REE denuncia que las eléctricas fuerzan subidas de precios

REE denuncia que las eléctricas fuerzan subidas de precios

Red Eléctrica ha abierto fuego sobre las eléctricas tradicionales. El gestor técnico del sistema ha denunciado ante la Comisión Nacional de Energía una situación anómala en el funcionamiento del mercado eléctrico para forzar alzas de precio en la bolsa eléctrica.

Según han indicado fuentes del sector, varias centrales térmicas de régimen ordinario (principalmente gas y carbón) están aceptando ofertas por debajo de su mínimo técnico de potencia en el mercado diario, lo que obliga al operador del sistema a realizar los llamados requerimientos de reserva a subir sin tener en cuenta la energía casada de esas unidades. Esto supone incrementar las necesidades de reserva y provoca unos precios más altos de la energía ya que las unidades trasladan al precio de pocas horas todo el coste de arranque de las unidades.

Tal y como figura en el análisis que se ha realizado, el pasado 1 de noviembre todas las térmicas que casaron en el mercado diario lo hicieron por debajo del mínimo técnico, lo que provocó la queja de Red Eléctrica al organismo supervisor.

Informe de la CNE

La Comisión Nacional de Energía realizó recientemente un informe sobre las subastas Cesur en el que no detectó anomalías en el mercado mayorista de la electricidad. Ahora, Red Eléctrica ha puesto de nuevo el asunto sobre la mesa la necesidad de una reforma del mercado mayorista de la electricidad.

Las eléctricas están haciendo uso de una triquiñuela legal. Ofrecen una menor potencia de sus centrales que les obligaría a no arrancar para que cuando sea necesario utilizar su energía, el operador del sistema tenga que exigirles su funcionamiento y poder cobrar más por la producción de estos megavatios en las zonas en las que son necesarias.

Con esta situación, si el precio normal en el mercado supone alrededor de 44 euros por cada megavatio hora producido se pasa a precios que han llegado en algunos casos hasta los 4.333 euros para algunos ciclos combinados de gas.

Estas cantidades que se reciben en el funcionamiento, explican fuentes del mercado, son muy superiores a las que cobran las centrales termosolares, que con las primas llegan a los 450 euros por cada megavatio u otras tecnologías de renovables y añaden que generan también déficit de tarifa.

Sin renovables

Según los datos de Red Eléctrica, a día de hoy, están habilitados 83 grupos térmicos de régimen ordinario como proveedores del servicio de reserva de potencia adicional a subir, de un total de 110 grupos térmicos de régimen ordinario. Del mismo modo, existen 14 unidades de producción térmicas del régimen especial gestionables -principalmente termosolares- pero ninguna de ellas puede participar aún como proveedor del servicio de reserva de potencia adicional a subir, ya que ninguna de ellas dispone de habilitación para su participación en este tipo de servicios potestativos de ajuste del sistema eléctrico español. Es decir, que las plantas renovables no pueden aún aprovechar estos sobreprecios.

Red Eléctrica ha informado al comité de agentes del mercado de esta situación y les facilitó los precios medios aritméticos registrados durante los últimos meses.

Concretamente, en agosto el precio medio del megavatio hora cuando el operador ordenó entrar en funcionamiento fue de 413,06 euros, en septiembre de 1.032,18 euros y en octubre de 1.783,04 euros por cada megavatio hora.

Los precios máximos registrados, según los datos del operador del sistema, fueron en septiembre de 4.057 euros y en octubre llegaron a 4.333 euros. Por zonas, Cataluña supone el 34%, el Campo de Gibraltar el 22%, Andalucía Oriental el 12%, Levante Sur el 10%, el Centro el 9%, Levante Norte el 4%, País Vasco el 4%, Galicia el 3% y Huelva el 2%, según los documentos que elabora mensualmente Red Eléctrica.

Avances del mercado europeo

Red Eléctrica está trabajando en la migración de las subastas IFE de interconexión con Francia a la plataforma Casc, que actualmente gestiona 11 subastas de interconexiones en Europa. de este modo, se permitiría la gestión única de garantías y la utilización de una única plataforma.

En colaboración con Omie, la lusa REN, la francesa RTE y la European Power Exchange (Epex) está trabajando para agilizar al máximo el acoplamiento de los Mercados Diarios Mibel CWE/ NWE. La región SWE es, a día de hoy, la más avanzada para este acoplamiento en el ámbito europeo, tal y como se prevé presentar en el Foro de Florencia. La compañía que preside José Folgado también trabaja en la creación de servicios transfronterizos de balance que se gestionarían por la plataforma que ya se utiliza entre Francia e Inglaterra, el Balit.

Vía El Economista

Demostrado: el apagón nuclear alemán ya genera beneficios económicos y medioambientales

Demostrado: el apagón nuclear alemán ya genera beneficios económicos y medioambientalesEl desastre de Fukushima no provocó la decisión de Alemania de abandonar la energía nuclear, sólo aceleró un proceso que estaba en marcha desde hacía al menos una década, según varios expertos. Los alemanes han conseguido desligar su crecimiento económico del suministro energético y la dependencia atómica.

Cuando la canciller alemana, Angela Merkel, anunció el cierre de ocho centrales nucleares y la revisión del resto, sólo habían pasado cuatro días del accidente de Fukushima, sucedido el 11 de marzo de 2011. Aún se desconocían las dimensiones del desastre y muchos vieron en el apagón nuclear germano una decisión precipitada, cuando no una “estupidez” de los políticos, como titularía la revista Forbes. Sin embargo, los alemanes son demasiado serios y lo que menos hay en el adiós de Alemania a la energía nuclear es precipitación.  Llevaban tres décadas preparándose para un abandono que ya les está dando beneficios económicos y medioambientales.

En una serie especial, el Bulletin of Atomic Scientists (BoAS) ha reunido a una serie de expertos para analizar el desmantelamiento de las centrales nucleares alemanas y su impacto sobre la economía y la vida de los alemanes. Según el plan anunciado por Merkel, aprobado por el parlamento federal alemán en julio de 2011, a las ocho plantas cerradas se le irán añadiendo las otras nueve que siguen operativas de forma paulatina. Para 2022, Alemania ya no tendrá energía nuclear. Otras fuentes, en especial las renovables, tendrán que tomar el relevo. Y esa transición tendrá que hacerse sin poner en peligro la economía del país.

“La decisión alemana de conseguir un futuro sin nucleares fue de todo menos precipitada e irreflexiva”, escribe el editor del BoAS, John Mecklin, en la presentación de los cinco artículos que forman esta edición especial. La decisión de Merkel, una pronuclear en el pasado reciente, bebe en realidad de un poso histórico que nace con las primeras movilizaciones contra la instalación de centrales nucleares en los años 70 y se realimenta con Chernóbil. Fukushima sólo da la puntilla a un cadáver andante. Mucho antes del tsunami que golpeó las centrales japonesas, en Alemania había consenso político y social contra lo nuclear.

Mapa nuclear de alemania
Este es el mapa nuclear alemán a agosto de 2011: Un total de 15 centrales desmanteladas, varias de ellas en territorio de la antigua RDA (en verde), otras ocho paralizadas (en amarillo) y las nueve restantes dejarán de funcionar en 2022. / Bundesamt für Strahlenschutz

Ya en 2002, gobernando una coalición de socialdemócratas y verdes, se aprobó una ley que incluía la prohibición de construir nuevas centrales y limitar la producción eléctrica de las existentes. Con el cambio de gobierno, en 2005, los conservadores no cambian la legislación. A lo más que llegó Merkel fue a ampliar la vida útil de los reactores, medida que anuló tras Fukushima. Hoy, el 90% de la población germana es favorable al apagón nuclear.

De hecho, el gobierno de Merkel aprobó la energiewende, un ambicioso plan para pasar toda la economía alemana a una estructura energética baja en emisiones y sin usar la energía nuclear. Como destaca el profesor de la Universidad Libre de Berlín, Lutz Mez, “la energiewende ha desligado el crecimiento económico del suministro energético”. Alemania es de los pocos países industrializados que ha reducido sus emisiones. Sus necesidades de energía primaria han pasado de 14.905 petajulios (unidad para medir energía) en 1990 a 13.374 en 2011. En ese mismo periodo, las emisiones de CO2 han pasado de 1.042 millones de toneladas a 800 millones de toneladas.

El desmantelamiento nuclear no afecta al crecimiento económico

¿Ha perjudicado esta reducción del consumo energético a la economía alemana? En absoluto. El Producto Interior Bruto (PIB) de Alemania fue de 1,8 billones de euros en 1990. En 2011 ya era de 2,44 billones de euros, un aumento del 36%. Y todo eso, con una reducción de la energía de origen nuclear, que ha pasado del 11,2% hace 22 años, al 8,8% del año pasado. De hecho, aunque el consumo de electricidad ha aumentado, las centrales nucleares han reducido a la mitad sus aportaciones hasta el 17,6%. Una cuarta parte de la electricidad del primer semestre de 2012 ya procedía de energías renovables.

Porque esa es otra de las singularidades del apagón nuclear: su vinculación a la lucha contra el cambio climático. Alemania, cuarta potencia económica y sexto emisor de CO2, se ha propuesto para 2020 reducir sus emisiones en un 40% con respecto al nivel de 1990. Y, para 2050, están confiados en bajarlas hasta el 95%.

“A diferencia de otros muchos países, donde hay una gran división sobre si el apoyo a las renovables tiene sentido desde un punto de vista económico, en Alemania hay un relativamente gran acuerdo sobre su papel crítico en el futuro del país”, razona Miranda Schreurs, también de la Universidad Libre de Berlín. Precisamente, una de las razones del consenso político de los alemanes sobre el apagón nuclear es que ha venido generando una industria alternativa muy pujante. El sector eólico, por ejemplo, daba trabajo a 27.000 personas (entre directos e indirectos) en 2000. Cuando Fukushima, trabajaban 370.000 sólo en la eólica.

Bueno para el medio ambiente, bueno para la economía, pero también bueno para el bolsillo de los alemanes. En el último de los trabajos publicados por el BoAS, el investigador del Instituto de Ecología Aplicada y uno de los miembros del Grupo de Expertos del Energy Roadmap 2050 de la Comisión Europea, Felix Matthes, analiza los diferentes escenarios de precios finales de la electricidad en una Alemania sin nucleares. En el escenario más probable, el recibo de la luz podría subir unos cinco euros por megavatio-hora durante algunos años alrededor de 2022, fecha en la que se apagará la última central nuclear alemana. Sin embargo, también existe la posibilidad de que no suba el precio. También estima que el impacto negativo del cierre de todas las centrales en favor de las renovables sobre el PIB podría suponer el 0,3% en los años anteriores a 2030. Muy poco, si se compara con los riesgos de otro Fukushima.

Visto en esmateria.com

El déficit de tarifa de 2013 supera ya los 1.200 millones de euros

El déficit de tarifa de 2013 supera ya los 1.200 millones de eurosLa decisión del Gobierno de descolgar de los Presupuestos Generales del Estado para 2013 la partida de los extracostes de los sistemas extrapeninsulares (Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla) correspondientes a este año y, por tanto, de cargarlo sobre la tarifa eléctrica hará imposible que el Gobierno pueda cumplir el objetivo que se ha propuesto de lograr déficit tarifario cero en 2013.

Los citados extracostes ascienden a 1.900 millones de euros lo que, sumadas otras desviaciones y restados los 1.500 millones de euros del déficit legal permitido (y titulizable) de este año, arroja una cifra de 1.200 millones pendientes para el año que viene. Este es el cálculo mínimo de déficit tarifario para el año que viene, según los cálculos de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), pero la cifra definitiva no se conocerá hasta que el regulador energético realice las 12 liquidaciones anuales preceptivas.

Por el momento, el nuevo año terminará con esa deuda y, aunque el Gobierno piensa compensarla con la recaudación del nuevo impuesto a la generación eléctrica (un 6%) y el consumo de gas natural que establece el proyecto de ley de medidas fiscales al sector energético que acaba de enviar al Parlamento para su tramitación, la cuestión no está clara.

El ministro de Industria, José Manuel Soria, ha reiterado que dicha recaudación será de 2.900 millones, sin embargo, esa cifra se ha calculado sobre la producción de 2011, según los datos que figuran en la memoria económica del proyecto de ley, y que a lo largo de este año la demanda se ha vuelto a hundir por lo que los ingresos serían menores.

Además, no está claro que las citadas medidas fiscales puedan entrar en vigor el 1 de enero, tal como pretende el Gobierno.

Según fuentes del sector, el Ministerio de Industria se estaría guardando un as en la manga, ya que pretende aprobar antes de fin de año un nuevo real decreto ley para eliminar la tarifa de último recurso (TUR) o, como declaró recientemente Soria para reducir el número de beneficiarios de esta tarifa: actualmente tienen derecho a acogerse a la misma los consumidores que tienen 10 kW de potencia contratada y, según la intención avanzada por el ministro se reduciría a los que tienen tan solo 5 kW de potencia.

En dicha norma con rango de ley se prorrogaría el actual sistema de retribución de la distribución, que caduca el 31 de diciembre y sobre el que no se ha llegado a un acuerdo, pese a las negociaciones que vienen manteniendo las empresas distribuidoras con Industria.

Otra opción para evitar el déficit es que los más de 1.200 millones se trasladen directamente a la tarifa. En cualquier caso, sea por esta vía o por la de los tributos siempre lo pagarán los ciudadanos. Por el momento, según las siete liquidaciones realizadas por la CNE, el déficit de tarifa acumulado es de 3.890 millones de euros, en los que se incluyen los 1.500 millones de euros permitidos por ley. Sin embargo, esta cifra no es fiable, pues hay gastos que se liquidan en 12 meses y falta por ver el efecto negativo que sobre los ingresos del sistema tendrá la mayor caída de la demanda (al elaborarse la orden de peajes para este año la CNE advirtió que estaba sobreestimada).

También falta por computarse las refacturaciones de los consumos entre octubre del año pasado y abril de este año a las que obligó un fallo del Tribunal Supremo, tras la denuncia presentada por las eléctricas. Estas empezaron a cobrar las diferencias el mes pasado y terminará de hacerlo a finales del mes de diciembre.

Las cuentas públicas sueltan el lastre eléctrico

Desde 2010, las leyes de Presupuestos anuales han eliminado las partidas de las subvenciones de los sistemas extrapeninsulares a la que les obligaba otra ley de 2009. Este año no ha podido ser menos, y en una disposición de las cuentas públicas se establece lo siguiente, «así, como en el ejercicio anterior, durante 2013 queda en suspenso la aplicación del mecanismo de compensación con cargo a los Presupuestos Generales del Estado establecido en la disposición adicional primera del Real Decreto-Ley 6/2009 por el que se adoptan determinadas medidas en el sector energético y se aprueba el bono social, conforme al cual se determinan las compensaciones por los extracostes de generación de los citados sistemas».

Según el citado real decreto-ley, a partir de 2013 los Presupuestos debían sufragar el 100% de dichos extracostes.

¿Desaparecerá la TUR?

Una de las nuevas medidas que Industria tiene encima de la mesa es la posible desaparición de la tarifa de último recurso (TUR), lo que obligaría a los domésticos a comprar la electricidad en el mercado libre. O eso o reducir a la mitad la potencia que da derecho a la TUR.

Fuente: Cinco Días

El Gobierno cargará 2.000 millones de los Presupuestos a la tarifa eléctrica

El Gobierno cargará 2.000 millones de los Presupuestos a la tarifa eléctricaEl Gobierno ha decidido volver a suspender durante 2013 el mecanismo que hace que el coste del transporte y generación de la electricidad de los sistemas extrapeninsulares (Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla) vaya transfiriéndose desde la tarifa eléctrica a los Presupuestos Generales del Estado (PGE), de modo que esta partida, de cerca de 2.000 millones, la costearán los consumidores de luz y no las cuentas públicas.

«Como en el ejercicio anterior, durante 2013 queda en suspenso la aplicación del mecanismo de compensación con cargo a los Presupuestos» relacionada con «los extracostes de generación de los sistemas eléctricos insulares y extrapeninsulares» (que explota Endesa), indica el texto de la ley que dio a conocer el sábado el Gobierno. Además, se señala que la suspensión es «indefinida».

A efectos prácticos, esta decisión afecta negativamente a la tarifa de acceso, la TUR, en la que los ingresos obtenidos son insuficientes para sufragar los costes totales del sistema, lo que ha generado un déficit de tarifa de más de 24.000 millones de euros.

Sin embargo, en los nuevos Presupuestos del Estado el Gobierno dice sentirse comprometido con la solución del déficit de tarifa y recuerda que, como parte de la reforma energética, ha aprobado varias medidas fiscales para acabar con este problema incluidas en un proyecto de ley pendiente de tramitación en el Congreso. Como parte de la reforma, el Ejecutivo ha anunciado que las cuentas públicas asumirán el coste de más de 2.000 millones anuales relacionado con los intereses del déficit de tarifa, aunque está por ver en qué quedan las nuevas medidas fiscales tras su paso por el Parlamento.

El Gobierno del Partido Popular ya decidió en los Presupuestos de este año soltar lastre y eliminar la partida que financia las subvenciones a las extrapeninsulares. El Real Decreto-Ley 6/2010, aprobado en la etapa de Miguel Sebastián como ministro, incluye un traslado progresivo de esta partida de costes extrapeninsulares a los PGE, a razón de un 17% en 2009, un 34% en 2010, un 51% en 2011, un 75% en 2012 y un 100% en 2013. Esto representa unos costes que para este año se han calculado en más de 1.900 millones.

La decisión del Gobierno de no cargar en los Presupuestos con estos costes de la tarifa eléctrica evita la generación de déficit público, pero genera déficit de tarifa. De hecho, el grueso de las desviaciones tarifarias que se han producido en los últimos años proceden de las cantidades que, teniendo que ser asumidas por el Estado, se cargan de nuevo en la tarifa. Cuando, además, las órdenes ministeriales que fijan la tarifa de acceso tampoco recoge estos costes porque la ley dice que lo asumirá el Estado. Al ser la de presupuestos una ley, año tras año ha anulado a la de 2009.

Según los datos de la Comisión Nacional de Energía (CNE), el déficit de tarifa en 2012 será de 1.466 millones de euros, por debajo del tope legal de 1.500 millones, aunque una incorrecta valoración de las extrapeninsulares podrían disparar la cifra y acabar con el objetivo del Gobierno de contener la deuda eléctrica. Además, la misma ley de 2009 fijaba que a partir de 2013 no se podría reconocer déficit de tarifa alguno, lo que supondría una fuerte subida de tarifas.

El Gobierno pretende solventar este problema con las nuevas medidas fiscales a la generación de electricidad y el consumo de gas que incluye la ley en tramitación y que pueden trasladarse al precio final que paga el consumidor. Sin embargo, sea una subida de tarifas o de impuestos, lo pagarían los ciudadanos.

Facua denuncia fuertes subidas de la luz

El recibo medio mensual de la luz ha subido en 3,9 euros en lo que va de año, o un 5,4%, y alcanza ya 78 euros, pese a la bajada del 2,1% de la tarifa de último recurso (TUR), según Facua-Consumidores en Acción. Esta subida sería mayor si se tuviese en cuenta el efecto de las refacturaciones ordenadas por el Tribunal Supremo desde octubre del año pasado tras las denuncias realizadas por las eléctricas. Esta revisión de carácter retroactivo se aplica de forma prorrateada entre agosto y diciembre y supone una subida de la factura del 7%.

Facua denuncia además que, mientras se sube la tarifa, el Gobierno quiere «recortar el derecho de millones de usuarios a acogerse a la TUR», al obligarles a salir al mercado libre, que es «aún más caro». Según los cálculos de la asociación, a partir de hoy el recibo medio de la luz ascenderá a 77,98 euros mensuales.

Un déficit en el limbo

El Gobierno elimina la partida de los costes extrapeninsulares, una cantidad que tampoco reconocen las órdenes de tarifa de acceso, pues la ley dice que corre a cargo de los Presupuestos. Por consiguiente, se queda en el limbo y se traduce en déficit de tarifa.

Fuente: Cinco Días

El gas subirá hasta un 8% más con la reforma energética

soria y montoro acarameladosEl Gobierno hizo llegar el jueves por la tarde al Congreso de los Diputados el proyecto de Ley de Medidas Fiscales en Materia de Sostenibilidad Energética, la llamada Reforma Energética, que el Consejo de Ministros había aprobado el viernes anterior para su tramitación parlamentaria. El texto legal incluye una memoria sobre el impacto normativo y económico de las medidas fiscales que incluye.

Esta ley supone la creación de tres impuestos: uno del 6% sobre la generación eléctrica y otros dos sobre la producción y almacenamiento de residuos nucleares, un canon por el uso de aguas continentales para producción eléctrica y la aplicación de impuestos especiales al gas y el carbón.

La citada memoria desvela por primera vez el método para el cálculo y el desglose por tecnologías de las cantidades que el Gobierno prevé recaudar por el impuesto del 6% a la generación, así como el efecto que tendrá sobre los consumidores finales del gas natural. Este combustible se gravará por primera vez con el impuesto sobre hidrocarburos (0,00234 euros/kWh), que hasta ahora solo afectaba a los hidrocarburos líquidos y no los gaseosos. Para el año 2013, y teniendo en cuenta un escenario pesimista y otro optimista, la recaudación por este concepto será de 793 millones de euros, en el primer caso, o 936 millones, en el segundo, según la memoria.

El grueso de esta recaudación procederá del consumo de gas convencional (655 millones de euros en el mejor de los casos) y, en menor medida, del destinado a las centrales de ciclo combinado (281 millones). De estos datos, el Gobierno deduce un fuerte impacto en las tarifas del gas que sin considerar el IVA, subirían entre un 3,05% y un 4,43% (para los clientes de la tarifa de último recurso o TUR). Estas subidas afectarán a 7,4 millones de clientes.

Mayor aún será el impacto de los precios del gas en el mercado industrial, que subirán entre un 5% y un 8% en función de los escalones de consumo anual. Estas alzas afectarán a 3.700 clientes, entre los que se encuentran las plantas de cogeneración (estas suponen un 20% del consumo total) y las 900 instalaciones industriales que producen con gas (azulejeras, papeleras, químicas, automóvil o textil, entre otras).

Aunque los ingresos previstos por los nuevos tributos a la energía ya los anunció el ministro de Industria, José Manuel Soria, tras el Consejo de Ministros del día 14, que cifró en 2.900 millones, la memoria del proyecto de ley ofrece importantes matices. En el caso del impuesto sobre la producción eléctrica, esta calcula unos ingresos de 571,7 millones de euros en las tecnologías del régimen ordinario (nuclear, hidráulica, carbón, gas y fuel), que se derivan de una producción de 190.570 GWh y unos ingresos de 9.529 millones de euros. Este cálculo tiene un inconveniente: son datos de producción y precios de 2011, que han variado sustancialmente este año, en que la recesión ha provocado el derrumbe de la demanda.

Otro tanto ocurre con la recaudación del régimen especial, que incluye las renovables, y que se estima en 687,6 millones por una producción de 91.922 GWh y unos ingresos de 11.460 millones correspondientes al año pasado.

En cuanto a las plantas termosolares, que dejarán de estar primadas a partir de la entrada en vigor de la ley en la parte de su producción con gas o carbón, su retribución descenderá un 12%.

De los dos impuestos nucleares, uno de ellos sobre el almacenamiento centralizado de residuos radiactivos, que afectará al futuro ATC. Teniendo en cuenta que este almacén tiene una capacidad de 6.700 toneladas de metal pesado, la recaudación del tributo durante toda la vida del ARTC será de 469 millones.

Dado que dos comunidades autónomas, Andalucía y Castilla-La Mancha, ya gravan el almacenamiento de residuos (en el primer caso los de baja intensidad de El Cabril) y la ley impide la doble imposición, estas comunidades no podrán aplicarlos en beneficio del Estado. Sin embargo, «esto no supondrá una disminución de los ingresos que recibían», que serán compensados como establece la Ley Orgánica de Financiación Autonómica.

Ni una palabra sobre el déficit de tarifa

Aunque el ministro de Industria, José Manuel Soria, y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, subrayaron durante la presentación de la nueva ley energética que el objetivo de la misma es solventar el grave problema del déficit de tarifa, lo cierto es que el texto legal remitido al Congreso para su tramitación parlamentaria no hace ni una sola alusión al déficit. Es más, el objetivo de la norma no es acabar con él, sino «armonizar nuestro sistema fiscal con un uso de los recursos energéticos más eficiente con el medio ambiente y la sostenibilidad».

Visto en detalle el texto, se llega a la conclusión de que parte de la recaudación prevista se destinará no ya al déficit de tarifa, sino a fines medioambientales (por ejemplo, a costear la gestión de residuos radiactivos y el desmantelamiento de las centrales nucleares) o a paliar los efectos del uso de las aguas continentales para producir electricidad, como es el caso del nuevo canon hidroeléctrico.

Hasta la aplicación del impuesto de hidrocarburos al gas natural o el nuevo impuesto especial al carbón (el llamado céntimo verde) se justifica en el proyecto de ley por razones medioambientales: «El que contamina paga«, señala.

La norma establece que la tarifa de acceso se financiará también a partir de ahora vía Presupuestos del Estado. Sin embargo, mientras el anteproyecto de ley dejaba claro que dicha recaudación se destinaría a financiar costes del sistema eléctrico «vinculados a fines de fomento de las energías renovables» (las primas que reciben) a través de partidas presupuestarias, el proyecto de ley introduce matices, al señalar que en la asignación de créditos presupuestarios para pagar dichas primas, «podrá tenerse en cuenta el importe de dichos ingresos».

Fuente: Cinco Días

Las eléctricas admiten que subirán la luz para compensar las nuevas tasas de la reforma energética

Las eléctricas admiten que subirán la luz para compensar las nuevas tasas de la reforma energéticaLos que van a pagarlo al final son los consumidores”, se admite sin ambages desde una compañía eléctrica. Y es que el impuesto general del 6% anunciado el viernes por el Ministerio de Industria para los ingresos de todas las empresas energéticas se acabará trasladando al consumidor final. Los hogares, que según datos de Eurostat han sufrido subidas de la luz cercanas al 70% desde 2006, verán cómo sus recibos se incrementan progresivamente cuando la reforma entre en vigor en el mes de enero. Sin prisa pero sin pausa, Endesa, Iberdrola y Gas Natural llevarán el sobrecoste que ahora el Gobierno les impone a las subastas en las que se fija el precio de la luz.

“En definitiva, quien realmente pagará este impuesto serán los consumidores y no las empresas eléctricas propietarias de las centrales. Es, por consiguiente, un impuesto claramente inflacionista que tendrá como destino pagar a esas mismas empresas”, advertía ya en julio un artículo publicado por Economistas frente a la crisis al analizar un posible impuesto a la facturación del régimen ordinario (véase las instalaciones nucleares, térmicas, hidráulicas y de ciclo combinado). Además las grandes eléctricas están integradas verticalmente, lo que aumenta su margen de maniobra.

Por el contrario, las energías limpias no podrán trasladar la tasa, ya que reciben una tarifa fija regulada por ley. “La diferencia entre las tecnologías convencionales y las renovables es que las primeras pueden repercutir un impuesto a la generación en el pool eléctrico y, por tanto, a medio plazo compensarán ese nuevo costo”, se lamenta desde el anonimato una empresa de energías verdes.

El Gobierno no sólo avanzó esa tasa general (que gravará con 571,7 millones a las eléctricas tradicionales y con 688 a las renovables), sino que pondrá en marcha un impuesto nuclear (por el que pretende recaudar 269 millones hasta 2015), un canon hidroeléctrico (otros 304,2 millones) y diversos céntimos verdes. Sólo por la tasa al gas de 2,79 céntimos por metro cúbico se esperan recaudar más de 800 millones. Todo con el objeto de equilibrar los gastos e ingresos del sector. El desfase entre los mismos desde al año 2001 ha generado un agujero de 24.000 millones de euros conocido como déficit de tarifa. “Si no se adoptaran medidas, el déficit acumulado seguiría aumentando año a año y en 2015 podría llegar a ser el doble del actual”, justificó el Ejecutivo.

Los otros impuestos

En ese escenario, no es de extrañar que para las grandes eléctricas la principal preocupación hayan sido desde el principio las tasa nuclear y hidráulica, que les supondrán en conjunto 574 millones. “El impuesto genérico lo van a repercutir. Con las otras tasas lo tienen más díficil”, explican fuentes del sector. Con el futuro de Garoña en el alero, Nuclenor -la sociedad que forman al 50% Endesa e Iberdrola para explotar la instalación- dejaba pasar hace apenas días el plazo para solicitar una prórroga que les permitiera seguir operando la central, ante la incertidumbre regulatoria que se cernía sobre el sector. Con el marco legal ya sobre la mesa, las dos grandes deben echar cuentas para ver si hay posible marcha atrás. El Gobierno les espera con ansiedad para buscar una solución al entuerto. Nadie en el Ejecutivo quiere cerrar la central, pero parece que los números obligan.

Por su parte, la patronal que acoge a las grandes compañías (Unesa) evitó pronunciarse el viernes tras conocer la esperada decisión del Ejecutivo. A mediados de julio, sin embargo, reaccionaba con indignación a la propuesta inicial de Industria, que contemplaba un impuesto lineal de sólo el 4% para el régimen ordinario. “Se come todos los beneficios de distribución y generación. Deja nuestro beneficio a cero”, zanjaba la asociación que preside Eduardo Montes. Según los datos que maneja la patronal, el beneficio neto de las eléctricas en España alcanzó en 2011 los 3.063 millones de euros. Los ingresos que dejarán de apuntarse por la tasa del 6% y por los impuestos nuclear e hidráulica rozan los 1.150 millones. Todo un sablazo a su facturación.

“Estas empresas son las responsables de garantizar el suministro eléctrico”, subrayaba entonces Unesa en su particular aviso a navegantes. “Nadie va a invertir en España”, remataba el viernes un ejecutivo con larga experiencia en el sector, recordando cómo el PP, adalid del libre mercado, apuesta decididamente por la intervención en este nuevo mapa eléctrico. “El espectáculo ha sido bochornoso y ha puesto de manifiesto la absoluta falta de entendimento en el equipo económico. Eso sin contar con que la reforma supone el fin del mercado, con tasas discrecionales para que al Gobierno le cuadren las cuentas, y que genera una incertidumbre perpetua respecto al volatilidad de los marcos legales”, zanjaba.

Fuente: El Confidencial

Visto bueno del Gobierno a la reforma energética, que encarecerá aun más la energía

Visto bueno del Gobierno a la reforma energética, que encarecerá aun más la energíaEl pasado viernes el Gobierno, reunido en Consejo de Ministros, aprobó un anteproyecto de ley (la esperada «reforma energética«) para acabar con el déficit de tarifa y recaudar 2.734 millones, en el que se recogen impuestos a la nuclear, un canon a la hidráulica, un nuevo gravamen del 6% a la producción de energía para todas las tecnologías y céntimos verdes para el gas, el carbón y el fuel oil.

Las medidas vendrán acompañadas de posteriores iniciativas liberalizadoras, como la reducción del número de consumidores con derecho a tarifa regulada (reduciendo de 10kW a 5kW la potencia máxima contratada para poder acogerse a la TUR), anunció el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria.

El nuevo gravamen nuclear tendrá dos partes, que serán un impuesto a la producción de residuos, que procurará ingresos de 269 millones entre 2013, 2014 y 2015, y un impuesto al almacenamiento de residuos que reordenará las distintas fórmulas ya existentes.

En el caso del canon hidráulico, el valor económico de la nueva figura es de 304 millones entre 2013 y 2015, de modo que las nuevas imposiciones para nuclear e hidráulica ascienden a 574 millones.

Además, el Gobierno creará céntimos verdes para el gas natural (804 millones), para la generación eléctrica con carbón (268 millones) y para el fuel oil (38 millones de euros). También se cuenta con los ingresos procedentes por la venta de derechos de emisión de CO2 por 450 millones.

El impuesto a la venta de electricidad del 6%, de carácter estatal, permitirá ingresar 571,7 millones y se aplicará a todas las tecnologías, incluidas las energías renovables.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sánez de Santamaría, calificó la reforma eléctrica de «difícil» y «necesaria», ya que, de no aplicarse, habría dado origen a un aumento de la deuda de los consumidores con el sector de 5.000 millones de euros al año.

El Gobierno ha repetido hasta la saciedad que al redactar la norma se ha puesto el «objetivo de no trasladar al consumidor el tarifazo eléctrico», lo que, de haberse hecho, «habría supuesto una subida del recibo del 43% de media». Lo que no dijo es que igualmente se van a ir trasladando esos costes al consumidor, ya que los nuevos impuestos son sobre la facturación de las empresas, que directamente podrán repercutir en la factura eléctrica de los consumidores.

«La reforma del sistema eléctrico es una de las reformas más necesarias, ya que el agujero de deuda de anteriores ejecutivos asciende a 24.000 millones de euros, y si no se frenaba cada año podría incrementarse en más de 5.000 millones», añadió Sáenz de Santamaría.

Conviene recordar que, a pesar del enorme aumento del déficit debido a la nefasta política del anterior Ministro de Industria, Miguel Sebastián,   del PSOE, buena parte del déficit generado este año corresponde al Gobierno del PP, que ha trasvasado la única partida de los Presupuestos que asume costes de la tarifa (las subvenciones de los sistemas extrapeninsulares) de nuevo a la tarifa. Además, se ha visto obligado a subir la tarifa de acceso en más de un 20% por decisión del Tribunal Supremo por una denuncia de las eléctricas.

Redacción Efimarket

El gas asfixia el sistema eléctrico y a las renovables

El gas asfixia el sistema eléctrico y a las renovablesLa organización ecologista WWF, que publicó ayer su último Observatorio de la Electricidad, propone el abandono definitivo del carbón, al que acusa de ser el principal responsable del formidable incremento de emisiones de CO2 que ha experimentado el sistema eléctrico peninsular en el mes de junio. Según WWF, esas emisiones crecieron un 27,78% con respecto a las de junio de 2011 (6.399.454 toneladas de CO2 este mes de junio; 4.621.493, el mes de junio del año pasado). Por otro lado, el gobierno quiere recaudar con la tasa fotovoltaica que está preparando 550 millones de euros, y tiene previsto destinar este año 570 millones de euros en incentivos a fondo perdido al gas.

Con presupuesto del Ministerio de Economía y del Ministerio de Medio Ambiente, España ha invertido en los últimos cinco años, 770 millones de euros para la adquisición de créditos de carbono. El motivo ha sido que el país ha emitido más CO2 del que se comprometiera a emitir cuando ratificó el Protocolo de Kioto y, para compensar esos excesos, se ha visto obligado a adquirir créditos en los mercados internacionales de carbono. A pesar de ese enorme desembolso, la cantidad de créditos adquiridos es «claramente inferior a las necesidades reales», según el gobierno, por lo que la sangría de recursos económicos va a continuar.

Es más, necesariamente va a incrementarse ese desembolso (dinero que se vuelve humo), pues las emisiones ya se han incrementado, según el último Observatorio de la Electricidad de WWF, boletín mensual en el que la organización ecologista recoge las magnitudes clave de la energía eléctrica en España y en cuya última entrega, la relativa al mes de junio, WWF propone «abandonar definitivamente» el carbón, a la par que recuerda que la Comisión Europea ha criticado duramente al ejecutivo español por haber suspendido las ayudas a las renovablesen la «Evaluación del programa nacional de reforma y del programa de estabilidad de España para 2012«. Así, y según ese documento, «la suspensión de las ayudas a las energías renovables desalienta la inversión en el sector y hará difícil que España alcance sus objetivos energéticos y climáticos en el marco de la Estrategia Europa 2020». Más aún: la Comisión apunta en su «Evaluación…» que, con una menor proporción de energías renovables, la dependencia de España de la energía importada crecerá por encima de la tasa actual, que se sitúa en el 79%, valor que es ya muy superior a la media de la UE, que está en el 54%.

Gas subvencionado

Lejos del discurso ecologista, y asimismo del europeo, la administración de Rajoy no solo sigue subvencionando al carbón (el ministro de Industria, José Manuel Soria, ha prometido al sector 655 millones de euros este año), sino que también está subvencionando (con 26.000 euros por megavatio de potencia) a las centrales térmicas de gas natural. La subvención asciende a, concretamente, 26.000 euros por megavatio instalado durante diez años. Pongamos un ejemplo: el presidente de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, y el presidente de Endesa, Borja Prado, inauguraron el 30 de marzo de 2011 la central de ciclo combinado Besòs 5, que, según Endesa, «tiene una potencia de 859 MW y ha supuesto una inversión de 436 millones de euros«.

Un megavatio de carbón, casi una tonelada de CO2

Pues bien, si multiplicamos 859 MW por 26.000 euros y por diez años, la cantidad obtenida supera los 220 millones de euros, es decir, más del 50% de la inversión que declara Endesa. ¿Conclusión? Los consumidores pagan a Endesa más de la mitad de lo que cuesta levantar la central de ciclo combinado, o sea, que son inversores (en una cantidad superior al 50%) en la sombra: inversores en la sombra… aunque no, desde luego, propietarios de ese 50%. Por lo demás, cada megavatio hora eléctrico generado en una central térmica de ciclo combinado de gas natural emite 0,37 toneladas de CO2, según datos de Red Eléctrica de España (REE). En el caso del carbón, ese factor de emisión es mucho mayor. Según REE, un megavatio hora generado en una central térmica de carbón emite 950 kilos de CO2 (0,95 ton).

Los consumidores están pagando a las eléctricas sin saberlo más de la mitad de lo que cuesta levantar las centrales de ciclo combinado

Dinero que se volatiliza

¿Segunda conclusión? Mientras que, por una parte, los consumidores –vía tarifa (los 26.000 euros salen de ahí)– estamos financiándole a multinacionales como Endesa o Gas Natural Fenosa la construcción de centrales de gas, por otra estamos pagando multas multimillonarias porque emitimos más CO2 (por culpa del gas) de lo que debemos. ¿Segunda conclusión bis? Mientras que, por una parte, los contribuyentes –vía presupuestos generales del estado– estamos subvencionando la quema de carbón, por otra, estamos pagando multas multimillonarias porque emitimos más CO2 (por culpa del carbón) de lo que debemos. Según el gobierno, concretamente, España ha pagado hasta 770 millones de euros durante los últimos cinco años: 770 millones de euros convertidos en humo (en junio, según WWF, el carbón produjo en España 5.434.000 megavatios hora, MWh).

Con retroactividad

El colmo del surrealismo de la política energética española asoma llegado el turno de la solar fotovoltaica (FV). El gobierno no solo no incentiva la inversión en FV con 26.000 euros por megavatio de potencia instalado, sino que, antes al contrario, ha puesto en riesgo a los inversores al legislar con retroactividad. A saber. El ejecutivo había creado un marco muy concreto: el kilovatio generado en una instalación solar fotovoltaica –y en tanto en cuanto era un kilovatio limpio (no emisor de CO2)– merecía un premio, lo llamaron tarifa regulada. El ejecutivo establecía además un precio asimismo muy concreto para esa tarifa, un precio que reconocía esa singularidad específica: la electricidad FV, a diferencia de la convencional, no ensucia, es limpia. Y los inversores, a la luz de ese marco, avalado por el gobierno, diseñaron su hoja de ruta.

Seis mil euros de regalo en el último minuto

A saber: invierto tanto; mi instalación genera tanto; el gobierno avala que el precio que recibiré por cada kilovatio que yo inyecte en la red eléctrica será tanto (gracias a ese aval, por cierto, me ha prestado el banco); dado lo dado puedo devolver mi crédito en tales plazos; amortizo mi inversión en tales otros y, finalmente, obtengo el beneficio que persigo como inversor. Y así estaba todo hasta que… el 23 de diciembre de 2010, apareció en el Boletín Oficial del Estado el Real Decreto-ley (RDL) 14/2010, obra él del ministro de Industria Miguel Sebastián (que fue por cierto quien estableció los 26.000 euros de incentivo al gas; antes eran solo 20.000). El caso es que la norma en cuestión establecía una “limitación de las horas equivalentes de funcionamiento de las instalaciones fotovoltaicas hasta el 31 de diciembre de 2013”.

Prima solar hasta cierto punto

O sea, que lo de antes (la legislación previa) seguía siendo válido, sí, pero solo hasta cierto límite, o hasta cierta “limitación” (por usar la terminología BOE). El RDL de Sebastián decía así: «las horas equivalentes de referencia para las instalaciones de tecnología solar fotovoltaica acogidas al régimen económico establecido en el Real Decreto 661/2007, de 25 de mayo, por el que se regula la actividad de producción de energía eléctrica en régimen especial, serán 1.250 en las instalaciones fijas, 1.644 en las instalaciones con seguimiento a un eje y 1.707 en las instalaciones a dos ejes.» Y, así, una vez superado el límite de horas equivalentes, el importe a percibir por megavatio hora producido por cada instalación fotovoltaica empezaba a ser el precio correspondiente al mercado diario de casación.

Lo que dicta el mercado es dictadura

¿Conclusión? Si hasta el día de antes, algunos megavatios FV habían llegado a percibir hasta 470 euros (gracias a la prima), a partir de la entrada en vigor de ese RDL, algunos megavatios FV –generados más allá de la hora 1.250, allende la hora 1.644 ó después de la hora 1.707, según correspondiera– percibirían 45, 50 ó los euros que dictase el mercado. En fin, que a la característica incertidumbre de la meteorología, se sumaba (se ha sumado) la hasta entonces exorcizada incertidumbre de los mercados. ¿Por qué? Pues porque el precio en el mercado se fija hora a hora, es decir, que un mes puede tener 744 precios distintos de la energía, precios que además pueden variar muy mucho, pero que en todo caso giran en torno a los cincuenta euros, lejos, muy lejos, los 470 euros a partir de los cuales el inversor fotovoltaico (ese al que no le dieron 26.000 euros por megavatio instalado) había redactado su hoja de ruta.

El gobierno le pedirá 500 millones a la FV… ¿para dárselos al gas?

Seguramente 470 euros era una cantidad muy inflada, y seguramente justo es, muy justo, el ajustarla al tan traído y tan llevado «beneficio razonable», pero, de ahí, a cobrar diez veces menos… hay un abismo, o diez. El caso es que el sector las ha estado pasando canutas (el RDL susodicho habría supuesto, según la patronal FV,un recorte de 2.200 millones de euros) y ahora se enfrenta a otra andanada: un impuesto –el 19%– al megavatio hora generado (es el más alto de todos los impuestos energéticos que está preparando el gobierno y pretende recaudar con él 550 millones de euros). A que no sabes cuánto ha presupuestado el gobierno este año como incentivo a la inversión en gas (los famosos 26.000 euros por megavatio)… Sí: 570 millones de euros.

Fuente: energías-renovables.com

Las nucleares, responsables de un aumento de 4.000 millones del déficit de tarifa

Las nucleares, responsables de un aumento de 4.000 millones del déficit de tarifa

Lo dice ANPIER (la Asociación Nacional de Productores e Inversores de Energías Renovables), que difundió hace unos días un comunicado en el que asegura que, según sus cálculos, desde que se instaurara la moratoria nuclear, «las grandes compañías eléctricas españolas han recibido más de 4.000 millones de euros por la moratoria, lo que supone, aproximadamente, un 17% del déficit de tarifa acumulado, que asciende a 24.000 millones de euros«.

Cuatro mil millones por no producir ni un kilovatio

Esta Asociación señala en el comunicado que ha hecho público hace unas horas, que «el gobierno debería revisar las ayudas millonarias que cada año reciben estas empresas eléctricas en concepto de la llamada moratoria nuclear» y que «contribuyen a engrosar el déficit de tarifa» (en 2011 fueron concretamente 64 millones de euros; en total, desde que fue puesta en marcha la moratoria, 4.000, según Anpier). Por otra parte, la asociación solicita «que se aproveche la nueva ordenación del sector para diseñar un nuevo modelo energético basado en las energías renovables«. Anpier hace pública esa petición al gobierno «tras el anuncio de que no se solicitará la renovación de la licencia de explotación de la central nuclear de Garoña, perteneciente a las empresas Iberdrola y Endesa». En España, las propietarias de las seis centrales nucleares (ocho reactores, en total) son Endesa, Iberdrola, Gas Natural y HC Energía.

Con respecto a la «necesidad» de las compensaciones que determinó el gobierno para las eléctricas en concepto de moratoria nuclear, Anpier señala en su comunicado que ya Juan Manuel Eguiagaray, ministro de Industria y Energía desde 1993 hasta 1996, afirmó en su momento que «es conocido que, en pleno proceso de transición a la democracia, el sector público hubo de rescatar financieramente a las empresas eléctricas del país, que se habían embarcado en un proceso de inversión faraónico, derivado de una planificación delirante, en absoluta contradicción con las necesidades constadas de la demanda eléctrica en España» (publicado en Cuadernos de Energía, edición número 21, editado por el Club Español de la Energía). Por cierto, que el apunte delator –y revelador– de Eguiagaray lo recogimos meses después en la edición 78ª de Energías Renovables, concretamente en Otro reportaje sobre el debate nuclear.

Por fin, Anpier señala en su comunicado –también con respecto a la moratoria– que la Unión Europea, «muy pendiente de la nueva reforma del sector», ha advertido recientemente que «una competencia insuficiente en el sector energético ha contribuido a la constitución del déficit tarifario al favorecer una compensación excesiva de algunas infraestructuras, tales como centrales nucleares» (dictamen del Consejo sobre el programa de estabilidad de España para 2012-2015, págína 26). Léase asimismo sobre el particular La UE imputa «costes ocultos» y «compensaciones excesivas» a Unesa.

Fuente: energias-renovables.com

Garoña y el «ya no te ajunto» de las eléctricas al Gobierno del PP

garoñaEsta semana pasada conocimos que la empresa propietaria de la central nuclear de Garoña, Nuclenor (participada al 50% por Endesa e Iberdrola),  no ha solicitado a tiempo el permiso de renovación para poder seguir explotando esta central hasta 2019.

El portavoz adjunto del Partido Popular en el Congreso, Rafael Hernando, tachó de «irresponsabilidad» y de «incomprensible» la decisión de la empresa, ya que según dijo, renunciar al permiso de explotación es una «frivolidad absolutamente incomprensible» por parte de Endesa y de Iberdrola, más aun cuando ambas empresas solicitaron al Gobierno la derogación de la orden ministerial con la que el Gobierno socialista propuso el cierre de esa central nuclear para 2013.

Aunque desde Nuclenor no se ha dado una explicación formal sobre el cambio de opinión, Hernando tachó de «sorprendente» que la marcha atrás de Nuclenor se pudiera justificar por la existencia de incertidumbres regulatorias. «Sería muy preocupante que eso se pueda interpretar como un chantaje contra el Gobierno, lo cual sería muy grave», dijo.

Y tan grave. Pero no ya por el chantaje en si, sino por las implicaciones que tiene todo este asunto. Resulta que el Gobierno anda preparando su cacareada reforma energética, que ha enfrentado a los responsables de la cartera de Industria y Hacienda, disputa en la que ha tenido que mediar la vicepresidenta Sáenz de Santamaría para que no llegara la sangre al río. Y precisamente en esa reforma van incluidas algunas medidas impositivas a la actividad de la energía hidráulica y nuclear.

Pues bien, vistas las orejas del lobo, ahora resulta que Endesa e Iberdrola se piensan lo de mantener a Garoña abierta, porque claro, no es lo mismo si ahora vienen y nos ponen un impuesto a nuestra maravillosa producción nuclear. Cuánta codicia esconde el sector energético, que parece venir a usar el «así no juego», que solíamos usar de niños, cuando alguien imponía alguna regla o condición en el juego que no nos favorecía.

Y cuan traicionados se han sentido los gobernantes del PP, que habían hecho suya la causa de las todopoderosas eléctricas (donde más de uno sueña con un retiro dorado tras su paso por la política), y que ahora han quedado en evidencia, sufriendo de la ya demostrada en el pasado insolidaridad de estas empresas.

Cuando las cosas vienen mal dadas y se viven tiempos difíciles, es cuando se demuestra quien es amigo de verdad y quien no. Y en estos momentos, las compañías eléctricas y el Gobierno parece estar revisando su  tratado de «amistad», dados los últimos malos gestos que han estado protagonizando.

Desde nuestra humilde tribuna esperamos que estas circunstancias ayuden a que el Gobierno se tome en serio su responsabilidad sobre el tema y deje de tener en cuenta tanto a las empresas energéticas, que siempre caen de pie, como los gatos (siguen con enormes beneficios a pesar de la crisis) y empiecen a pensar un poco más en los ciudadanos, que a parte de pagar la electricidad más cara del mundo, acecha sobre nuestras cabezas la enorme losa del déficit tarifario.

Redacción Efimarket