El sector de la biomasa crea la plataforma Probiomasa

El sector de la biomasa advierte de la «crítica» situación que atraviesa y, para defender su continuidad y promover la utilización de esta fuente de energía, ha creado la nueva plataforma Probiomasa.

En un comunicado, la nueva plataforma pide al Gobierno que apueste por el desarrollo de la biomasa y considere estratégica esta tecnología, por ser la que más empleo y riqueza genera en el medio rural, la que más impuestos paga, la que más residuos valoriza y la que más emisiones de CO2 evita.

Además, Probiomasa asegura que esta actividad es la aporta una mayor estabilidad al sistema eléctrico y no tiene relación con la aparición del déficit de tarifa. Además, es 100% gestionable.

Los productores de biomasas agroganaderas están representados por las organizaciones profesionales agrarias ASAJA, COAG y UPA, así como por las cooperativas agro-alimentarias.

Además, los productores de biomasas forestales están representados por la asociación COSE, que agrupa a las asociaciones de propietarios forestales privados de cada una de las comunidades autónomas.

Junto a esto, los productores de energía renovable a partir de la valorización de las biomasas están representados por APPA Biomasa, que es la patronal empresarial del sector de la biomasa en España, y por ADAP, que defiende los intereses de los productores de biogás de España.

Desde Efimarket damos la enhorabuena por esta inicativa y esperamos que sirva para seguir difundiendo las bondades de esta fuente de energía límpia y renovable, con la que además podemos reducir nuestro consumo energético de calefacción en nuestros hogares.

Fuente: El Economista

Los bosques españoles retienen el 15% de nuestras emisiones de CO2

Según han declarado los investigadores del CREAF (Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales) recientemente, los bosques españoles acumulan una media de 5 toneladas de CO2 por hectárea y año, y los de Lugo, A Coruña y Gerona son los más activos, mientras que los de Alicante, Málaga y Valladolid son los menos transformadores. Los bosques de la zona norte llegan a albergar tasas máximas de hasta 7 toneladas por hectárea, seguidos de cerca por la masa forestal del sistema central y el prepirineo oriental.

Otra conclusión del estudio, que se ha hecho comparando datos de las últimas ediciones del Inventario Nacional Español, recogidos entre 1986 y 2008, y analizando 22.447 parcelas de bosque, es que el aumento de temperatura media de un grado de los últimos veinte años y la reducción de las lluvias en un 6% han provocado un menor crecimiento de los bosques.

Martínez-Vilalta ha recordado que este cambio climático tan severo y las repercusiones que ha tenido sobre la masa forestal concluyen que los bosques de las zonas húmedas de España son los más vulnerables a estos cambios porque están menos adaptados.

En este sentido, ha cifrado en casi un 50% la reducción de la tasa de crecimiento, y ha alertado de que si el calentamiento sigue creciendo como parece, «los bosques podrían llegar a ser emisores limpios de CO2 a finales de siglo».

También se ha asegurado que los bosques que están gestionados (los que se limpian regularmente) tienen mayor capacidad de absorción de CO2 que los que no lo están, y por ello los investigadores defienden esta gestión como una herramienta eficaz para mitigar el impacto del cambio climático en los balances de carbono. Además, gracias a esas limpiezas se obtiene también un recurso de biomasa que puede utilizarse tanto para calefacción como para generar electricidad.

Desde Efimarket pensamos que si las Comunidades Autónomas aumentaran sus esfuerzos en la gestión adecuada del recurso forestal, se crearía empleo, se reduciría el riesgo de incendio y se podría obtener recurso de biomasa con la que poder calentar instalaciones públicas e incluso generar parte de la energía eléctrica que se consume en servicios públicos. Además de todos estos beneficios, ahora sabemos gracias a este estudio que estaremos favoreciendo también la fijación de mayores cantidades de CO2.

Fuente: MadrI+D

Aumento alarmante de los gases de efecto invernadero

Tuberías gasesLa concentración de gases de efecto invernadero no deja de aumentar en la atmósfera a pesar de la fuerte crisis económica que desde 2008 castiga a los países más desarrollados. Según los datos que ha dado a conocer la NOAA, la agencia atmosférica de EEUU, el calentamiento de la atmósfera terrestre producido por los gases de efecto invernadero de origen antropogénico se ha incrementado en un 29% desde 1990 hasta 2010.

El CO2 es el principal gas de efecto invernadero y además es el que mayor poder calorífico posee, por lo que se le imputa cerca del 80% del calentamiento producido desde 1990. En 2010, la concentración de CO2 aumentó ligeramente, alcanzando las 389 ppm (partes por millón), por las 386 ppm en 2009 o las 354 ppm de 1990. Se calcula que, a mediados del siglo XIX, antes del comienzo de la Revolución Industrial, la concentración rondaba las 280 ppm.

El metano también sube

El segundo gas con mayor poder de calentamiento es el metano, que registra un aumento continuo desde el año 2006, después de que sus niveles se mantuvieran estables durante una década y bajaran en el periodo 1983-1999, fruto del colapso de la antigua URSS y de una menor emisión de combustibles fósiles.

En cambio, a finales de 2010, la concentración de metano alcanzó las 1.799 ppm, por las 1.794 de 2009 o las 1.714 de 1990. Este aumento está asociado a la subida de temperaturas en el Ártico y una mayor precipitación en los trópicos durante los años 2007 y 2008.

El dióxido de nitrógeno ocupa el tercer lugar respecto a los gases de efecto invernadero más potentes, y también ha registrado un aumento continuado en sus niveles de concentración.

La vida de estos gases de efecto invernadero es muy larga, puesto que su permanencia en la atmósfera de la Tierra se prolongará durante décadas. Y como explica Jim Butler, investigador de la agencia, «el cambio climático tiene el potencial de afectar a muchos aspectos de la sociedad, incluido el suministro de agua, la agricultura, los ecosistemas o la economía».

Fuente: Público

Un líquido entre millones de opciones para capturar CO2

Paisaje cieloOptimizar las características de las prometedoras sustancias con las que trabajan es uno de los empeños de un grupo de científicos de la Universidad de Burgos

Las previsiones apuntan a que en los próximos años se incrementará el uso de combustibles fósiles en el mundo, unas fuentes de energía contaminantes cuyo uso provoca la emisión anual a la atmósfera de millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2). En los últimos años han surgido diversas investigaciones, muchas a iniciativa de los estados, que buscan modos eficientes de capturar este gas. Un grupo de científicos de la Universidad de Burgos trabaja con líquidos iónicos para lograr este fin. Ante la dificultad de encontrar el fluido adecuado dadas las millones de opciones existentes, analiza cuáles son las moléculas que conducen a las propiedades más adecuadas y, por tanto, hacen más efectiva la captura.

El grupo busca en su día a día combinaciones de iones de distintos tipos que sean capaces de absorber de forma adecuada el CO2. Los líquidos iónicos con los que trabajan, que en realidad son sales con un punto de fusión muy bajo, tienen unas propiedades muy distintas a la del resto de las sustancias químicas, lo que les hace “muy interesantes” para esta labor de captura, ha explicado el responsable del grupo, Santiago Aparicio.

Optimizar las características de las “prometedoras” sustancias con las que trabajan es uno de los empeños de estos científicos, quienes intentan que los líquidos iónicos, además de tener una capacidad de absorción de dióxido de carbono adecuada, presenten unas buenas características de viscosidad o de degradación térmica adecuadas, por ejemplo, ha manifestado.

Además de que los líquidos capturen el CO2 con una eficacia relativamente alta y de que el proceso sea lo más óptimo posible, el grupo de investigación indaga para lograr que este proceso se ejecute con el menor coste posible. “La captura del CO2 supone un sobrecoste económico a la electricidad”, por lo que tratamos “de que ese paso adicional que estamos añadiendo a la generación de electricidad” no incremente “más de un 20 ó un 30 por ciento” su precio, algo “ bastante complejo” con la tecnología actual, ha dicho.

Artículo completo en DiCYT.