La concentración de gases de efecto invernadero no deja de aumentar en la atmósfera a pesar de la fuerte crisis económica que desde 2008 castiga a los países más desarrollados. Según los datos que ha dado a conocer la NOAA, la agencia atmosférica de EEUU, el calentamiento de la atmósfera terrestre producido por los gases de efecto invernadero de origen antropogénico se ha incrementado en un 29% desde 1990 hasta 2010.
El CO2 es el principal gas de efecto invernadero y además es el que mayor poder calorífico posee, por lo que se le imputa cerca del 80% del calentamiento producido desde 1990. En 2010, la concentración de CO2 aumentó ligeramente, alcanzando las 389 ppm (partes por millón), por las 386 ppm en 2009 o las 354 ppm de 1990. Se calcula que, a mediados del siglo XIX, antes del comienzo de la Revolución Industrial, la concentración rondaba las 280 ppm.
El metano también sube
El segundo gas con mayor poder de calentamiento es el metano, que registra un aumento continuo desde el año 2006, después de que sus niveles se mantuvieran estables durante una década y bajaran en el periodo 1983-1999, fruto del colapso de la antigua URSS y de una menor emisión de combustibles fósiles.
En cambio, a finales de 2010, la concentración de metano alcanzó las 1.799 ppm, por las 1.794 de 2009 o las 1.714 de 1990. Este aumento está asociado a la subida de temperaturas en el Ártico y una mayor precipitación en los trópicos durante los años 2007 y 2008.
El dióxido de nitrógeno ocupa el tercer lugar respecto a los gases de efecto invernadero más potentes, y también ha registrado un aumento continuado en sus niveles de concentración.
La vida de estos gases de efecto invernadero es muy larga, puesto que su permanencia en la atmósfera de la Tierra se prolongará durante décadas. Y como explica Jim Butler, investigador de la agencia, «el cambio climático tiene el potencial de afectar a muchos aspectos de la sociedad, incluido el suministro de agua, la agricultura, los ecosistemas o la economía».
Fuente: Público