último recurso en el caso de que los daños climáticos sean inminentes», añade.

Fuente: MadrI+D

La Asociación Americana de Meteorología también confirma la existencia del calentamiento global por causas humanas

cambio climatico - efimarketSi hablamos de cambio climático, ciertos grupos en los Estados Unidos (y en otros lugares del mundo) son todavía reticentes a la idea, a pesar de las evidencias del ejército de EE.UU., la Comisión Forestal de EE.UU., la NASA y una gran variedad de estudios científicos independientes.

Ahora, después de años sin pronunciarse claramente a favor o en contra de la teoría, la American Meteorological Society ha publicado su posición oficial sobre el cambio climático, y creen que la Tierra se está calentando en realidad debido a la actividad humana.

En un comunicado oficial, la American Meteorological Society, dice: «Hay pruebas inequívocas de que la atmósfera inferior de la Tierra, el océano y la superficie de la tierra se están calentando. El nivel del mar está subiendo, y los glaciares y el hielo ártico se están derritiendo».

«La causa dominante del calentamiento desde la década de 1950 es la actividad humana. Este hallazgo científico se basa en una amplia y convincente de la investigación. El calentamiento observado será irreversible durante muchos años en el futuro, e incluso se producirán mayores incrementos de temperatura en la atmósfera si los gases de efecto invernadero continúan acumulándose».

El grupo añadió que aunque existía la posibilidad de que este calentamiento respondiera a ciclos naturales de la Tierra, la evidencia apunta claramente a la actividad humana como la causa del cambio de clima que la Tierra está experimentando actualmente.

Entre las pruebas citadas incluye el hecho de que todos los años más cálidos en los registros de temperatura global hasta 2011 han tenido lugar en 1997, 2005 y 2010, siendo estos dos últimos los más cálidos en más de un siglo de registros globales.

«Queda claro, a partir de una amplia evidencia científica de que disponemos, de que la causa principal del rápido cambio en el clima de los últimos cincuenta años es la actividad humana, y está inducido por el aumento en la cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera, como el dióxido de carbono (CO2), los clorofluorocarbonos, metano y óxido nitroso», declaró el portavoz de la asociación. «El más importante de ellos en el largo plazo es el CO2, cuya concentración en la atmósfera está aumentando, principalmente como resultado de la combustión de combustibles fósiles y la deforestación».

La sociedad también advirtió que sus simulaciones han pronosticado un aumento de la proporción de huracanes de categorías más fuertes (4 y 5 en la escala Saffir-Simpson). Asimismo, aunque el número total de tormentas no va a cambiar y las olas de calor y frío continuarán, habrá períodos cálidos proporcionalmente más extremas. La sequía y las altas temperaturas también ejercerán presión sobre los sistemas de cultivo del mundo.

Si no se toma en serio la necesidad de cambiar nuestros principales sistemas de producción energética a sistemas basados en energías renovables, las consecuencias del desastre que se avecina serán cada vez más y más graves, hipotecando el futuro de los habitantes de la Tierra, de nuestros hijos y descendientes. DesdeEfimarket no nos cansaremos de repetirlo una y otra vez hasta que los gobernantes no se pongan manos a la obra.

Vía Inhabitat

Nueva pila de combustible biológica produce hasta 50 veces más energía

Nueva pila de combustible biológica produce hasta 50 veces más energíaUn equipo de la Universidad Estatal de Oregón (OSU) ha desarrollado una pila de combustible que ha conseguido generar entre 10 y 50 veces más energía que las pilas de combustible biológicas desarrolladas hasta el momento.

El equipo de investigación espera que éste desarrollo pueda pasar pronto a fase comercial y se implante en las plantas depuradoras de las ciudades, no sólo para suministrar el consumo de estas plantas, sino también para verter los excedentes de energía a la red, funcionando a su vez como una planta de energía renovable.

El equipo liderado por Hong Liu, un profesor asociado del Departamento de Ingeniería Biológica y Ecológica, cree que su desarrollo puede cambiar la forma en que las aguas grises son depuradas en todo el mundo.

Actualmente todas las plantas utilizan el proceso de lodos activados, descubierto hace casi un siglo. La nueva pila de combustible generaría grandes cantidades de energía al mismo tiempo que depura el agua.

«Si esta tecnología funciona a escala comercial como esperamos, los tratamientos de aguas grises pasarían a ser grandes productores de energía, en lugar de grandes agujeros negros para la energía«, declara Hong Liu. «Esto tendría un gran impacto en el mundo, ahorraría un monton de dinero, proporcionaría mejores tratamientos de aguas y promovería la sostenibilidad energética«.

Se estima que en los países desarrollados el 3% de la energía producida se consume en tratamientos de agua, produciéndose la mayor parte de la energía a partir de combustibles fósiles que contribuyen al calentamiento global. Sin embargo, como las aguas residuales son biodegradables, no hay ninguna razón por la que no puedan ser aprovechadas para producir energía sin crear ningún tipo de emisión. Esta célula de combustible microbiana también trata el agua residual más eficazmente, y no tiene ninguna de las desventajas ambientales de otras tecnologías que producen sulfuro de hidrógeno no deseado, o metano.

Si bien el sistema OSU ha sido probado a pequeña escala en el laboratorio, Liu dijo que el próximo paso es llevar a cabo un estudio piloto. El equipo está buscando fondos y un candidato para una prueba real, por ejemplo, una planta procesadora de alimentos con un sistema contenido que produce un suministro constante de ciertos tipos de aguas residuales, que proporcionarían una cantidad significativa de electricidad.

Vía Inhábitat

Una nueva bacteria modificada geneticamente en el MIT producirá combustible

Una nueva bacteria modificada geneticamente en el MIT producirá combustibleEl Instituo Tecnologico de Massachusetts (MIT) ha manipulado los genes de la bacteria ‘Ralstonia Eutropha’ para lograr que fabrique combustible. En concreto, un tipo de alcohol llamado isobutanol, que puede sustituir a la gasolina o mezclarse con ella. Según ha informado el autor principal de esta investigación, Christopher Brigham, la ‘Ralstonia Eutropha’, cuando deja de crecer «utiliza toda su energía en la fabricación de compuestos complejos de carbono».

Según Brigham, en el estado natural del microbio, cuando su fuente de nutrientes esenciales –nitrato o fosfato– está restringida y detecta que los recursos son limitados, entra en el ‘modo de almacenamiento de carbono’ para su uso posterior. «Lo que hace es tomar cualquier carbono disponible, y lo almacena en forma de un polímero, que es similar en sus propiedades a una gran cantidad de plásticos derivados del petróleo», ha señalado. Con la anulación de unos pocos genes y la inserción de un gen de otro organismo Brigham y sus colegas han sido capaces de redirigir la capacidad natural del microbio para producir combustible en lugar de plástico.

La intención tras la manipulación genética es conseguir «que el organismo de la bacteria utilice una corriente de dióxido de carbono como fuente de carbono, de manera que pueda fabricar combustible», ha apuntado en investigador en el estudio publicado en ‘Applied Microbiology and Biotechnology’.

Así, el equipo ha centrado su trabajo en conseguir que la bacteria utilice el CO2 como fuente de carbono. Además, la investigación destaca que, con modificaciones ligeramente diferentes del mismo microbio, se podría también convertir casi cualquier fuente de carbono, incluidos los desperdicios agrícolas o desechos municipales, en combustible útil.

«El equipo ha demostrado que, en cultivo continuo, se puede obtener cantidades importantes de isobutanol,» ha apuntado Brigham, quien ha apuntado que, ahora, los investigadores tienen como objetivo la optimización del sistema para aumentar la velocidad de producción y el diseño de biorreactores para escalar el proceso a niveles industriales.

Además, ha destacado que, «a diferencia de algunos sistemas de bioingeniería en que los microbios producen un producto químico deseado dentro de sus cuerpos pero deben morir para recuperar el producto, la ‘Ralstonia Eutropha’ expulsa naturalmente el isobutanol en el fluido circundante sin parar el proceso de producción».

Vía La Vanguardia

La opinión de la semana: las cuentas de mi coche

hogares verdes - efimarketEl programa Hogares Verdes es un programa estatal que se reproduce en varias Comunidades Autónomas, y que consiste en dar a conocer el concepto de sostenibilidad, ahorro y eficiencia energética a las familias que participan, así como a dotarles de la capacidad para implantar medidas de ahorro eficaces y contribuir a la eficiencia global difundiendo estos conocimientos.

Un grupo de participantes en estas iniciativas han creado el Blog Hogares Verdes, en el que se publican entradas relacionadas con el ahorro energetico en los hogares. 

Una de esas entradas nos ha llamado especialmente la atención, y habla del gasto que representa la propiedad de un vehículo en la economía familiar. En el artículo hacen unas sencillas cuentas que todos podemos realizar, para finalmente llegar a la misma conclusión que ellos: un vehículo, independientemente del modelo, es sobre todo un producto de lujo. Consume un montón de recursos y su valor se deprecia rápidamente. Esto mas o menos todos lo sabíamos. Pero os recomendamos ver al detalle un ejemplo como el que os proponemos para que veáis la «dimensión de la falla».

Ya sin más dilación, reproducimos a continuación el artículo.

Las cuentas de mi coche, o cómo la crisis favorece repensar la movilidad personal

mantenimiento del coche - efimarketLa mayoría de nosotros sabe perfectamente lo que paga mensualmente de hipoteca; algunos menos, lo que supone la factura de electricidad, gas o teléfono, pero… ¿tenemos idea de cuánto nos cuesta realmente el coche?, ¿conocemos cuál es su peso dentro de la economía doméstica? Yo he decidido sacar la calculadora y tratar de entender qué implica para mi bolsillo moverme en coche. ¡Y os animo a hacer el mismo ejercicio!

Vivo en Segovia, a 15 kilómetros de Valsaín, el pueblo donde se ubica mi puesto de trabajo, y los horarios del transporte público -o sea el autobús que comunica ambas localidades- no se ajustan a los míos, de modo que llevo más de una década utilizando mi vehículo particular para ir a trabajar.

Desde hace un tiempo, vengo dándole vueltas a la idea de reducir esta dependencia del coche, que en mi caso se relaciona principalmente con la movilidad laboral, puesto que el resto de mis necesidades cotidianas de desplazamiento, en una ciudad pequeña y compacta como Segovia, las resuelvo habitualmente a pie o con el servicio de autobuses municipales. Pero el coche está ahí, es cómodo, fácil y se adapta como un guante a mi peculiar horario de jornada reducida, que también hace imposible el compartir viaje con algún compañero de trabajo.

Sin embargo, la actual coyuntura de crisis favorece el saludable ejercicio de repasar las costumbres cotidianas y tratar de identificar formas de reducir gastos, de modo que me he puesto, por fin, a hacer números y entre ellos… ¡¡¡LAS CUENTAS DE MI COCHE!!!

Sí, hay muchas razones para replantearse el uso del coche, y yo tengo algunas especialmente claras: las de tipo ambiental y urbanístico, por ejemplo, pero tengo que confesar que hasta hace poco no me había parecido relevante profundizar en el enfoque económico de la cuestión. Ha llegado el momento.

He aquí los cálculos y las reflexiones que han surgido al hilo de los resultados, que comparto con todos vosotros:

Datos básicos del vehículo:

o   Marca y tipo: RENAULT CLIO,

o   Antigüedad: 9 años (adquirido en marzo de 2003)

o   Coste de adquisición: 10.570 €

o   Combustible: gasolina de 95 octanos

o   Consumo medio: 5,5 l/km (dato del ordenador del propio coche)

o   Kilometraje medio anual: 11.500 km/año

Gastos anuales[1]:

o   Reparto anual del coste de adquisición[2]: 1.057 €

o   Seguro: 290 €

o   Impuesto municipal sobre vehículos: 63,24 €

o   Mantenimiento, ITV y reparaciones: 325 €

o   Repuestos de batería y neumáticos[3]: 64,5 €

o   Multas[4]: 80 €

o   Aparcamiento[5]: 12 €

o   Gasolina[6]: 885,5 €

TOTAL: 2.777,24 € al año

2.777 € al año; 231 € al mes; 7,60 € al día… Parece una cantidad bastante imponente, sobre todo si la comparo con mi sueldo, puesto que supone reconocer que, cada año, dedico dos mensualidades a mi vehículo -en circulación y, principalmente, parado- y, ¡horror!, que en los últimos 9 años he invertido un año y medio de sueldo en costearme la adquisición y uso del coche.

Suena fatal, pero no nuevo, ya que, a finales de los años sesenta, Ivan Illich escribía en su libro Energía y equidad que “sumando al precio del coche el seguro, multas, reparaciones, estacionamientos, combustible, mantenimiento y horas perdidas en los embotellamientos, unos 11 años de nuestra esperanza de vida se destinan a sacar adelante la pervivencia de nuestro coche.”[7]

En fin, a lo que iba, que las cifras son llamativas, pero podrían serlo mucho más teniendo en cuenta que:

  • tengo un coche barato, de gama baja, que compré, ya matriculado por la casa, con la oferta de kilómetro cero;
  • al no tener garaje, mis gastos de aparcamiento son irrisorios (el precio medio de alquiler de una plaza de garaje en Segovia es de 55 €/mes, lo que aumentaría en 660 € el coste anual, y el precio medio de venta es de 22.500 €, ¡el doble de lo que costó el vehículo!);
  • no dedico ni tiempo ni dinero al lavado, acicalamiento ni tuneado de mi coche;
  • no he tenido grandes averías (todavía… los años tampoco pasan en balde para mi CLIO y pronto la obsolescencia programada de sus piezas empezará a dar que hablar).

Bien, con todos los considerandos anteriores, y convenientemente impresionada por las cuentas de mi coche…¿qué reflexiones me surgen?

La primera, que el coche privado es un lujo que nos pasa desapercibido; la independencia y libertad que nos proporciona tiene un precio, pero a menudo es un precio desconocido o poco relevante porque no lo contextualizamos en nuestra realidad.

La segunda, que debo explorar qué alternativas realistas tengo para mi movilidad cotidiana al trabajo, con vistas a:

  • reducir el gasto dependiente del uso –gasolina, repuestos y reparaciones-
  • estirar al máximo la vida del vehículo (cuanto más dure, menos me habrá costado al año)
  • acostumbrarme a una vida sin coche, puesto que dudo mucho que vuelva a hacer una inversión así cuando acabe la vida útil de mi CLIO.

Os animo a hacer este ejercicio de realismo y enfrentaros a las cuentas de vuestro vehículo!


[1] Los cálculos están realizados con datos exactos del año 2012 para los conceptos: seguro e impuesto municipal; con datos de otros años, para hacer medias, en los conceptos: mantenimiento y reparacionesrepuestos (batería y neumáticos) y consumo de gasolina; y finalmente con aproximaciones realistas para los conceptos de: multas y aparcamiento.

[2] He decidido hacer un cálculo tipo “cuenta de la vieja”, repartiendo el coste total del coche entre 10 años de uso, que es una media de vida bastante realista -dado que he cumplido ya el noveno -, y teniendo en cuenta que, con una década, un coche ya no “vale” nada, es decir que no puedo contar con recuperar nada de la inversión de una potencial venta.

[3] He considerado un recambio de batería cada cuatro años, a un coste de 50 €, y de los cuatro neumáticos cada 40.000 km, a un coste de 180 €.

[4] 80 € es el coste estándar del tipo de multa habitual que he sufrido estos años, relacionado con el estacionamiento. He considerado una media de una infracción anual.

[5] No tengo aparcamiento ni alquilado ni en propiedad, por lo que no he imputado en este concepto más que el coste (estimado) de los tickets de aparcamiento en zona verde (mínimo: 0,60 € la media hora) o azul (mínimo: 0,30 € la media hora) que, de forma esporádica, utilizo en las calles de Segovia.

[6] El cálculo se ha hecho a partir de los datos de kilometraje medio anual y consumo medio, y de un precio medio de 1,4 €/l de la gasolina de 95 octanos (en Castilla y León, la aplicación del llamado céntimo sanitario al combustible hace que su coste sea más elevado que en el resto de España).

[7] Vicente Verdú: La otra ciudad. El PAÍS, 30 de abril de 1999:http://elpais.com/diario/1999/04/30/sociedad/925423210_850215.html

Visto en Blog Hogares Verdes

Los bioplásticos del futuro se esconden en la basura

peladuras vegetales - bioplasticos - efimarket

Las cáscaras de patatas o los restos del filete que tiran a la basura los europeos podrían convertirse en la materia prima para la producción de bioplásticos, una iniciativa del Séptimo Programa Marco de la Comisión Europea pretende usar el desecho municipal para generar biopolímeros, la base de los bioplásticos.

El uso de bioplásticos se ha popularizado como alternativa ante los plásticos convencionales, fabricados con derivados del petróleo. Esta industria ha crecido un 20% cada año, de acuerdo a European Bioplastics, asociación que representa los intereses de dicho sector.

Bioplásticos, el 1% de la producción mundial

Los bioplásticos representan el 1% de la producción mundial, que está en torno a los 250 millones de toneladas al año, según Álvaro Estrada del Departamento de Información Técnica del Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS).

En esta línea el proyecto «Biopolímeros a partir de la fermentación de syngas» (SYNPOL, en inglés), implementará tecnología para convertir el carbono contenido en los desechos en syngas (gas de síntesis), una sustancia compuesta de monóxido de carbono y CO2. Este syngas se utiliza para alimentar bacterias y permitir que produzcan bioplástico. Actualmente la mayoría de los bioplásticos son producidos a partir de fuentes como la patata, maíz, trigo, o guisante.

El proyecto piloto es la primera iniciativa europea que espera impulsar la producción de bioplásticos a partir de residuos y en España será liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Reducir costes, un reto

María Auxiliadora Prieto del Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC ha declarado a Efe que este proyecto podría reducir el coste de la producción de bioplásticos, además de tener un menor impacto medioambiental y disminuir el uso de disolventes contaminantes.

El CSIC ha desarrollado con anterioridad proyectos para producir bioplásticos. Los científicos de esta entidad idearon un sistema basado en bacterias capaces de autodestruirse y liberar el bioplástico producido en su interior. Este proceso redujo en un 30 % los costes de producción de bioplásticos y ya fue patentado por la empresa española Biopolis S.L., especializada en biotecnología microbiana.

Prieto ha afirmado que uno de los principales desafíos de transformar residuos en materia prima para bioplásticos es que el proceso pueda reproducirse de forma masiva. «No sabemos si el rendimiento va a ser adecuado. Este procedimiento ya se ha hecho y se sabe que las bacterias son capaces de alimentarse a partir de syngas e incluso que pueden producir bioplásticos, pero no sabemos si vamos a producir lo suficiente como para que sea rentable.», ha confirmado. Prieto también ha asegurado que al utilizar residuos para la producción de bioplástico, no se compite con el sector alimenticio por la materia prima.

Fuente: EFEverde

De la cáscara de naranja al depósito de combustible

piel de naranja y biocombustibles - efimarketLos residuos de alimentos ofrecen una fuente de los biocombustibles renovables desde hace tiempo, y las cáscaras de naranja son un ejemplo perfecto del potencial de estos procesos. Según la Sociedad Americana de Química, estamos sentados sobre la mina de oro de los residuos de cítricos. La agricultura mundial produce unos 15,6 millones de toneladas de residuos de naranja y otros cítricos al año en forma de cáscaras desechadas que se podrían utilizar para la producción de biocombustibles, bio-disolventes, perfumes, purificadores de agua y otros productos. Así que … ¿Cuan de cerca estamos de esta visión de un planeta más sostenible gracias a los cítricos?

El problema de la naranja

El problema con las naranjas, y de la industria de cítricos como un todo, es que aproximadamente la mitad del producto cosechado se desperdicia en forma de peladuras.

Esto representa un pasivo ambiental importante en términos de eliminación. Las dos soluciones principales, la quema y depósito en vertederos, contribuyen directamente a las emisiones de gases de efecto invernadero.

Según lo descrito por Joan Coyle, de la American Chemical Society, las opciones actuales para la recuperación de las cáscaras de naranja no son óptimas. Los grandes fabricantes de zumos puede procesar las cáscaras como fuente de alimento para el ganado o pectina (un aditivo alimentario común), pero estos procesos implican gastos adicionales y un mayor uso de energía.

De cáscara de naranja al tanque de gasolina

Para abordar el problema, un equipo internacional de investigadores ha creado una asociación, la OPEC (Orange Peel Exploitation Company). La OPEC se une a la Universidad de York, la Universidad de Sao Paulo y la Universidad de Córdoba en un proyecto de bio-refinería «residuo cero» que va a utilizar microondas alta intensidad en ambiente de baja temperatura para extraer líquido de la celulosa en las cáscaras de cítricos, en lugar de depender de la mecánica procesos o la adición de ácidos.

Una vez separados, la celulosa y el líquido puede producir un número de productos valiosos aparte de bio-etanol. Allison Jarrell de  Inside Science ofrece una lista que incluye:

«… Limonina, que puede ser utilizado como una fragancia, en limpiadores domésticos y como un disolvente prometedor para reemplazar productos derivados del petróleo; pectina, a menudo utilizado en cosméticos, productos farmacéuticos y en alimentos como jaleas; y celulosa, que se utiliza como un agente espesante o puede ser convertida en un biocombustible sólido «.

De acuerdo con la Asociación Británica de Ciencias, la celulosa esponjosa también podría ser utilizada como un filtro absorbente, y el proceso de microondas también puede incorporar otras materias primas, incluyendo los residuos domésticos y papel.

Como señala Jarrell, aparte de la obtención de beneficios directos en la explotación del proceso, podría proporcionar a los productores de zumo una manera de promocionarse como empresas sostenibles, con instalaciones de residus cero, y evitando tener que pagar a los agricultores locales por llevarse la cáscara como alimento para ganado.

La OPEC espera disponer de una biorrefinería en marcha próximamente en York. Mientras tanto, en Estados Unidos, un investigador de la Universidad Central de Florida ha desarrollado un método para refinar etanol a partir de cáscaras de naranja con la ayuda de una enzima del tabaco, por lo que el futuro de la piel de naranja como fuente de biocombustibles se ve cada día más soleado.

Vía Clean Technica

William Kamkwamba, la historia del niño que dominó al viento

william_kamkwamba - efimarketNo todo va a ser investigar sobre la eficiencia energética y energías renovables. A veces también hay que cambiar el foco, tomar perspectiva y ver una buena historia inspiradora. Eso os traemos hoy aquí. Son dos vídeos cortos, no llegan a los diez minutos entre ambos, pero probablemente sea el tiempo más inspirador, emotivo e impactante que vas a vivir hoy, si dedicas esos pocos minutos a verlos detenidamente, claro.

Historias como la de este niño fueron las que inspiraron precisamente la creación de Efimarket.

La energía es fundamental en nuestras vidas, pero hay formas de usarla, generarla o ahorrarla, y aquí vais a tener un buen ejemplo de ello. Los vídeos cuentan lo mismo con unos años de diferencia, pero realmente merece la pena ver detenidamente ambos. Están en inglés, pero con los subtítulos en español se entienden perfectamente. Si no, es cuestión de volver a verlos porque realmente merecen la pena.

Os hacemos una pequeña sinopsis de la historia:

Cuando tenía 14 años, el inventor de Malaui, William Kamkwamba, tuvo que abandonar la escuela por falta de recursos. En una biblioteca encontró un libro sobre generación de energía “Using Energy“. Éste estaba escrito en inglés, idioma que William no dominaba.

Fijándose en las fotos y en los diagramas,  construyó para su familia un molino de viento para generar electricidad hecho con piezas de respuesto encontradas en un desguace, un cuadro de bicicleta, tubos de PVC, en resumen, materiales de desecho.

El molino funcionó,  alimentando cuatro lámparas y dos radios de su casa, y surtiendo de energía a los vecinos de su poblado que iban a recargar los teléfonos móviles.

Aquí el siguiente vídeo, ya con unos pocos años más, ampliando lo dicho en el primero, pero es bueno observar las diferencias y la mayor información ofrecida.

Si este hombre con estos limitados recursos, ha podido hacer esto, ¿qué no podemos lograr nosotros en esta sociedad, cuando lo tenemos todo y más, a nuestra  mano?

Enlace al blog de William Kamkwamba, por si queréis ampliar más la historia.

Desde luego es una historia motivadora, y esperamos que os motive tambien a vosotros a tomar las medidas necesarias para entre todos seguir mejorando vuestra eficiencia energética como consumidores de energía, e incluso, por qué no, acabar generando vuestra propia energía.

Vía Genera Tu Energía