A partir del próximo 6 de diciembre, las empresas chinas que no se hayan adscrito al acuerdo con la UE para acabar con el dumping —la venta de productos por debajo del precio de mercado— de los paneles solares, tendrán que hacer frente a un arancel del 47%. La medida convierte en definitivas las decisiones provisionales tomadas el pasado junio y eleva la cantidad a pagar, que en la resolución transitoria se fijaba en el 11,8%. El 25% de los fabricantes chinos sigue sin sumarse al compromiso de la UE con la mayoría de las firmas, que definía precios mínimos para los paneles solares importados desde el gigante asiático, evitando así la competencia desleal.
El Consejo ha aprobado la propuesta de la Comisión Europea, que quería imponer tasas especiales a las empresas que no cumplieran con los compromisos adquiridos en cuanto a dumping y subvenciones ilegales a la producción de los paneles por parte de China. Este acuerdo determina un precio mínimo de entre 56 y 60 céntimos de euro por vatio, dependiendo de si se incluyen los gastos de venta.
A EU ProSun, la organización que agrupa a las empresas europeas de energía solar, la solución le ha parecido insuficiente. Han enviado una queja al Tribunal de Justicia de la Unión Europea para que declare ilegal este acuerdo. Su presidente, Milan Nitzschke, espera que la corte europea declare el sistema de precios mínimos “nulo y sin efecto”. La institución defiende que las tarifas europeas deberían aplicarse a todas las importaciones de paneles solares provenientes de la economía planificada más grande del mundo. Nitzschke pide al tribunal que restaure un “mercado solar libre y racional” en Europa, que se vea “completamente” libre de las importaciones chinas subvencionadas que practican dumping.
Las quejas de organizaciones como EU ProSun llevaron a Bruselas a investigar las importaciones provenientes de China, a finales de 2013. En ella, la Comisión descubrió que muchas compañías chinas estaban vendiendo paneles solares en el mercado único con un precio “muy por debajo” del “normal”. Además, estas empresas recibían subvenciones ilegales que estaban causando un daño “significativo” a los productores europeos. El ejecutivo comunitario impuso en junio de este año medidas provisionales que gravaban las importaciones para equilibrar los precios y en agosto, aceptó un pacto con la mayoría de empresas de energía solar de la potencia asiática para concretar precios mínimos.
Las conclusiones adoptadas este lunes se aplicarán a esas otras compañías chinas que no se han comprometido con el precio mínimo que detalla el acuerdo. La Comisión espera que tanto las medidas definitivas como el compromiso con las empresas del país frenen “la espiral de precios a la baja” que el mercado europeo y sus empresas de energía solar han estado padeciendo durante los últimos meses.
Vía El País