Este año la Feria Expobioenergía se celebraba en Valladolid, así que ni cortos ni perezosos nos fuimos para allá, a ver qué novedades nos reservaban en esta nueva edición.
Aunque la crisis ha influido en la asistencia respecto a años anteriores, más de 400 empresas y marcas se dieron cita en la Feria para mostrar sus productos y avances.
En paralelo a la visita de los numerosos stands, se habilitaron zonas para impartir distintas charlas y presentaciones sobre temas diversos relacionados con la bioenergía, todas ellas de gran interés. Además, se programaron visitas durante los tres días de feria a instalaciones emblemáticas de la zona, principalmente Valladolid, Burgos y Salamanca.
El impacto que está teniendo la sustitución de estufas convencionales por estufas de pellets se reflejaba en la existencia de un pabellón dedicado exclusivamente a expositores de estufas y calderas de pellets.
Otra tecnología que atrajo bastante la atención de la gente es la generación de biocombustubles, que está empezando a tener un desarrollo importante. Además, la reciente introducción de porcentajes de biocombustibles en las gasolinas y gasóleos comerciales está ayudando a que este sector despegue.
En definitiva, han sido unos días intensos que nos han dejado buen sabor de boca, donde nos hemos reencontrado con algunos colegas de la profesión y hemos compartido con ilusión y esperanza las novedades tecnológicas del sector.
Por supuesto, si la coyuntura nos lo permite, estaremos dentro de un año en la siguiente edición, donde esperamos encontraros también a muchos de vosotros. Sin duda estamos ante un reto energético frente al que todos debemos estar a la altura.
Clientes de compañías eléctricas que se vieron obligados a gastar en torno a 100 euros para instalar en sus hogares limitadores de potencia (ICP) están recibiendo cartas de las que se desprende que su gasto no ha servido para nada cuando ha pasado solo un año. Una fuente autorizada de la Unión de Consumidores de España (UCE) en Valencia confirmó ayer a Levante-EMV que decenas de consumidores de Iberdrola han hecho llegar sus consultas y su malestar a la asociación.
Los usuarios tuvieron que gastar 100 euros en ICP y los nuevos aparatos incluyen el mecanismo sin coste.
«Hemos recibido muchas consultas de personas que preguntan sobre los nuevos contadores inteligentes que Iberdrola está comenzando a distribuir», declaran desde la UCE. También Avacu ha recibido consultas.
El problema nace de una disposición del Gobierno central en la que se obliga a que en cada hogar exista un elemento que controle que los vatios utilizados no sobrepasan la potencia contratada. Ese elemento es el ICP. Esto obligó a miles de ciudadanos a comprar un nuevo ICP y a sufragar los gastos de la instalación, un servicio que la propia Iberdrola también ofrecía.
Pocos meses más tarde, Iberdrola ha comenzado a distribuir gratuitamente unos nuevos contadores eléctricos, denominados inteligentes, que incorporan diferentes mejoras sobre los tradcionales. Una de ellas es que ya tienen integrado un ICP. El círculo se cierra al ser estos nuevos contadores inteligentes también obligatorios por ley, que deben ser adaptados gradualmente hasta el año 2018.
Desde Iberdrola, un portavoz oficial aseguraba ayer que la empresa simplemente se ha limitado a seguir las disposiciones oficiales. Las quejas inciden en saber por qué se comenzaron a vender sistemas ICP si ya se sabía que iban a instalarse los nuevos contadores inteligentes. La UCE asegura que Iberdrola estaba al corriente pero que «no disponían de suficientes dispositivos para todos sus clientes».
Desde Efimarket.com ya denunciamos recientemente la polémica suscitada con estas prácticas de las compañías eléctricas que perjudican claramente al cliente. Podéis leer nuestro artículo «El interruptor de control de potencia«.
Vivo en un piso bastante antiguo, con la instalación de luz sinreformar. Estoy mirando el cuadro a ver si me hace falta el icp pero nome aclaro. Es que me están cobrando una barbaridad en el recibo yno me fío…
Os envío una foto del cuadro, a ver si me podéis decir algo, porfi…
Manolo, vía email
Hola Manolo,
Efectivamente se trata de un cuadro antiguo, de los que quedan pocos… El cuadro de la vivienda es la parte de la derecha, y puedes observar a la izquierda la caja del ICP. Sin embargo, tu compañía eléctrica te puede poner varios problemas con ese ICP, pues con la edad que tiene puede pasar que no funcione, o que no esté homologado con las normativas actuales. Y lo que es más importante, la caja del IPC debe estar precintada como garantía de que el dispositivo no se puede quitar, y esta no lo tiene.
De todas formas, revisa primero el recibo de electricidad y dinos qué valor te pone en la parte de potencia contratada. Por el tipo de cuadro que tienes tu potencia debe ser unos tres mil vatios. Si te pone en el recibo otra cosa (10kW) es que te están cobrando la penalización.
El presidente del Club Español de la Energía y de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, pidió ayer a las autoridades europeas una normativa energética estable que proporcione «expectativas razonables de rentabilidad económica para fomentar las inversiones necesarias».
En la inauguración del V Foro Euromediterráneo de la Energía, Galán ha alertado del «elevado grado de intervencionismo político de los últimos años y la creciente presión recaudatoria», que generan incertidumbre en las compañías energéticas y reducen sus ingresos, lo que afecta a su capacidad inversora para atender a la demanda creciente en el Mediterráneo.
En el caso de las energías renovables, el presidente de Iberdrola defendió las ya maduras y emplazó a tener en cuenta la relación entre la contribución de cada tecnología y su coste, «evitando una carga insostenible para el sistema con tecnologías caras que aportan poca producción y tienen todavía un elevado margen de mejora de cara al futuro».
Por su parte, el presidente del Observatorio Mediterráneo de la Energía y directivo de la empresa gasística egipcia EGAS, Raafat el Beltagy, criticó las subvenciones a las energías renovables por injustas y ha instado a reducirlas, dedicando estos recursos a fines sociales.
Para el presidente de la Generalitat, Artur Mas, Cataluña aspira a ser líder en energías renovables, pero «a un coste asumible». Mas ha reivindicado el papel de Cataluña como «laboratorio» con experiencia no solo en energías renovables, sino también en agua (afrontando sequías importantes no hace tanto tiempo) y en inmigración (la comunidad autónoma es el 16% de la población española pero ha recibido el 25% de la inmigración extracomunitaria en los últimos años).
La Generalitat prepara un plan energético 2012-20 con cuatro fines: mejorar la tecnología para ganar eficiencia; sostenibilidad medioambiental; crecimiento económico desarrollando el sector energético y seguridad y calidad en el suministro, con más infraestructuras energéticas internas y de interconexión.
En el Foro Euromediterráneo también intervino el presidente de Eon España, Miguel Antoñanzas. En su opinión, las energías renovables son las protagonistas de la renovación energética, pero ha señalado que la falta de interconexiones entre países es un freno a su desarrollo, y ha abogado por fijar una «retribución adecuada para la generación del respaldo» que se necesita para responder a la demanda cuando las renovables no producen lo suficiente.
En el artículo anterior hablamos sobre las bombillas compactas CFL, y mencionamos que su principal ventaja es que nos permiten sustituir el alumbrado existente por bombillas nuevas de bajo consumo. Con este nuevo artículo vamos a proporcionar algunos consejos a la hora de elegir adecuadamente nuestras nuevas bombillas de bajo consumo.
Para empezar, las características de las bombillas de bajo consumo se suelen comparar con las bombillas incandescentes, haciendo más sencilla la elección. Lo más habitual es encontrarnos una tabla como la siguiente, en la que se muestra la potencia en vatios de una bombilla incandescente a la que equivale la potencia de la lámpara CFL.
Lámpara Incandescente
Lámpara Compacta CFL
35 W
7 W
45 W
9 W
60 W
11 W
75 W
15 W
100 W
20 W
125 W
23W
Esta tabla orientativa nos puede ser de gran ayuda para la sustitución de lámparas antiguas por otras nuevas más eficientes. Así por ejemplo, si queremos cambiar dos bombillas incandescentes en nuestro dormitorio, y éstas son de 100 vatios, labombilla de bajo consumo que debemos seleccionar es la de 20 vatios. De esta forma, con dos lámparas tipo CFL de 20W obtenemos las mismas condiciones lumínicas que antes,consumiendo un 80% menos de energía eléctrica.
Podemos estimar también el ahorro conseguido con la sustitución anterior. Si consideramos un funcionamiento a lo largo de 2000 horas, a un precio de 15 céntimos de euro el kWh consumido, el coste de la energía eléctrica es de 30 euros en el caso de bombilla incandescente y de 6 euros en el caso de la bombilla de bajo consumo, con lo que hemos recuperado lo que nos costó en el momento de la compra. En conclusión, al final de la vida útil de la bombilla incandescente, usando CFL hemos pagado la quinta parte de dinero y todavía nos quedan hasta 13.ooo horas de funcionamiento.
Ahora que ya sabemos el ahorro que podemos lograr con las bombillas de bajo consumo, y antes de ir corriendo a comprar, debemos pararnos un momento a considerar un detalle. ¿Puedo sustituir todas las bombillas de mi casa o de mi oficina por lámparas CFL? No todas, y aquí debemos ir con cuidado. Las lámparas de este tipo normalmente se encuentran disponibles para casquillos de rosca Edison normal (E27) o rosca pequeña (E14). Por suerte esto está cambiando y hay establecimientos donde ya podemos encontrar casquillos GU10 para sustituir los halógenos, e ingluso G9 para lámparas de salon. Es necesario comprobar antes el tipo de casquillo de nuestras bombillas antiguas.
También hay que tener en cuenta los dos tipos de bombillas de bajo conusmo que existen, las integradas y las no integradas. Las integradas son las que todos conocemos, las más habituales, con el casquillo metálico incluido en la misma pieza que la ampolla de cristal. Las no integradas, más recientes, llevan unos contactos que se conectan a la base de la propia luminaria (podéis encontrar un ejemplo aquí).
Resumiendo, es importante para convertirnos en nuestros propios gestores energéticos conocer el tipo de bombillas y por cuáles se pueden sustituir. No sea que nuestra intención de ahorro se venga abajo por elegir una lámpara equivocada. En próximos artículos hablaremos más de este tema.
Imagen cabecera | Fuente: CFL bombilla por Peter Griffin
La decisión del Gobierno de congelar la factura eléctrica por la vía de compensar la subida del precio de la energía bajando los peajes un 12% va a generar un déficit de tarifa de 1.800 millones en 2013. Las eléctricas y la patronal Unesa preparan sendos recursos contra la orden de tarifa y pedirán medidas cautelares.
Los peajes son la parte regulada de la factura eléctrica con la que se pagan todos los costes del sistema, excepto el de la energía, que está liberalizado y se determina en la citada subasta. Los costes que más pesan son las primas de las energías renovables y la financiación de los déficits históricos, que rondan los 20.000 millones. Dos partidas que aumentan de forma imparable y cuya situación se agravará si, como ha ocurrido, los peajes en lugar de subir, bajan.
Según los argumentos de los recursos, que incluirán la petición de medidas cautelares, la orden de tarifas va a provocar un déficit que superará el tope legal permitido para este año, causando «un grave perjuicio» a las empresas que lo financian (ver gráfico). Por su parte, Unesa alegará que en la tramitación de la orden no ha sido llamada a una audiencia, tal como es preceptivo.
En su afán por poner coto al déficit tarifario sin subir adecuadamente la tarifa o, en su defecto, abordar una reforma en profundidad de los costes del sistema, el Gobierno modificó en 2009 la Ley Eléctrica que fijó unos topes anuales de déficit ex ante (reconocidos de antemano y titulizables con aval del Estado) y su desaparición total en 2013.
En 2009, el déficit de ingresos admitido fue de 3.500 millones; en 2010 y 2011, 3.000 millones, respectivamente, y en 2012, 1.500 millones. La norma es taxativa al respecto, y señala que si estas cifras se superan en un periodo (trimestre) las tarifas de acceso se deben incrementar de modo que absorban el déficit extra en el siguiente periodo. Según Unesa, el 1 de enero habría que subir la tarifa de acceso en un 12% (sin contar el coste de la energía que resulte de la Cesur trimestral), algo imprescindible si se quiere cumplir con el déficit máximo de 1.500 millones para 2012.
En los últimos años hemos pasado de la tradicional bombilla incandescente a encontrarnos con numerosos tipos de lámparas con sus códigos asociados, hasta tal punto que no nos resulta nada fácil elegir qué tipo debemos comprar. En este artículo vamos a hablar de las denominadas bombillas de bajo consumo o compactas fluorescentes, conocidas sobre todo por las siglas CFL. La próxima vez que necesitemos comprar una lámpara, sabremos si la CFL es la más adecuada.
La lámpara -coloquialmente bombilla- CFL (siglas de Compact Fluorescent Lamp) es un tipo de lámpara fluorescente que incorpora nuevas tecnologías de eficiencia, especialmente diseñada para ahorro energético. Su tecnología es similar al tubo fluorescente convencional que todos conocemos, pero con un tamaño mucho menor.
Las ventajas principales de la tecnología CFL es la incorporación de balastros electrónicos que reducen el parpadeo al encender, un menor consumo de electricidad para la misma iluminación, y una mayor duración de la bombilla.
Para que nos hagamos una idea, las bombillas incandescentes suelen tener una vida útil media de entre 1.000 y 2.000 horas de funcionamiento. Las bombillas de bajo consumo están proporcionando un valor de 15.000 horas para la vida media útil, que supone una duración de la bombilla seis veces superior, con el consiguiente ahorro al visitar menos la tienda. Pero ojo, no todas las bombillas de bajo consumo duran igual, las más baratas duran cerca de 6.000 horas. Por lo que no podemos comparar en precio una bombilla de 6.000 horas con otra de 15.000.
Por otra parte, las bombillas de bajo consumo tienen un consumo de electricidad de aproximadamente la quinta parte de una bombilla incandescente proporcionando la misma iluminación en la habitación. Si consumimos menos electricidad para las mismas condiciones de iluminación, estamos haciendo sin duda un notable uso eficiente de la energía. Además, el recibo de la luz se reduce en la misma proporción.
Sin embargo, no todo es tan bonito. La tecnología fluorescente, que nos proporciona tan buena eficiencia energética tiene un precio: el contenido en mercurio. Este metal en forma de gas (símbolo químico Hg) ha sido del causante de agrias polémicas, más o menos acertadas, sobre su peligrosidad en la salud humana y la contaminación medioambiental en caso de rotura de la ampolla de cristal. Si bien las cantidades de mercurio que incorporan las lámparas son bajas y no supone excesivo peligro, no deja de ser un buen criterio de fabricación limitar estas cantidades.
De esta forma, en el año 2005 se aprueba la directiva europea 2002/95/CE sobre restricciones a la utilización de determinadas sustancias peligrosas en aparatos eléctricos y electrónicos, incluyendo el plomo, el mercurio, el cromo y el cadmio entre otros. Esta directiva es conocida con las siglas RoHS, que veremos en las características de las lámparas que cumplan con esta normativa a nivel europeo. El objetivo de esta legislación es limitar la cantidad de sustancias nocivas para el medioambiente que acaban en los vertederos o que son emitidas al medio ambiente durante el reciclaje.
Como consecuencia de la aplicación de la RoHS a la fabricación de lámparas, el mercurio utilizado en tecnologías de fluorescentes ha bajado de 15-20 miligramos de mercurio en los tubos fluorescentes de toda la vida, a 2-5 miligramos de mercurio en las CFL actuales.
Además, algunos fabricantes, en un intento mejorar el comportamiento técnico y el impacto medioambiental, están usando tecnología de amalgama de mercurio. La ventaja de usar almalgama se debe a que ésta consiste en una aleación de mercurio, menos volátil que el mercurio líquido. De esta forma, en caso de rotura de la lámpara no se producen fugas de mercurio líquido ni emisiones de gases a la atmósfera. En el aspecto técnico, la amalgama de mercurio mejora la eficiencia de la lámpara y mantiene durante más tiempo el nivel de iluminación (las bombillas van reduciendo a lo largo de su vida útil el flujo lumínico que son capaces de proporcionar).
Otras mejoras que se están introduciendo a la tecnología CFL es la fabricación de las ampollas con cristal sin plomo, en cumplimiento de la RoHS y para reducir el impacto medioambiental.
Y por último, algunos fabricantes incorporan mejoras adicionales a la lámpara, como por ejemplo la base de plástico (parte inferior donde hace contacto con el portalámparas) que evita falsos contactos y posibles oxidaciones, o proteger la ampolla de cristal con una funda protectora de silicona que reduce el riesgo de rotura por golpes y mantiene en cualquier caso los trozos de cristal y el mercurio dentro de la funda.
En la tienda de Efimarket.com podéis ver distintos tipos de lámparas de bajo consumo y sus características. Además, las bombillas aquí ofrecidas serán siempre con tecnología de amalgama y en la mayoría de los casos incluyen la protección contra golpes de silicona, alargando la vida de vuestras bombillas. Además, nuestro catálogo incluye desde las bombillas de rosca E27 y E14 en varias tonalidades (blanco cálido, blanco neutro y blanco frío) hasta aquellas menos conocidas y que precisamente sustituyen a las bombillas halógenas de mayor consumo, como las de tipo GU10 de 50W utilizadas en salones, pasillos y baños, o las G9 especialmente diseñadas para lámparas de mesa.
Esperamos que este artículo os sirva para conocer un poco mejor las principales características de las lámparas compactas fluorescentes conocidas como CFL, ampliamente utilizadas en las medidas de ahorro energético en el hogar y en las pymes. Continuaremos en próximos artículos con más consejos para ahorrar luz, en nuestro objetivo de hacer llegar a los pequeños consumidores la eficiencia energética.
El recibo de la luz debe experimentar un encarecimiento del 20% en los próximos dos años si el Gobierno quiere eliminar en 2013 el problema del déficit de tarifa, que se produce porque los ingresos obtenidos vía tarifa no cubren los costes del sistema eléctrico, según un informe de UBS.
Los analistas del banco suizo consideran que la tarifa regulada debería subir un 10% en 2012 y un 9% en 2013 para que las cuentas del sistema eléctrico queden equilibradas. Posteriormente, y para asumir los previsibles encarecimientos de costes, el recibo habría de registrar subidas adicionales del 4% tanto en 2014 como en 2015.
Estas subidas del 20% en dos años supondrán el pago de 200 euros más al año para una familia media española y dañarán la competitividad del conjunto de la economía, asegura. «En el entorno actual, la medida sería políticamente comprometedora», advierte.
Los analistas de UBS también calculan que la subida necesaria del 10% en 2012 no impedirá que el déficit de tarifa durante el año que viene sea de 2.500 millones de euros, esto es, 1.000 millones de euros más que el límite legal para el ejercicio.
Por otro lado, cifra en 800 millones de euros el agujero para el sistema eléctrico provocado por la decisión del Gobierno de congelar la tarifa en el cuarto trimestre. Los precios de la energía y los costes regulados aconsejaban una subida del 6% de la tarifa, recuerda.
Impuestos a las empresas
A la vista de la envergadura de las subidas de tarifa necesarias, Citi considera que el Gobierno que salga de las urnas el 20-N podría recurrir a alguna medida impositiva que cargue sobre las eléctricas una mayor parte del coste del déficit de tarifa. En total, podrían recaudarse 1.800 millones anuales por esta vía.
Entre las posibles medidas, podrían aplicarse una tasa a la hidráulica y a la nuclear por sus ‘beneficios caídos del cielo’, un IBI a la eólica o un impuesto ‘Robin Hood’ a las eléctricas al estilo del aprobado en Italia. Todos estos escenarios hacen que «los riesgos regulatorios sigan siendo altos» en España, afirma UBS.
En su último informe Energía 3.0 la organización ecologista Greenpeace se decanta por las bombas de calor como la mejor opción para la calefacción desde el punto de vista de la eficiencia energética. Estos aparatos eléctricos, no muy conocidos para la mayoría de los ciudadanos, son el mismo sitema que hay dentro de nuestros frigoríficos o en los aires acondicionados: absorben el calor de un sitio y lo bombean hacia otro. Con este tipo de calefacciones se consigue calentar casas del norte de Europa con temperaturas mucho más frías que aquí. ¿Son de verdad la mejor alternativa para la climatización de un país como España? Lo cierto es que hay muchas modalidades diferentes. Existen equipos ultraeficientes, pero otros pueden no serlo tanto o no son adecuados para algunas zonas.
Hasta ahora se entendía que para generar calor en una vivienda resultaba mucho más eficiente quemar directamente un combustible en una caldera doméstica que producir energía eléctrica en una central y trasportarla hasta un enchufe en el que conectar un aparato que calentase la casa. El motivo son las pérdidas de energía que se producen en las centrales eléctricas que funcionan con combustibles fósiles (el rendimiento de una planta de ciclo combinado es de algo más del 50%). Sin embargo, esto cambia con el aumento de la participación de las energías renovables en el sistema eléctrico(1) y con equipos como la bomba de calor. Según Greenpeace, ya con el actual reparto de tecnologías del sistema eléctrico del país resulta más ventajoso dar calor con un aparato eléctrico como una bomba de calor que con una caldera.
“¿Es la bomba de calor el sistema más eficiente de calefacción? La respuesta es: depende”, incide José Porras, representante de la Asociación de Empresas de Servicios Energéticos (ANESE), las empresas cuyo negocio radica justamente en conseguir mejoras en la eficiencia energética de terceros (pues sus ganancias salen de los ahorros logrados). Como explica, existe una enorme variedad de bombas de calor, desde los equipos de aire acondicionado reversibles que también calientan a las instalaciones geotérmicas que extraen el calor del subsuelo. “Hay sistemas de bomba de calor que sí superan la eficiencia de una caldera de condensación de gas natural y otras no. Por desgracia, la mayoría de las que se venden ahora mismo en España son de las malas”.
Una primera gran diferencia de estos aparatos es de dónde van a extraer el calor para la calefacción (o el agua sanitaria). Hay equipos bastante sencillos que lo van a bombear del aire del exterior de la casa. Sin embargo, se debe tener en cuenta que el rendimiento de estos aparatos (el COP) va a cambiar en función de la temperatura que haga fuera. “Va a ser difícil extraer calor de un aire muy frío que esté unos pocos grados sobre cero”, destaca Porras. Esto no importa demasiado en muchas zonas templadas de España en las que los termómetros no van a bajar mucho (y donde resultan a la vez muy interesantes los equipos reversibles que ofrecen tanto calor como frío), pero sí en otras muchas en las que estos aparatos pueden fallar justo en el momento en que más se necesitan.
España puede ahorrar 200.000 millones de euros al año con tecnologías, en su mayoría, ya existentes.
Recientemente se produjo el primer «vuelo verde» de Iberia, del que ya hablamos en este blog. Fue el primer vuelo operado por una compañía española y ha permitido el ahorro de cerca de un 20% de emisiones contaminantes. Aunque no todo el combustible era «bio», solo un 25% procedente de una planta oleaginosa no comestible (la camelina) y el resto era queroseno tradicional, se trataba de demostrar que «podemos volar limpio», en palabras del presidente de la compañía aérea, Antonio Vázquez.
Y hace menos de un mes FEVE (Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha) presentaba un tranvía propulsado mediante pilas de combustible de hidrógeno que se espera empiece a funcionar el año que viene en algunas zonas de Asturias, al tiempo que la misma empresa pública dependiente del Ministerio de Fomento y la Universidad de León trabajan en un proyecto para contar con un tren solar a más tardar en 2013.
En las calles de muchas ciudades españolas circulan ya autobuses híbridos eléctricos con motor diésel, y algunas (Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga, Zaragoza, Logroño, Palma de Mallorca, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas) ya han dado un paso más y han abierto y resuelto concursos públicos para la compra de vehículos híbridos con motor de gas natural, como paso previo a una electrificación total, según explica Javier García, director general adjunto de TATA Motor. Teniendo en cuenta que un híbrido de gas natural supone una rebaja de un 20 y un 30% del consumo energético y de las emisiones contaminantes del vehículo podemos hacernos una idea de lo que esto podría suponer para el aire que se respira en algunas grandes ciudades españolas, donde en los últimos días la escasez de lluvias ha hecho que se disparen los índices de partículas contaminantes en el aire.
También la semana pasada se inauguraba en la provincia de Sevilla la primera planta comercial de energía solar del mundo que puede producir electricidad durante la noche y en días nublados, que se completará a finales de este año con otras dos plantas en Cádiz con el objetivo de suministrar luz a 120.000 hogares durante 2012.
¿Realidad o ficción? Los ejemplos citados responden por sí solos, pero ¿por qué cuesta tanto creer en un sistema energético movido fundamentalmente por renovables? La respuesta la da Miren Gutiérrez, directora ejecutiva de Greenpeace, para quien «falta voluntad política, porque es técnica y económicamente posible un sistema energético basado en eficiencia e inteligencia, 100% renovable y limpio». Para demostrarlo la organización ecologista ha presentado su informe «Energía 3.0» (pdf), «un modelo que no es futurista ni idealista sino que está basado en los recursos y tecnologías que ya tenemos», insiste Gutiérrez. Se trata de «llevar a gran escala lo que tenemos a pequeña escala», sintetiza.