España apoya el embargo del petróleo iraní como sanción por su programa nuclear, pese al «perjuicio enorme» que la medida causará a Repsol y Cepsa.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, dijo ayer que España será «fiel» a los compromisos asumidos con la UE y apoyará la decisión sobre el embargo del petróleo iraní que se formalizará el próximo 23 de Enero.
Esta decisión supone un «perjuicio enorme» para las compañías petroleras españolas, ya que obtienen el 20% de sus importaciones de petróleo de Irán. Las principales afectadas, Repsol y Cepsa, han declarado que pese a ser un gran inconveniente, podrían hacerle frente buscando fuentes alternativas de suministro, en concreto de Arabia Saudí, Rusia y, en menor medida, Irak.
Así mismo, García-Margallo asegura que, en su reciente visita a Arabia Saudí, el ministro de Exteriores del país le dijo que «los países del Golfo se comprometen a suplir la falta de petróleo y a no aprovechar la ocasión para subir el precio».
La decisión del embargo del petróleo iraní perjudica en mayor medida a los países más afectados por la crisis de deuda, ya que la UE compra el 64% del petróleo iraní, y el 83% del volumen adquirido va a parar a España, Grecia o Italia. Para dar tiempo a estos países a adaptarse, se demorará en seis meses la medida, entrando el embargo en vigor el 1 de Julio.
A pesar de la capacidad de respuesta de España, se podrían dar problemas ante una escalada del crudo en un momento en el que el euro está devaluado. Barclays también asegura que la necesidad de capacidad adicional de países como Arabia Saudí elevará la presión sobre los precios del crudo, pudiendo alcanzarse precios de entre 130 y 140 dólares durante algunos periodos.
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Fuente: Europapress