La subida de la tarifa eléctrica dictada por el Supremo en abril se aplicará desde agosto

subida-tarifa-electrica-abril-efimarketEl Gobierno, obligado por el Supremo, acordó en abril la refacturación de los consumos eléctricos desde octubre. El cargo a los consumidores (1.400 millones) debía ser prorrateado hasta diciembre, pero los cambios informáticos que han tenido que realizar las empresas para elaborar los nuevos recibos han provocado el retraso. Además, desde septiembre deberán aplicar dos tipos de IVA.

El pasado 26 de abril, el Gobierno publicó en el BOE una orden ministerial por la que se aprobaba unincremento extraordinario de los peajes de acceso a las redes eléctricas del 17%, o el equivalente a unos 1.400 millones de euros. Este tarifazo era el resultado de las refacturaciones de los consumos de todos los clientes entre el 1 de octubre de 2011 y el 31 de marzo de este año que el Tribunal Supremo impuso en sendos autos al Ministerio de Industria.

En ellos, el alto tribunal admitía las medidas cautelares solicitadas por las tres grandes eléctricas (Endesa, Iberdrola y Gas Natural Fenosa) contra las revisiones que estas consideraban ilegales (por ser insuficientes) de las órdenes de peajes del último trimestre de 2011 y el del primero de este año.

El propio ministerio estableció que esta deuda se prorratearía en las facturas de la luz a lo largo del año, hasta el 31 de diciembre, y en cumplimiento de los autos del Supremo, exigió a las distribuidoras eléctricas que refacturasen los citados consumos a cada uno de los clientes, hasta los casi 29 millones de puntos de suministro que existen. Ante el problema que se les avecinaba, las empresas propusieron un sistema más sencillo: que se incrementase directamente la tarifa de acceso para cubrir el desfase de 1.400 millones de euros.

El departamento que dirige José Manuel Soria no quiso facilitar las cosas a las eléctricas denunciantes (que consideraban que el coste para los consumidores sería el mismo con el mecanismo que ellas proponían) y, alegando que no quería más problemas con el Tribunal Supremo, impuso la refacturación persona por persona.

Ello ha obligado a las distribuidoras a modificar sus sistemas informáticos para calcular las refacturaciones pasadas e incluirlas en los recibos de cada cliente junto con su consumo del periodo en curso. Por tanto, pese a que muchos usuarios creen que la subida de abril por estos desfases ya se les está aplicando, lo cierto es las primeras facturas con dichos incrementos se pasarán al cobro a partir del mes de agosto, según aseguran fuentes empresariales.

Para colmo de males, la reciente subida del IVA, que incluye el de la electricidad, que pasa del actual 18% al 21%, ha complicado aún más la situación, pues la deuda entre octubre y abril que se fraccionará hasta el 31 de diciembre se gravará con un 18%, mientras que los consumos a partir del 1 de septiembre llevarán el 21% de IVA.

Se trata, por tanto, de otro problema añadido para las empresas, salvo, en cierta medida, para Endesa, ya que Canarias (uno de los sistemas extrapeninsulares que explota) tiene su propio impuesto indirecto, el impuesto general indirecto canario (IGIC), y el sistema informático de esta compañía le permite la inclusión de dos gravámenes.

La obligación de refacturar la luz del último trimestre del año figuraba en un auto que se publicó a finales de diciembre y que el Ejecutivo recién llegado no quiso cumplir (unos 160 millones de euros).

Ya en enero, Industria optó por congelar la luz sin, a la vez, elevar los techos legales del déficit (las cantidades que los superen no se pueden titulizar y se han de repercutir directamente en la tarifa), lo que se tradujo en un desfase de casi 3.000 millones y en un nuevo recurso contencioso-administrativo de las eléctricas ante el Supremo, que optó por obligar a una refacturación que va a suponer fuertes subidas de un recibo que engorda día tras día y al que le espera un nuevo mazazo: el de los impuestos que el Ejecutivo de Mariano Rajoy va a aplicar a la venta de energía y que afectará a todos los generadores.

Estas medidas, que se esperan desde hace semanas, podrían ser aprobadas en el Consejo de Ministros del viernes. Fuentes políticas aseguran que el retraso se debe a las presiones que están ejerciendo los bancos y los fondos americanos para evitar el default de muchas instalaciones renovables, muchas de las cuales financian y están fuertemente apalancadas.

También hay quien asegura que el retraso se debe a las diferencias entre los Ministerios de Hacienda e Industria.

Fuente: Cinco Días

El alza del IVA se aplicará a las facturas de luz y gas de julio y agosto

subida-iva-21 - efimarketDe nuevo vuelven a dar una gran alegría al consumidor: las facturas de la electricidad, agua, gas y teléfono de julio y agosto que se cobren a partir del 1 de septiembre tendrán aplicada la subida del IVA que entrará en vigor este día.

Por tanto, si desde el 1 de julio ya pagamos la electricidad un 4% más cara, habrá que sumarle además, cuando paguemos la factura en septiembre, un 3% adicional.

La asociación de consumidores Facua advierte que lamentablemente, la ley establece que a los suministros de telecomunicaciones, luz y gas prestados en los últimos meses pero cobrados con posterioridad a la subida del IVA se les aplicará el nuevo tipo del 21% (desde julio de 2010 era del 18%).

Con el suministro de agua ocurrirá lo mismo, si bien en este caso le corresponde el IVA reducido, que pasará del 8 al 10%.

Facua recuerda que la fórmula está regulada en el artículo 75 de la Ley 37/1992, de 28 de diciembre, del Impuesto sobre el Valor Añadido. De esta forma, «no se va a poder evitar la subida del tipo en las facturas de suministros» de los meses de verano, apuntan desde FACUA. Aunque dependerá de como se cobren los recibos de los diferentes suministros y en las diferentes ciudades de España.

Las compañías podrán aplicar la subida del tipo del 21% anunciada por el Gobierno a los suministros de julio y agosto en los recibos que se pagan de manera bimestral -cada dos meses-. Se cobrará en todas las facturas de agosto, e incluso en las de junio para las que se pagan de manera trimestral.

Sin embargo, esto no ocurre para el resto de bienes y servicios, en los que las compañías aplicarán el IVA vigente en el momento en el que se preste el servicio o se entregue el producto, y no cuando se consuma.

Por tanto, reservando un viaje ahora que se va a realizar el año que viene no evitaría la subida del IVA, al igual que ocurriría con un coche comprado ya pero entregado a partir de septiembre. Sólo se evitaría el aumento en productos que se vayan a entregar antes del 1 de septiembre.

No precipitarse para ahorrar

En este sentido, es aconsejable adelantar la compra de algunos productos. Como el caso del abono del equipo de fútbol para la próxima temporada. Comprándolo ahora se evitaría la subida del 8% al 21% que el Gobierno ha aplicado para espectáculos.

Desde FACUA sin embargo, aconsejan no precipitarse en realizar una reflexión sobre el gasto, y no comprar ahora «nada que no se tuviera planeado de antemano» porque puede resultar un error.

«Además, sería importante valorar por ejemplo cuando comprar un automóvil si tenía previsto hacerlo, porque en diciembre los coches son más económicos y esta rebaja podría compensar el IVA», insiste FACUA.

Fuente: El Mundo

La electricidad española es prácticamente la más cara del mundo

record-guiness-efimarketReproducimos a continuación un magnífico post publicado en el Blog de Josep Manuel Novoa, en el que el autor resume con maestría la historia del sector energético español, y desgrana uno por uno la sucesión de hechos que han llevado a que en España se pague la electricidad más cara del mundo, según el autor (aunque yo tengo otros datos: en Europa nos superan Chipre y Malta; del resto del mundo no tengo datos, pero me extrañaría que se pagara más cara que en España). Es un post largo, pero merece la pena leerlo con detenimiento.

¡Lo han conseguido! La electricidad española es la más cara del mundo

Como todo récord mundial, se necesita esfuerzo y dedicación, ya qua al liderato no se accede por casualidad. Se han tenido que dedicar ímprobos esfuerzos para que los precios da la electricidad en nuestro país sean los mas caros del mundo industrializado. La clase política, lejos del papel que le corresponde, y con independencia de la formación a la que pertenezca el Gobierno de la nación, ha arrimado al hombro junto a las “familias” dominantes en el sector eléctrico para conseguir la proeza de figurar en el informe de la consultora National Utility Service (NUS) qua señala a España como el país más caro por sus costes de energía eléctrica. No solo se ha conseguido este récord Guinness, sino que la liberación del mercado eléctrico se ve como una parodia nacional al más puro estilo del cine de Berlanga. Los precios se han resistido a bajar a pasar da la liberalización del sector y las sucesivas medidas adoptadas por el Gobierno trapicheando con las tarifas. En casi todos los países que recoge el informe NUS, el precio de la electricidad desminuyó, destacando los descensos tarifarios en Suecia con un 20,37%, Dinamarca con un 15,57% o Italia con un 12,05%. Por al contrario, la tarifa eléctrica española no ha variado a la baja, todo lo contrario desde 2008 se ha incrementado en más del 50%.

La codicia de las compañías eléctricas no tiene fin, no satisfechas en su lloriqueo perpetuo persisten que el próximo 30 de marzo se le de una vuelta de tuerca más a la tarifa y ponen toda la carne en el asador con el fin de esgrimir su fuerza intimidatoria. Estos angelitos se atreven a pronunciar: Es que esto no se arregla sin una subida del 30% o del 40% para no generar un agujero mayor, así también lindezas como esta: Al final, el negocio internacional es el que salva nuestra cuenta de resultados.Cuando no deja de ser una mentira detrás de otra, las inversiones internacionales, sobre todo en Sudamérica, han sido financiadas con el expolio de la tarifa nacional. Así y todo el lobby de las eléctricas asegura que se trata de un mal negocio y que los balances contables están construidos en el aire: El beneficio no corresponde a flujos de caja reales, son contables, y que el esplendoroso déficit tarifario supone cinco veces su beneficio. ¿Si los beneficios son virtuales y no llegan a entrar en caja por qué continúan? ¿No sería oportuno que encaminaran sus pasos por una renacionalización? De esto ni hablar, de lo que se trata es de chupar de la mamella de la vaca hasta el infinito y lloriquear sin descanso: La realidad es que los beneficios cubren el esfuerzo financiero de la inversión, pero no retribuyen de una manera rentable los costes del capital invertido. ¿Cómo puede ser competitivo este país con una oligarquía que no está dispuesta a ceder en lo más mínimo? ¿Toda la carga tiene que avocarse en las espaldas del españolito? Esto no puede acabar bien, lo ve hasta los que miran al otro lado.

Ha sido da tal magnitud el latrocinio cometido con los ciudadanos del país a través del arma legislativa de incrementar la tarifa eléctrica que, ahora, cuando se desarrollan los efectos de la economía globalizada pueden apreciarse los estragos cometidos en toda su amplitud. El coste de un KW/h en España respecto a la media de los países más industrializados es impresionante, más de un 40%. Un dato sin confirmar, un ciudadano londinense paga un tercio de lo que paga un español por el recibo de la luz a pesar de las diferencias salariales. Se ha llegado a inflar el globo de las tarifas, al repercutir una y otra vez costes por distintos e imaginarios conceptos con variopintos nombres, acompañados de leyes que los legitimaban como saneamiento, moratoria, parón nuclear, y un sin fin de dimes y diretes que tratan de ocultar la quiebra técnica de las compañías eléctricas al invertir en centrales nucleares. Si se quiere llegar al fondo de la cuestión es necesario explicar lo ocurrido con un cierto detalle, de lo contrario, en genérico es tan superficial que el potente sistema mediático arrasa con todo y la mentira se consolida. Para ello volvamos algo atrás.

En 1983 el gobierno socialista decidió poner fin a la aventura de construir centrales nucleares en nuestro país. Hasta entonces ya estaban en funcionamiento la de Zorita, que se había conectado a la red en 1968, la de Santa María de Gadoña, en 1971, la central de Almaraz I, y Alrnaraz II, en 1981 y 1983 y también la de Ascó I, en el mismo año. En construcción estaban la central de Cofrentes, que se conecto a la red en 1984, Ascó II, que se conectó en 1985, y ya por último las centrales de Vandellós II y Trillo, que entraron en funcionamiento en 1987 y 1988. La decisión política de suspender el programa de instalación de centrales nucleares, a la que se llamó “paron nuclear”, no levanto ninguna crítica por las empresas concesionarias de las instalaciones, las tradicionales compañías eléctricas. Cualquier otro sector, después de haber invertido miles de millones de pesetas y de estar endeudados hasta las pestañas en divisas, hubiera puesto el grito en cielo por la decisión de unos chicos con chaqueta de pana que habían desembarcado en el Gobierno. Pues no, a las poderosas familias que copaban los consejos de administración de las eléctricas les pareció de maravilla que el gobierno tomara la decisión del paron nuclear. La razón para que este previsible enfado de los mandamases de la electricidad se transformó en silencio espeso, resultó que la decisión les venia como anillo al dedo.

El maná que iba a representar la energía nuclear para las cuentas de explotación y los balances de las compañías que participaban en el proyecto de nuclearizar España en pos de la modernidad y la energía barata, había sido tan sólo un eslogan de las compañías americanas que vendían las instalaciones. Pero cuando las instalaciones estuvieron en marcha, se pudieron percatar de los altos costes por la derivación de su financiación en divisas, la seguridad, y el almacenamiento de los residuos. Fue entonces cuando se dieron de bruces con la realidad, no eran la panacea de una inversión acertada. Fueron los consejos de administración de las compañías eléctricas las que tomaron la decisión de producir energía por la vía de la explotación nuclear. Nadie les impulsó, ni forzó a tomar esta decisión, ni tan siquiera fue debatida en ninguna instancia, fue simple y llanamente una decisión empresarial. A mediados de los 70, la fiebre nuclear despertó en los consejos de administración de las eléctricas, coincidiendo con la transición política, por lo que se obviaron las consultas populares que podían entorpecer un negocio de altos vuelos. En definitiva, quienes se equivocaron de lleno fueron los que tomaron la decisión de invertir en un negocio equivocado.

La transición política española, que tanto se alardea, consistió en que el régimen anterior se murió sólo y, en su agonía, se constituyeron unos partidos políticos que, sin una peseta para estructurarse como tales, tuvieron que recurrir a los mecenas tradicionales, las “familias” que controlaban la banca y las eléctricas. Esto fue la transición política española, “tu a lo tuyo y yo a lo mío”. Por derivación, tu de dedicas a montar el circo político e institucional y, a nosotros nos dejas los sillones de los consejos de administración. Al igual que la democracia en el Reino Unido mantuvo los aristócratas con titulo nobiliario en la Cámara de los Lores, en España, la transición mantuvo a las “familias” en los consejos de administración de la banca y las eléctricas. En su momento ninguno de los consejos de administración asumió nunca el error de gestión que supuso la decisión de invertir miles de millones de pesetas en un programa de instalaciones nucleares que acabaron por destrozar las cuentas de resultados de estas compañías. Ni la menor autocrítica, ni desesperación alguna, ya que su puesto en el consejo de administración no estaba vinculado a una aportación dineraria traducida en acciones propias, sino a la malsana costumbre, bendecida políticamente, de la legitimación hereditaria de la “familia” cuya participación en el capital de la compañía era minima.

Lo más grave del desaguisado nuclear, no es el no haber escuchado ninguna autocrítica por los componentes de los consejos de administración. Lo mas grave es que nadie les ha exigido ninguna responsabilidad por la impericia en la gestión empresarial que ha acabado costando miles de millones de euros. La clase política, sea de la formación que sea, con la careta socialista o con el populismo de la derecha, ha venido configurando leyes y mas leyes para que se acomoden a cubrir por la vía parlamentaria el tremendo agujero provocado por una decisión empresarial que les llevó a la quiebra técnica. El descalabro financiero se convierte en una razón de Estado. Estas “razones” lo permiten y legitiman todo. Para empezar se construye la casa por el tejado, por lo que a la contabilidad se le da la vuelta como a un calcetín. Primero se asignaba el beneficio que debían recibir los accionistas, ni mucho ni poco, lo suficiente para que no protestaran. A partir de este estadio, se iban asignando partidas que no contemplaban los tremebundos gastos financieros, la devaluación de la moneda al tener que pagar en divisas, las amortizaciones necesarias y todo lo que concernía a los ingredientes del balance contable, que en nada reflejaba la realidad patrimonial de las eléctricas.

Cuando se llego al extremo de que la ingeniería financiera ya no daba más de si, pues el balance contable ya no se lo creía ni tan siquiera el conserje del ministerio, transcendió la alarma a los inversores extranjeros. Estos inversores extranjeros, la banca principalmente, empezaron a preocuparse por la inversión realizada al acreditarse la falta de posibilidades en la reintegración de los préstamos. Entonces el Gobierno tuvo que tomar cartas en el asunto, no fuera que el país se quedara sin suministro de energía eléctrica por la quiebra en cadena de los suministradores. Llegaron entonces las soluciones mágicas. La clase política estaba mas preocupada en quien les iba a financiar la próxima campaña electoral que en exigir responsabilidades a los miembros de los consejos de administración de las eléctricas. Así, para que ni tan siquiera se tuviera que debatir parlamentariamente, dado que el consenso se suponía, llegó a las páginas del BOE el Real Decreto 441/1986, de 28 de febrero, donde la solución mágica viene por la vía fácil de incrementar la tarifa eléctrica. Su título no lleva a engaño, modificación de las tarifas para la venta de energía eléctrica, y sin perderse en prolegómenos, en su artículo 2º establece que un 3% de la recaudación había de ingresarse en una cuenta intervenida —controlada por el Ministerio de Industria- en Unión Eléctrica S.A. (UNESA), una sociedad anónima inscrita en el registro mercantil, que, como peculiaridad, tiene que es la patronal del sector.

Pero todavía es más peculiar, por inconcebible, el artículo 30 de este inefable Real Decreto donde se especifica la naturaleza del reparto de la cuantiosa cifra que representa una recaudación del 3% sobre la tarifa eléctrica. Está dirigido a aquellas empresas integrantes de la patronal del sector que cumplan las siguientes condiciones: saneamiento con cargo a reservas de los ajustes, salvedades y excepciones destacados en las auditorias correspondientes al ejercicio de 1984, consecuencia de sobre valoraciones de gastos financieros y de personal, menores amortizaciones, diferencias de valoración de préstamos en moneda extranjera y otros conceptos ajustables. En definitiva, la clase política no encuentra otra manera mejor que la de premiar con una subvención, por la vía del incremento de tarifas, a todas aquellas empresas que ostenten una contabilidad incorrecta. Para que todo sea al revés, empezando por la asignación contable del beneficio al accionista, la solución también va por esta línea. En lugar de castigar, en la medida que le corresponde a cada consejo de administración de las eléctricas, el gobierno las premia por haber llevado a estas sociedades a la quiebra técnica. Al borrón y cuenta nueva se le llamó “saneamiento”, pero como coincidió con el paron nuclear, se extendió a una solución complementaria con un nuevo nombre la “moratoria”.

Para legalizar la milonga, como no había cobertura legal se creó un “marco legal y estable” por medio del Real Decreto, el 1538/1987, de 11 de diciembre, que se desarrolló en las Ordenes del Ministerio de Industria y Energía de 3 de diciembre de 1993 y 15 de diciembre de 1995. Entre pitos y flautas, a los consumidores de energía de este país, la falta de acierto de los mandamases de las eléctricas les viene costando un significado incremento en la tarifa que entre el porcentaje destinado a “stock básico de uranio”, y el que comprende la eliminación de la “basura” nuclear, que para hacerlo mas bonito y despistar al personal se le llama “2º ciclo nuclear”, el porcentaje se eleva entre el 6% y el 7%. Toda una verdadera fortuna que cada año hace sonar el ring ring de las cajas registradoras de las principales eléctricas. La forma más efectiva de que errores propios los paguen otros. Puestos ya en el todo vale, la clase política no tuvo inconveniente en resolver el problema de las eléctricas por la vía tarifaria en lugar de aplicarlo a los Presupuestos Generales del Estado –de este delicado asunto hablaré en el próximo post-. Al mundo de la luz se le otorgó patente de oscuridad, y así la transparencia de las cuentas acabó en un conglomerado normativo, en el que resulta imposible enterarse de lo que se determina, al apoyarse en un lenguaje encriptado que ni los expertos entienden. Lo que se pretendía ha tomado cuerpo, la Intervención General de la Administración del Estado nunca ha podido fiscalizar el debido uso de estos fondos, por lo que tampoco ha podido intervenir el Tribunal de Cuentas, quedando todos contentos. Los políticos podrán tener garantizada la financiación de sus partidos y demás prebendas, y los eléctricos al estar enchufados al maná de la tarifa.

Para finalizar este post tan sólo poner en evidencia que estos oligarcas cuando les ha convenido, se le ha dicho al ciudadano de a pie que el suministro de energía eléctrica es un servicio público. Bajo este postulado se han construido pantanos, desalojando de sus casas a sus ocupantes, pagándoles cuatro duros por sus tierras, y resignados todos por el bien común, nos hemos dejado nuclearizar el país en pos de la energía barata. Las consecuencias del llamado servicio público son irreversibles, el sistema ya se las ha cobrado, humildes campesinos han aportado su contribución a la producción eléctrica con sus menguados patrimonios. Al resto de los de a pie se nos ha impuesto el riesgo de un percance nuclear que ahí esta. –Reservo una sorpresa a los seguidores del blog en el post número 4 de esta serie- Cuando así están las cosas llega la modernidad, la privatización, la liberalización del mercado y la plasmación normativa del acuerdo entre el Gobierno y el sector eléctrico en formato de protocolo, donde se dispone que el suministro de energía eléctrica deja de ser un servicio público “por su progresiva pérdida de transcendencia en la practica” así, literal, que: todo lo exprimido ya esta exprimido. La definición de servicio público detestado por las propias eléctricas, era soportado por su efectividad en tiempos remotos del Decreto de 12 de abril de 1924,  reiterado en e1 Reglamento de Verificaciones Eléctricas de 1954 y, sobretodo, con la propia Ley 10/ 1966, de Expropiación forzosa y Sanciones  en Materia de Instalaciones Eléctricas, y, ya tímidamente definido, en la Ley 49/1984 del 26 de diciembre sobre Explotación Unificada del Sistema Eléctrico Nacional. Los nuevos tiempos traen nuevos conceptos. Ahora se le bautiza como “servicio de interés económico general” que, traducido al  idioma del ciudadano de a pie, quiere decir todo lo contrario, “que estamos al servicio del interés económico privado”. Prueba de ello es quo nos achicharran con impuestos tarifarios y, si nos descuidamos, nos facturaran a portes debidos el envío de los residuos radioactivos para que los almacenemos debajo de la cama.

Fuente: Ataque al Poder

Grandes fondos presionan al Gobierno español temerosos de la reforma energética

reforma energetica - efimarketLa incertidumbre sobre los cambios regulatorios en el sector energético español tiene en ascuas a un grupo de grandes fondos internacionales de inversión en infraestructuras. Once de estas firmas, que dicen contar con 9.000 millones de euros en activos españoles, han enviado una carta al Gobierno en la que advierten que si la reforma energética que prepara el Ejecutivo les perjudica, reducirán sus inversiones en el país y emprenderán acciones legales.

Se trata de la segunda misiva que estas firmas envían a Moncloa para reclamar seguridad jurídica para sus activos en España. En la nueva carta fechada el 3 de julio, los fondos elevan el tono de su protesta ante el temor a que los cambios regulatorios que prepara el Ministerio de Energía e Industria dañen la rentabilidad de sus activos renovables con recortes “retroactivos y discriminatorios” de la tarifa que reciben (no sería la primera vez que ocurre esto en nuestro país).

Una medida de estas características dañaría la viabilidad futura de España como receptor de nuestras inversiones y abriría la puerta a acciones legales por nuestra parte que en nada benefician a ninguna de las partes implicadas”, dice la carta suscrita por fondos respaldados por grupos como Deustche Bank, HSBC, Natixis y Munich Re.

Estas firmas también cuestionan el largo y opaco proceso que está liderando el Ministerio de Industria y Energía para decidir sobre los cambios regulatorios. «Dada la situación de la economía española, esta incertidumbre perjudica seriamente la credibilidad de España en los mercados y entre los inversores extranjeros en el sector, que en muchos casos ya han suspendido importantes proyectos de inversión en el sector«, dice la carta.

Estos fondos se consideran en inferioridad de condiciones frente al lobby de las grandes eléctricas españolas, y critican también que no se les haya consultado, lamentando la «falta de diálogo con los sectores afectados». La carta va dirigida a Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno; Jorge Moragas, director del Gabinete del presidente Mariano Rajoy; y a los ministros José Manuel Soria (Industria y Energía) y Cristóbal Montoro (Hacienda).

Han sido enviadas copias del texto a las embajadas en Madrid de Estados Unidos, Reino Unido, Holanda, Francia y Alemania. Según fuentes cercanas a los fondos, diplomáticos de estos países están colaborando en la presión para que la reforma no perjudique los intereses de los inversores extranjeros. Esas cinco embajadas representan a los once fondos, que son Ampere Equity Fund, Antin, Cube, Eiser, Hg Capital, Infrared, KGAL, KKR, MEAG, RREEF y Riverstone Holdings.

“El deterioro de la seguridad jurídica que traerían consigo medidas de carácter retroactivo y/o discriminatorio, sería incomprensible en un país miembro de la Unión Europea. Es imperativo, por tanto, que la reforma se lleve a cabo preservando la estabilidad del marco jurídico y la seguridad jurídica de los inversores que tan necesarios son para la salida de la crisis”, concluye la carta.

Los inversores proponen como solución en la reforma una tasa por cada megavatio hora que producen todas las generadoras de electricidad o sobre sus beneficios, en lugar de una tasa en función de la eficiencia o los ingresos, que perjudicaría a las renovables.

Fuente: Expansión

El gobierno sube el precio de la luz un 3,95% y el gas un 2,26%

El gobierno sube el precio de la luz un 3,95% y el gas un 2,26%

Aprovechando la euforia ciudadana por la participación y finalmente victoria de nuestra selección de futbol en la Eurocopa, el Gobierno, siempre certero escogiendo las fechas para los anuncios de sus reformas, ha aprobado una subida del precio de la luz, que siendo aparentemente tímida, es posible que se incremente en las próximas semanas. Explicamos el porqué de esta confusa circunstancia.

El recibo de la luz experimentará desde el día 1 de este mes un incremento del 3,95%. Sin embargo,esta podría no ser la única subida que se aplicará a los consumidores en el tercer trimestre que ahora se inicia. De hecho, lo único que ha hecho el Ministerio de Industria ha sido trasladar a través de una resolución el resultado de la subasta Cesur celebrada el martes, que se saldó con una subida del precio de la energía del 9,5% para el nuevo trimestre.

Teniendo en cuenta que el componente de la energía computa aproximadamente la mitad en la tarifa de último recurso (TUR), el aumento a aplicar es el citado 3,95%. Sin embargo, falta por ser revisada la parte regulada del recibo de la luz, los peajes de acceso que financian los costes del sistema (distribución, primas de las renovables y el agujero del déficit de tarifa, entre otros).

Es cierto que la ley no obliga al Gobierno a revisar todos los trimestres los peajes (sí es obligatorio, en cambio, llevar al recibo el resultado de la subasta trimestral), pero si lo hace estos deben recoger adecuadamente los costes. Y dada la abultada deuda del déficit de tarifa, la subida resulta inevitable, tal como ha determinado en una sentencia el Tribunal Supremo.

Además del compromiso de sufragar el déficit si este supera los 1.500 millones de euros (límite legal para este año), el Gobierno podría subir los peajes en julio para completar el paquete de medidas que componen lareforma energética prevista para el próximo viernes o el siguiente.

Pero ¿por qué Industria no ha realizado una única subida de la TUR desde el 1 de julio? Por razones de procedimiento. Para poder revisar los peajes de acceso o parte regulada de la tarifa, el ministerio debe remitir una propuesta de orden a la Comisión Nacional de Energía (CNE) y, previa consulta pública entre las asociaciones de consumidores, empresas y comunidades autónomas, realizar el correspondiente informe.

El afán de compensar el resultado de la Cesur con los peajes de acceso, y viceversa, para evitar subidas excesivas de la TUR, hace que el Gobierno espere al resultado de esta para abordar la revisión de dichos peajes. Pero como la Cesur suele celebrarse en la última semana del trimestre y el trámite de consulta a la CNE requiere de un plazo mínimo de dos semanas, el Ejecutivo se queda sin tiempo para revisar toda la TUR, en este caso, el 1 julio. Vamos, que no le ha dado tiempo.

La historia de la última revisión, la del 1 de abril, puede volver a repetirse. Industria aprobó entonces una resolución para llevar a la factura el precio de la electricidad de la subasta (que resultó negativa en aquel caso) y posteriormente remitió una propuesta de orden de peajes a la CNE, que se publicó en el BOE a finales de abril y aplicó, por primera vez en la historia, con carácter retroactivo desde el día 1 de ese mes. Una retroactividad que podría no ser legal, si bien no serán las empresas las que la denuncien, pues se benefician de las subidas. Fuentes del sector consideran que solo las asociaciones de consumidores podrían recurrir dicha retroactividad.

En aquel caso, la subida de los peajes fue del 25%, pues incorporaba una refacturación de los consumos desde octubre, de acuerdo con sendos autos del Supremo en que admitía las medidas cautelares solicitadas por las eléctricas.

La demanda se derrumba

Por otra parte, la demanda de energía eléctrica en la España peninsular descendió en junio un 1,8%respecto al mismo mes del año anterior, teniendo en cuenta los efectos del calendario y las temperaturas. Según datos de REE, la demanda bruta ha sido de 20.655 GWh, un 0,2 % superior a la de junio del 2011.

En el primer semestre la caída de la demanda, que se tradujo en descenso de los ingresos y agravamiento del déficit tarifario, cayó el 1,7% (127.473 GWh).

La tarifa del gas aumenta un 2,26% desde el día 1

La subida de la luz publicada el viernes en el BOE ha ido acompañada de la consiguiente revisión de la tarifa del gas natural, que se traduce en un alza media del 2,26% desde el 1 de julio. El ministerio que dirige José Manuel Soria se ha limitado a aplicar el resultado de la subasta del gas, a la que acuden las comercializadoras de último recurso para adquirir la energía que suministrarán a sus clientes en el siguiente trimestre, pero no los peajes. Según los distintos consumos, el gas sube el 1,69% en la TUR 1 (consumo de agua caliente y cocina) y del 2,16% en la TUR 2 (agua caliente, cocina y calefacción).

Por su parte, el presidente de la Fundación Renovables, Javier García Breva, denunció el viernes que los precios de la electricidad en el mercado subieron casi un 20% en los prolegómenos de la Cesur y cayeron en parecida proporción tras su celebración. «Se ha producido un escándalo que nadie quiere comentar en público», declaró García Breva a Europa Press, antes de lamentar que el Gobierno y la CNE no hayan reaccionado ante lo sucedido.

El presidente de la Fundación Renovables advirtió de la capacidad de influencia de las eléctricas en la subasta y considera que estas provocan una subida para compensar los recortes de la reforma energética.

Fuente: Cinco Días

La nueva subida de la luz de mañana podría superar el 4%

consejo ministros reforma energetica - efimarketLos precios de la electricidad en el mercado mayorista, los cuales influyen en el resultado de la subasta Cesur, anticipan una fuerte subida de la tarifa de último recurso (TUR). El precio del pool cerró ayer en 53,54 euros/MWh, frente a los 51 euros MW/h del trimestre anterior. Durante el mes de junio el precio en dicho mercado ha llegado a superar los 60 euros MW/h.

El resultado de la subasta que se celebra hoy determinará, a su vez, el precio de la energía en la factura de la luz que se revisará a partir de julio. Dicha factura incluirá también una subida de la tarifa de acceso (o peajes), que es la parte regulada de la misma y no puede bajar pues a través de ella los consumidores pagan el déficit de tarifa a las cinco grandes compañías eléctricas.

En declaraciones a un medio radiofónico, el Ministro Soria ha dejado ver que la subida de la tarifa rondará valores entre el 4% y el 5%. 

Esta semana es clave para el sector energético y se espera que el Consejo de Ministros del viernes apruebe nuevas medidas, esencialmente de tipo fiscal, para poner freno al déficit de tarifa.

La llamada reforma energética va a coincidir con la revisión de la tarifa del tercer trimestre. La primera fue aprobada el 30 de marzo. Sin embargo, en esta ocasión el Gobierno no va a tener a su favor una caída de los precios de la energía, tal como ocurrió con la subasta Cesur de marzo. Por razones coyunturales, el resultado de las pujas en los primeros meses del año es a la baja, lo que no suele ocurrir en el segundo semestre.

Además, todo apunta a que en marzo las empresas no presionaron los precios al alza para dejar margen al Gobierno para abordar una reforma, que, finalmente, no fue de su agrado. Fuentes del sector aseguran que en esta ocasión no van a dar ningún margen: los posibles recortes que el Ejecutivo les pueda aplicar los compensarían con la subida del precio de la energía que nacen en la Cesur.

Nerviosismo

Para el sector energético esta será una semana de nervios. El que más y el que menos teme una tasa, caso de la generación, o algún tipo de recorte. El suspense es mayor si se tiene en cuenta la falta de interlocución con el Gobierno que denuncian en todos los subsectores.

Fuente: Cinco Días

El Gobierno aprobará el viernes la reforma energética, aumentando además el precio de la luz

reforma energetica - efimarketEl Gobierno aprobará el viernes de esta semana tanto la reforma energética, con la que espera solucionar el problema del déficit de tarifa, como la revisión del precio de la luz para el tercer trimestre del año, en la que los ingresos del sistema eléctrico deberán ser suficientes para cubrir los costes, lo que implicará seguramente una nueva subida del recibo de la luz en julio.

En su reforma energética, el Gobierno incluirá medidas para detener el crecimiento del déficit de tarifa y, por otro lado, dar una solución a la deuda acumulada de 24.000 millones, que deben devolver los consumidores.

La absorción del desajuste obliga a nuevos esfuerzos a los tres principales actores del sector, que son los consumidores, las empresas y el Estado. Los consumidores ya han soportado subidas del 60% en el recibo en los últimos cinco años, mientras que las eléctricas ven amenazados sus ‘rating’ por la deuda que financian y el Estado no tiene capacidad para contribuir a la solución.

Aun así, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo ha advertido de que las medidas adoptadas en marzo fueron insuficientes y de que hay que poner coto a un problema que crece a un ritmo anual de 4.000 millones. Hace apenas tres meses, Industria elevó un 7% las tarifas para asumir las sentencias del Tribunal Supremo y recortó costes por 1.700 millones de euros.

Entre las medidas que estudia ahora el Gobierno figura la de gravar los combustibles con un ‘céntimo verde‘ para financiar las renovables, lo que procuraría ingresos suficientes para aliviar el coste de las primas que, a través de la tarifa, se dedican a estas tecnologías.

El ministro José Manuel Soria también ha aludido a un aumento en la «imposición indirecta a la generación», mientras que en su departamento se trabaja en una reducción a entre 3 y 5 kilovatios (kW) del umbral de potencia con derecho a tarifa regulada, lo que obligaría a más de 9 millones de consumidores a salir al mercado libre.

Las eléctricas, que temen mayores recortes en partidas como la distribución, advierten de que, de los 18.500 millones de costes del sistema, 10.050 millones son subvenciones (7.600 millones en primas, 1.900 millones en extrapeninsulares, 500 millones para grandes consumidores y 400 millones del decreto del carbón), y que es ahí donde se debe recortar. Mientras, los operadores petrolíferos critican el ‘céntimo verde’ y recuerdan la alta fiscalidad que ya soportan los combustibles.

SUBASTA ELÉCTRICA.

Al margen de las decisiones que adopte el Gobierno, los expertos advierten de que será necesario elevar los ingresos del sistema y de que, para ello, no solo se elevará previsiblemente la fiscalidad, sino también la tarifa eléctrica.

El alcance de la próxima revisión tarifaria a partir del 1 de julio dependerá en parte de la próxima subasta de electricidad entre comercializadoras de último recurso (Cesur), que se celebrará este martes y que servirá para fijar el término correspondiente a la energía dentro de la tarifa de la luz.

El resultado de estas subastas tiene un peso cercano al 50% sobre la Tarifa de Último Recurso (TUR), mientras que el otro 50% corresponde a los peajes eléctricos, que sufragan los costes regulados del sistema eléctrico.

La anterior subasta, celebrada en marzo, se cerró con bajadas del 7%, si bien la TUR subió finalmente un 7% para recoger un incremento de peajes cercano al 23% con el que el Gobierno cumplía las sentencias del Supremo y garantizaba el equilibrio entre costes e ingresos.

Fuente: Europa Press