Las praderas submarinas almacenan mas carbono que los bosques

Un equipo internacional que cuenta con la participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto que las praderas submarinas pueden almacenar el doble de carbono que los bosques templados y tropicales del planeta. El trabajo, publicado en el último número de la revista Nature Geoscience, confirma el papel tan relevante que estos ecosistemas cumplen en la mitigación de los efectos del cambio climático y el calentamiento global.

El estudio recoge el primer análisis global del almacenamiento de carbono en estas praderas. Se han compilado 3.640 estimaciones de carbono almacenado en el suelo y biomasa de 946 praderas submarinas distribuidas por todo el planeta. El trabajo demuestra que las plantas que rodean las costas pueden enterrar hasta 830 toneladas de carbono por hectárea en el suelo que albergan debajo, mucho más que cualquier bosque tropical, que tan solo tiene la capacidad de almacenar, de media, cerca de 300 toneladas por hectárea.

Sin embargo y a pesar de esta interesante virtud, las praderas submarinas son uno de los ecosistemas del planeta más amenazados. Según los científicos, se calcula que más de una cuarta parte de su extensión global se ha destruido, principalmente, por la eutrofización de la costa (debido a vertidos ricos en exceso de nutrientes) y los dragados del fondo, que están provocando que la tasa de pérdida global se acelere. «Las praderas pueden acumular depósitos de carbono orgánico en sus suelos de más de un metro de espesor», indica el investigador del CSIC en el Centro de Estudios Avanzados de Blanes Óscar Serrano. «En algunas como las de la especie Posidonia oceánica en el Mediterráneo, el espesor de estos depósitos puede ser de hasta más de cuatro metros», apunta.

Los investigadores también han calculado que, a pesar de que las praderas ocupan menos del 0,2% de la superficie oceánica, se encargan de enterrar más del 10% de todo el carbono anual que absorben los océanos. Según el estudio, estos ecosistemas acumulan el 90% del carbono que tienen en el suelo sobre el que crecen y, a diferencia de los bosques, continúan haciéndolo indefinidamente mientras sube el nivel del mar. «La gran capacidad de las praderas como sumideros se debe a que este ecosistema fija más carbono que el que consume o respira, a que parte de la producción neta del ecosistema se entierra y a que atrapan y entierran partículas de la columna de agua», indica el investigador del CSIC Carlos Duarte. «A diferencia de los suelos de los bosques, el sedimento en las praderas submarinas se acumula verticalmente mientras el nivel del mar sube y, por tanto, pueden aumentar su volumen a lo largo de siglos y milenios». Duarte también puntualiza que «La ausencia de fuegos en el mar contribuye también a que estos sumideros de carbono persistan».

Miguel Ángel Mateo, investigador del CSIC en el Centro de Estudios Avanzados de Blanes indica que «estos depósitos de carbono orgánico son el resultado de la acumulación durante siglos y milenios». En concreto, es en las praderas de Posidonia del Mediterráneo donde se ha encontrado la mayor concentración de carbono durante la realización de este trabajo.

Para los científicos, los resultados demuestran que «es fundamental conservar y restaurar las praderas submarinas para conservar su capacidad como sumidero de CO2». Su conservación, junto a la de los manglares y marismas, contribuiría a mitigar los impactos del cambio climático, además de preservar los beneficios que aportan a la sociedad.

Via MadrI+D

El desastre económico y ecológico del carbón

En un comunicado que  difundió hace unos días, CCOO muestra su «insatisfacción» por el incremento de las emisiones de dióxido de carbono, gas culpable de cambio climático. Según Comisiones, España se halla un 7,9% por encima del objetivo al que se comprometiera nuestro gobierno al ratificar el Protocolo de Kioto: «a falta de los datos definitivos, las emisiones totales de gases de efecto invernadero  crecieron en 2011 un 0’1% respecto al año anterior, mientras que las correspondientes a los sectores incluidos en el sistema europeo de comercio de emisiones (industrial y energético) subieron en un 9,2%».

El sindicato que viera la luz precisamente en las cuencas mineras (carboneras) de Asturias y León, afirma en el comunicado que «el mayor uso en 2011 de carbón para generación eléctrica ha propiciado un repunte de las emisiones de CO2 en 73 millones de toneladas, un 25% más que en 2010, y ello, a pesar de la caída de la demanda eléctrica (1,2%). Además, España ha incrementado el uso de carbón importado y sólo ha cumplido el 80% del objetivo de quema de carbón nacional que establece el RD 134/2010».

CCOO lamenta que «la reducción de la intensidad de emisiones» en los sectores industriales sea «decreciente y en valores insuficientes» (la industria ha presentado un dato menos malo que el del año pasado pero muy alejado aún del objetivo comprometido). Según Comisiones, la caída de la producción, debida en su mayor parte a la crisis, no se ha traducido en una reducción de la intensidad de emisiones «adecuada», un factor que el sindicato califica de «preocupante», dado el hecho probable de que el protocolo que suceda a Kioto podría ser más ambicioso aún en el recorte de emisiones. Frente a ello, y en aras tanto del cumplimiento de Kioto como de la futura competitividad de la industria española, CCOO considera que son «necesarias» medidas de ahorro y eficiencia energética en las instalaciones.

En el mismo comunicado el sindicato califica como «muy preocupante a medio y largo plazo la eliminación de los incentivos al desarrollo de energías renovables (supresión de las primas para nuevas instalaciones y parálisis en la regulación de la normativa para el autoconsumo con balance neto)». Según Comisiones, si no se apoyan las energías renovables, a las que el sindicato considera «el principal factor de reducción de las emisiones energéticas en años anteriores», no se podrán cumplir los compromisos internacionales sobre cambio climático: «perderemos, además, un sector industrial pionero en I+D+i, que disminuye nuestra dependencia energética y que genera empleo». Según todos los estudios, las energías renovables generan más empleo desde hace al menos un lustro que la nuclear y el carbón juntos.

Por fin, CCOO reconoce que en los sectores difusos –edificación, transporte– caen las emisiones «como consecuencia de la menor actividad económica», pero al mismo tiempo señala que, por una parte, ello no ha sido debido a las políticas de mitigación –»no han sido significativas en ese descenso»– y añade por otra que, antes al contrario, «en muchos ámbitos» incluso se han reducido los incentivos para el ahorro de energía: «modernización energética de edificios, cambio modal en el transporte, planes de ahorro y eficiencia energética y otros nuevos, como la fiscalidad ambiental, se han caído totalmente de la agenda política». El sindicato propone que las subastas de los derechos de emisión de la tercera fase (2013-2020) se dediquen a la financiación de medidas y políticas encaminadas a la reducción de emisiones en todos los sectores.

Fuente: energias-renovables.com

El verdadero coste de las bombillas incandescentes

Con tanta información pululando a todos los niveles en este hipercomunicado mundo en que vivimos, a los consumidores no se les está dando información real acerca de la iluminación. Es especialmente  deficiente la información sobre lámparas incandescentes de 100W, 75W, 60W, 40W. De hecho, la iluminación incandescente en general no ha sido eliminada o prohibida, sino que se van prohibiendo las versiones menos eficientes de uso común. Normalmente buscamos la bombilla adecuada para una aplicación concreta en términos de calidad de la iluminación y temperatura del color. Las alternativas disponibles hoy día permiten utilizar bombillas de bajo consumo o LED consiguiendo las mismas características que las bombillas incandescentes, pero con un consumo de energía mucho menor.

Una afirmación típica (aunque falsa) es que «una lámpara incandescente de 75w es menos costoso que una CFL [lámpara fluorescente compacta].» Esto además de falso es irresponsable, ya que la afirmación es cierta sólo si se utilizara la lámpara incandescente como un pisapapeles. La gente necesita conocer no el coste de comprar un tipo de lámpara u otro, sino el coste total del uso de una lámpara u otro tipo. Cuando alguien es consciente de ese dato, se da cuenta que las lámparas incandescentes son realmente las mas caras que se pueden comprar, aunque su precio de compra apenas llegue a 1€..

La siguiente tabla muestra este hecho. En él se compara el coste de diez años iluminación incandescente de 75W con el coste de tres alternativas: una bombilla halógena de 53W de alta eficiencia, una lámpara fluorescente compacta de 13W, y una lámpara de 17W LED. Como se puede observar, el coste de 10 años de uso de una lámpara incandescente de 75W es más de cinco veces el coste de una lámpara fluorescente compacta que produce aproximadamente la misma cantidad y calidad de la luz.

Muchos detractores de la iluminación de bajo consumo se muestran extraordinariamente preocupados por la minúscula cantidad de mercurio existente en lámparas fluorescentes compactas, como si fuera realmente algo gravísimo de qué preocuparse . Pues bien, he aquí algunos hechos:

Realidad: La cantidad de mercurio en un típico CFL no es suficiente para cubrir la cabeza de un alfiler.

Realidad: El pez espada típica contiene mercurio 20 veces más que un típico CFL.

Hecho: Cuando un CFL se rompe, la mayor parte de su mercurio se adhiere al cristal y no se dispersa en el aire.

Realidad: las plantas de carbón de energía son la fuente más significativa de la nación de mercurio en el aire.

Centrándose en la relación entre el mercurio en el aire y la generación de electricidad con carbón, la verdad es que depender de la «libertad de elección» de las lámparas incandescentes ineficientes es inaceptable. Si mi vecino decide acumular las lámparas incandescentes 100w y seguir usándolas, mi vecino hace  que aumente la generación innecesaria de electricidad. La generación innecesaria de energía eléctrica me obliga a inhalar el mercurio que de otra manera no estaría allí. ¿Qué pasa con mi libertad de elección? ¿Qué pasa con la libertad de elección de mi familia? Es como verse obligados a inhalar humo de segunda mano del cigarrillo simplemente porque algunas personas equiparan la libertad de elección a hacer lo que prefieran hacer, incluso si perjudica a otros.

Los nuevos objetivos de eficiencia en iluminación no requieren que las personas renuncien a nada en términos de calidad de la iluminación, comodidad o versatilidad. La única cosa que realmente requieren es que las personas decidan qué tipo de luz desean utilizar y qué cantidad de dinero quieren ahorrar, y creo que eso no es una mala idea.

Fuente: Clean Technica

El sector de la biomasa crea la plataforma Probiomasa

El sector de la biomasa advierte de la «crítica» situación que atraviesa y, para defender su continuidad y promover la utilización de esta fuente de energía, ha creado la nueva plataforma Probiomasa.

En un comunicado, la nueva plataforma pide al Gobierno que apueste por el desarrollo de la biomasa y considere estratégica esta tecnología, por ser la que más empleo y riqueza genera en el medio rural, la que más impuestos paga, la que más residuos valoriza y la que más emisiones de CO2 evita.

Además, Probiomasa asegura que esta actividad es la aporta una mayor estabilidad al sistema eléctrico y no tiene relación con la aparición del déficit de tarifa. Además, es 100% gestionable.

Los productores de biomasas agroganaderas están representados por las organizaciones profesionales agrarias ASAJA, COAG y UPA, así como por las cooperativas agro-alimentarias.

Además, los productores de biomasas forestales están representados por la asociación COSE, que agrupa a las asociaciones de propietarios forestales privados de cada una de las comunidades autónomas.

Junto a esto, los productores de energía renovable a partir de la valorización de las biomasas están representados por APPA Biomasa, que es la patronal empresarial del sector de la biomasa en España, y por ADAP, que defiende los intereses de los productores de biogás de España.

Desde Efimarket damos la enhorabuena por esta inicativa y esperamos que sirva para seguir difundiendo las bondades de esta fuente de energía límpia y renovable, con la que además podemos reducir nuestro consumo energético de calefacción en nuestros hogares.

Fuente: El Economista

Los bosques españoles retienen el 15% de nuestras emisiones de CO2

Según han declarado los investigadores del CREAF (Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales) recientemente, los bosques españoles acumulan una media de 5 toneladas de CO2 por hectárea y año, y los de Lugo, A Coruña y Gerona son los más activos, mientras que los de Alicante, Málaga y Valladolid son los menos transformadores. Los bosques de la zona norte llegan a albergar tasas máximas de hasta 7 toneladas por hectárea, seguidos de cerca por la masa forestal del sistema central y el prepirineo oriental.

Otra conclusión del estudio, que se ha hecho comparando datos de las últimas ediciones del Inventario Nacional Español, recogidos entre 1986 y 2008, y analizando 22.447 parcelas de bosque, es que el aumento de temperatura media de un grado de los últimos veinte años y la reducción de las lluvias en un 6% han provocado un menor crecimiento de los bosques.

Martínez-Vilalta ha recordado que este cambio climático tan severo y las repercusiones que ha tenido sobre la masa forestal concluyen que los bosques de las zonas húmedas de España son los más vulnerables a estos cambios porque están menos adaptados.

En este sentido, ha cifrado en casi un 50% la reducción de la tasa de crecimiento, y ha alertado de que si el calentamiento sigue creciendo como parece, «los bosques podrían llegar a ser emisores limpios de CO2 a finales de siglo».

También se ha asegurado que los bosques que están gestionados (los que se limpian regularmente) tienen mayor capacidad de absorción de CO2 que los que no lo están, y por ello los investigadores defienden esta gestión como una herramienta eficaz para mitigar el impacto del cambio climático en los balances de carbono. Además, gracias a esas limpiezas se obtiene también un recurso de biomasa que puede utilizarse tanto para calefacción como para generar electricidad.

Desde Efimarket pensamos que si las Comunidades Autónomas aumentaran sus esfuerzos en la gestión adecuada del recurso forestal, se crearía empleo, se reduciría el riesgo de incendio y se podría obtener recurso de biomasa con la que poder calentar instalaciones públicas e incluso generar parte de la energía eléctrica que se consume en servicios públicos. Además de todos estos beneficios, ahora sabemos gracias a este estudio que estaremos favoreciendo también la fijación de mayores cantidades de CO2.

Fuente: MadrI+D

Aumento alarmante de los gases de efecto invernadero

Tuberías gasesLa concentración de gases de efecto invernadero no deja de aumentar en la atmósfera a pesar de la fuerte crisis económica que desde 2008 castiga a los países más desarrollados. Según los datos que ha dado a conocer la NOAA, la agencia atmosférica de EEUU, el calentamiento de la atmósfera terrestre producido por los gases de efecto invernadero de origen antropogénico se ha incrementado en un 29% desde 1990 hasta 2010.

El CO2 es el principal gas de efecto invernadero y además es el que mayor poder calorífico posee, por lo que se le imputa cerca del 80% del calentamiento producido desde 1990. En 2010, la concentración de CO2 aumentó ligeramente, alcanzando las 389 ppm (partes por millón), por las 386 ppm en 2009 o las 354 ppm de 1990. Se calcula que, a mediados del siglo XIX, antes del comienzo de la Revolución Industrial, la concentración rondaba las 280 ppm.

El metano también sube

El segundo gas con mayor poder de calentamiento es el metano, que registra un aumento continuo desde el año 2006, después de que sus niveles se mantuvieran estables durante una década y bajaran en el periodo 1983-1999, fruto del colapso de la antigua URSS y de una menor emisión de combustibles fósiles.

En cambio, a finales de 2010, la concentración de metano alcanzó las 1.799 ppm, por las 1.794 de 2009 o las 1.714 de 1990. Este aumento está asociado a la subida de temperaturas en el Ártico y una mayor precipitación en los trópicos durante los años 2007 y 2008.

El dióxido de nitrógeno ocupa el tercer lugar respecto a los gases de efecto invernadero más potentes, y también ha registrado un aumento continuado en sus niveles de concentración.

La vida de estos gases de efecto invernadero es muy larga, puesto que su permanencia en la atmósfera de la Tierra se prolongará durante décadas. Y como explica Jim Butler, investigador de la agencia, «el cambio climático tiene el potencial de afectar a muchos aspectos de la sociedad, incluido el suministro de agua, la agricultura, los ecosistemas o la economía».

Fuente: Público