China, la primera potencia de energía eólica del mundo

China, la primera potencia de energía eólica del mundo

China coge la delantera y se convierte en la primera potencia de energía eólica a escala global, aseguró ayer domingo Liu Zhenya, presidente del Consejo de Electricidad de China (CEC, por sus siglas en inglés) e informa Xinhua.

La capacidad eólica instalada de China ha protagonizado un rápido crecimiento en la pasada década, declaró Liu durante la celebración de una cumbre de la industria eléctrica. Liu indicó que la capacidad de energía eólica instalada en el gigante asiático registró unos incrementos anuales de más del 60%. En cuanto al acumulado, la generación actual se ha multiplicado por 118 respecto a la de hace 10 años, añadió Liu. Con esto datos sobre la mesa, Liu señaló que China puede considerarse como la primera potencia eólica a nivel mundial. Continuar leyendo «China, la primera potencia de energía eólica del mundo»

La producción eólica española equivale a 200.000 barriles de petróleo cada día

La producción eólica española equivale a 200.000 barriles de petróleo cada díaGracias a los avances hechos en la extracción de energía del viento, la industria eólica española ha conseguido que en un solo día –el 1 de noviembre- se haya podido extraer de la fuerza del viento el equivalente a 200.000 barriles de petróleo (300.000 MWh), con la ventaja de que los consumidores han podido utilizar esta energía en forma de electricidad en los enchufes de su casa.

Si esa energía se presentara en forma de petróleo, los barriles puestos en fila hubieran llegado de Madrid a Ávila. Toda esa energía limpia puesta en el punto de consumo: nuestros hogares y empresas. ¿Dónde se extrajo? En las instalaciones que hay en más de 500 ayuntamientos de 45 provincias españolas donde hay parques eólicos.

¿Un gran logro? Pues hay otro que no lo es menor: toda esa energía llegó a los hogares y empresas españolas sin ningún contratiempo y llegó a cubrir el 52% de toda la demanda de electricidad del país. ¿Somos o no somos buenos en esto? Cuando las cosas se hacen bien hay que decirlo: la ingeniería eólica española es de clase mundial, y la eléctrica también. Es gracias a los increíbles recursos humanos y empresariales que tenemos que esta hazaña ha sido posible. Tiene que ser un símbolo de la capacidad de superación que debe guiar la recuperación del país. Si somos capaces de crear en 20 años unas infraestructuras de aprovechamiento del viento que nos han hecho ahorrar desde 2005 hasta ahora la importación de 350 Millones de barriles de petróleo, que puestos uno encima de otro llegarían hasta la luna, ¿de qué no seremos capaces en los próximos 20 años?

Y la pregunta del millón ¿Cuánto cuesta? Si queremos comparar el coste de la electricidad  eólica con la generada con derivados del petróleo, podemos coger los datos de la CNE y de REE para ver como compiten en, por ejemplo, Canarias: la eólica recibe de media 8,5 c€/kWh, incentivos incluidos (datos de CNE hasta agosto), mientras que la generación con derivados del petróleo costaba de media 20,5 c€/kWh.  En electricidad es más barata la eólica que los derivados del petróleo, y en energía para transporte también puesto que el coste de recorrer 100 km con un coche eléctrico cuesta 3 euros mientras que con un coche de gasolina cuesta 7,5 €. Lo único que ocurre es que llevamos 100 años apostando casi sólo por el motor de combustión para el transporte y ahora nos va a costar mucho cambiar las infraestructuras para que el vehículo eléctrico sea una alternativa real. Después de más de 5 años de altos precios del petróleo, hay mucho capital invertido en investigar y desarrollar la opción eléctrica para el transporte: todo hace pensar que a partir de 2015 tendremos importantes reducciones en los costes de las baterías, lo cual hará más asequible hacer el cambio al transporte eléctrico. Y allí pueden estar las empresas eólicas españolas: preparadas para suministrar con energía autóctona y no contaminante el futuro del transporte español.

Sin embargo, actualmente a la energía eólica en Canarias (y en toda la península) se le ha impuesto una moratoria a las primas para nuevas instalaciones, incentivos que se aprobaron en su día para reducir la dependencia energética del país y la contaminación del sector energético. Esta es una realidad de la política energética actual que nos deja perplejos.  Podemos mejorar la situación energética, industrial y económica del país. ¡Apostemos entonces por la energía eólica!

Vía Ecoticias

La energía eólica aporta más al PIB que el gas y crea más empleo

La energía eólica aporta más al PIB que el gas y crea más empleo

La producción de un MWh (megavatio hora) de energía eólica aporta más al PIB que otro MWh producido con ciclos combinados de gas, al tiempo que un millón de euros invertidos en eólica genera el doble de empleos que el gas, según un informe elaborado por Ernst&Young (E&Y).

Este informe fue encargado por Acciona y EDP, que hace unos meses solicitaron a un experto independiente un estudio acerca del coste total de la eólica y de otras fuentes de generación eléctrica, con el objetivo de conocer la aportación total de la energía eólica y su capacidad para competir con otras tecnologías.

Entre sus conclusiones, E&Y indica que la generación de un MWh eólico aporta 56 euros de valor añadido bruto, frente a los 16 euros del ciclo combinado de gas. Esta circunstancia se debe a que el gas natural es en buena parte importado, de forma que el desembolso asociado tiene ventajas «muy limitadas» a nivel nacional.

El informe reconoce que un MWh eólico tiene un coste superior al del gas, de 81 euros frente a 74 euros, pero advierte de que si se incluye en el cálculo el beneficio por su aportación al PIB la comparación resulta positiva.

De hecho, el coste neto final de la eólica, una vez tenidos en cuenta los retornos positivos, es de 32 euros por MWh, mientras que el coste de la producción eléctrica a partir de gas teniendo en cuenta su aportación al PIB es de 66 euros por MWh.

E&Y también concluye que, en España y Francia, la energía eólica crea el doble de empleos que los ciclos combinados de gas por cada millón de euros invertidos. En concreto, la eólica genera 15 empleos al año por millón de euros invertido, frente a los seis empleos del gas.

Por último, la eólica genera más ingresos fiscales que los ciclos combinados de gas, ya que cada euro invertido en eólica genera 33 céntimos en retornos fiscales, frente a los 11 céntimos del gas natural.

Está visto que, cada vez más, las energías renovables se encuentran en una espiral en la que acabarán derrotando a las energías no renovables.

Fuente: Europa Press

¿Puede la energía eólica alterar el clima global?

¿Puede la energía eólica alterar el clima global?Es un hecho que la energía eólica puede jugar un papel importante en el suministro de energía primaria en un futuro próximo, cuando las emisiones de CO2 y los recursos de combustibles fósiles mundiales se deban disminuir urgentemente. La importancia del  aprovechamiento de este recurso energético lo indica el crecimiento de la capacidad eólica instalada a nivel mundial, 37 GW/año, siendo la energía renovable de mayor crecimiento.

Los aerogeneradores convierten la energía cinética del viento en energía eléctrica que vuelve a la atmosfera en forma de calor para regenerar parte de esta energía. Aunque se han realizado estudios acerca del impacto ecológico, estético y climático de los aerogeneradores, los estudios acerca del impacto climático a nivel global han sido escasos.  Aunque la generación y disipación de la energía cinética es un componente minoritario de los flujos energéticos contenidos en la atmosfera (≈0.3%), los vientos regulan las principales flujos energéticos contenidos en la misma mediante el transporte de calor y humedad. Por esta razón, la alteración de los flujos energéticos debido al uso de aerogeneradores podría tener efectos climáticos de cierta importancia.

En el año 2004 investigadores de la Universidad de Standford publicaron un estudio [1]  en el que concluyeron, a partir de modelos atmosféricos teóricos, que el uso a gran escala de aerogeneradores podría alterar el clima a nivel local y global debido a la extracción de energía cinética y a la modificación de la fluidodinámica de la atmosfera.

Sin embargo, un estudio publicado recientemente en Nature Climate Change [2] basado en nuevos modelos avanzados  de simulación atmosférica contradice estas conclusiones. En el articulo de Nature Climate Change se estiman los efectos climáticos globales (calentamiento superficial, medio y precipitaciones) en función del grado de aprovechamiento eólico. Los autores del estudio estiman que los aerogeneradores situados en la superficie terrestre podrían aprovechar un máximo de 400 TW desde el punto de vista de la geofísica atmosférica. Con este nivel de aprovechamiento se observarían consecuencias climáticas acusadas (aumento temperatura atmosférica superficial, descenso temperatura global en el orden de 1ºC y cambios del 10% en las precipitaciones).

Sin embargo, una extracción de energía eólica uniformemente distribuida con niveles de producción en el entorno de los del consumo mundial global actual (≈ 18TW) no tendría efectos significativos en el clima. Bajo estas condiciones de producción, la temperatura superficial atmosférica descendería 0.1 ºC y las precipitaciones lo harían en una cantidad aproximada del 1%.

De acuerdo a estas cifras y para hacernos una idea del potencial de aprovechamiento de la energía eólica sin tener efectos significativos en el clima, decir que la capacidad mundial actual instalada es de alrededor de 200.000 MW, un 1% de los 18 TW para los que el estudio no pronostica efectos climáticos de importancia.

Por lo tanto, la modificación en la geofísica de la atmosfera no será impedimento para el crecimiento de la energía eólica (al menos hasta el orden de las decenas de TW), hecho que dependerá de otros factores como el económico, la disponibilidad de terreno, ecología, o el impacto visual.

Referencias

[1] The influence of large-scale wind power on global climate, David W. Keith et al, PNAS, 2004 101(46) 16115

 [2] “Geophysical limits to global wind power”, K. Marvel et al, Nature Climate Change, 2012, DO: 10.1038

Fuente: MadrI+D

La energía eólica podría proporcionar toda la demanda mundial de energía

energia eolicaEl viento que sopla en la Tierra es suficiente para cubrir las necesidades energéticas de todo el mundo. Es la conclusión de dos estudios  publicados esta semana que utilizan complejos modelos numéricos para calcular cuánta energía pueden producir las turbinas eólicas llevada a su límite teórico.

El primero de estos estudios, publicado ayer en Nature Climate Change y liderado por Kate Marvel del Laboratorio Nacional de Lawrence Livermore, calculó que sería posible extraer hasta 400 Teravatios (TW) de potencia del viento que sopla a pocos metros del suelo y cientos de turbinas suspendidas en el aire que aprovechasen las fuertes corrientes de las grandes altitudes.

En un segundo estudio, elaborado por dos científicos de las universidades de Delaware y Standford (EEUU), los autores utilizan otro modelo para llegar a cifras algo distintas pero igualmente elevadas de 250 TW.

Ambos artículos se ocupan también de una preocupación surgida de otros modelos planteados por investigadores como Alex Kleidon, del Instituto Max Planck para Biogeoquímica de Jena (Alemania). Según el investigador, aunque sería posible extraer aun más energía eólica, hacerlo tendría graves consecuencias sobre el planeta, comparables a doblar las emisiones de dióxido de carbono. Los nuevos estudios aseguran que es posible instalar un número de turbinas suficiente para cubrir al menos la mitad de las necesidades energéticas mundiales sin afectar al clima ni agotar la energía eólica.

Consecuencias para el clima

El grupo de Lawrence Livermore estima que las instalaciones eólicas suficientes para cubrir las necesidades energéticas globales solo afectarían la temperatura terrestre en 0,1 grados, y las precipitaciones, en un 1%. Por su parte, el equipo formado por Mark Jacobson y Cristina Archer hace una propuesta algo menos ambiciosa y calcula el número de generadores necesarios para cubrir algo más de la mitad de la demanda energética mundial. Con cuatro millones de turbinas de 5 MW sería posible, según ellos, proporcionar 7,5 TW de potencia (este grupo estima la demanda energética mundial en poco más de 10 TW) sin efectos negativos sobre el clima.

Para realizar sus cálculos, el equipo que hoy publica su artículo en PNAS introdujo un modelo de tierra, mar y aire (GATOR-GCMOM) en el que se extrajo la energía a los 100 metros de altura a los que estarían situadas en realidad las turbinas. Según este modelo, esa extracción de energía a esa altura determinada no agotaría la energía del aire de la atmósfera por encima y por debajo de ese nivel y no provocaría los efectos sobre el clima calculados por Kleidon en un análisis que tomaba como referencia la extracción de aire a ras de suelo.

“No decimos que haya que poner turbinas por todos los lados, pero hemos mostrado que no existe ningún obstáculo fundamental para obtener la mitad o, incluso, varias veces la demanda energética mundial del viento hacia 2030″, dice Jacobson. El espacio cubierto por los molinos, no obstante, sería descomunal. Si su propuesta se llevase a cabo, se instalarían dos millones de turbinas en el mar y las restantes sobre tierra. Solo estas últimas ocuparían un territorio similar al de España y Alemania juntas.

Los resultados de estos dos estudios contradicen las estimaciones presentadas en otros no tan optimistas respecto al potencial de la energía eólica. Es el caso de un artículo publicado por investigadores de la Universidad de Valladolid, con el investigador Carlos de Castro a la cabeza. Este estudio se afirma que muchos de los estudios que obtenían unos resultados de energía potencial eólica tan optimistas estaban mal planteados. Medían la velocidad del viento en distintos puntos del planeta y después evaluaban dónde se podían colocar molinos y cuánta energía se podía sacar de ellos. Este planteamiento olvidaría, según el equipo español, la extracción de la energía cinética del viento que suponen los molinos eólicos, violando el principio de conservación de la energía. Aplicando esta y otras limitaciones, los autores de este análisis consideran que no sería posible obtener más de 1 TW de la energía eólica de todo el planeta. De este modo, la energía eólica no superaría nunca el 10% del consumo actual de energía fósil.

Tras ver el nuevo estudio, De Castro considera que, pese a la mejora de los modelos empleados por los autores, la aplicación práctica de estos cálculos sigue siendo poco realista. “Yo podría llegar a estar de acuerdo con los límites geofísicos que ellos dan para la energía eólica, pero otra cosa es cómo llevas esto a la realidad”, explica. “Alcanzar la concentración de molinos que ellos proponen sería imposible sin reducir la eficiencia mínima que suelen exigir las compañías para instalar”, añade. “Al final, se trataría de obligar a las empresas a que instalasen sus turbinas en determinados lugares sin pensar en la rentabilidad, o llenar de molinos un desierto como el Sáhara, sin tener en cuenta las grandes dificultades tecnológicas de llevarlo a cabo”, señala el investigador de la Universidad de Valladolid.

La discusión entre estos grupos, forma parte del debate sobre cómo hacer la transición energética. Aunque De Castro está completamente de acuerdo en la necesidad de abandonar los combustibles fósiles por las renovables, cree que esa metamorfosis no puede ser tan rápida como creen Jacobson y Archer. “Por un lado, creo que las energías renovables no nos permitirán continuar con los niveles de consumo energético actuales y por otro, creo que la transición requerirá muchos años”, dice De Castro.

Archer, por su parte, considera que la celeridad del cambio depende solo de voluntad política: “El mundo produjo unos 800.000 aviones en 5 o 6 años durante la Segunda Guerra Mundial, así que producir cuatro millones de turbinas eólicas no es técnicamente difícil 70 años después”.

Vía esMateria

El trienio dorado de las eléctricas durante el trienio negro de la economía española

enriquecimiento de las electricas - efimarketLa Asociación Nacional de Productores e Inversores de Energías Renovables (Anpier) difundió la semana pasada un duro comunicado en el que denuncia que, «en el último trienio, en un ciclo económico adverso, las tres grandes compañías eléctricas españolas han alcanzado los 21.991 millones de euros en beneficios y otorgan sueldos millonarios a sus directivos». A la par, señala la asociación, «los ciudadanos españoles estamos pagando un 70% más que en 2006 en nuestras facturas».

Anpier, que se está revelando en los últimos meses como una de las asociaciones más beligerantes en la defensa de los derechos del sector de las renovables, ha difundido la semana pasada un durísimo comunicado en el que, por una parte, critica «la doble moral de las grandes eléctricas españolas» y, por otra, lamenta que estas compañías «estén únicamente orientadas a incrementar sus cifras de facturación y den la espalda a la nueva realidad social, económica, medioambiental y energética» de la España de 2012. En este sentido, “estamos presenciando situaciones escandalosas”, apunta Miguel Ángel Martínez-Aroca, presidente de Anpier, que denuncia que “en el último trienio, las tres grandes compañías eléctricas españolas han alcanzado los 21.991 millones de euros en beneficios, mientras que los ciudadanos españoles estamos pagando un 70% más que en 2006 en nuestras facturas».

El delirio en los noventa

También conviene recordar, ha dicho el presidente de la asociación, que los veinte millones de abonados españoles «contribuyen con un porcentaje fijo de cada una de sus facturas a lo que fue una especie de rescate de estas empresas* en concepto de moratoria nuclear, moratoria decretada en el año 1984, que supuso 63.904.143,03 euros en 2011 y cada año una cantidad similar a cambio de nada”. El ministro de Industria y Energía desde 1993 y hasta 1996, Juan Manuel Eguiagaray, señaló en su momento que “es conocido que en pleno proceso de transición a la democracia el sector público hubo de rescatar financieramente a las empresas eléctricas del país, que se habían embarcado en un proceso de inversión faraónico, derivado de una planificación delirante, en absoluta contradicción con las necesidades constadas de la demanda eléctrica en España”.

«El modelo Unesa hipoteca nuestro futuro y el de nuestros hijos»

Por fin, el comunicado de Anpier alude asimismo a la Unión Europea, que, «muy pendiente da la nueva reforma del sector», ha advertido recientemente –en el informe nº 310, de 30-05-2012– que “una competencia insuficiente en el sector energético ha contribuido a la constitución del déficit tarifario al favorecer una compensación excesiva de algunas infraestructuras, tales como centrales nucleares”. El informe añade además que “la suspensión de las ayudas a las energías renovables desalienta la inversión en el sector”. Según Martínez-Aroca, las grandes compañías eléctricas españolas “se envuelven y promocionan bajo la túnica de la sostenibilidad medioambiental y el respeto a las personas, para luego atacar a las energías renovables y sostener un modelo nocivo y peligroso, hipotecan el medio ambiente, nuestro futuro y el de nuestros hijos, todo para engrosar las cifras de facturación y sus retribuciones personales”.

La España nuclear, con nombre y apellidos

La Asociación Española de la Industria Eléctrica cuenta solo con cinco empresas asociadas, lo que da idea del caracter oligopólico (imperfecto, si se quiere) del sector eléctrico español. Las compañías miembro de Unesa son, concretamente, las siguientes: Endesa (multinacional de origen español hoy en manos de la eléctrica italiana ENEL), Iberdrola (uno de cuyos principales accionistas es Qatar Holding LLC), E.ON España(filial de la multinacional alemana), HC Energía (compañía de origen asturiano hoy propiedad del grupo luso Electricidade de Portugal, EDP), y Gas Natural Fenosa, cuyos dos principales accionistas son CaixaHolding y Repsol. Iberdrola, Endesa, HC y Gas Natural son las propietarias de los ocho reactores nucleares que operan en España (el único miembro de Unesa que no participa en el parque nuclear español es el gigante alemán E.ON). Según la patronal del sector atómico español, Foro Nuclear, así estaría distribuida la propiedad de las centrales nucleares españolas.

Almaraz I y II. Iberdrola es propietaria del 53% de Almaraz I y II, Endesa del 36% y Gas Natural del 11%.
Endesa es la propietaria de Ascó I.
Endesa, con el 85% e Iberdrola, con el 15%, son las dos propietarias de Ascó II.
Cofrentes. Es propiedad de Iberdrola.
Garoña. Nuclenor, participada por 50% Endesa y 50% Iberdrola, es su propietaria.
Trillo. La central es propiedad de Iberdrola (48%), Gas Natural (34,5%), HC Energía (15,5%) y Nuclenor (2%). Nuclenor está participada por Iberdrola 50% y Endesa 50%.
Valdellós II es propiedad de Endesa, con el 72%, e Iberdrola con el 28%.

Fuente: Energías Renovables

William Kamkwamba, la historia del niño que dominó al viento

william_kamkwamba - efimarketNo todo va a ser investigar sobre la eficiencia energética y energías renovables. A veces también hay que cambiar el foco, tomar perspectiva y ver una buena historia inspiradora. Eso os traemos hoy aquí. Son dos vídeos cortos, no llegan a los diez minutos entre ambos, pero probablemente sea el tiempo más inspirador, emotivo e impactante que vas a vivir hoy, si dedicas esos pocos minutos a verlos detenidamente, claro.

Historias como la de este niño fueron las que inspiraron precisamente la creación de Efimarket.

La energía es fundamental en nuestras vidas, pero hay formas de usarla, generarla o ahorrarla, y aquí vais a tener un buen ejemplo de ello. Los vídeos cuentan lo mismo con unos años de diferencia, pero realmente merece la pena ver detenidamente ambos. Están en inglés, pero con los subtítulos en español se entienden perfectamente. Si no, es cuestión de volver a verlos porque realmente merecen la pena.

Os hacemos una pequeña sinopsis de la historia:

Cuando tenía 14 años, el inventor de Malaui, William Kamkwamba, tuvo que abandonar la escuela por falta de recursos. En una biblioteca encontró un libro sobre generación de energía “Using Energy“. Éste estaba escrito en inglés, idioma que William no dominaba.

Fijándose en las fotos y en los diagramas,  construyó para su familia un molino de viento para generar electricidad hecho con piezas de respuesto encontradas en un desguace, un cuadro de bicicleta, tubos de PVC, en resumen, materiales de desecho.

El molino funcionó,  alimentando cuatro lámparas y dos radios de su casa, y surtiendo de energía a los vecinos de su poblado que iban a recargar los teléfonos móviles.

Aquí el siguiente vídeo, ya con unos pocos años más, ampliando lo dicho en el primero, pero es bueno observar las diferencias y la mayor información ofrecida.

Si este hombre con estos limitados recursos, ha podido hacer esto, ¿qué no podemos lograr nosotros en esta sociedad, cuando lo tenemos todo y más, a nuestra  mano?

Enlace al blog de William Kamkwamba, por si queréis ampliar más la historia.

Desde luego es una historia motivadora, y esperamos que os motive tambien a vosotros a tomar las medidas necesarias para entre todos seguir mejorando vuestra eficiencia energética como consumidores de energía, e incluso, por qué no, acabar generando vuestra propia energía.

Vía Genera Tu Energía

Japón planea construir plantas de energía solar y eólica equivalentes a 2 reactores nucleares en 4 años

japon fukushima renovables - efimarketJapón planea construir plantas de energía solar y eólica que en los próximos cuatro años añadirán más de dos millones de kilovatios a la capacidad de generación del país, lo que equivale a la electricidad producida por dos reactores nucleares.

Según un estudio realizado por el diario económico Nikkei, en Japón hay actualmente en construcción más de 110 plantas solares con una capacidad de al menos 1.000 kilovatios cada una, que contribuirán a generar en total más de 1,3 millones de kilovatios.

Además, está prevista la construcción de unas 20 plantas eólicas con una capacidad total de unos 750.000 kilovatios.

Se espera que las instalaciones solares comiencen a operar para el año  2014, mientras que las eólicas lo harían hacia 2016, con un coste total de construcción cercano a los 600.000 millones de yenes (unos 6.000 millones de euros).

En el año fiscal 2011, Japón produjo cerca de 800.000 kilovatios de energía solar y 2,5 millones de kilovatios de energía eólica, según datos del Ministerio de Economía, Comercio e Industria. En estos datos no se incluyen los paneles colocados en casas particulares.

Detrás de este incremento en proyectos de energía renovable está la ley que entró en vigor a final del mes pasado. Dicha ley establece la obligación de que las grandes compañías eléctricas adquieran energía proveniente de fuentes renovables a precios preestablecidos.

La puesta en marcha de la norma se produce en un momento en que el suministro energético de Japón atraviesa una delicada situación por la parada de sus reactores nucleares a raíz del accidente de Fukushimadesatado por el devastador tsunami del 11 de marzo de 2011.

Fue precisamente aquel día, pocas horas antes del terremoto de 9 grados que desencadenó el desastre, cuando el Gabinete aprobó la ley de energías renovables, que sería ratificada por el Parlamento a finales de agosto.

La crisis nuclear de Fukushima, la más grave desde Chernóbil, llevó a la detención gradual de los 50 reactores comerciales del archipiélago por revisiones o pruebas de seguridad, el último de ellos el pasado 5 de mayo.

El 16 de junio el Gobierno dio la orden de reactivar dos de ellos, por primera vez desde la crisis, para hacer frente al incremento de la demanda previsto en verano.

Fuente: Lainformación.es

Los aerogeneradores producen 20 veces más energía que la utilizada en su fabricación

parque eólico - efimarketEs un hecho. La energía eólica es hoy en día ya la tecnología que más energía produce respecto al coste energético y de emisiones que representa su fabricación y puesta en marcha. En el Blog de Efimarket ya comentamos hace tiempo que la energía eólica es más barata que la nuclear. Ahora nuevas investigaciones abundan en los beneficios de esta tecnología limpia.

Durante la última década, los ingenieros y los científicos han estudiado las dudas acerca de la eficiencia de los parques eólicos. Ellos han demostrado que los aerogeneradores producen mucha más energía de la que necesitan para su fabricación, y que a pesar de que el viento tiene una estacionalidad difícil de estimar (un aerogenerador viene a funcionar unas 2.000 h/año de media), aun así disminuyen de forma importante las emisiones de carbono.

En el cálculo de estos ahorros de emisiones de carbono, los investigadores han tenido que considerar algunos factores como la exactitud y utilización de los pronósticos meteorológicos, así como la eficiencia de centrales eléctricas de respaldo de parques eólicos. Se concluye finalmente que el viento no es «carbono cero», pero es muy bajo en emisiones.

La enegía nuclear no puede competir contra el viento

Para evaluar el ciclo de vida de un parque eólico hay que sumar la energía necesaria para extraer, refinar, procesar y transportar los materiales de un aerogenerador, y añadir la energía utilizada para mantener y desmantelar un parque eólico en el final de su vida. A continuación, se comparan esto con la energía producida.

Un estudio de la Universidad de Vermont de 2010 reunió a los datos de 119 parques eólicos y se encontró que, en promedio, producen casi 20 veces la energía utilizada para construirlos, dos veces mejor que el caso de las centrales de carbón (Kubiszewski et al, 2010 ).

De los 69 parques que también informaron de las emisiones de carbono, el promedio de emisiones fue de 25 gramos de CO2 por cada unidad de electricidad generada, con un 98% de ahorro en emisiones respecto las centrales de carbón de potencia media. Esto concuerda con las cifras reportadas por otros como Weisser, 2007 y Tremeac y Meunier, 2009.

Figura 1 – ‘Retorno de la Inversión de Energía’ (EROI) de diferentes tecnologías. Esta es la cantidad de energía que producen, dividido por la energía necesaria para hacerlo funcionar. Un valor de 10 significa que el que generan 10 veces más electricidad que la necesaria para su puesta en marcha. La energía eólica supera claramente al carbón, que necesita mucha energía para la minería y el transporte del combustible. Las cifras de Kubiszewski et al, 2010 .

Las centrales de respaldo reducen el ahorro, pero aun así la eólica gana por goleada.

Cuando el viento amaina las demás centrales de energía tienen que asumir la carga. Sabemos que los arranques y paradas de una central energética son ineficientes: muchos de nosotros experimentamos esto cuando tenemos que pagar la diferencia en gasolina entre la conducción por ciudad, con contínuas paradas y arranques, y la conducción en carretera, a velocidad casi constante y sin problemas.

Valentino et al, 2012 han calculado el impacto de este efecto  sobre una base de datos meteorológicos reales y previsiones de viento para 15 emplazamientos en el estado de Illinois, EEUU. La ineficiencia de los arranques y paradas de las centrales de respaldo de los parques eólicos  dan un buen mordisco a los ahorros que aporta la energía eólica, pero dado que las centrales eléctricas más contaminantes se apagan antes que las demás, el ahorro sigue siendo grandes. Si Illinois consiguiera el 10% de su electricidad del viento, el ahorro en emisiones de CO2 sería de alrededor del 11%. Los ahorros son más grandes que un 10% debido a una cuarta parte de la potencia instalada en el estado de Illinois es nuclear, y no puede apagarse.

A medida que se agregara más potencia eólica, el ahorro crecería, obviamente. Pero si Illinois consiguiera el 40% de su electricidad a partir del viento, las emisiones de CO2 se reducirían sólo el 33%, mientras los reactores nucleares tendrían que producir algo menos.

Figura 2 – Fracción de la electricidad eólica (izquierda) y reducciones de las emisiones de dióxido de carbono (derecha), el gas principal responsable del calentamiento global, para el Estado de Illinois. Cifras reportadas por Valentino y otros, 2012.

Pero ¿qué pasa con los periódicos que decían el viento no es tan bueno, bonito y barato?

Algunos think tanks y periódicos han sido críticos de la energía eólica basandose en los cálculos de un par de jubilados holandeses, los físicos De Groot y Le Pair, que le fueron reportados en un artículo en la red. En el artículo se dejaba claro que:

«¿Cuánto eficiencia se pierde de esta forma y qué cantidad de combustible adicional se requiere para el equilibrio entre la oferta y la demanda? En este artículo se intenta hacer una conjetura».

Estos físicos retirados supusieron que la energía eólica no reduce las emisiones de CO2, un resultado muy diferente de Valentino y otros, que hizo uso datos reales de las centrales eléctricas. De Groot y los resultados Le Pair eran muy diferentes, ya que asumen que las previsiones de viento no se utilizan para gestionar la demanda y que todas las las centrales de respaldo eran las menos eficientes posibles.

Se dejaba claro en el artículo que estos autores no tenían datos reales y mostraban la esperanza de contactar con expertos que tuviesen datos reales o que pudieran mejorar significativamente sus estimaciones. Por suerte, Valentino y otros han hecho precisamente, y se puede comprobar que el resultado no es tan malo como se temía, ya que la energía eólica SI reduce de manera significativa las emisiones de CO2.

Lecciones

La energía eólica es baja en emisiones pero no está libre de ellasSu mayor problema es la necesidad de centrales de respaldo, que queman combustibles fósiles y son ineficientes (sobre todo en arranques y paradas). Incluso teniendo en cuenta estos efectos todavía se ahorraría emisiones de carbono en un estado como Illinois, aunque el ahorro global final depende mucho de la gestión de la red eléctrica y el clima local.

Incluso en áreas tan grandes como Alemania o Illinois existen importantes variaciones en la velocidad del viento, y mediante la dispersión de los parques eólicos en zonas alejadas entre ellas y la vinculación de las redes, eléctricas se consiguen reducir las fluctuaciones y las ineficiencias locales puntuales. También el almacenamiento de energía es una opción (elevando agua en centrales hidráulicas de bombeo o en un futuro almacenando en forma de hidrógeno la energía excedentaria). Sin embargo, esta última solución comprendería una inversión en energía importante para construir y aumentaría el coste, reduciendo el EROI.

Los think tanks y medios de comunicación se hicieron eco de  una ‘conjetura’, al que llamaron un «nuevo informe» que mostraba falsamente que los parques eólicos no reducen emisiones de CO2. Gracias al trabajo de Valentino y otros sabemos que estos primeros cálculos estaban equivocados. Al decidir qué tecnologías energéticas utilizar debemos incluir todos los costes, y esas decisiones deben ser resueltas mediante el método científico adecuado, en lugar de basarse únicamente en una ‘conjetura’.

Fuente: Ciencia Escéptica