Record de autonomía de coches eléctricos para el Renault ZOE

renault-zoe-ev - efimarketAsí es. Este pequeño vehículo eléctrico que Renault espera comercializar a partir de este otoño, acaba de batir el record de distancia en 24h para vehículos eléctricos, estableciéndolo en más de 1600 km en un solo día.

¿Pero como es esto posible, cuando los vehículos comerciales tienen autonomías que rara vez llegan a los 200km con una carga? Y además, para recargarlos es necesario estar entre 6 y 8 horas conectados a la red eléctrica…

Pues todo tiene una explicación: utilizando cargadores rápidos de nivel 3, que puede recargar las baterías de un coche eléctrico en poco más de media hora. Los renault ZOE de la prueba fueron recargados unas 18 veces durante la misma, batiendo fácilmente el anterior récord de 1272 km.

Renault espera mayores ventas que Nissan (Nissan Leaf) gracias en parte al programa de alquiler de baterías, que permite  reducir en una importante cantidad el precio de acceso de estos vehículos.

renault zoe - efimarket

Parece que la clave del éxito de los coches eléctricos podrían ser los  cargadores rápidos. Con un tiempo de recarga de media hora, los coches eléctricos podría llegar a ser mucho más prácticos para sus usuarios incluso en distancias medias, y no solo ser usados en ciudades.

En cualquier caso, aun queda mucho desarrollo en todo lo concerniente a los coches eléctricos. Pero lo que está claro es que tendrán un protagonismo elevado en muy poco tiempo en nuestras carreteras y ciudades.

Visto en Clean Technica

Las concentraciones de los gases de efecto invernadero crecen imparables

gases efecto invernadero - efimarketLos datos obtenidos en el Observatorio Atmosférico de Izaña, de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), indican que con respecto a 2010 el pasado año han aumentado en el 0,6 por ciento las concentraciones de dióxido de carbono (CO2), en el 0,55 las de metano (CH4), en el 0,32 las del óxido nitroso (N2O) y en el 3,9 las de hexafluoruro de azufre (SF6). Las medidas de dióxido de carbono y metano se realizan en el Observatorio de Izaña desde 1984, mientras que las de óxido nitroso y hexafluoruro de azufre se iniciaron en 2007.

Los datos se observan en la web www.aemet.izana.org, y los investigadores recuerdan que el efecto invernadero es natural y no es dañino en sí, sino que permite el desarrollo de la vida en la Tierra, ya que gracias a él se disfruta de temperaturas templadas, que hacen posible el desarrollo de los seres vivos. Lo que sí es nocivo es el incremento rápido en la concentración de estos gases de efecto invernadero como consecuencia de las actividades humanas.

En la actualidad lo que ocurre es que el aumento tan grande de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera desde la revolución industrial está aumentando el efecto invernadero, lo que provoca un cambio climático acelerado.

Los culpables

El hexafluoruro de azufre atmosférico es un gas poco importante de momento en el efecto invernadero porque su aportación al calentamiento global es unas 500 veces menos importante que la del dióxido de carbono, debido a que su concentración es muy baja (en torno a entre 5 y 10 partes por trillón). Pero su capacidad para absorber radiación infrarroja es muy superior a la del CO2 (unas 37.000 veces) y su tasa de crecimiento es elevada, en torno al 4,1 por ciento anual, por lo que es necesario vigilar su evolución y emprender acciones para reducir sus emisiones. Este gas se produce de manera industrial para usarlo como aislante en equipos de electricos y tiene una larga vida en la atmósfera, en torno a los 3.200 años.

Respecto al óxido nitroso, N2O, que es el cuarto gas en importancia por su influencia en el aumento del efecto invernadero, su presencia en la atmósfera ha aumentado a un ritmo del 0,2 por ciento desde 2007. La presencia del óxido nitroso era antes de la revolución industrial de 270 moléculas por cada mil millones de moléculas de aire, mientras que en la actualidad la cifra es de 325. El óxido nitroso lo emiten a la atmósfera tanto fuentes naturales (en menor cantidad) como fuentes antropogénicas (quema de biomasa,uso de fertilizantes y varios procesos industriales).

En cuanto al metano, que es el segundo gas en importancia de incremento de efecto invernadero atmosférico, tras el dióxido de carbono, su presencia en la actualidad es la más elevada de los últimos 650.000 años. La tasa de crecimiento de este gas, CH4, fue elevada entre 1985 y 1991, mientras que entre 1999 y 2006 bajó a prácticamente cero, para volver a registrarse un incremento notable desde el último año citado, para superar las tres moléculas por cada mil millones de moléculas de aire seco desde entonces.

La fracción de metano en la atmósfera era de 715 moléculas por cada mil millones de aire seco antes de la revolución industrial y en la actualidad es superior a las 1.800. La contribución del metano al aumento del efecto invernadero es una tercera parte de la que provoca el dióxido de carbono, y se destruye en la atmósfera mediante reacciones químicas haciendo que cada molécula tenga una vida media en la atmósfera de ocho años.

En cuanto al dióxido de carbono, el gas de efecto invernadero más importante, su aumento es cada vez más acelerado, con un incremento anual de unas dos moléculas por un millón de moléculas de aire, y su vida media en la atmósfera de superior a los 50 años.

Fuente: EFEVerde

Cristina Narbona: “Es de un cinismo brutal defender la nuclear tras Fukushima”

cristina-narbona - efimarketLa exministra de Medio Ambiente Cristina Narbona (Madrid, 1951) es tan crítica con el viraje del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en su segunda legislatura como bien considerada entre los grupos ecologistas por su gestión al frente de una cartera que ha perdido fuerza con los años hasta convertirse en “un departamento completamente supeditado a otros intereses” bajo el mando de Miguel Arias Cañete. Ahora, cuando el parlamento japonés asegura que la catástrofe atómica fue “causada por el hombre” y en pleno debate energético tras el parón de las renovables decretado por el ministro de Industria, José Manuel Soria, publica un libro, La energía después de Fukushima (junto al periodista Jordi Ortegaen la editorial Turpial) con el que pretende actualizar y defender, al hilo de los acontecimientos, su defensa del fin de la energía de origen atómico.

Economista, profesora universitaria y política española. Fue, desde abril de 2004 hasta abril de 2008, Ministra de Medio Ambiente. Actualmente es diputada por el PSOE.

¿Qué aporta Fukushima al debate?

Fukushima pone en evidencia una vez más que la energía nuclear conlleva riesgos que no se controlan adecuadamente, que para hacerlo es necesaria una inmensa inversión económica y un inmenso control de la sociedad, casi policial, para evitar que los riesgos potenciales se transformen en riesgos efectivos. El caso de Fukushima recoge lo peor del capitalismo: demasiada desregulación, falta de control desde las instituciones públicas, no consideración de los riesgos, reducción de los costes de seguridad… Lo ocurrido no significa que haya más riesgos asociados a la energía nuclear de los que han existido siempre, sino que la percepción social de los riesgos es mucho más notable porque ha sucedido en un país tecnológicamente muy avanzado, una sociedad democrática -con mecanismos de rendición de cuentas- y todo ello no ha evitado la catástrofe. A eso hace referencia Angela Merkel cuando en su discurso, a los pocos días del accidente, dice que hay unos riesgos que no se van a seguir asumiendo y que hay que virar hacia lo renovable.

¿Y cómo influye en España?

Creo que el actual es un momento extraordinariamente interesante en España. En el libro hay una descripción sencillita del déficit tarifario y esa historia totalmente falsa de que las renovables son muy caras y que lo que hay que hacer es quitarle las ayudas. Ninguna energía es tan cara, ninguna, como la nuclear. Para llegar donde hemos llegado, desde los años 1940, cuando se decide que la energía nuclear no va a dedicarse a la destrucción sino a fines pacíficos, se han invertido ingentes cantidades de recursos económicos para rodear a la energía nuclear de suficientes mecanismos de control. Si todo ese dinero se hubiese dedicado a la energía solar, hoy día tendríamos un sistema energético absolutamente sostenible, generalizado y con costes por completo asumibles. Ahora, ¿dónde está el problema? Así como todo el mundo tiene en la cabeza que hay ayudas públicas y distorsión de los precios para ayudar a las energías renovables, muchas personas no saben que la nuclear sólo se desarrolla en un contexto de regulación y financiación muy favorable. ¿La energía nuclear es barata? No, es barato el kilovatio/hora cuando ya está amortizada la planta y todo es ya beneficio para la empresa.

«Fukushima recoge lo peor del capitalismo: demasiada desregulación, falta de control desde las instituciones públicas…»

Las economías emergentes necesitan el impulso de la energía nuclear.

Acabo de participar en un panel organizado por Ban Ki-moon para garantizar a todo el planeta el acceso a la energía y todos los informes, como los de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), lo que indican es que el gran esfuerzo hay que hacerlo en el ahorro y la eficiencia energética y en la generación masiva de renovables. Porque la nuclear, aunque en los próximos 10 o 20 años fuera capaz de renovar todas las centrales obsoletas y generar algo más, en el horizonte del 2030 seguiría siendo sólo el 6% sobre el total del consumo mundial de energía. Osea que incluso con una gran inversión, y con el riesgo que implica que muchas de esas nuevas plantas están previstas en países de débil institucionalidad como China, India y no digamos Irán, a pesar de todo ello, desde el punto de vista de la garantía de acceder a la energía, la nuclear no logra ser la respuesta.

¿Y si no es la respuesta…?

Aquí es donde se ve el poder del oligopolio eléctrico, como en el caso de la renovación de Garoña, en querer mantener una central que desde el punto de vista del suministro es insignificante, que con la sobrecapacidad instalada que tenemos no pasa nada si desapareciera mañana mismo. Y desde el punto de vista del precio tampoco, porque que Garoña este fuera o dentro no cambia la factura.

Habla del poder del oligopolio, ¿quiere decir que Soria actúa manejado por estas empresas?

Yo diría que el PP se aproximó a las elecciones con un estupendo informe hecho por la FAES en el que se dice, en síntesis: lo que hay que hacer es quitarle las ayudas a las renovables, aumentar la vida de las centrales nucleares y pasar del tema del cambio climático. Y detrás de la FAES están intereses con nombres y apellidos de las grandes empresas españolas que llevan mucho tiempo teniendo una gran capacidad de incidir en la política española. Hemos tenido en la segunda legislatura de Zapatero cambios regulatorios que creo han sido un gran error, y al final el peso de un Iberdrola o de un Gas Natural o un Endesa se demuestra enorme. Y eso, en términos de calidad democrática, deja mucho que desear.

«El programa de Soria es el de FAES. Y detrás de la FAES están intereses con nombres y apellidos»

A pesar de esos argumentos, a los antinucleares les cuesta ganar la batalla de la opinión pública.

España es el país -según el CIS y otros barómetros- con el mayor porcentaje de población contraria a la energía nuclear. Hace poco se cumplió un año del accidente de Fukushima y creo que en los países occidentales el acceso a la información de lo que allí ha pasado ha sido muy importante. Los reportajes y noticias han logrado que a la gente le llegara el sufrimiento y las consecuencias de lo que estaba pasando en Japón a causa de dos cosas. Y ahora que ya muchas centrales nucleares podrían volver a funcionar, la población no les deja. Algo que tampoco es de extrañar. Tokio estuvo a punto de ser evacuado, millones de personas… Se le ponen a uno los pelos de punta.

Estuvo a punto de ser evacuado, pero no se evacuó. Los pronucleares insisten en que Fukushima refuerza su postura porque con todo lo que ha pasado no hubo ni un solo muerto por culpa del accidente nuclear.

Argumentar que no ha muerto nadie en Fukushima para defender la nuclear es de un cinismo brutal. La huella en la salud física y mental, ya lo saben allí, es inmensa. La contaminación de la cadena alimentaria en tierra y mar es enorme. Y además, como nos decía la directora de una guardería de la zona en el límite de la evacuación, lo peor de todo es que es un enemigo silencioso. Sabes que está ahí y que te puede estar haciendo daño, pero no sabes cuánto. Esta contaminación genera una angustia… La tasa de suicidios ha pegado un gran salto en Japón. Y todo esto hay que tenerlo también en cuenta. El cinismo de decir “todavía no se ha muerto nadie” implica esconder que no se trata de una catástrofe natural, sino humana: si se hubieran puesto las centrales donde debían, si se hubieran controlado los riesgos adecuadamente, si los sistemas de generación de energía… Todo humano, todo humano. Cualquier cosa que suceda no podemos achacarla al terremoto. Hay un esfuerzo denostado por parte de quienes quieren mantener el negocio nuclear a toda costa de querer convencer a los ciudadanos de que no ha pasado nada excesivamente grave.

Hay encima de la mesa una apuesta por nuevos reactores más seguros. ¿Imagina un futuro en el que se inauguraran nuevas centrales nucleares en España?

No. Para salir de la crisis, España debe vincularse de manera rotunda al desarrollo de las renovables. Exactamente en la dirección contraria que está imprimiendo este Gobierno. Porque va a haber dinero para eso, porque Alemania está promoviendo el salto, y porque nuestros expertos y capacidades en renovables deben aprovecharse de la financiación extra que va a haber. Y la va a haber en cuatro días. Y aquí nos vamos a encontrar con que entre los errores de la segunda legislatura de Zapatero y los de Rajoy, que son todavía peores, tendremos a muchas empresas que se han hundido. Estamos destruyendo tejido industrial que es precisamente lo que España necesita para sustituir a la nefasta burbuja inmobiliaria. Es una terrible miopía no ver que ahí hay un nicho de actividad, un sector que tiene demanda dentro y fuera, y que nos hace menos dependientes del exterior. Porque importamos el 90% de los combustibles que gastamos aquí. Incluyendo el uranio, que nunca se le menciona y lo compramos fuera.

«Si el dinero invertido en nucleares se hubiese dedicado a la energía solar, hoy día tendríamos un sistema energético absolutamente sostenible»

¿Es anticientífico el plantemaniento antinuclear? Muchos ecologistas critican que se levante un ATC, pero en algún lugar hay que almacenar los residuos.

Evidentemente hay un problema que solucionar. Quizá hubiera sido mejor opción optar por tener ATC en cada planta, desde el punto de vista económico y de seguridad. Pero una vez tomada la decisión, hagámoslo donde sea preferible. Porque el Gobierno ha optado por llevar el ATC al único sitio donde no le hacían ruido por un pacto político, no porque fuera el mejor técnicamente. Cuando hablamos de la ciencia y el papel que desempeña en todo esto, lo primero que pienso es que la ciencia tiene una capacidad inmensa de ir reduciendo de manera sistemática el coste de utilización de las renovables. A partir de ahora, el debate energético se va a mover únicamente alrededor de costes y beneficios económicos, y esto soportado por las posibilidades que brinda la ciencia. Hay que tener en cuenta que cuando surgió la energía nuclear las renovables no se conocían. El mundo ha cambiado muchísimo y han aparecido una cantidad de opciones científicamente probadas de obtener energía a costes decrecientes. Lo racional es que la humanidad se mueva en esa dirección.

¿Cómo casa el apagón nuclear con la reducción de las emisiones de CO2?

Se trata de una gestión de los riesgos y de su coste económico asociado. Ya sabemos que cuanto más hondo vayamos debajo del mar a buscar crudo más fenómenos inciertos se pueden producir y por tanto más costes adicionales a la extracción a la extracción de ese petróleo se pueden dar. Los informes de la AIE señalan que los hidrocarburos van a seguir subiendo sus costes y que los de las renovables van a ir bajando. Lo que ha pasado hace dos días en Arabia Saudí, que ha puesto en marcha un plan masivo de energías renovables, es un síntoma de unos tiempos que nada tienen que ver con el debate que teníamos hace unos años. Comparativamente, todo euro que pongamos en ahorro y eficiencia respecto de cada euro que pongamos en nucleares tiene una capacidad de reducir CO2 mucho mayor. Con todo el poder que tiene el lobby nuclear, no han conseguido convencer de que la energía nuclear es un mecanismo de desarrollo limpio, no han conseguido que Naciones Unidas equipare la energía nuclear a las renovables desde el punto de vista de la financiación extra para sustituir a las energías fósiles.

Fuente: esMateria.com

El Gobierno fustigará de nuevo a las renovables con una tasa de 850 millones

El gobierno castiga con una tasa a las renovables - efimarketLa reforma energética que se aprobará en breve incluye una tasa a las energías renovables que proporcionará 850 millones al sistema eléctrico y se aplicará según la eficiencia de las plantas, es decir, a más eficiencia en la generación, menos tasa. Otra tasa gravará también a la energía hidráulica y la energía nuclear (tal y como se venía pidiendo desde varios asociaciones e interlocutores del sector de las renovables y afines) con lo que el coste de la reforma para las eléctricas tradicionales será de otros 1.900 millones.

Las espadas aun están en alto. Las empresas de los distintos sectores eléctricos intentan indagar sobre el contenido de la nueva reforma energética que el Gobierno prevé aprobar en el Consejo de Ministros esta semana o la siguiente, y que pinta mal para todos. Fuentes próximas al Ejecutivo dan por hecho que se va a aplicar una tasa a la producción hidráulica, a la nuclear y otra más a las energías renovables.

Estas mismas fuentes calculan que los ingresos por esta tasa a la generación verde será de unos 850 millones de euros y dependerá de la eficiencia de las plantas. Por tanto, el coste para cada tecnología dependerá del ratio de eficiencia que se aplique: si se mide la relación entre el precio del kilovatio y la producción, las más castigadas serían la fotovoltaica y la termosolar.

En el sector fotovoltaico calculan que los ingresos se reducirán entre un 14% (el caso de las plantas que se rigen por el real decreto 661) y el 20% (las posteriores a dicho decreto). A esto hay que añadir la actual moratoria, por la que estos productores ya han dejado de percibir parte de las primas que les corresponden durante un periodo revisable de 3 años.

En el sector eólico se oponen a un gravamen igual para toda la generación, pues el impacto en los resultados de las empresas renovables sería mucho mayor proporcionalmente que en los de las eléctricas tradicionales. El Gobierno opta por una tasa ante la dificultad jurídica de recortar las primas del régimen especial, ya que recortar primas plantearía un grave problema de inseguridad jurídica que afectaría negativamente a la inversión de capital extranjero en nuevas plantas solares y eólicas.

A la hidráulica y las nucleares todo indica que se les aplicará un gravamen distinto. Se calcula que de los 4.500 millones que el Gobierno pretende aportar al sistema eléctrico, entre recorte de costes, nuevas tasas y subidas de la luz, 1.900 millones de euros corresponderán a las utilities tradicionales.

Esta cifra incluiría también un ajuste de otros costes del sistema, como el de los pagos por capacidad. El ministro de Industria, José Manuel Soria, también ha apuntado la posibilidad de recortar la llamada interrumpibilidad, un precio especial de que disfrutan los grandes consumidores industriales a cambio de un servicio que no se ha activado desde mucho antes de que se desencadenase la crisis económica. Este consiste en que esos grandes consumidores pueden ser desconectados con preaviso en caso de que Red Eléctrica necesite gestionar una demanda superior a la energía disponible en ese momento en la red.

Otro de los pilares de la reforma, la subida del impuesto de hidrocarburos o el de la electricidad que grava la factura de la luz (el conocido como céntimo verde), está en entredicho ante la dificultad de establecer un vínculo entre los ingresos que se recauden y la financiación de costes del sistema eléctrico, como las primas de las renovables. La propuesta del ministro Soria y del jefe de la Oficina Económica de Presidencia, Álvaro Nadal, no ha sido bien recibida en Hacienda, y el Ministro Montoro ya dio muestras de desacuerdo la semana pasada..

Queda también por ver si el Gobierno aprueba una subida de los peajes de acceso, que financian el déficit de tarifa, entre otros, y que no fue incluida por problemas de procedimiento en la subida de la luz de casi el 4%que entró en vigor ayer. Esta subida es solo la parte correspondiente al precio de la energía, pero no incluye los peajes.

Para revisarlos, Industria debe remitir una propuesta de orden ministerial a la Comisión de la Energía (CNE), que debe emitir un dictamen preceptivo. Podría hacerlo bien entrado este mes de julio, con carácter retroactivo desde el día 1. Algo que ya hizo en abril respecto a las tarifas del segundo trimestre.

Las medidas no logran atajar el déficit tarifario

Aunque las medidas de la llamada reforma eléctrica van dirigidas a acabar con el déficit de tarifa, la hipoteca es tal y las circunstancias tan graves, que el Gobierno no podrá lograr su objetivo. Así, incluso contabilizando los 3.240 millones que el Gobierno inyectó al sistema el pasado 30 de marzo, vía recortes de gastos (1.700 millones) y subida de la tarifa (1.640 millones), el límite del déficit tarifario que la ley permite para este año, 1.500 millones, ya se ha superado. Sin contar estas medidas, el déficit de este año se situaría en 29.000 millones de euros.

Dos son las razones principales: que la caída de la demanda de electricidad está siendo mucho mayor de la prevista por el Gobierno para este año y que los Presupuestos del Estado no van a asumir los extracostes de los sistemas extrapeninsulares, que deberá cargar la tarifa y representan anualmente unos 1.800 millones.

Para el cálculo de estimación de la demanda para elaborar la orden de tarifas de enero, el ministerio tomó como referencia los datos del operador del sistema, REE, recogidos por la CNE. Sin embargo, el regulador energético ya ha advertido de este desfase en sus últimos dictámenes. La demanda en el primer semestre ha caído un 1,7%.

Pero lo que más agravará el déficit de tarifa es el coste de las extrapeninsulares de 2012 que sigue figurando en los Presupuestos (concretamente, un 75%) pero que irán a la tarifa y que aflorará el año que viene, cuando la CNE haga las liquidaciones correspondientes de este año.

La ley establece que en 2013 el déficit de tarifa será cero (el titulizable, se entiende) y dada la dificultad para cumplir este objetivo, en el sector piden que se prorrogue durante un año ese límite.

Las cifras

20% es el recorte de ingresos que representará la aplicación de la tasa a la generación para las fotovoltaicas más recientes.

1,7% es la caída de la demanda de electricidad en el primer semestre de este año que agravará el déficit de tarifa.

Fuente: Cinco Días

El otro rescate: la reforma eléctrica

reforma electrica - efimarketReproducimos a continuación el interesante artículo de Carmen Monforte publicado en el diario económico Cinco Días el pasado viernes. En el nos descubre el oscuro panorama oculto tras la nube de humo de las noticias económicas, pero que sin embargo tiene un paralelismo curioso. De hecho, el enorme déficit tarifario eléctrico se asemeja en cuanto a dimensiones a la deuda de la banca debida a la burbuja inmobiliaria. Pero ya sin más os dejamos con el magnífico artículo.

Según el diccionario de la RAE, una reforma es «aquello que se propone, proyecta o ejecuta como innovación o mejora en algo». Si nos atenemos estrictamente a este significado, la llamada reforma eléctrica no puede ser considerada como tal (ni la aprobada en marzo ni la segunda fase prevista para este mes), sino como una sarta de medidas para que los consumidores eléctricos, los contribuyentes y, en menor medida, las compañías del sector paguen pura y simplemente el déficit de tarifa acumulado, que rondaría este año los 29.000 millones de euros. Pero sin una verdadera reforma que racionalice el sistema a través de una revisión profunda de los costes y de las subvenciones del cambalache en que se ha convertido la tarifa de acceso, el mal de fondo persistirá. Díganlo Soria o Montoro.

Y es que se veía venir: el déficit acumulado en la última década, que se podría haber evitado con subidas asumibles en años de bonanza económica, y que habrían puesto coto al descontrol de la demanda y del exceso de capacidad, lo tendrán que pagar los consumidores en el peor de los momentos posibles, con el fantasma de un rescate a España rondando en el ambiente. La oportunidad se perdió hace tiempo, tanto para los consumidores como para las grandes eléctricas, que financian la deuda en tanto se tituliza en el mercado.

Además de las subidas de impuestos y de los recortes salariales o sociales de todo tipo aprobados y previstos para equilibrar las cuentas públicas que sangran por el lado de los ingresos, los ciudadanos van a tener que afrontar el pago de un déficit tarifario que poco o nada tiene que ver con la actual crisis financiera, sino con políticas electoralistas aplicadas en los últimos años. Ningún Gobierno se atrevió a subir suficientemente las tarifas para cubrir de verdad los costes reconocidos por ley ni tampoco a recortar dichos costes, a lo que se oponían los distintos grupos de presión.

El resultado: una deuda disparatada de los consumidores con las eléctricas, a la que estas tienen derecho y que han reclamado por vía judicial (solo la que ha excedido los límites legales). Así, solo por las refacturaciones de consumos desde octubre impuestas por el Tribunal Supremo al Gobierno, la tarifa de acceso subió en abril un 25%, un coste que se fraccionará en los recibos de la luz hasta finales de año. También las eléctricas, que aceptaron en su día el endiablado sistema consistente en esconder las subidas debajo de una alfombra y aplazar su pago a través de un sistema de titulización que, al contar con el aval del Estado, se ha dado de bruces con la crisis de la deuda soberana que dificulta la colocación de la deuda eléctrica.

En dos fases

Así las cosas, el Gobierno aprobó el 30 de marzo un real decreto-ley con medidas con las que el sistema eléctrico lograba 3.240 millones de euros. De estos, 1.640 millones corren por cuenta de los clientes (una subida de las tarifas de 1.580 millones y un recorte de los pagos por interrumpibilidad de la gran industria de 60 millones) y otros 940 millones por las eléctricas, que verán recortados los ingresos por la actividad de distribución en 690 millones. La cantidad restante, 660 millones, procede de supuestos remanentes del Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE) y de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), entre otros.

Consciente de que estas medidas apenas sirven para cubrir el descontrol del déficit de este año, el Ministerio de Industria prometió un segundo capítulo de «reformas» a aprobar en la segunda quincena de junio que irá acompañada, con total seguridad, de una nueva subida de la tarifa de acceso y, muy probablemente, de la tarifa de último recurso o TUR (la primera es la mitad de la segunda, que se completa con el precio de la energía).

No en vano, el martes de la semana que viene se celebra la subasta Cesur, en la que se determinará dicho precio en la factura del tercer trimestre. En función del resultado de la puja, el Gobierno jugará con una subida de tarifas, que introducirá en el proyecto de ley de la falsa reforma que se prevé aprobar en el Consejo de Ministros del viernes 29. A falta de un borrador y en medio de la confusión que generan las declaraciones del ministro de Industria, José Manuel Soria, todo apunta a que las medidas con las que el Gobierno pretende frenar el déficit de tarifa serán, esencialmente, de tipo fiscal. De hecho, quienes más trabajan estos días en el proyecto son los técnicos del Ministerio de Hacienda, señalan fuentes del sector.

Las medidas tributarias se centran en la aplicación del llamado céntimo verde (entre cuatro y cinco por litro de carburante) como un recargo del impuesto de hidrocarburos. Por esta vía se prevé recaudar unos 1.500 millones de euros que, en teoría, irían destinados a costear la promoción (primas) de las energías renovables. Sin embargo, la medida encierra un peligro: al ir a a las arcas públicas, y dados los graves problemas presupuestarios, no hay seguridad jurídica de que se destine a la tarifa.

Otra medida, la más confusa de todas es «el incremento de la imposición indirecta a la generación», según palabras de Soria. Dado que el ministro descartó que se tratara del IVA, solo cabría pensar en el de la electricidad, que ingresan las comunidades autónomas. Sin embargo, este tributo no grava la generación sino el consumo. En este punto de la madeja, hay quien considera que Soria se refería a los peajes que, desde diciembre de 2010, tienen que pagar las generadoras por usar las redes eléctricas. Sin embargo, ni es un impuesto indirecto ni se puede incrementar, pues lo que ahora pagan las compañías (0,5 euros por MW) es un límite fijado por la Unión Europea.

Negra situación financiera

Con todo, lo que preocupa a las empresas es la tercera medida que, sin concretar, consistiría en una tasa general sobre la producción, que variaría según las distintas tecnologías. Las empresas, que siguen lamentando la falta de interlocución con un Gobierno autista, consideran que este recorte de ingresos supondría «la puntilla» para un sector cuyas calificaciones crediticias rozan, según los casos, el bono basura o están en perspectiva negativa.

Ello, unido a la paralización de las titulizaciones de la deuda tarifaria, agravará la situación de uno «de los pocos sectores que aún se estaba librando de la crisis», como subrayó en su día el alto ejecutivo de una de las eléctricas.

Fuente: Cinco Días

Suicidio liberal. Cuando todo vale por ganar dinero.

no a la fracturacion hidraulica - efimarketReproducimos a continuación el artículo de opinión escrito por Guillermo Fesser, periodista conocido por su faceta en el duo Gomaespuma, que además es un firme defensor del medio ambiente y un ácido y certero columnista, y que fue publicado en el Huffington Post. En esta ocasión, el autor nos habla de cómo esta espiral liberalista está alcanzando metas que ni el mismo imperio estadounidense, abanderado del capitalismo actual, había logrado llegar aun. Sólo que son hitos de la barbarie y la destrucción medioambiental.

El Imperio hace aguas

«Hasta antes de ayer había dos USA. Los Estados Unidos de Adentro y los Estados Unidos de Afuera. Los de Adentro, aún con sus excesos de armas domésticas y sus gorduras diabéticas, probaron ser uno de los lugares más amables para vivir en la tierra. Los de Afuera, con sus intervenciones militares y sus vetos a la justicia internacional, una de las pesadillas más amargas de la historia. Nada nuevo. Las dos caras de una misma moneda. Siempre ha sido así. Japón protege sus bosques, pero esquilma los de Australia para construir casas de madera. España entera salió a la calle a defender la democracia mientras un gobierno socialista aprobaba la venta de tanquetas a Pinochet para disolver manifestaciones pacíficas en Chile. Tonto el último.

Pero ahora es distinto. El imperio ya no es solamente perverso en el extranjero. Por vez primera se autolesiona. Se envenena a sí mismo. Abandona definitivamente la búsqueda de felicidad sugerida por sus padres fundadores y se deja llevar por la doctrina liberal que les vendió Ronald Reagan, su padre demoledor, en la que todo vale, hasta el suicidio, si proporciona ingresos. Como si la América anglosajona quisiera demostrarle a Eduardo Galeano que también sabe abrirse sus propias venas.

El enemigo público número uno de USA se llama fracturación hidráulica y consiste en extraer gas natural del subsuelo a base de inyectar un veneno mortal que está fulminando los acuíferos. El conglomerado de intereses que anda detrás, Natural Gas Energy, invierte billones de dólares en publicidad para que el ama de casa crea que basta con practicarle un agujerito ecológico al terreno para embotellar limpiamente la inmensidad de combustible que se almacena a tres kilómetros de la superficie. En plan Barrio Sésamo, explican por televisión que el gas de la tierra se presenta como el del agua mineral, o sea en burbujas, y que a ellos se les ha ocurrido inyectar agua a presión para fracturar las rocas, juntar las infinitas pompas en una grande y conseguir así que salga todo por el mismo tubo. Para minimizar el daño medioambiental. Para rentabilizar la inversión. Para que América no dependa del petróleo que anda en manos de dictadores terribles. Así de claro. Así de bonito. Así de fácil. Y, tan buenos son ellos, que encima alardean de haber creado 9,2 millones de empleos a base de pinchar la tierra con esta acupuntura inocente.

Pero acabo de volver de Dimock, un pequeño pueblo anclado en las verdes colinas de Pensilvania, y la verdad resulta tremendamente más sucia. Descorazonadora. Los habitantes que almuerzan en Stables, la taberna local, no levantan la vista del plato. No sonríen. No intercambian palabras con sus parejas. Los pájaros que solían posarse en los cables de la luz a saludar con sus cantos a los viandantes han emigrado. El único sonido que queda en las calles es el de los cientos de camiones y excavadoras que van trillando el asfalto y abriendo cremalleras de barro entre los árboles del bosque para montar sus campamentos. El ruido incesante de motores y el nauseabundo olor a nafta se confunde con el cargo de conciencia de sus habitantes por haberle vendido al capital su alma. Un apocalipsis coronado por el rugido de unas llamas que emergen a bocanadas infernales de largas chimeneas, como alaridos de dragones en celo, y que le dan a este valle elegido del paraíso un sonido ambiente de aeropuerto internacional que no cuadra con sus granjas de caballos.

2012-06-02-Post1_Foto1_GuillermoFesser_UnvecinodeDimockPensilvaniacedesujardntraseroparaunagujeritodenada.FotoSAMLEVINE.jpg Un vecino de Dimock, Pensilvania, cede su jardín trasero para un agujerito de nada. Foto: SAM LEVINE.

Las compañías del gas ocultan que, para fracturar las rocas, necesitan millones de metros cúbicos de un agua que extraen sin piedad de los manantiales locales. Operación que desciende trágicamente el nivel de la capa freática y deja algunos pozos obsoletos de por vida. Si tu vecino cedió el terreno a los del gas por un puñado de dólares, puede que al girar el grifo de tu granja observes con sorpresa que ya no sale ni una gota. La mala noticia es que no volverá a salir jamás y, espera, que eso no es lo peor. Lo terrible es que en el líquido que te robaron por debajo y sin previo aviso van a disolver un montón de componentes químicos para inyectarlos a presión en el subsuelo. Algunos de ellos altamente contaminantes. Cancerígenos. Para que erosionen a conciencia la madre Tierra. Para que hagan daño abajo y le abran paso al gas; la energía limpia e independiente que crea empleos. El combustible que aflora a la superficie mientras por debajo el veneno encuentra los acuíferos profundos y elimina la vida.

Hasta que Dick Cheney fue vicepresidente en Estados Unidos todo el mundo tenía que respetar el Clear Water Act. Una ley de protección del agua potable que obligaba a todo hijo de vecino a declarar los componentes químicos que arrojaba al terreno. Para defender a los norteamericanos de la sed. Para que no volviera a pasar lo que ocurrió con el DDT que, entre otras cosas, se llevó los minerales que endurecían la cáscara de los huevos de águila y a punto estuvo de extinguirles el símbolo de su escudo. Pero Dick Cheney venía de dirigir Halliburton, la empresa que fabrica en exclusiva la maquinaria necesaria para extraer gas y, en nombre de la seguridad nacional, le hizo firmar a Bush una ley que exime a las petroleras de declarar los potingues que usan para extraer carburante. ¿Motivo? No hace falta ser muy listo para responder a esta pregunta. ¿Disculpa? Que la independencia energética es más importante que el daño medioambiental.

2012-06-02-Post1_Foto2_GuillermoFesser_LlamadegasenDimockPensilvaniaEEUU.FotodeSAMLEVINE.jpgLlama de gas en Dimock, Pensilvania, EEUU. Foto: SAM LEVINE.

Las tragedias personales se van multiplicando exponencialmente. Casos de leucemia. Aguas negras. Animales enfermos. Tierras de cultivo abandonadas. Aguas domésticas que silban al salir del grifo y explosionan al aplicarles la llama de un mechero. Historias terribles que, hasta antes de ayer, siempre ocurrían al sur del imperio. Porque el mismo Estados Unidos que prohibía a las fábricas de Texas arrojar vertidos al río Grande, contrataba unos kilómetros aguas abajo a factorías mexicanas que teñían de colores tóxicos el río Bravo. Pero hoy es distinto. El imperio, en lugar de avergonzarse de su política exterior y corregirla, se lanza a practicarla también en su propia casa. Materia muy novedosa para los psiquiatras.

En un universo cuya verdadera moneda de cambio ya no es ni el dólar, ni el yen, ni el euro, sino el vaso de agua, Estados Unidos destruye sus propios acuíferos. Y Obama no hace nada. Ya han pulverizado Colorado. Exterminan Pensilvania. Y, agazapados en Dimock, se preparan para asaltar Nueva York. Si lo hacen, pegarán un zarpazo a la naturaleza del que muy difícilmente la humanidad entera podrá recuperarse. Pero Cuomo, el gobernador de Nueva York, necesita crear empleos.»

Vía The Hufftington Post

Jeremy Rifkin y la Tercera Revolución Industrial

Publicamos a continuación el resumen de una interesante entrevista realizada a Jeremy Rifkin, economista americano asesor de la Comisión Europea, con motivo de la publicación de su nuevo libro «La Tercera Revolución Industrial».

Crisis económica, calentamiento global… Nuestra civilización llega al fin de un ciclo. Jeremy Rifkin acaba de publicar “La Tercera Revolución Industrial”. Para el autor, únicamente las energías renovables y el “poder lateral” pueden sacarnos de la crisis y garantizar un futuro mejor a nuestras próximas generaciones.

Euronews: Usted ha dicho que no está claro que nuestra especie, la humana, pueda sobrevivir en este planeta. Oímos hablar a menudo de la crisis económica pero, según usted, estaríamos incluso amenazados de extinción como especie. ¿No se trata de una visión un tanto pesimista?

Jeremy Rifkin: “El 99.5% por ciento de las especies que han vivido en este planeta aparecieron y después desaparecieron. Es demasiado arrogante creer que vamos a vivir aquí de forma eterna. Además, éste es un momento de crisis. Estamos pagando la factura de 200 años de una revolución industrial basada en los combustibles fósiles. Lo que vemos es un cambio en la química del planeta Tierra y eso no pasa a menudo. Hemos emitido demasiado dióxido de carbono, metano y óxido nitroso a la atmósfera y no podemos enfriar suficientemente el calor que produce el sol en nuestro planeta.

De modo que, como mi esposa dice, no estamos captando la importancia de este momento para nuestra especie. Es una crisis de especies. ¿Podemos superar esta crisis? ¿Podemos crear una economía más sostenible? ¿Podemos controlar el cambio climático? ¿Podemos hacer todo esto con la cuenta atrás en marcha activada? Y ¿podemos cambiarnos a nosotros mismos en menos de veinticinco años? Son unas cuestiones bastante importantes.

euronews: Entonces, una de sus conclusiones es que tenemos que avanzar hacia una tercera revolución industial que, según usted, debe estar guiada por cinco ideas fundamentales, cinco pilares, como usted los llama. ¿Cuáles son?

Jeremy Rifkin: “La Unión Europea se ha comprometido a respetar los cinco pilares de esta Tercera Revolución Industrial. Yo daría más importancia a desarrollar este proyecto con la UE. Ya ha sido aprobado por el Parlamento Europeo y se está estudiando ahora en la Comisión Europea.

Pilar número uno: La UE se ha comprometido a que el 20% de la energía que produce sea renovable en 2020. Esto es una directiva y por lo tanto todos los países deben cumplirla.

Pilar número dos: ¿cómo recabamos lo que son esencialmente energías dispersas que se encuentran por todas partes? A través de nuestros edificios. ¡Tenemos más de 191 millones de edificios en la UE! Casas, oficinas, fábricas… El objetivo es transformar cada inmueble existente en la UE en nuestra propia mini-central de energía renovable.

Es posible producir energía solar en el tejado, energía eólica gracias a las paredes exteriores, geotérmica desde el suelo donde se asienta el edificio, la basura puede transformarse en energía en la cocina… Este segundo pilar reactiva la economía. Puede generar millones de trabajos y centenares de PYMES porque debemos transformar todos los edificios existentes en Europa en centrales eléctricas en los próximos cuarenta años.

Pilar número tres: tenemos que almacenar la energía porque hay días en los que el sol no sale, a veces el viento sopla por la noche y ocurre que necesitamos la energía de día… Son energías intermitentes. Así que vamos a utilizar todo tipo de tecnologías de almacenamiento, aunque la mayoría de ellas estarán basadas en el hidrógeno. Si la luz solar da en el tejado, se crea un poco electricidad. Si no se necesita toda, ese exceso se podría utilizar para transformar agua en hidrógeno y almacenarlo en un tanque. Cuando no salga el sol, el hidrógeno se puede usar para producir de nuevo electricidad”.

euronews: ¿Y esa tecnología existe ya?

Jeremy Rifkin: “Toda esta tecnología ya funciona. Simplemente debe ampliarse su producción. En el pilar número cuatro la revolución de internet converge con la revolución energética para crear un sistema de infraestructuras.

En el momento en que millones y millones de edificios en Europa estén produciendo su propia energía renovable, almacenándola en forma de hidrógeno, se desarrolla un proceso similar a almacenar información digital. Si parte de esa energía no se necesita, el software puede programarse de manera que sea posible vender la electricidad a través de internet. A esto se le denomina “Smart Grid”, que es una red eléctrica inteligente. Estaría desplegada desde el mar irlandés hasta el otro lado de Europa. Es como si creásemos nuestra propia información, la almacenáramos en formato digital y luego la compartiéramos en línea.

El último pilar, el número cinco, atañe al transporte. Los coches eléctricos ya son una realidad. En 2015 saldrán vehículos a base de hidrógeno. Será posible cargar el coche en cualquier lugar donde haya un edificio que funcione con energía renovable o hidrógeno. Y en cualquier sitio donde aparques también. Además, será posible vender la energía sobrante.

Cada pilar cobra sentido en relación con el resto, cuando los cinco pilares funcionan juntos, en cada ciudad, cada barrio, cada pueblo. Los pilares crean una infraestructura y este sistema conlleva una revolución económica. La gente toma el poder. Se trata de un poder lateral”.

euronews: ¿Ha sufrido presiones por parte de empresas, lobbies o de personalidades respecto a sus teorías?

Jeremy Rifkin: ¿Sabe usted? Las discográficas no anticiparon el fenómeno de bajarse musica de Internet. Cuando millones de personas en todo el mundo empezaron a hacerlo, las discográficas pensaron que era una broma. Luego se disgustaron y más tarde se quedaron sin negocio. Supongo que la respuesta a esta pregunta es que no estoy preocupado por las empresas energéticas.

Se está produciendo mucha más energía renovable que nunca, en un momento en que las reservas de combustibles fósiles y uranio son más pequeñas que nunca. Algunas empresas energéticas llevarán a cabo la transición. Ya están entrando en el mundo de las renovables. Otras no lo harán, al mismo tiempo que la energía seguirá encareciéndose y será más contaminante. Entonces simplemente desaparecerán. Tampoco las necesitamos.

Con las infraestructuras de la Tercera Revolución Industrial presenciaremos el renacer de las PYMES y de las cooperativas de productores y consumidores. Las grandes empresas que sobrevivan, transformarán su función y se dedicarán a agregar redes, ya que tienen la capacidad logística para ello”.

euronews: Si pensamos de aquí a de veinte años, ¿cómo querría que las cosas evolucionaran?, pero sobre todo, ¿cómo piensa usted que van a evolucionar?

Jeremy Rifkin: “Déjeme decirle que mi esperanza es ver un cambio de conciencia. Hemos tenido una conciencia mítica, luego religiosa y al final ideológica. Estamos presenciando el inicio de la conciencia ecológica.

Sé que la Tercera Revolución Industrial tiene sentido, es convincente, es práctica y alcanzable. No es ciencia espacial. Ahora lo importante es que gobiernos, empresas y sociedad civil se reúnan en cada comunidad y pongan sobre la mesa el desarrollo de las infraestructuras que nos lleven a esta Tercera Revolución Industrial y a crear un mundo sostenible. Y todo ello debe hacerse rápido, muy rápido. No hay un plan B”.

Fuente: Euronews

Nuru Energy, una bonita iniciativa para promover micro-negocios en países en desarrollo

Nuru Energy, una empresa tecnológica social que tiene el fuerte compromiso de resolver el problema global de la pobreza energética que afecta a más de dos mil millones de personas en todo el mundo,  ha desarrollado el generador a pedal Nuru POWERCycle, una solución de bajo coste, fuera de la red, que ilumina de manera segura evitando la utilización del caro, peligroso y contaminante queroseno.

El POWERCycle genera energía limpia, sostenible y segura en cualquier lugar y momento, y es mucho más económico que los sistemas basados en energía solar, muy caros para ciertas economías en desarrollo. Gracias al trabajo realizado pedaleando (lo que podemos llamar «energía humana«), es posible recargar teléfonos móviles, radios, o las bombillas LED, como las Nuru Light NL1. Con tan solo 20 minutos de pedaleo se pueden recargar 5 de estas lámparas LED NL1 a la vez, lo que proporciona hasta 10 días de iluminación por dispositivo.

Nuru Energy trabaja con organizaciones locales para reclutar y formar a micro-empresarios en régimen de franquicia. Los micro-emprendedores de Nuru Energy venden las lámpara Nuru Light NL1 a la comunidad y además ofrecen los servicios de recarga a un módico precio. Sorprendentemente, tienden a ganar en 20 minutos de trabajo lo que antes ganaban en todo un día. Por lo tanto es un buen negocio tanto para los emprendedores como para los usuarios de este seguro y fiable dispositivo de iluminación sostenible.

Nuru Energy ha sido reconocida con la concesión de numerosos premios de carácter internacional por esta idea y sus esfuerzos para llevarla adelante. Hay que reconocer que el enfoque de negocio es novedoso, generan empleo de manera local, y suministran una energía limpia y alternativa. Desde Efimarket nos sumamos a los elogios que están recibiendo desde todos los sectores.

A continuación disponéis de dos magníficos vídeos donde se explica el porqué de la idea. El primero con modernos gráficos da una idea de conjunto. En el siguiente una entrevista con el CEO de Nuru Energy, Sameer Hajee, en el que se puede ver de manera impactante el problema que trata de solucionar este dispositivo. Desde Efimarket les deseamos todo el éxito del mundo.


Visto en Generatuenergía.com

La energía solar será pronto tan rentable como el petróleo

A pesar de todos los intereses de la todopoderosa industria petrolífera y de los esfuerzos de los grandes lobbys económicos mundiales, parece que la historia nos dibuja una radical paradoja. Tras dos revoluciones industriales y los grandes avances tecnológicos del siglo XX y lo que llevamos de siglo XXI, la primera y más vieja fuente de energía, el sol, volvería a imponerse y propiciar un nuevo cambio civilizatorio.

El auge de la energía solar

El mundo tal y como lo conocemos hoy día se basa en la utilización del petróleo. Su agotamiento como fuente energética primordial acarrea cambios de alcance casi impensable. Uno de ellos es que muchos de los conflictos bélicos que pesan sobre la humanidad perderán su razón de ser.

Y es que la energía solar empieza a ser cada vez más rentable. Así lo señaló el director de investigación de General Electric Mark. M. Little al portal de noticias Bloomberg. Dentro de entre 3 a 5 años, la energía obtenida a través del sol podría ser más barata que la electricidad generada por los combustibles fósiles y los reactores nucleares, gracias a las innovaciones tecnológicas en el sector. El objetivo es llevar los costos de obtener energía solar a 0,15 dólares el kWh o incluso menos. El científico indicó que tienen la convicción de que lo van a lograr.

La tecnología de los paneles solares mejora rápidamente

A partir de 2013, General Electric construirá paneles solares de capa fina que está en construcción con capacidad de fabricación anual capaz de dar electricidad a 80 mil viviendas. Mejorar la eficiencia o la cantidad de luz solar convertida en electricidad ayudaría a reducir los costes sin tener que depender de las subvenciones.

Según cálculos de Bloomberg este año se incrementará la instalación de paneles en un 50%. A su juicio, la energía solar es, hoy en día, más viable que los combustibles fósiles en la red eléctrica de regiones muy soleadas de California, Italia o Turquía.

La mayoría de los paneles solares utilizan células fotovoltaicas de silicio que transforman la luz solar en electricidad. First Solar es el mayor productor mundial de paneles de capa fina, con 2.600 millones en ingresos anuales.

Fuente: Diario Ecología

El desastre económico y ecológico del carbón

En un comunicado que  difundió hace unos días, CCOO muestra su «insatisfacción» por el incremento de las emisiones de dióxido de carbono, gas culpable de cambio climático. Según Comisiones, España se halla un 7,9% por encima del objetivo al que se comprometiera nuestro gobierno al ratificar el Protocolo de Kioto: «a falta de los datos definitivos, las emisiones totales de gases de efecto invernadero  crecieron en 2011 un 0’1% respecto al año anterior, mientras que las correspondientes a los sectores incluidos en el sistema europeo de comercio de emisiones (industrial y energético) subieron en un 9,2%».

El sindicato que viera la luz precisamente en las cuencas mineras (carboneras) de Asturias y León, afirma en el comunicado que «el mayor uso en 2011 de carbón para generación eléctrica ha propiciado un repunte de las emisiones de CO2 en 73 millones de toneladas, un 25% más que en 2010, y ello, a pesar de la caída de la demanda eléctrica (1,2%). Además, España ha incrementado el uso de carbón importado y sólo ha cumplido el 80% del objetivo de quema de carbón nacional que establece el RD 134/2010».

CCOO lamenta que «la reducción de la intensidad de emisiones» en los sectores industriales sea «decreciente y en valores insuficientes» (la industria ha presentado un dato menos malo que el del año pasado pero muy alejado aún del objetivo comprometido). Según Comisiones, la caída de la producción, debida en su mayor parte a la crisis, no se ha traducido en una reducción de la intensidad de emisiones «adecuada», un factor que el sindicato califica de «preocupante», dado el hecho probable de que el protocolo que suceda a Kioto podría ser más ambicioso aún en el recorte de emisiones. Frente a ello, y en aras tanto del cumplimiento de Kioto como de la futura competitividad de la industria española, CCOO considera que son «necesarias» medidas de ahorro y eficiencia energética en las instalaciones.

En el mismo comunicado el sindicato califica como «muy preocupante a medio y largo plazo la eliminación de los incentivos al desarrollo de energías renovables (supresión de las primas para nuevas instalaciones y parálisis en la regulación de la normativa para el autoconsumo con balance neto)». Según Comisiones, si no se apoyan las energías renovables, a las que el sindicato considera «el principal factor de reducción de las emisiones energéticas en años anteriores», no se podrán cumplir los compromisos internacionales sobre cambio climático: «perderemos, además, un sector industrial pionero en I+D+i, que disminuye nuestra dependencia energética y que genera empleo». Según todos los estudios, las energías renovables generan más empleo desde hace al menos un lustro que la nuclear y el carbón juntos.

Por fin, CCOO reconoce que en los sectores difusos –edificación, transporte– caen las emisiones «como consecuencia de la menor actividad económica», pero al mismo tiempo señala que, por una parte, ello no ha sido debido a las políticas de mitigación –»no han sido significativas en ese descenso»– y añade por otra que, antes al contrario, «en muchos ámbitos» incluso se han reducido los incentivos para el ahorro de energía: «modernización energética de edificios, cambio modal en el transporte, planes de ahorro y eficiencia energética y otros nuevos, como la fiscalidad ambiental, se han caído totalmente de la agenda política». El sindicato propone que las subastas de los derechos de emisión de la tercera fase (2013-2020) se dediquen a la financiación de medidas y políticas encaminadas a la reducción de emisiones en todos los sectores.

Fuente: energias-renovables.com