La carrera espacial

Cumbre climática DurbanEn estos días en los que se está discutiendo el futuro energético del planeta en Durban, hay quien parece más preocupado por ultimar los detalles de la nueva expedición a Marte que por los peligros reales (y tangibles a estas alturas) del ‘global warming’. ¿Acaso le sigue importando al mundo si los americanos les ganan la carrera espacial a los rusos o viceversa? ¿Acaso hemos vuelto a la década de los 60 y no nos hemos enterado?… pues bien, esa es la impresión que da. Aunque a lo mejor es una vuelta de tuerca y lo que parece un nuevo alarde de chulería, de a ver quien la tiene más larga (la nave espacial, claro), resulta que es  una carrera por ver quien es el primero en colonizar Marte y se hace con los mejores terrenos a pie de playa, que oiga usted, al paso que vamos, no nos va a quedar más remedio que cambiar nuestra residencia al planeta rojo. Al hilo de esto, el presidente de la Fundación Energías Renovables, Javier García Breva, ha escrito una tribuna que desde la redacción de Efimarket os recomendamos encarecidamente que leais. Aquí va la reproducción íntegra:

Mejor Durban que Marte

El comienzo de la conferencia sobre cambio climático de Durban ha coincidido con una nueva misión de EEUU a Marte para investigar la existencia de condiciones de vida en el planeta rojo. Dos semanas antes Rusia lanzó otra sonda espacial a las lunas de Marte, de la que se perdió contacto y acabará estrellándose en la Tierra. Parece como si las grandes potencias estuviesen más interesadas en hallar condiciones de vida extraterrestre que en conservar las de nuestro planeta o que hayan decidido buscar nuevos recursos marcianos a largo plazo para, entre tanto, esquilmar más rápidamente los de la Tierra.

El mal presagio con el que comienza la cumbre de Durban ni siquiera ha podido eliminarse con los pésimos datos que se han hecho públicos y que siguen mostrando a todo el mundo la inoperancia de las políticas contra el cambio climático. La ONU y la Organización Meteorológica Mundial han anunciado que en 2010 se alcanzaron niveles record de emisiones de CO2, que desde el año 2000 se han incrementado un 30%  y un 45% desde 1990. La Agencia Internacional de la Energía estima que de continuar esta tendencia, a partir de 2017 los impactos del cambio climático serán ya irreversibles y por cada dólar no invertido en cambiar el modelo energético, a partir de 2020 tendremos que gastarnos 4,3 dólares en combatir el calentamiento global.

El coste de no hacer nada garantiza una crisis de efectos imprevisibles para las próximas generaciones.

La causa de la pésima evolución en los esfuerzos contra el cambio climático está en seguir manteniendo un modelo energético y económico basado en el mayor consumo de gas, petróleo y carbón y en destinar a los combustibles fósiles ayudas y subvenciones por un importe casi siete veces superior a las que se destinan a las fuentes renovables. El desarrollo de las energías limpias es claramente insuficiente para alcanzar niveles significativos de reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera y la propia AIE estima que se deben multiplicar los objetivos de crecimiento de las renovables, triplicando las ayudas que reciben y eliminando las que se destinan a las fuentes fósiles.

La lucha contra el cambio climático exige políticas más agresivas para reducir el consumo de carbón, gas y petróleo. La eficiencia energética y la integración de las renovables en nuestras ciudades, nuestros edificios y en el transporte han de pasar del escaparate de la responsabilidad social corporativa a constituir derechos y obligaciones para todos.

El cambio climático se percibe de forma distorsionada en una sociedad como la española.

El CO2 tiene la cualidad de ser incoloro, inodoro e insípido y por tanto imperceptible. Convencer de su existencia es difícil y solo los elevados y peligrosos niveles de contaminación atmosférica, de anticiclón en anticiclón, le da presencia en los medios; pero desaparece con la lluvia. Los primeros impactos del cambio climático, como el deshielo del Ártico, las inundaciones en Asia, los crecientes desastres naturales o la subida del nivel de los mares se contempla como algo muy lejano en el tiempo y el espacio como para preocuparse. Aquí se prefiere, por ejemplo, seguir gastando mucho dinero todos los años en reponer la arena de las playas o los paseos marítimos antes que pensar en el impacto del cambio climático en el Mediterráneo.

Lo que nos espera si continuamos disfrutando y apoyando la economía de los combustibles fósiles son más crisis financieras y de suministro de energía. El mayor consumo de gas, petróleo y carbón hace subir sus precios al tratarse de fuentes agotables y que tenemos que importar de países extranjeros inestables. Son fuentes que generan subidas de precios generalizadas y subidas de tipos de interés.Este es el origen de todas las crisis económicas. Pero el cambio climático va a traer crisis mayores de las que hemos conocido hasta ahora debido principalmente a la subida del nivel de los océanos.

En las pasadas cumbres de Copenhague y Cancún se puso de manifiesto que aún hay una resistencia mayor al cambio que supone la lucha contra las emisiones de CO2 y es el cinismo de quien defiende lo mismo y lo contrario, quien en los discursos apoya las fuentes renovables y mayores objetivos de reducción de emisiones pero en sus países multiplican las ayudas al carbón, al gas y al petróleo, levantan barreras contra las renovables y se someten a los intereses de las fuentes fósiles. El cinismo, al negar el problema, es ya la mayor arma de destrucción masiva y el muro que hay que derribar para que la economía y la energía dejen de ser una actividad especulativa y dejen paso a la innovación que supone un crecimiento libre de emisiones contaminantes. La futura riqueza y el futuro empleo están ahí.

Pero la economía de los combustibles fósiles también es el origen de casi todos los conflictos en el mundo y la dependencia del petróleo la mayor pérdida de soberanía para cualquier país. Marte también es el dios de la guerra.

La Fundación Renovables lo ha repetido constantemente: enfrentarse al cambio climático exige enfrentarse al cambio de modelo energético. Ahora ese cambio ya no puede demorarse y si no se hace desde los Consejos de Administración o los Consejos de Ministros, deberá ser una exigencia que surja y se persiga desde la sociedad. Sí, mejor avanzamos en Durban y no pensamos en emigrar todos a Marte.

Fuente: Fundación Renovables

Mapas térmicos en aras de la sostenibilidad

Barrio residencialEntre los centros urbanos y sus inmediaciones hay una diferencia de temperatura de entre 3 y 5 grados -en eventos de ola de calor- de media. Son las conocidas como islas de calor, producidas por la concentración de materiales como el hormigón de los edificios o el asfalto que tienen serias consecuencias en la salud. Conocer el mapa detallado de las temperarturas por zonas, podría ayudar a la Administración, constructoras y urbanistas a mejorar sus políticas.

Un total de 10 ciudades europeas han participado en el estudiode islas de calor: Atenas, Bari, Bruselas, Budapest, Lisboa, Londres, París, Tesalónica, Madrid y Sevilla. El proyecto ha sido coordinado por un grupo de empresas como Indra en España, Planetek en Italia, Vito y Eurosense en Bélgica o Edisoft en Protugal, entre otras, y ha sido financiado por la Agencia Espacial Europea. Durante dos años se han realizado termografías a diferentes horas del día y fechas, si bien también se han recogido los datos existentes de mediciones hechas desde 1997, completados por la información de sensores térmicos satelitales (MSG-Seviri, Envisat-AATSR, Modis-Aqua, Modis-Terra, etc.) y estaciones meteorológicas en tierra. «Durante el verano de 2010 se hizo una demostración con la captación de imágenes diarias durante 15 días con previsión de temperatura e indicadores bioclimáticos. Hay sensores que obtienen datos para la misma ciudad desde cada 15 minutos hasta cada 15 días», se explica desde la Unidad de Teledetección de Indra.

Las conclusiones principales ponen de manifiesto que los edificios que cuentan con cubiertas metálicas o material asfáltico son menos eficientes y provocan mayor gasto energético que aquellos con cubiertas planas con gravilla. Las áreas verdes de gran envergadura como el Retiro en Madrid ejercen una influencia positiva en el entorno en términos de temperatura.

Las imágenes obtenidas se podrán complementar con otro tipo de datos como la contaminación lumínica nocturna o índices de vegetación. Todo con un objetivo: dotar a los organismos públicos de productos específicos para prevenir el efecto de las islas de calor sobre la salud (como las provocadas durante el verano de 2003), productos para determinar el comportamiento térmico de edificios y barrios y «a través de los datos de temperatura de superficie y del aire establecer correlaciones con los elementos urbanos. De esta manera los planificadores urbanos pueden diseñar la ciudad para mejorar su habitabilidad», añaden desde Indra. Sin olvidar la reducción de gasto tanto energético como económico.

Fuente: Madri+d

El Támesis tendrá el mayor puente solar del mundo

PuenteHoy nos hemos enterado de que Londres se une a la revolución de las energías limpias, una noticia que aplaudimos desde la redacción de Efimarket y de la que gustosamente nos hacemos eco. Y es que de los más de 100 puentes que cruzan el río Támesis, en la city londinense, el histórico puente de Blackfriars será el que más brille de todos. La capital británica se ha propuesto llegar a ser todo un referente en energías renovables y para ello, está instalando sobre el puente de esta céntrica estación de ferrocarril una cubierta de 6.000 metros cuadrados formada por 4.400 paneles fotovoltaicos. Situado muy cerca de la catedral de St. Paul, este puente de estilo victoriano construido en 1886 pronto se convertirá en el mayor panel de Londres y en el puente solar más grande del mundo.

Como cuenta Lindsay Vamplew, directora del proyecto de Blackfriars de Network Rail Thameslink, «el puente victoriano fue construido en la época del vapor y ahora le estamos poniendo al día con la tecnología solar del siglo XXI, creando así una estación emblemática para la ciudad». La empresa británica Solarcentury, encargada de la gestión de la instalación, estima que estos paneles solares de alta eficiencia colocados sobre un techo de cristal generarán una producción al año de 900 MWh de electricidad. Su producción cubrirá el 50 por ciento de las necesidades energéticas de la estación, reduciendo así las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en aproximadamente 511 toneladas por año.

La regeneración de la cubierta de la estación requerirá al menos 14.000 toneladas de nuevos materiales que serán transportados en barcos a través del río, y no por carretera, con el fin de minimizar su impacto ambiental. Además de los paneles solares, la nueva estación contará con otras medidas de ahorro energético que incluyen sistemas de recolección de lluvia y tubos de sol, un sistema que capta gran cantidad de luz natural del exterior y que, mediante un tubo altamente reflectante, la transporta hasta el lugar deseado.

Pasajeros, no sardinas

Derry Newman, director ejecutivo de Solarcentury, asegura que «este puente es el lugar ideal donde crear un nuevo icono, justo en el corazón de Londres. Formará parte del paisaje urbano de la ciudad y demostrará a la gente que la energía solar es un paso vital hacia el futuro de las energías limpias». Con todas estas medidas energéticas, la Network Rail Thameslink busca reducir las emisiones de CO2 en un 25 por ciento por pasajero y kilómetro para 2020.

Este proyecto forma parte del programa Thameslink, un plan multimillonario de mejora de todo el sistema ferroviario financiado por el Departamento de Transporte de Reino Unido y cuyo lema defiende que «los pasajeros no deberían ser tratados como sardinas». Una vez finalizadas las obras, la estación doblará su capacidad de circulación en las rutas que van de norte a sur pasando por Londres. Cada hora podrán circular hasta 24 trenes, atender a más pasajeros y ofrecer un acceso directo a las principales atracciones turísticas como el Teatro The Globe y la galería de arte contemporáneo Tate Modern, situadas en la orilla sur del Támesis.

Las grúas y los operarios no paran de trabajar para que la estación de Blackfriars, que recibe al año millones de viajeros, esté totalmente lista y abierta al público para la primavera de 2012. Una fecha clave con vistas a la celebración de los Juegos Olímpicos del próximo verano.

PUENTES SOLARES EN EL MUNDO

Hasta ahora, los dos grandes proyectos referentes en cuanto a energía solar son la pasarela Kurilpa en Brisbane (Australia) y el «túnel del sol» de Amberes. En el primer caso, los australianos pueden presumir de tener uno de los puentes solares más sofisticados del planeta. El Kurilpa es una pasarela para peatones y ciclistas que cruza el río Brisbane (en Queensland) y que utiliza la energía del sol para abastecer el 75 por ciento de su sistema de iluminación LED. El puente, de 470 metros de longitud, cuenta con 84 paneles fotovoltaicos repartidos a lo largo de su estructura que generan una producción diaria de electricidad de 100 kWh y una media anual de 38 megavatios hora (MWh). En el caso de que sobre energía, el excedente se almacena en unos acumuladores para después transferirse a la red principal.

Según el Ministerio de Obras Públicas australiano «el funcionamiento de este sistema evitará alrededor de 37,9 toneladas de emisiones de dióxido de carbono cada año».

En Bélgica, 18.000 paneles fotovoltaicos cubren el techo del túnel ferroviario de Amberes de 3,6 kilómetros de longitud que conecta la ciudad con Ámsterdam y cuyos trenes utilizan esta energía limpia en una pequeña parte de su recorrido. En total, las placas solares cubren una superficie de 50.000 metros cuadrados y producen 3.300 MWh, una cantidad suficiente de electricidad para abastecer el consumo medio de unas 1.000 familias en un año. La energía generada se utiliza tanto para mover los motores como para alimentar las infraestructuras ferroviarias o el alumbrado y los paneles de señalización. Habrá que esperar hasta mediados de 2012 para comprobar si Londres llega a superar estos dos megaproyectos solares.

Fuente: Madri+d

La opinión pública apuesta por la eficiencia energética y reniega de las nucleares

Anti nuclearSegún hemos podido saber a través de Raquel Montón, responsable de la campaña anti Nuclear de Greenpeace, la BBC acaba de publicar una encuesta mundial en la que la opinión pública habla sobre temas energéticos y se posiciona a favor de la eficiencia energética.

Desde Efimarket nos alegramos de que cada vez más, la gente abogue por la eficiencia energética y por un consumo responsable, una postura que es la razón de ser de nuestro portal.

La gente, concienciada

La encuesta en cuestión arroja a la luz datos que dejan entrever que la inmensa mayoría de la gente se opone a la energía nuclear y cree que la eficiencia y las energías renovables pueden satisfacer las necesidades futuras, lo que sin duda es lo mismo que decir que los gobiernos que negocian en Durban un acuerdo para luchar contra el cambio climático pueden defender los intereses de la ciudadanía y seguir los consejos de los científicos (ambos coinciden) o seguir el rumbo que marcan las compañías contaminantes.

Es conocido por todo el mundo que el ahorro, la eficiencia y las renovables, inteligentemente combinadas, pueden reemplazar a las nucleares y al carbón, y es una alegría comprobar que la creencia popular está al nivel de la información que proporcionan los expertos. Pero sin duda es igualmente triste comprobar el nivel de influencia política que tienen las empresas contaminadoras, dueñas de negocios atómicos y procedentes de los combustibles fósiles.

El 71% de los encuestados opinan que su país podría reemplazar el carbón y la energía nuclear en 20 años, utilizando el ahorro y la del sol y el viento. Sin duda el desastre de Fukushima tiene una gran influencia en esta abultada cifra; porque es, una vez más, una prueba irrefutable de la peligrosidad de la energía nuclear. Esta abrumadora mayoría debe obligar a los políticos a retratarse, y ver de qué pa$ta están hechos.

En España, únicamente el 8% de la población piensa que la energía nuclear sea relativamente segura, una importante fuente de electricidad, y que podríamos construir nucleares. Lo que significa que el 92% por cierto piensa que la nuclear es totalmente insegura, que es una fuente accesoria de electricidad, y que no debemos construir ninguna más. Opinan de manera muy próxima a nosotros, Rusia, Japón, y Alemania.

Pero aunque la energía nuclear tiene enormes problemas técnicos, de seguridad, medioambientales y políticos, y es una industria relativamente pequeña, tiene un gran poder económico. En el Reino Unido o los EE.UU.,donde los problemas son comunes a los del resto del mundo, el porcentaje de encuestados favorables a la nuclear es el mayor. Un motivo de peso es que en estos países, al igual que China, la industria tiene ambiciosos proyectos, y un fuerte apoyo político.

Fuente: Ecoticias

División frente al cambio climático

Mundo verdaLa negociación internacional sobre el cambio climático ha experimentado en el último año una transformación fundamental, que marcará la cumbre del clima que comienza este lunes en la ciudad sudafricana de Durban.

Los países que participarán en esta conferencia de dos semanas se han dividido entre aquellos que quieren cuanto antes un nuevo tratado global -la Unión Europa y una gran cantidad de países en desarrollo- y otro grupo que prefiere retrasar ese acuerdo e incluso adoptar un documento con cláusulas poco rigurosas.

Así, India y Brasil han unido fuerzas con países como Estados Unidos y Japón para que las negociaciones sobre un tratado vinculante no comiencen antes de 2015. Ese acercamiento ha indignado a las pequeñas islas-Estado y a muchos países pobres.

La Unión Europea (UE) y el bloque de los países vulnerables al cambio climático quieren que ese debate comience cuanto antes, y que el convenio sea firmado antes de 2015.

Algunos observadores apuntan que las pequeñas islas-Estado, que tradicionalmente han dirigido sus críticas a los mayores emisores del mundo industrializado, podrían comenzar a señalar y desacreditar públicamente a esos países que traban los avances.

«Están al borde de un desastre», le dijo un veterano delegado a la BBC, «y podrían no ser capaces de resolverlo».

A buen seguro, los países en desarrollo censurarán a gobiernos ricos como los de Japón, Canadá o Rusia por negarse a acometer nuevos recortes de emisiones en línea con el Protocolo de Kioto, cuyos actuales objetivos expiran a finales del año que viene.

Consideran que esa postura supone una quiebra de sus compromisos previos que ha afectado a la confianza.

Pero algunos de los países más vulnerables creen que ese impasse no debe retrasar la negociación de un nuevo convenio, y advierten que esa actitud es, en palabras de uno de los delegados, «una política de destrucción mutua asegurada».

En cambio, sí existe gran posibilidad de progreso en uno de los principales asuntos de esta cumbre de dos semanas: la ayuda financiera a los países pobres.

Responsabilidad histórica

La división entre los países participantes en Durban se puso de manifiesto a principios de este mes en el Foro de las Economías Importantes (MEF por sus siglas inglesas), en Arlington (EE.UU.), un grupo en el que se incluyen 17 de los mayores contaminadores del mundo.

Allí, Reino Unido y otros países abogaron por el inicio de los trabajos para un nuevo acuerdo global de manera inmediata, para que la firma se produjera en 2015 y su entrada en vigor en 2020 como muy tarde. EE.UU., Rusia y Japón insistieron en que era necesario un marco de tiempo más prolongado.

La BBC ha podido conocer que en ese encuentro Brasil e India adoptaron la misma postura. Brasil quiere que el período 2012-15 sea una «fase de reflexión», mientras que India sugiere que sea un «período técnico-científico».

Algunas fuentes indican que China, que es ahora el principal emisor del mundo, muestra más flexibilidad, aunque su principal prioridad en Durban es el Protocolo de Kioto.

«El planeta no tiene otra alternativa sustentable que asegurar la continuidad del Protocolo de Kioto por medio de un segundo período de compromiso que empiece en 2013», señala Jorge Argüello, que encabeza la delegación de Argentina, país que este año preside el poderoso bloque G-77 + China (que en realidad se compone de 131 países).

«La adopción de un segundo período de compromiso de reducción de gases de efecto invernadero en línea con el Protocolo de Kioto no es solo un imperativo político y una responsabilidad histórica, sino también una obligación que debe ser cumplida como tal».

Aunque la UE no se opone a un segundo período de compromisos, otros países desarrollados sí lo hacen.

Y como EE.UU. abandonó el Protocolo hace años, los países que aún están vinculados por él solo suponen el 15% de las emisiones globales, y por eso existe tanto énfasis en la necesidad de un nuevo instrumento, con cierta fuerza legal, que abarque a todos los países.

Brecha de financiación

Algunas fuentes aseguran, no obstante, que sí existe una esperanza real de acuerdo en Durban sobre las reglas y mecanismos que regirían un «Fondo para el Clima Verde».

Ese fondo recibiría contribuciones de hasta US$100.000 al año alrededor de 2020 que irían destinadas a los países en desarrollo. No hay un entendimiento aún sobre quién debería aportar ese dinero.

Los países en desarrollo defienden que sean las arcas públicas de los países ricos la principal fuente de financiación, mientras que los gobiernos de Occidente reponen que el grueso debe provenir de aportaciones del sector privado. Es improbable que esa disputa se resuelva antes del fin del año que viene.

Pero el hecho de que de Durban emerjan unas reglas concretas sobre el funcionamiento del fondo supondría un avance. Países como Reino Unido podrían proponer en Durban que las empresas de transporte internacional contribuyan al fondo.

Sin embargo, existe un escepticismo extendido sobre un fondo menor, creado en 2009 por el acuerdo Comienzo Rápido de Financiación -de US$10.000 millones al año- al que se supone que los países ricos deberían haber comenzado a hacer desembolsos.

Los países pobres dicen que solo una pequeña fracción de lo que se prometió entonces eran realmente «nuevos aportes», y que muy poco se ha materializado.

Fuente: BBC

Algunas ciudades ahorrarán hasta un 80% en el alumbrado de Navidad gracias a bombillas LED y de bajo consumo.

Iluminación navideñaAlgunos municipios españoles ahorrarán en 2011 casi un 80% en alumbrado navideño, símbolo de las fiestas, gracias a su apuesta por las lámparas de bajo consumo y LED, la reducción de horas de encendido y el apoyo económico de los comerciantes.

Según los datos recabados en las principales ciudades del país, algunas han optado también por adornos y figuras decorativas para sustituir las lámparas o bien por iluminar menos zonas urbanas.

Madrid, Pamplona y Badajoz se encuentran entre los capitales que antes se llenarán de luz y color (el último viernes de noviembre), pero la mayoría lo hará a partir del 1 de diciembre.

Luces LED y de bajo consumo

En los últimos años, la medida «estrella» de las grandes ciudades para ahorrar en este ámbito es la sustitución de las lámparas incandescentes por las de bajo consumo o los puntos de luz de tecnología LED (más eficiente y duradera).

De acuerdo con los consistorios consultados por EFE, los ahorros estimados este año con respecto al mismo periodo navideño oscilarán entre el 15% de Madrid y el 77% de las Palmas de Gran Canaria.

En la franja intermedia se sitúa Palma de Mallorca, cuyo gasto en alumbrado festivo ascenderá a 256.000 euros, un 40% menos que en 2010. Desde 2006, la capital mallorquina ha ahorrado en consumo eléctrico un 85% (gracias a las luces de bajo consumo).

El Madrid del todavía alcalde Alberto Ruiz Gallardón se vestirá estas navidades con 3,8 millones de lámparas, 600.000 menos que el pasado año, que además serán más eficientes, lo que permitirá reducir el consumo un 27,13% respecto al de 2010 manteniendo las mismas 230 horas de encendido.

Gastará en su iluminación, incluido el montaje, mantenimiento y consumo eléctrico, 2,5 millones de euros, un 15% menos que en las fiestas pasadas, en las que el coste ya se redujo un 33% respecto al año anterior, en total permanecerán encendidas 230 horas, las mismas que en 2010.

Quince horas menos estarán prendidas las 636.144 bombillas de bajo consumo y tipo LED de Badajoz, cuyo ayuntamiento las mantendrá durante 43 días, uno más que el año pasado, aunque consumirán un 12 por ciento menos de electricidad, lo que significará economizar unos 3.000 euros.

El consistorio pacense no se ha planteado reducir esta duración al entender que no es un gasto superfluo porque supone un aliciente para que las personas visiten las zonas comerciales de la ciudad.

De hecho, existen acuerdos con asociaciones de empresarios de Badajoz, que costean la instalación de la iluminación en sus zonas comerciales y la institución municipal el consumo eléctrico.

En Valencia, donde se usa LED, se gastaron 150.000 euros en 2010 y en 2011 serán 90.000, lo que supone un ahorro del 40%. Se adornan otras calles de la ciudad, al margen de las que engalana el Ayuntamiento pero se hace cargo el comercio directamente y por su cuenta, igual que hacen algunas comisiones de fallas.

El menor gasto no supone siempre una reducción del alumbrado. Lo demuestra el Ayuntamiento de Santander, que disminuirá este año un 18,7% el gasto destinado al montaje de las luces navideñas y ello a pesar de que se volverá a colocar el mismo número de luces y adornos que en 2010, la inversión se elevará a 100.000 euros, frente a los 123.000 de 2010.

También recortará la factura eléctrica -un 15,6%-, ya que este año disminuye los días de encendido (cuatro menos).

En Oviedo, los puntos de luz LED lucirán durante 125 horas. El montaje y mantenimiento del alumbrado navideño le supondrá al ayuntamiento ovetense más de 280.000 euros y el gasto energético rondará los 87.000 euros (un 20% menos).

En Pamplona, cuyo consistorio no dispone aún de la cifra de gasto en alumbrado, que comparte con los comerciantes, las luces de Navidad estarán encendidas durante 42 días, uno más que en 2010.

Desde el ayuntamiento, se apunta a que se va sustituyendo la decoración lumínica por otros elementos, de forma que, junto con las bombillas, las calles de Pamplona contarán este año con 352 cestas con adornos colgadas de 176 farolas, junto con arcos luminosos y otros, además, entre los comercios del Casco Antiguo y otras zonas se han distribuido 420 figuras decorativas luminosas.

En esta ocasión, los ajustes presupuestarios del Ayuntamiento de Pamplona le han llevado a reducir en un 20% el contrato de iluminación, y, para que afecte lo menos posible a las zonas comerciales, ya no se iluminarán otras tan emblemáticas la plaza del Castillo o la fachada del teatro Gayarre.

Por otro lado, Logroño gastará 115.000 euros en la iluminación institucional y 60.000 en subvenciones a asociaciones de comerciantes; el Ayuntamiento colabora con el 70% del coste y el otro 30% corre a cargo de los establecimientos.

Ahorros al máximo

Una de las ciudades que prevé un ahorro más elevado, alrededor del 77%, es Las Palmas de Gran Canaria, gracias al uso de luces de bajo consumo, cuyo encendido tendrá lugar el 2 de diciembre.

Cortinas instaladas en palmeras, cordones de árboles, hilos y cortinas luminosos y árboles navideños son los tipos de elementos decorativos que se incluirán en la Avenida Marítima de la capital isleña, el Parque San Telmo u otras zonas de esparcimiento emblemáticas de la ciudad.

En Sevilla, se instalarán más de dos millones de lámparas LED, el ayuntamiento contrata los proyectos de iluminación navideña- con un presupuesto superior a los 280.000 euros- pero al margen de ello, los comerciantes asumen por su cuenta el alumbrado de calles.

Por último, el Ayuntamiento de Zaragoza invertirá este año en la iluminación navideña 73.078 euros, un 35,45 por ciento menos que el año pasado, y consistirán fundamentalmente en las lámparas sobre los árboles, los arcos entre las fachadas de los edificios y las luces en soportes eléctricos.

El consumo diario se sitúa en 224,89 kilovatios/día y representa un gasto de 0,104 euros por habitante. En 2011, instalarán 2.448 lámparas en el arbolado, que supone un 34% menos de las que se colocaron en la pasada Navidad.

Fuente: La Información

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Las emisiones de deuda eléctrica repercuten en la factura de luz con intereses de 240 millones

Bombilla LED PhilipsEn Efimarket nos preocupamos por tu factura de la luz y por eso te mantenemos informado de todo lo que sucede en el mercado de la electricidad. Nos preocupamos porque cada vez el precio que pagamos los usuarios es mayor cuando los costes de producción son menores… y esto parece que seguirá siendo así en vista de los últimos datos en torno al déficit tarifario, y es que las emisiones del déficit de tarifa realizadas hasta la fecha por el Fondo de Amortización de la Deuda Eléctrica (FADE) se han colocado en los mercados a un tipo medio del 5,12% y han generado unos intereses de 240 millones de euros, que se cargan en la tarifa de luz y deben costear los consumidores.

Esta cifra corresponde a la suma de los intereses devengados desde que el 14 de enero se realizó la primera emisión, de 2.000 millones de euros, según consta en una ampliación del folleto del FADE remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La factura eléctrica se verá recargada con 240 millones que tendrán que pagar los usuarios.

El importe incluye también los intereses del resto de emisiones en los mercados, cinco en total, por un valor conjunto de 8.500 millones. El FADE no incluye en este apartado los 450 millones de euros de deuda eléctrica colocados entre inversores privados el pasado 18 de noviembre en dos operaciones en las que los compradores llegaron a lograr una tasa de retorno del 7,7%.

Hasta el inicio de estas emisiones, las compañías eléctricas eran las encargadas de financiar la deuda que iba generando el sistema debido a que los ingresos recibidos a través de la tarifa son insuficientes para cubrir los costes reconocidos.

A efectos prácticos, este desajuste se convertía en una deuda que las eléctricas financiaban a tipos de Euríbor más un diferencial, y cuyo coste rondaba el 1%. Con las emisiones en los mercados, los consumidores deben devolver esta deuda a más del 5%.

Si se incluye el déficit previsto hasta finales de 2012, Endesa tiene pendientes de cobro 10.233 millones de euros, según el folleto del FADE, frente a 6.583 millones de Iberdrola, 2.499 millones de Gas Natural Fenosa  y 1.128 millones de HC.

Fuente: Europa Press

Siete ciudades españolas optan premio europeo de movilidad urbana

European Mobility WeekParece que algo está cambiando en nuestro país, y es que siete de nuestras ciudades han sido preseleccionadas entre las ciudades ‘sostenibles’ que optarán al Premio Europeo de Movilidad Urbana ‘EMW Awards’ 2011, convocado por la Dirección General de Medio Ambiente de la Unión Europea, para reconocer las actividades desarrolladas por las administraciones locales durante la X Semana Europea de la Movilidad.

Las siete ciudades españolas -Arenas de San Pedro (Ávila), Blanca (Murcia), Elgoíbar (Guipúzcoa), León, Murcia, Orense y Santander-, junto a otras 24 candidaturas europeas, han sido preseleccionadas por el Jurado, integrado por ocho miembros, cuatro de carácter institucional y cuatro expertos independientes, que hará pública la lista de finalistas en enero de 2012.

Fuente: El Diario Montañes

La temperatura del planeta puede subir hasta 6 grados este siglo

SolDesde Efimarket siempre hemos hecho hincapié en que debemos ser eficientes energéticamente hablando e intentar poner freno al calentamiento global. Y es que cada vez los augurios que nos llegan desde entidades acreditadas en la materia son peores. Hoy, por ejemplo, hemos conocido por medio de la OCDE que la tendencia actual hará que la temperatura aumente entre tres y seis grados centígrados al final del siglo sobre los niveles preindustriales, un escenario de cambio climático de graves consecuencias, también económicas, que todavía se pueden evitar con un costo de acción limitado.

Este es el principal mensaje de un informe sobre el cambio climático divulgado hoy, en vísperas de la conferencia de Durban que comienza la semana próxima, por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que pidió a los gobiernos que se impliquen para lograr un acuerdo internacional.

«Los costos económicos y las consecuencias medioambientales de la inacción política del cambio climático son significativas», advirtió el secretario general de ese organismo, Ángel Gurría, con ocasión de la presentación del estudio, que cifra también el cambio de las políticas actuales para mitigar el calentamiento de la tierra a dos grados centígrados, lo que se considera una hipótesis de efectos asumibles.

Los datos de aumento posible de la temperatura toman como referencia los que había antes del comienzo de la era industrial.

En concreto, las medidas para modificar sobre todo el panorama energético que se augura para 2050 y reducir las emisiones de efecto invernadero en un 70 % sería del 5,5 % del Producto Interior Bruto (PIB).

Una cifra que los autores del informe relativizaron en conferencia de prensa, al subrayar que significaría que el crecimiento de la economía mundial en los cuatro próximos decenios sería del 3,3 % anual en lugar del 3,5 %, un recorte de dos décimas.

Pero sobre todo pusieron el acento en que no alterar las políticas actuales entrañaría desarreglos medioambientales que afectarían mucho más a la economía. El informe Stern de 2006 había anticipado pérdidas permanentes del consumo por habitante superiores al 14 %.

La OCDE advirtió de que sin nuevas políticas de contención de las emisiones de efecto invernadero, las energías fósiles seguirán manteniendo su peso relativo actual, un 85 % del total.

Eso conduciría a un volumen de concentración en la atmósfera de 685 partes de dióxido de carbono (CO2) o equivalentes por millón, muy lejos de las 450 que los científicos consideran que permitirían limitar el calentamiento climático global a dos grados centígrados.

El conocido como el «Club de los países desarrollados» afirmó que «todavía es posible» cambiar esas oscuras perspectivas, pero también que «la ventana de oportunidad se está cerrando rápidamente».

A ese respecto, señaló que aplazar la toma de medidas a 2020 sin ir más allá de lo convenido en las conferencias internacionales de Copenhague y Cancún, o esperar a la llegada de tecnologías más eficientes «sería más costoso» porque «incrementaría el ritmo y la escala de los esfuerzos necesarios» a partir de entonces, con un mayor riego medioambiental.

Para la OCDE, un punto relevante es establecer «un precio significativo» de las emisiones de CO2 para inducir al cambio tecnológico, pero también la fijación de objetivos de disminución de emisiones «claros, creíbles y más restrictivos» con los que se tienen que comprometer «todos los grandes emisores, sectores y países».

Una alusión a los países emergentes, de los que se espera que venga el grueso del aumento de los gases de efecto invernadero en los próximos decenios.

Por ahora, en cualquier caso, la media de emisiones de CO2 por habitante era de 10,6 toneladas al año de media en la OCDE en 2008, con grandes diferencias en su interior: de las más de 20 toneladas en Luxemburgo o en torno a 18 en Australia y Estados Unidos, a los menos de cinco toneladas en Chile, México y Turquía.

En cuanto a los principales países emergentes, en 2008 China tenía 4,9 toneladas de emisiones de CO2 por habitante y la India 1,2 toneladas.

Fuente: La Información