Suma y sigue: una nueva subida de la luz

De nuevo, otra subida de la luz

Desde ayer, los consumidores de electricidad domésticos sufriremos la enésima subida en los precios de la luz, la tercera en año y medio. Es necesario recordar que en los últimos cinco años, el precio de la luz ha aumentado un 60%, aunque anteriormente ha habido incrementos de hasta el 75%.

Esta subida acontece después del mayor descenso en el precio de la electricidad de los últimos 10 años, acaecido en el mes de abril. Ya anticipamos en este blog que aquella medida no era más que la calma relativa que se siente en el ojo de un huracán.

Y efectivamente, parece que por fin, después de haberse retirado a sus cavernas a estudiar el próximo zarpazo al consumidor, tal vez el zarpazo definitivo, ya vienen el Gobierno y el oligopolio, cogidos como siempre de la manita, preparados para fastidiar al personal, justo ahora que los portavoces económicos del Gobierno de Super-Mariano, empiezan a ver brotes verdes en nuestra deprimida economía.

Tiempos cada vez más difíciles para el consumidor de electricidad

Pues preparense para lo que viene:

• La reforma eléctrica, que si por primera vez este Gobierno cumple algo de lo que dice, se llevará a consejo de ministros el próximo viernes o a más tardar al siguiente. En esta cacareada reforma eléctrica vienen auténticos bombazos, como posibles nuevos recortes a las renovables (si, esas tecnologías de las que el Gobierno saca pecho cuando habla de la Marca España en sus intervenciones en el extranjero, pero a las que degüella en España) y el esperadísimo decreto del balance neto. Me apuesto con cualquiera de ustedes a que el balance neto nace muerto en este país, el más soleado de Europa: los peajes por uso de la red como almacenamiento de energía serán tan altos, que la rentabilidad de cualquier instalación fotovoltaica bajo este decreto arrojará retornos de la inversión de más de 10 años y un buen pico de ingresos para los de siempre, las compañías eléctricas. La desobediencia solar será la única salida, no se le pueden poner puertas al Sol…
• El nuevo recibo de la luz. La Comisión Nacional de la Energía está detallando como será el nuevo recibo de la luz en la que la parte fija correspondiente a la potencia contratada tendrá más peso, de tal forma que por ejemplo, una segunda residencia en la que se consuma mucha menos luz pero con igual potencia contratada que en la vivienda habitual, pagará más en el recibo de lo que se paga ahora. Fantástico, oye: como las compañías eléctricas cada vez ingresan menos por culpa de las pamplinas esas de la eficiencia energética y el autoconsumo, habrá que trucar el recibo para que sigan ingresando dinero a espuertas, no? Que luego cómo van a pagar a los políticos retirados esos abultados sueldos en sus consejos de administración, hombre por Dios!! Es que no pensamos en ellos, pobres…
• El déficit tarifario. A todo esto, el famoso déficit tarifario sigue creciendo. Ni los recortes anticonstitucionales del Ministro de Industria a las primas de las renovables, ni las tasas a las demás energías, ni la salida de los costes extrapeninsulares, ni ninguna otra medida, han conseguido que este invento del amigo Rodrigo Rato, genio de las finanzas donde los hubiere, deje de acrecentar una deuda que los consumidores nunca decidieron. Por otro lado, las compañías eléctricas siguen negándose a ser sometidas a una auditoría de sus costes reales (no están obligadas a proporcionar información de sus costes reales desde 1997), con la que se podría comprobar si ese déficit de tarifa se ajusta a la realidad o no (yo apostaría a que no, fijense que atrevimiento…).

Cosas que se pueden hacer para no sucumbir ante estas medidas

Pero no todo está perdido para el ciudadano. Afortunadamente, la tecnología y la necesidad se aunan para encontrar soluciones viables, cada vez más asequibles, sencillas y efectivas. Veamos algunas de ellas:

• Autoconsumo instantáneo. Si nuestro consumo durante las horas de sol es constante y conocemos su valor, podemos instalar un kit solar de autoconsumo que al menos mientras luzca el sol, elimine la mayor parte del mismo. Esto es lo que se conoce como autoconsumo instantáneo. Técnicamente habría que legalizarlo, pero muchos ciudadanos no lo están haciendo. ¿Por qué tener que pagar o informar de una instalación que me puede ahorrar hasta el 70% de mi consumo si nunca vierto execedentes? Es «alegal», pero tambien es un abuso lo que está haciendo el Gobierno y sus amigos las eléctricas. Esto es una guerra de guerrillas: ellos son solo 5 o 6, muy poderosos, eso si, pero nosotros somos millones…
• Autoconsumo con almacenamiento. Ya hay equipos y kits híbridos que además de permitir el autoconsumo instantáneo, permiten almacenar los excedentes solares en baterías, para poder consumirlos, por ejemplo, por la noche cuando ya no hay sol. Así evitamos verter excedentes a la red, que nos puedan detectar y/o regalar los sobrantes. Así de sencillo, así de efectivo.
• Cambiar a una tarifa con discriminación horaria. Con una sola llamada, pueden ahorrar hasta un 30%. O más, segun el caso. Si ustedes son de los que desayunan y marchan al trabajo o a estudiar, y no vuelven hasta bien entrada la tarde, no lo duden, llamen a su compañia y pidan un cambio por una tarifa con discriminacion horaria. Eviten realizar grandes consumos en las horas punta (de 13h a 23h en verano, de 12h a 22h en invierno) y compueben cómo se reduce su factura eléctrica de forma sorprendente. Después pueden llamarme y darme las gracias por el consejo.

Está claro que estamos en guerra, contra la política energética del Gobierno, el Ministerio de Industria más letal de la historia contra las renovables, uno de los activos más importante de este país y de sus ciudadanos, y contra la influencia maquiavélica que el oligopolio eléctrico realiza sobre el Gobierno de turno, obligándole a legislar cual títere, a favor de sus intereses, usando como indicador la cuenta de resultados de estas compañías.

Atentos a los próximos consejos de ministros. Cuando aprueben lo que llevan entre manos, volveremos para repasar cómo nos afecta lo que finalmente se publique en el BOE.

Saludos y a la batalla!