En tres millones de años no se habían superado tales niveles de concentración de CO2 en el aire. En concreto, 400 ppm (partes por millón), según confirmó ayer la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica de EE UU Los datos se recogieron el pasado jueves sobre el volcán Mauna Loa en Hawai donde se encuentra una de las estaciones de referencia sobre calidad del aire. Y aunque en principio se trata de un estudio preliminar, los científicos que están al frente de la medición ya advierten de que el calentamiento global se estaría acelerando más que nunca por la mano del hombre.
Entre otras cosas, porque otras estaciones también están ofreciendo datos preocupantes. Es el caso del Instituto Scripps de Oceanografía en San Diego, que ya ha alcanzado el dato de 399,73 ppm.
Lo cierto es que desde las primeras mediciones que datan de 1958 cuando se superaron las 316 ppm, la curva de contaminación ha aumentado sin control, si bien hasta la Revolución Industrial y el uso masivo de combustibles fósiles, la tasa no excedió de 300 ppm durante al menos 800.000 años.
Con hielo en el Ártico
«La última vez que el mundo tenía una concentración de 400 ppm de CO2 fue hace unos tres millones de años, cuando la temperatura global fue de dos a tres grados más alta que en la era preindustrial, cuando existía hielo en el Ártico», explica Bob Ward, director de comunicaciones del Instituto Grantham de Investigación sobre el Cambio Climático y el Medio Ambiente de la Escuela de Londres de Economía y Ciencias Políticas.
«Los casquetes polares eran más pequeños y el nivel del mar era unos 20 metros más alto que el actual. Estamos creando un ambiente prehistórico en el que nuestra sociedad tendrá que hacer frente a riesgos enormes y potencialmente catastróficas», subraya sobre las amenazas que se ciernen sobre el medio ambiente. «La naturaleza necesitó cientos de millones de años para cambiar las concentraciones de CO2, nosotros lo hemos hecho en una escala de 100 años, un millón de veces más rápido», considera Michael Mann, climatólogo de la Universidad de Pennsylvania.
Lo cierto es que el objetivo fijado por la comunidad internacional es el de contener el calentamiento global a 2°C por encima de los niveles pre-industriales. Por encima de este límite, los científicos consideran que el sistema climático se encontrará fuera de control. Hoy por hoy, y con los datos recogidos en Mauna Loa, el planeta estaría viviendo un aumento de 2,4 grados, según el último informe elaborado por expertos de la ONU sobre el Cambio Climático. «Me gustaría que no fuera cierto, pero parece que el mundo se va a soplar a 400 ppm sin perder el ritmo. A este paso vamos a golpear 450ppm dentro de unas décadas», alerta Ralph Keeling, un geólogo de la Scripps Institution of Oceanography que opera en el observatorio hawaiano.
Pero no todo está perdido. «Podemos reducir los niveles de dióxido de carbono mediante la reducción de las emisiones globales», explica Ward confiado en un relevo a Kioto.
El volcán de Hawai que mide la calidad de la atmósfera
El volcán Mauna Loa es uno de los cinco volcanes que forman la isla de Hawai junto con Mauna Kea, Hualalai, Kohala y Kilauea. Significa «montaña alta» y con una altura de 5.000 metros es la sede del Observatorio Hawaiano de Volcanes desde 1912. Al ser un enclave privilegiado, se unieron posteriormente las estaciones encargadas de medir la concentración de gases en la atmósfera, así como del comportamiento del sol.
Vía La Razón