Es una gran noticia que sigan saliendo a la luz resultados de investigaciones que refuerzan la posición de las fuentes de producción alternativas como la llevada a cabo por el grupo de Sistemas Agrarios (AgSystems) de la Universidad Politécnica de Madrid y del programa AGRISOST, en la que se ha calculado la cantidad potencial de biomasa de origen vegetal que la superficie agrícola y forestal española puede proporcionar para la obtención de bioenergía. Para ello, se han utilizado las estadísticas de superficie y producción agrícola y forestal, considerando solo la biomasa que no tiene un uso alimentario directo.
Debido al creciente interés despertado por la obtención de energía de forma sostenible por parte de la sociedad, y dado que existen tecnologías en estado comercial capaces de emplear la biomasa como una forma eficiente de generar energía, nace la necesidad de calcular la disponibilidad anual de biomasa vegetal que no se destina a la alimentación. Con este objetivo, el proyecto ha contabilizado los restos de los cultivos que no tienen un uso alimentario directo, así como los restos de las podas y de los cultivos energéticos.
El procedimiento de cálculo se aplicó a tres años consecutivos, obteniéndose una disponibilidad anual media de energía de la biomasa potencial de 15,17 Mtep (Millones de toneladas equivalentes de petróleo). Esta cantidad podría proporcionar hasta un 10% de la demanda energética española actual. Se ha determinado también que la variabilidad interanual llega a alcanzar el 20%, siendo mayor en los cultivos herbáceos que en los leñosos, debido a los ciclos de sequías y otros factores limitantes de la producción vegetal, que con gran frecuencia suceden en el ambiente mediterráneo. El recurso potencial predominante de la agricultura española es la paja de cereal, por lo que las zonas donde estos cultivos son dominantes serían aptas para su aprovechamiento con fines energéticos. También son adecuadas las zonas donde hay una gran acumulación de residuos procedentes de la poda de la vid y del olivo.
El cálculo potencial de biomasa vegetal no alimentaria utilizable con fines energéticos realizado con la actual distribución de usos de la tierra y las producciones actuales es inferior a los objetivos marcados en el PER (Plan de Energías Renovables) y en el PANER (Plan de Acción Nacional de Energías Renovables). También hay que advertir la elevada variabilidad interanual de la biomasa debido a la climatología propia de un ambiente mediterráneo. Así, las conclusiones de este trabajo señalan que España presenta una variable y limitada capacidad para la generación de energía primaria a partir de biomasa vegetal no alimentaria ni forrajera.
En Efimarket nos declaramos seguidores confesos de la biomasa como forma de producción de energía y seguiremos luchando por una mayor eficiencia energética y por eliminar el mal uso de los recursos.
Fuente: Ecoticias