Reutilizar, reciclar, reusar, reinventar…en Efimarket nos apuntamos a cualquier iniciativa que fomente valores de sostenibilidad y hábitos respetuosos y responsables. Si además hay creatividad e ingenio de por medio, la combinación es perfecta y es que lo que para unos es basura, para otros es un tesoro. Y en muchos casos, hasta una obra de arte.
Más de una década después de su nacimiento como un laboratorio donde algunos (pocos) artistas experimentaban con la reutilización de materiales de deshecho, el Festival Internacional de Reciclaje de Cataluña, el Drap-Art, vuelve a Barcelona como la cita del reciclaje que cada año atrae a miles de ecologistas, galeristas, artistas, familias y público joven interesado en la creación más sostenible.
Este año, el festival separa por primera vez la exposición de arte y la feria que hasta ahora acostumbraba a celebrar conjuntamente. Hasta el domingo, el CCCB ha acogido las mesas redondas, los conciertos de Madame Humtata, los neoyorquinos Electric Junkyard Gamelan y Pierre Bastien (que toca con máquinas construidas por él mismo), la Drap- Boutique y los talleres en los que los más pequeños podrán fabricar los regalos para esta Navidad con viejas piezas de ordenadores. Y del 21 al 30 de diciembre, la exposición Drap-Art y la feria tradicional de Arte y diseño se trasladan por primera vez al otro lado de la plaza del Àngels, en el FAD.
Una de las invitadas más esperadas de esta edición es Stephanie Senge, que construirá un mándala gigante con productos de consumo. «Stephanie llegó hace ocho días a Barcelona», explica la directora de Drap-Art, Tanja Grass, «y ha estado investigando qué objetos se consumen más en la ciudad. Con ellos construirá un mándala tal y como se hace en India. Allí la finalidad de esta escultura es dar gracias por la buena cosecha. La de aquí tiene la intención de que hagamos una pequeña reflexión antes del consumo navideño que se avecina», cuenta Grass, que este año detecta un bajón en lo que a complementos de moda se refiere y una ligera subida en objetos decorativos, como lámparas fabricadas con desperdicios.
Pese a la popularidad que ha adquirido el reciclaje aplicado en el diseño desde 1996, año el que Drap-Art inició su andadura, la cita sigue manteniéndose fiel a sus orígenes humildes, ajeno al boom del ecodiseño que invade hoy muchas galerías de arte y tiendas de muebles caros. «Puede que nos falte algo de marketing, pero somos partidarios de que Drap-Art trate a todos sus artistas por igual y de momento vivimos al margen del mundo más institucional o galerístico. En mi opinión, los laberintos que realizó Richard Serra en el Guggenheim (Torsión elíptica, 1998) tienen mucho que ver en cuanto a concepto con los trabajos de muchos de los artistas reunidos en Drap-Art, aunque sean menos conocidos y no tengan tanta fama», opina Grass. «Lo que hace especiales a nuestros artistas», destaca la directora de Drap-Art, «es que son artesanos. No encargan a terceros que fabriquen sus piezas, se implican en todo el proceso, de principio a fin».
El visitante se encontrará con todo tipo de propuestas. Y de materiales a los que se les ha dado una nueva vida. Es el caso del Estudi Comglas, que se han profesionalizado en el reciclaje del vidrio y proponen esculturas hechas a partir de botellas de vidrio. La Crehuet, nombre tras el que se esconde Pau Gargallo, reinventa las sillas, los taburetes, la cafetera y las tacitas de toda la vida con lana reciclada. Albert Carvajal recrea lienzos acumulando piezas tan insospechadas como culatas de motor de automóvil de aluminio trocedadas. El taiwanés Weiju Pan ha construido una escultura de aspecto humano a base de cintas de vídeo VHS tejidas a mano que se titula ‘Te extraño’. Aunque la pieza que seguramente levantará más polémica es Fecal Beauty de Gioia Maini, que propone un corsé hecho de «bolsas de plástico de comida y arena para gatos, papel higiénico, excrementos y pelos de gato, látex y purpurina». Ejem.
El paquete de ayudas convocadas por el Gobierno aragonés para el uso eficiente de la energía y el aprovechamiento de las renovables, está cifrado en unos 7,6 millones de euros, lo que supondrá una movilización de 25 millones en inversiones, como la compra de bicicletas eléctricas o el cambio de calderas.
Así lo han señalado hoy la directora general de Energía y Minas, Marina Sevilla, y el jefe de servicio de Planificación Energética, Sergio Breto, al presentar la convocatoria de subvenciones que hará pública mañana el Boletín Oficial de Aragón y a las que, con un presupuesto de 7.677.829 euros, podrán optar instituciones, empresas y familias hasta el 16 de enero de 2012.
De esa cantidad, aportada en su totalidad por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), más de 5,7 millones de euros se destinarán a actuaciones para el ahorro y el uso eficiente de la energía y casi 2 millones al fomento de las energías renovables, ha informado Sevilla.
Unas ayudas que según Breto se estima induzcan una inversión de 25 millones de euros en Aragón, por la iniciativa privada, y que contribuyan a un ahorro de energía de 3.500 toneladas equivalentes de petróleo al año y eviten la emisión de 12.500 toneladas de dióxido de carbono anualmente a la atmósfera.
La directora general ha afirmado que con esta convocatoria, en la que el IDAE pone el dinero y el Gobierno de Aragón el esfuerzo técnico y administrativo, se pretende seguir contribuyendo desde el Ejecutivo a mejorar la eficiencia energética y a lograr una economía más eficiente.
Ha destacado que se pueden obtener ayudas muy diversas, desde para el alumbrado público con tecnología LED y la climatización geotérmica hasta la adquisición de vehículos eléctricos o híbridos, cuya subvención que podrían llegar a los 7.000 y 2.000 euros, respectivamente.
En este sentido, Breto ha señalado que la instalación de estaciones de recarga para estos vehículos, tanto para municipios o de uso individual, aparecen con «renovada fuerza» en la convocatoria, en la que además, como anteriormente hemos comentado, se incluye como novedad la adquisición de bicicletas eléctricas y la puesta en marcha de programas de educación escolar.
La ejecución de las actuaciones que reciban ayudas, que oscilarán entre el 15 y el 25 por ciento de la inversión necesaria, deben ser realizadas entre el 17 de diciembre de 2011 y el 30 de junio de 2012.
Además, la concesión de las mismas dependerá del número de solicitudes y de la disponibilidad presupuestaria, han agregado Sevilla, quien ha destacado la voluntad del Gobierno de Aragón en mantener los esfuerzos técnicos y administrativos necesarios, en un contexto de crisis económica, para que la Comunidad siga avanzando en el ahorro de energía.
En el apartado de ahorro y uso eficiente de la energía, los sectores y medidas objeto de subvención son el industrial (con cerca de 1,3 millones), transporte (casi 639.000 euros), edificación (algo más de 3 millones), servicios públicos (212.775 euros), agricultura y pesca (369.900 euros) y transformación de la energía (191.673 euros).
La directora general ha destacado que les interesa que apliquen este tipo de medidas especialmente los sectores industrial, por lo que supone para aumentar la competitividad de las empresas la reducción de costes energéticos, y de transporte, donde más energía se consume en Aragón, al ser una zona de paso, tener un gran peso de la logística y existir dependencia del privado.
En cuanto al fomento de las energías renovables, las áreas objeto de subvención son, entre otras, la biomasa térmica (934.157 euros), la solar térmica de baja temperatura (295.308 euros), la instalación de surtidores de biocarburantes en estaciones de servicio (47.249 euros).
Estas ayudas se convocan por sexto año consecutivo y con un presupuesto acumulado de 44 millones de euros, con el desarrollo de 3.170 actuaciones que comportaron inversiones por valor de 117 millones de euros.
Partamos de un dato objetivo: en nuestro país, alrededor del 60% de los hogares fueron construidos antes de 1980. O lo que es lo mismo, la mayor parte de estos fueron ejecutados en base a criterios bien económicos o bien de otra índole, pero en ningún caso, bajo preceptos de eficiencia energética. Resulta común encontrar edificios con aislamientos deficientes, con ventanas inadecuadas o con sistemas de calefacción desfasados que son propensos al despilfarro.
Entonces, ¿en que lugar nos deja esto? Pues bien, resulta que nuestro parque de viviendas presenta un amplísimo margen de mejora, y ahí tenemos un campo en el que avanzar e invertir. Porque a la larga cualquier inversión en aspectos de eficiencia será rentable.
«Se puede y se deben transformar diez millones de viviendas construidas antes de 2001 en hogares de bajo consumo y baja emisión de gases de efecto invernadero», según Albert Cuchí, arquitecto y profesor de la Universidad Politécnica de Cataluña, tras la presentación del informe «Una visión-país para el sector de la edificación en España», en la versión local del Congreso Nacional de Medio Ambiente (Conama) organizado en Vitoria, capital verde europea de 2012. Cuchí y Peter Sweatman, director general de Climate Strategy&Partners, son los autores de este estudio que pretende ser una hoja de ruta para el nuevo sector de la vivienda.
Impulso al empleo
«Rehabilitar 10 millones de viviendas –prosigue Cuchí– generará hasta 130.000 empleos directos estables entre 2012 y 2050. Para ello, será necesario invertir 160.000 millones de euros (10.000 millones para rehabilitar entre 250.000 y 450.000 viviendas al año), que permitirán reducir el consumo de calefacción en un 80 por ciento y disminuir el consumo de energía para el agua caliente sanitaria en un 60 por ciento». Y he aquí un dato muy importante, ya que no solo se conseguirá reducir hasta alrededor de un 35% de emisiones procedentes de las viviendas, ya que además se fomenta la rehabilitación en lugar de la nueva construcción, con el asociado ahorro energético que esto conlleva. «El 50 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que se generan en un edificio se emite durante su construcción, el otro 50 por ciento durante toda la vida del edificio. De hecho, para construir un metro cuadrado se generan 700 kilos de CO2 en la producción de los materiales», recuerda Cuchí.
En cambio, «no hacer esta rehabilitación supondrá un coste de 300.000 millones de euros por el derroche energético (e importaciones de hidrocarburos) y generación de emisiones», afirma Cuchí siguiendo en la misma linea.
Algo que España no se puede permitir precisamente, ya que tenemos que incrementar en un 20 por ciento la eficiencia energética de aquí a 2020, según lo acordado en Europa. Así como reducir la huella de carbono del parque inmobiliario, hoy responsable del 40 por ciento del consumo de energía final y del 36 por ciento de las emisiones de CO2 en la UE. «De ahí que uno de los principales yacimientos de ahorro esté en la rehabilitación energética de los edificios», coincide Roberto Bermejo Gómez de Segura, profesor del Departamento de Economía aplicada de la Universidad del País Vasco.
Pero para promover la rehabilitación energética de los edificios, resulta vital un marco regulatorio adecuado. Y en España la normativa está preparada para hacer nuevos edificios, pero no para rehabilitarlos. «Todos los mecanismos de financiación están hechos para edificios de nueva construcción», afirma Cuchí.
Una vez dados estos pasos, una opción para avalar que los edificios están rehabilitados energéticamente es certificándolo. Lo que será un plus a la hora de poner en alquiler los pisos. Algo en lo que España lleva retraso respecto a nuestros vecinos europeos. De hecho, hace sólo unas semanas la Comisión Europea demandó a España ante el Tribunal de Justicia de la UE por incumplir la directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios, ya que en nuestro país los requisitos de entrega de un certificado de eficiencia energética se aplican únicamente a los edificios nuevos y a los existentes que hayan sufrido una importante renovación, en vez de hacerlo para todos los tipos de edificios, tal y como estipula la directiva europea.
El papel protagonista de las ESE
«España ha traspuesto dicha directiva dejando fuera al 90 por ciento del parque inmobiliario», explica Rafael Herrero, presidente de la Asociación de Empresas de Servicios Energéticos (Anese). Herrero recuerda que existen medidas para que la financiación de rehabilitación no suponga una derrama. «Una comunidad de vecinos o el dueño de un edificio puede elegir entre hacer con nosotros un contrato de ahorros compartidos o uno de ahorros garantizados para siete años. Una vez que identificamos qué medidas de ahorro hay que hacer, la comunidad va a un banco para pedir inversión. Después valoramos cuánto va a ahorrar, y es entonces cuando deciden si pagan la inversión con nosotros a través del ahorro o si pagan directamente la inversión, con lo que el cien por cien del ahorro se lo queda la comunidad», explica Herrero. Una opción muy óptima, siempre y cuando se supere el bache de pedir financiación al banco.
Otras fuentes para financiar el coste de la rehabilitación de viviendas consisten, según el informe, en: maximizar el presupuesto nacional; asignar un valor a las reducciones de CO2, y reducir el riesgo asignado a los retornos de las inversiones en eficiencia energética.
De cualquier forma, lo importante es la generación de alternativas sostenibles al modelo económico tradicional de este país que en las últimas décadas se basó en el denominado boom inmobiliario que tanto daño ha hecho a nuestras, otrora boyantes, finanzas. Esperemos que la lección que bien aprendida y no caigamos en el mismo error, aunque ya se sabe: el ser humano es el único animal que tropieza dos veces en el mismo ladrillo.
Que los vehículos eléctricos son el futuro es algo que venimos comentando desde hace tiempo en Efimarket. Que la crisis económica empieza a ser acuciante para algunos paises europeos es algo que los informativos se encargan de recordarnos a cada minuto, y que hay paises que están dispuestos a dar un paso al frente para hacer de los malos tiempos una oportunidad de mejora es algo de lo que nos alegramos y que sin duda es un paso importante para salir de esta situación económica incierta. Es una de las dos opciones que se plantean ante una situación así: optar por políticas de corte conservador y con el ahorro y la reducción de gastos como estandarte o arriesgar con inversiones valientes pero de alto valor añadido.
En Efimarket siempre apostaremos por la eficiencia energética y por el ahorro, aunque también por las inversiones arriesgadas pero ambiciosas que buscan el camino de la sostenibilidad y el uso eficiente de los recursos. Por eso aplaudimos medidas como la tomada por el ayuntamiento de París, que ha anunciado el estreno de su servicio de alquiler de automóviles eléctricos con 300 unidades disponibles, mientras España presume de haber alcanzado la venta de 300 piezas a finales de 2011 y ponemos a tu disposición una amplia gama de productos relacionados con la eficiencia energética y la movilidad sostenible. Aunque los números pudieran sugerir otra cosa, la diferencia es tan significativa en concepto como en ambición.
El estreno oficial del servicio eléctrico se ha producido en los primeros días de este mes de diciembre. Son ni más ni menos que trescientos coches eléctricos puros, con batería de lítio-polímero, con una autonomía de hasta 250 kilómetros, una velocidad punta de 130 kilómetros por hora y capacidad para cuatro personas. El régimen de alquiler es similar al del “bicing”, el alquiler de bicicletas que poco a poco ha ido consolidándose en distintas ciudades europeas. Pero lo más importante es que el servicio de recarga (unas cuatro horas) y el de mantenimiento está suficientemente repartido por la ciudad para facilitar el éxito del servicio, aunque uno lo que más destacaría es el diseño de su plan de negocio: el “bluecar”, como se denomina el coche, está pensado para ser negocio en el largo plazo, un tiempo en ningún caso inferior a los diez años.
La apuesta francesa, que irá incrementando la flota de vehículos disponibles en función de la demanda y de las distintas fases promocionales, contrasta largamente con los planes de los países del entorno francés. De hecho, en París entienden que se trata de la primera experiencia mundial de estas características y ciertamente, poco o nada hay comparable en el mundo. En España, sin ir más lejos, apenas hay 300 unidades matriculadas, en su mayor parte a cargo de administraciones y de grandes empresas para fines promocionales.
Uno podría achacar a los efectos de la crisis esta diferencia conceptual. Y muy probablemente, razón no le faltaría. En tiempos de contención del gasto público y de reducción del déficit, aventurarse con una aventura experimental podría ser visto como un despilfarro con aires de locura. Pero también podría intentarse una lectura inversa.
El experimento parisiense supone un desembolso inicial de unos 230 millones de euros a los que habría que añadir otros 80 anuales a cargo del mantenimiento de la flota. En una primera fase va a generar unos mil puestos de trabajo directos y se estima que cada vehículo eléctrico puede permitir que dejen de circular cinco convencionales. Si la apuesta resulta exitosa, en poco tiempo debería dejar de circular por París y sus ciudades adyacentes algo más de 22.000 vehículos con motor de explosión.
Visto así, la apuesta significa mucho más que el cambio de un tipo de coche por otro. En primer lugar, demostraría que la tecnología del vehículo eléctrico ya está suficientemente madura para afrontar sin problemas un circuito urbano amplio; en segundo lugar, disminuiría de forma significativa la contaminación ambiental derivada de la combustión de gasóleo y gasolina; y en tercer lugar, la contaminación sónica también se vería reducida.
Desde otra perspectiva, demostraría la viabilidad de un tipo de vehículos hoy demasiado caros para el bolsillo de a pie. Si el coche es viable, su producción masiva es más creíble y, en consecuencia, que sea más asequible para el público general sería mucho más esperable.
En cualquier caso, no nos vamos a engañar. La apuesta eléctrica de París es tan llamativa como arriesgada, puesto que en paralelo hay que introducir la cultura de alquiler y hacer que alquilar sea fácil para el usuario. Y eso es todo un reto, aquí, en París o en cualquier ciudad del mundo. Y tal vez sea el talón de Aquiles de esta novedosa experiencia.
Pese a ello, y como sucede en tantos casos, la diferencia estriba en si seguir un modelo conservador (como sería el caso español) o arriesgado e incentivador (el que va a seguir París).
Y de paso, decidir si hay algo más detrás de esta estrategia primera. Por ejemplo, posicionarse a nivel internacional en cuanto a modelo, incentivar al sector de la automoción para que apoye este tipo de iniciativas y, en definitiva, dar un empujón público al sector privado para que el vehículo eléctrico vaya consolidándose poco a poco como alternativa. Por supuesto, también al de la producción e ingeniería eléctrica para facilitar puntos de recarga accesibles.
Dicho de otro modo: la apuesta de París, si se consolida y extiende, puede provocar la ignición de uno de los grandes motores de cambio de modelo económico siguiendo un modelo en el que el sector público actúa de animador y cómplice del privado, pero en el que es este último quien finalmente asume el reto y el grueso del riesgo económico. Seguir criterios conservadores, como hace la mayor parte de Europa, tal vez signifique quedarse rezagado en un cambio que empieza a verse inevitable.
Como ya sabeis, en Efimarket, tu portal de eficiencia energética, estamos muy atentos al devenir de la cumbre climática que estos días se celebra en Durban. La política energética mundial a corto y medio plazo y el futuro del Medio Ambiente están en juego y sin embargo nos seguimos encontrando paradojas tan curiosas como la del puerto Richards Bay, el mayor puerto exportador de carbón del mundo, y que se encuentra a tan solo 170 kilómetros de Durban.
Podría ser una visita obligatoria para los 15.000 negociadores de 195 países congregados en la Cumbre del Clima de Durban (Suráfrica). Pero no lo es. La mayor parte, de hecho, ni siquiera sabe que existe, pese a encontrarse a tan sólo dos horas en coche por la autopista de cuatro carriles que atraviesa Zululandia. Es Richards Bay, el mayor puerto de exportación de carbón del mundo, una gigantesca lanzadera de calentamiento global a todo el planeta, incluida España. Su eslogan no engaña: «Carbón para el mundo, crecimiento para la nación».
Su eslogan no engaña: «Carbón para el mundo, crecimiento para la nación».
Cada año, Richards Bay es capaz de exportar 91 millones de toneladas de carbón, el combustible más dañino para el clima del planeta. Emite el doble de CO2 que el gas natural. Cuando los negociadores de Durban hablan en abstracto de reducir las emisiones, se refieren a eliminar el carbón. Pero más de 700 buques surcan anualmente las aguas surafricanas, infestadas de tiburones blancos, para cargar sus tripas de carbón y llevarlo a los confines del globo. La española Gas Natural Fenosa compró en 2007 el 64% de Kangra Coal, una empresa que cuenta con una participación del 2,3% en Richards Bay y exporta 1,9 millones de toneladas anuales de carbón.
Visitar el puerto de Richards Bay es darse de bruces con la realidad, disfrazada a menudo de verde en cumbres como la de Durban. Los principales emisores de CO2 del mundo llevan cinco años anunciando supuestos esfuerzos para reducir sus gases de efecto invernadero. Sin embargo, en este lustro, el carbón ha pasado de producir el 25% de la energía primaria del planeta a rozar el 30% actualmente. Y Richards Bay ha crecido. En 2005, sólo exportaba 70 millones de toneladas. «Todos los socios deben unirse a la fiesta», declamó el 4 de febrero de 2010 el director ejecutivo de la terminal, Raymond Chirwa, poco después de anunciar su intención de multiplicar aún más sus exportaciones.
El paraiso de la antracita
En el puerto no quieren testigos incómodos, a sabiendas de que, a 170 kilómetros, hay centenares de periodistas medioambientales de todo el planeta. Sortear el primer control de seguridad del puerto es sencillo. Una barrera se alza y deja paso a 12 kilómetros de carretera en obras, con raíles en paralelo sobre los que ruedan cientos de vagones de mercancías desde las minas del interior. Y por aquí y por allá, gigantescas montañas de hulla y antracita. Pero, al llegar a la terminal de carbón, prohibido el paso. Una portavoz de Richards Bay insta a «intentarlo en enero», alegando «motivos de seguridad» y subrayando que «no suele haber visitas para periodistas».
Mientras en Durban negocian cómo acabar con el carbón, Richards Bay crece a espaldas del planeta. Y con el puerto se expande todo el sector. Los principales bancos del mundo prestaron 232.000 millones de euros a la industria del carbón entre2005 y 2010, según un informe presentado al comienzo de la cumbre por ONG ambientalistas. Los bancos más generosos con este combustible fósil fueron JP Morgan Chase, con 16.500 millones de euros; Citi, con 13.700 millones; y Bank of America, con 12.600 millones, según el estudio. «Curiosamente, casi todos los 20 bancos asesinos del clima de nuestro ranking han hecho declaraciones sobre su compromiso en la lucha contra el cambio climático», criticó Yann Louvel, de BankTrack, una ONG que vigila las actividades de los bancos.
Las palabras van por un lado y los hechos por otro. También en Richards Bay. En su página web, la terminal de carbón afirma estar «trabajando en armonía con el medio ambiente». Ningún portavoz quiso detallar en qué consiste exactamente ese compromiso.
«Richards Bay, alimentada con las minas de carbón que siguen abriéndose, es el símbolo del cinismo de los gobiernos en Durban», opina Ferrial Adams, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace Suráfrica. Su país, anfitrión de la cumbre del clima, produce el 93% de su electricidad con carbón. China, el 80% e India, el 70%. EEUU, pese a su potente parque atómico, el 45%. En España, el mineral sólo cubrió el 8% de la demanda eléctrica en 2010, cayendo un 34% respecto a 2009.
Coste económico vs. coste ambiental
Soltar el lastre del carbón es la monumental tarea que tienen sobre la mesa en Durban, donde ayer las negociaciones seguían bloqueadas principalmente por EEUU. Y ese desafío cuesta billones de euros, como ha dejado claro el presidente surafricano, Jacob Zuma. «El mayor escollo es financiero», explicó el fin de semana en la cumbre. «Los costes de las energías renovables son mayores que los de las no renovables, que en el caso de Suráfrica es el carbón. Objetivos de energías renovables supondrían un incremento de 660 millones de dólares anuales en nuestra factura energética», aseguró Zuma.
China consumió 2.500 millones de toneladas de carbón más que E.E.U.U, que es el segundo mayor consumidor.
Suráfrica, con 141 millones de toneladas quemadas, fue el sexto país que más carbón consumió en 2010, según la Asociación Mundial de Carbón. Si se extrapolan los cálculos de Zuma a China, hay que temblar. El gigante asiático devoró 2.500 millones de toneladas de carbón, el triple que EEUU, segundo mayor consumidor. Adams, de Greenpeace, recuerda además el precio en vidas del carbón. «En Suráfrica, los mineros acaban teniendo problemas de salud relacionados con su trabajo», lamenta. La Asociación Nuclear Mundial, que agrupa a las empresas que producen el 90% de la energía atómica mundial, es la más descarnada a la hora de criticar los peligros del carbón. Entre 2000 y 2008, más de 4.000 mineros murieron cada año sólo en China.
Los lobbies mundiales del carbón luchan en los pasillos de Durban para frenar un acuerdo global de reducción de emisiones. El año que viene, la batalla de la cumbre del clima se celebrará en Qatar, un país productor de petróleo con las mayores emisiones per cápita del mundo. Un digno sucesor para Durban.
Las ayuntamientos, diputaciones y demás organismos oficiales se suman a las campañas de ahorro y eficiencia energética y lo hacen promoviendo el ahorro en los hogares. El último ejemplo nos llega desde Huelva, donde la Diputación, a través de su Área de Energías Renovables, ha puesto en marcha en los municipios de Almonte, Bollullos, Cortegana y Trigueros, un proyecto piloto que pretende fomentar el ahorro energético en 62 hogares de estos cuatro municipios.
Según ha informado el ente provincial en una nota, para ello se van a llevar a cabo estudios o auditorías energéticas en una serie de viviendas seleccionadas que tendrán como objetivo reducir las emisiones de CO2, en un 5,2 por ciento y disminuir entre un seis por ciento y un diez por ciento el consumo energético en el hogar. En Efimarket te proponemos que hagas tu propia auditoría energética online para que tengas consciencia del gasto energético en tu hogar.
Dichas acciones están incluidas en los planes municipales de energía sostenible y tienen el objetivo de fomentar entre la ciudadanía la cultura del ahorro energético y poner en valor su contribución personal en la lucha por la reducción de emisiones a la atmósfera, principal compromiso adquirido por los consistorios onubenses con la firma del Pacto de Gobiernos Locales (Covenant of Mayors).
El proyecto de auditorías energéticas en hogares tendrá una duración de un año y se iniciará en el mes de diciembre con una invitación formal a la ciudadanía para que se sume a la iniciativa. Las viviendas seleccionadas serán objeto de un estudio en el que sus propietarios serán parte activa, dado que recibirán una serie de talleres formativos e informativos para ayudarles a aplicar consejos prácticos y sencillos para ahorrar energía y contribuirán con sus opiniones al desarrollo de una Guía Práctica para el Ahorro Energético.
Además algunas de las viviendas participarán en una experiencia demostrativa para analizar su grado de eficiencia energética actual de acuerdo con sus criterios de construcción y se propondrán medidas que permitan mejorar sus condiciones y eficiencia.
Entre los resultados esperados a corto plazo, reducir un 10% los consumos energéticos en los hogares seleccionados y un 5% las emisiones de gases de efecto invernadero y a medio plazo desarrollar un modelo de Ordenanza sobre edificación sostenible que sea de aplicación en los municipios de la provincia.
Desde que los agentes económicos han dicho que con mucha probabilidad acabaremos entrando en recesión este mismo año y que aquello de los brotes verdes era sencillamente mentira, los hogares españoles consideran fundamental el incrementar, en la medida de lo que puedan, sus ahorros porque se presumen tiempos muy complicados por venir.
Es por esta razón que desde el Banco de España, que periódicamente saca un boletín económico, se destaca que se está percibiendo un incremento de la tasa de ahorro de los hogares españoles, cosa que aplaudimos desdeEfimarket.
Además incluye dicho boletín que se prevé que la tasa de ahorro de los hogares podría situarse, pasada la crisis, en términos y niveles superiores a los que se tenían antes del 2007, a comienzos de la misma. Y es que parece que la gente ve como una especie de escarmiento lo ocurrido y considera que la única forma en el futuro de prevenirse de un caso similar es la de incrementar la cifra de dinero ahorrado.
En Efimarket nos preocupamos por la eficiencia energética en los hogares y pymes y ponemos a tu alcance productos y consejos que harán que que tu ahorro económico se incremente a la vez que tus hábitos de consumo se vuelven más responsables y respetuosos con el Medio Ambiente.
En resumidas cuentas, desde Efimarkette invitamos a que no te quedes fuera de esta nueva corriente ahorradora con la que todos ganamos y que ha de ser nuestra filosofía personal de ahora en adelante. Tenemos que ser conscientes de lo necesario que es hacer un buen uso de los recursos. No podemos esquilmar el planeta.
Una de las formas más inteligentes de empezar a preocuparnos por el ahorro energético en el hogar es realizar una auditoría energética propia, al estilo que los ingenieros y consultores especialistas en ahorro energético realizamos en las grandes empresas y edificios.
Aunque a priori pueda parecer muy complejo, con unas pocas herramientas básicas y un procedimiento sencillo de observación y medida podemos llegar a conocer al milímetro el comportamiento energético de una instalación típica de hogar.
La mayoría de los hogares posee prácticamente las mismas «cargas» o «consumos» que llamamos los ingenieros, esto es, equipos que consumen energía eléctrica cuando los usamos y algunos tambien (y he aqui uno de los quids de la cuestión) cuando no los usamos.
Las herramientas
Antes de explicar el procedimiento básico comentaré cuales son las herramientas básicas para poder realizar una correcta auditoría energética en el hogar, y así poder reducir nuestra factura de la luz hasta un 50%.
La herramienta básica que necesitamos es un medidor de energía eléctrica, un contador de electricidad, para poder medir las variaciones en el consumo instantáneo durante el procedimiento de la auditoría. La forma más sencilla (aunque desesperantemente lenta y farragosa) es utilizar el propio contador de electricidad que nuestra compañía distribuidora utiliza para medir y facturarnos el consumo.
La manera más práctica y rápida es utilizar un monitor energéticoo contador instantáneo de electricidad, que de forma instantánea nos indica el consumo actual, facilitando así una rápida realización de la auditoría. Como ventaja adicional, estos aparatos permiten registrar como datos esos consumos instantáneos a lo largo del tiempo, y descargándolos en un ordenador podemos visualizar nuestra «curva de carga» o «curva de demanda«, de forma que de una forma gráfica y muy visual podremos entender rápidamente cuándo consumimos más energía, e incluso identificar a qué aparatos puede ser debido el incremento o decremento de consumo en un instante dado de la curva.
El procedimiento
Una vez armados con un medidor de energía, o contador instantáneo de electricidad, iniciaremos el procedimiento de observación y medida que recomendamos desde Efimarkety que para la típica instalación de hogar proporciona los mejores resultados.
Estando conectado el monitor energético al cable principal del interruptor automático general del cuadro de protecciones (ver aquí cómo se instala correctamente un monitor energético) comenzaremos apagando y desconectando el cable de alimentación de todos los aparatos eléctricos de la casa (especialmente los que tengan fuentes de alimentación conectadas a bases de enchufe, o aparatos en standby, etc.), exceptuando si no quereis ser tan rigurosos, el frigorífico, ya que es facilmente identificable si está en marcha su motor compresor o no (un ruido constante de fondo).
Desenmascarando a los ladrones de energía
Una vez hecho esto, y si no teneis «ladrones de energía» escondidos en casa (cosa poco habitual) el contador instantáneo de electricidad debería de dar una lectura de 0 kW. Como esto seguramente no será así (aseguraos de que el frigorífico no está en marcha en ese momento) tendreis que descubrir de donde vienen esos «consumos fantasma«. Os aseguramos de que a partir de aquí podeis llevaros grandes sorpresas. La pregunta que os estareis haciendo es ¿cómo podemos saber ahora de donde provienen esos consumos si estamos seguros de tener todo desconectado?
Pues bien, la solución es sencilla. Id al cuadro general de protecciones. ¿Teneis identificados qué líneas alimentan todos los interruptores automáticos que hay en el cuadro? Si es así, debereis ir apagando cada uno de ellos (empezando de menor a mayor potencia o amperaje), esperando que el consumo del monitor energético se actualice, y comprobando si desciende o no. En caso de que no descienda, seguis desconectando uno cada vez, esperando unos segundos y repitiendo la operación hasta que noteis un cambio. Un vez identificado el interruptor automático, ya sabreis con mucha aproximación cual puede ser el «consumidor fantasma» o «ladrón de energía«. En caso de no tener identificados los interruptores, lo mejor es encender todas las luces y aparatos eléctricos, ir desconectando cada interruptor y viendo que aparatos o luces se han apagado. Después de hacer esto, escribir inmediatamente debajo de cada interruptor automático el nombre de la carga que alimenta, para tenerla controlada en el futuro.
Por lo general, algunos de los equipos que podeis encontrar que consumen gran cantidad de energía estando aparentemente apagados son:
Equipos de aire acondicionado centralizados de techo (100-150W)
Encimeras de inducción o vitrocerámicas táctiles (70-150W)
Fuentes de alimentación o equipos con transformador (10-80W)
Otros (hornos microondas, hornos, etc., 5-20W)
Tened en cuenta, para que tengais un orden de magnitud, que por cada 100W de potencia instantánea mantenida durante 24h al día y 365 días al año vuestra compañía comercializadora de electricidad os facturará 175€ al año (suponiendo un coste de factura de 20c€ por kWh, impuestos y potencia contratada incluida). Así que cuidado con esos consumos fantasma, porque aunque parezcan pocos vatios, a lo largo del año suman muchos kWh.
¿Cómo evitar esos consumos fantasma? Fácil: desconectad el interruptor automático del cuadro general que alimenta cada uno de esos aparatos cuando no tengais que usarlos. Puede parecer un poco pesado al principio, pero sabiendo la cantidad de dinero que puede suponer al cabo del año, uno se anima pronto.
Los consumos en standby
Una vez desenmascarados esos consumos fantasma, iremos conectando poco a poco cada uno de los paratos que previamente habíamos desenchufado. Veremos seguramente cómo por cada aparato que reconectemos aumenta unos pocos vatios el consumo instantáneo. Son los famosos consumos en standby. Estos otros consumos tienen facil solución: podemos tener el cuidado de apagarlos completamente cada vez que los usemos, o bien podemos adquirir dispositivos de eliminación de standby, que se amortizan por lo general en menos de un año, y por otro lado nos permite despreocuparnos y no tener que estar pendiente de si hemos desconectado o no esos aparatos.
Aprendiendo lo que consumen las cosas
Y llegó el momento más divertido. Gracias a vuestro monitor energético o contador instantáneo de electricidad podreis ir encendiendo y apagando todos los aparatos y equipos eléctricos en vuestra casa, y medir cuánto consumen. De nuevo os podeis llevar sorpresas. ¿Cuanto creeis que consume un secador de pelo? ¿Y una lavavajillas?¿Y una lavadora?¿Y vuestro frigorífico?¿Y vuestra magnífica TV de plasma de 50″?¿Y la Playstation?¿Y esas luces halógenas que teneis en el salón?¿Y el aire acondicionado?
Os aseguro que es muy divertido descubrir cuánto consumen la cosas. ¡Podeis incluso hacer porras en familia! A partir de ahora no sólo sabreis cuanto consumen los aparatos eléctricos de vuestra casa, sino que conocereis cuales son los mayores consumos, y por tanto, dónde vale más la pena sustituir equipos por otros más eficientes, y así notar un mayor ahorro, rentabilizando la inversión económica que tengamos que hacer.
La consciencia energética
Llegados aquí, habreis descubierto un nuevo estado mental que hasta el momento ignorabais en mayor o menor modo: la consciencia energética. A partir de ahora, sereis conscientes en todo momento de cuánto consume cada una de las cargas que teneis conectadas en casa, y tendreis mucho cuidado a la hora de dejar luces encendidas, aparatos en standby, ventanas abiertas con la climatización conectada… Bienvenidos entonces al estado de consciencia energética, uno de vuestros primeros pasos para poder pagar un 50% menos de factura eléctrica.
En el próximo artículo seguiremos desgranando los trucos e ideas más interesantes para seguir reduciendo nuestra factura eléctrica, aprovechando toda la información obtenida gracias a la realización de esta auditoría energética.
La biomasa es la fuente de energía térmica más importante en la actualidad, a la espera de avances en otros campos con gran potencial pero poco desarrollados como pueda ser la energía geotérmica. La transformación de biomasa en energía térmica no deja de ser la revisión de uno de los hábitos energéticos más antiguos de nuestra sociedad: quemar materia orgánica para calentarnos. Pero eso no quiere decir que la utilización de calderas de biomasa no siga vigente y se nos presente como una interesante forma de conseguir energía calórica de una forma sostenible y lo que es más interesante aún, a un precio competitivo.
Los problemas actuales relacionados con la escasez de recursos y con los daños medioambientales hacen que los usos eficientes y alternativos esten cada día más en boga y es por eso que en Efimarket aplaudimos medidas como las llevadas a cabo en la región de Murcia, donde municipios como Puerto Lumbreras y San Javier se han convertido en pioneros en el uso de calderas de biomasa para generar energía en edificios públicos. La primera de estas iniciativas se puso en marcha en el colegio público Fulgencio Ruiz, de Santiago de la Ribera, que estrenó la primera caldera de biomasa en un centro escolar de la Región de Murcia. Por su parte, el ayuntamiento de Puerto Lumbreras tiene previsto instalar próximamente este tipo de calderas en edificios públicos del municipio que tienen un mayor gasto energético como podrían ser el Consistorio y centros educativos para reducir en más de un treinta por ciento la factura energética.
Desde Efimarket no nos cansamos de repetir que la eficiencia energética es vital en nuetra sociedad actual y ponemos a tu disposición una amplia gama de productos eficientes y sostenibles para el hogar y la pyme, como las estufas de biomasa que podrás encontrar en nuestra web.
En Efimarket llevamos tiempo apostando por la eficiencia energética. Queremos que hagas un buen uso de los recursos y te apartes del despilfarro porque es bueno para el Medio Ambiente y también para tu bolsillo. El último estudio que ha llegado a nuestras manos hace referencia a la climatización de nuestros hogares, y es que la calefacción central supone el 50% del gasto que tiene que afrontar una comunidad de vecinos durante las estaciones de otoño e invierno, ya sea de gasóleo o gas natural, según informa la empresa de administradores de fincas Afinco.
Para ayudar a reducir la factura de la calefacción central y ahorrar energía, Afinco ha elaborado un decálogo con diez medidas a poner en práctica por las comunidades de vecinos.
La empresa recomienda mantener la temperatura en el interior de la vivienda en torno a los 21 grados, no regular la calefacción en función de la temperatura de los radiadores, ya que lo importante es que la temperatura se mantenga estable dentro de casa.
Además, Afinco explica que es necesario revisar el estado de las ventanas de la vivienda con el fin de evitar pérdidas innecesarias, también es conveniente cerrar los radiadores y/o instalar válvulas termostáticas en las viviendas que reciben más calor y, en caso de ausencia prolongada de la vivienda, es conveniente cerrar todos los radiadores.
La empresa recomienda retrasar la hora de encendido de la calefacción los fines de semana, así como el horario de uso en relación con el horario establecido el año anterior, entre quince minutos y media hora por la mañana y quince minutos y media hora por la noche.
Por último, sugiere instalar una sonda que aplique un corte del servicio de calefacción al detectar una temperatura exterior elevada, colocar contadores de energía en los radiadores, de tal forma que se facture de forma individual en función del consumo de cada vivienda, y, a largo plazo, invertir en sistemas de regulación automáticos y en la instalación de calderas de alta eficiencia energética.