Hoy, día 1 de octubre de 2011, dejan de comercializarse las clásicas bombillas incandescentes de 60W. Esta es uno más de los hitos marcados por la Directiva Europea 2009/125, que fija un calendario que se viene cumpliendo desde septiembre de 2009 (fecha en la que se eliminaron las bombillas de 100W) y que finaliza con la eliminación total de las tradicionales bombillas incandescentes en 2016.
El objetivo de esta directiva es el fomento de la eficiencia energética, ya que la sustitución de este tipo de bombillas por otras de bajo consumo permiten ahorros de hasta el 80% de la energía empleada en la iluminación.
En una nota, General Electric explica que un tercio de la electricidad que se consume en el mundo se debe a la iluminación y que la sustitución de las bombillas tradicionales por nuevos sistemas de tecnología eficiente permitirá reducir las emisiones de CO2 en unos 15.000 de toneladas al año, así como ahorrar hasta 60 euros en cada factura de la luz.
Como alternativas a las bombillas incandescentes, la empresa cita la lámpara halógena de 42W, que es la que más se parece a las convencionales de 60W. Esta bombilla, asegura, aporta la misma cantidad de luz, es regulable, se enciende al instante y tiene la misma forma, pero es un 30% más eficiente.
Además, cita como otras alternativas la lámpara fluorescente compacta de espiral de 12W, que ofrece un ahorro energético del 80%, es de encendido rápido, no produce parpadeos al encenderse y proporciona luz blanca cálida, ideal para el uso frecuente en salas de estar y comedores.
En cuanto a las bombillas LED, asegura que son el futuro de la iluminación gracias a su vida media de entre 10 y 25 años, esto es, 25 veces más que la bombilla incandescente. Además, ofrecen una capacidad de ahorro un 80% superior a los sistemas tradicionales.
Excelente y clarificador artículo de Jorge Morales de Labra, de la Fundación Renovables, en el que se desgrana y se saca a la luz las irregularidades existentes alrededor de la TUR, la Tarifa de ültimo Recurso, que sufrimos más de 20 millones de usuarios en España, desde que en 2009 el gobierno liberalizara el mercado eléctrico, y permitiera que los usuarios con menos de 10kW de potencia contratada se atuvieran a esta tarifa.
El cambio se justificó políticamente porque era necesario crear una tarifa para suministrar a clientes desprotegidos que fueran “maltratados” por las comercializadoras en el mercado libre que pasaban a ser las únicas que vendían energía.
En el artículo se cuenta cómo se calcula la TUR. Esto se hace como suma de tres componentes:
Las tarifas de acceso a redes (peajes), que son las mismas que deben aplicar los comercializadores en el mercado libre;
El coste de la energía (lo que algunos denominan la parte “liberalizada” de la TUR); y
El margen reconocido a los CUR.
Sobre el coste de la energía, el gobierno tiene poco que hacer, por ello la intervención política se ha centrado en la fijación de los peajes, de forma que se han subido y bajado sin planificación previa dependiendo de la evolución de los costes de la energía.
Este juego es muy peligroso porque de los peajes se deriva el famoso –y de cuantificación muy discutible– déficit de tarifa, dado que una bajada en los mismos no supone que las Eléctricas dejen de ingresar cantidad alguna, sino que el Gobierno reconoce la deuda y pospone su pago a largo plazo.
Hasta aquí lo más o menos conocido.
Lo que no lo es tanto es que la fórmula de cálculo de la TUR tiene dos componentes principales:
La estimación del precio medio aritmético del mercado diario –pool– y
La estimación de una serie de coeficientes de ajuste de éste, derivados de aspectos técnicos.
Para la estimación del precio del pool se utiliza principalmente el resultado de una subasta celebrada unos 10 días antes del comienzo de cada trimestre, la conocida subasta de Compras de Energía para el Suministro de Último Recurso, “CESUR”.
El resultado de estas subastas es escandaloso, porque desde el tercer trimestre de 2009, cuando se puso en marcha la TUR, siempre han arrojado un precio superior al que luego ha resultado ser el precio del pool, esto es, el precio de futuro siempre sobreestima el precio de contado. En general suelen sobreestimar el precio entre un 10 y un 20% aunque en una ocasión –primer trimestre de 2010– llegaron a superar el 50%.
En total, en los dos años de vida del sistema, el beneficio adicional derivado de esta diferencia de precios entre las subastas CESUR y el mercado de contado asciende a cerca de 1.100 millones de euros.
(…)
Tras dos años de funcionamiento, este sistema acumula cerca de 1.400 millones de euros de sobrecostes para el consumidor.
La tarifa de último recurso (TUR) de gas natural subirá un 1,2 % de media a partir de mañana, mientras que la bombona de butano se incrementará un 1,92 %, hasta los 15,09 euros con IVA incluido, de acuerdo con las resoluciones publicadas hoy en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Según han detallado en fuentes del Ministerio de Industria, dentro de las tarifas reguladas de gas, la denominada TUR 1, para hogares que sólo tengan agua caliente y cocina con gas, subirá un 0,99%, unos 0,18 euros más de media al mes; en tanto que la TUR 2, para clientes que además usan el gas natural para calefacción, se incrementará un 1,26%, unos 0,74 euros más al mes.
El aumento medio de ambas tarifas es del 1,2%, unos 0,46 euros más al mes. En España hay actualmente 7,3 millones de clientes de gas, de los que 4,2 millones están en el mercado libre y algo más de 3 millones permanecen acogidos a las tarifas reguladas. La subida se debe al incremento del 2,7% en los precios de las materias primas, señalan desde Industria.
‘Only Sustainable 2011’ congregará en Miami por segundo año consecutivo a expertos y profesionales del sector de las energías sostenibles en el ámbito americano con el objetivo de confirmar el potencial de la región en esta materia.
El evento sobre energías sostenibles, en donde se espera establecer alianzas y relaciones entre los distintos referentes de la industria, se celebrará entre los 7 y 9 de noviembre en el Centro Wolfson del Miami Dade College. Se espera la participación de profesionales de Estados Unidos, América Latina y Europa, entre otros.
Las energías renovables representan una de las industrias de mayor desarrollo y tienen un crecimiento anual del 46%, según se desprende de un reciente estudio de «Bloomberg New Energy Finance», que informa que solamente en 2010 se invirtieron cerca de 200 millones de dólares en energías renovables en todo el mundo. De esa cantidad, cerca de 15 millones fueron invertidos en América Latina, en donde este tipo de desarrollos registraron un crecimiento medio de inversión anual del 90% en los últimos cinco años.
La iniciativa Expoelèctric, que durante cuatro días ha reunido a más de 40 expositores y empresas que comercializan vehículos eléctricos, ha cerrado este sábado con una jornada en la que se ha permitido a la ciudadanía probar las novedades del sector.
Expoelèctric ha estado patrocinada por Gas Natural Fenosa y Nissan, y durante una semana ha convertido a la capital catalana en un gran aparador de vehículos de cero emisiones.
En la última jornada los ciudadanos han podido probar más de 25 coches, una quincena de motos, unas veinte bicicletas, dos camiones y cinco furgonetas, que se presentan como el futuro de la locomoción al estar propulsados por electricidad.
A lo largo de cuatro días el Expoelèctric ha organizado otras actividades como la EcoSèries –un campeonato de conducción eficiente con el Circuito de Cataluña como escenario–, una jornada técnica de la moto eléctrica, y una ruta eléctrica entre Barcelona y el Circuito de Cataluña.
El proyecto quiere que Barcelona –que cuenta con 240 puntos de recarga y más de 300 vehículos eléctricos en su parque automovilístico– siga el ejemplo de ciudades europeas como Zermatt y Saas-Fee (en Suiza) pioneras en la movilidad eléctrica.
La subasta entre las comercializadoras arroja un encarecimiento del 13% en la electricidad, aunque la decisión final sobre el precio que pagan los consumidores es del Ministerio
La subasta eléctrica (CESUR), que supone aproximadamente la mitad de lo que el usuario paga en el recibo, se ha cerrado con una fuerte subida respecto a la celebrada en el trimestre anterior. El denominado término de energía se incrementó en un 13%, por lo que, según los técnicos del sector, la Tarifa de Último Recurso (TUR) debería subir en la revisión de octubre al menos un 5,9% en el supuesto de que el Gobierno mantuviera congelada la parte regulada de la factura (los peajes).
Fuentes del sector eléctrico apostaban ayer por la posibilidad de que Industria rebaje esos peajes para que la luz no vuelva a subir en pleno periodo electoral. En lo que va de año, la tarifa eléctrica acumula una subida superior al 10% (9,8% de enero más 1,5% en el mes de julio). La subasta CESUR está siendo examinada con lupa por la CNE ante las acusaciones que apuntan a la manipulación de precios en los días previos a la subasta para lograr incrementos en la tarifa.
La TUR, la tarifa a la que están acogidos más de 20 millones de hogares se calcula como la suma de tres componentes: las tarifas de acceso a redes (peajes), el coste de la energía (lo que ha subido el 13%) y el margen de las compañías comercializadoras.
En 2010, la luz subió un 2,6%, en 2009 un 3,5% y en 2008 un 9,08%. El precio de la luz viene subiendo cada año desde 2003, aunque desde 2006 (5,28%) lo hace por encima del IPC.
¿Sabes qué es el interruptor de control de potencia y para qué sirve? ¿Has recibido una carta de tu compañía eléctrica diciendo algo de un ICP? ¿No lo tienes y te ha dicho un conocido que es obligatorio instalarlo? En este artículo vamos a hablar del ICP, para qué sirve, si es obligatorio tenerlo instalado y quién debe realizar la instalación. Veremos además que podemos reducir el importe de nuestra factura eléctrica instalando el ICP.
Tal y como vimos en el artículo sobre la factura eléctrica, existe un concepto denominado «potencia contratada» que es la potencia que nos reserva la compañía eléctrica. Esta potencia es la máxima que se puede consumir, y se determina considerando un coeficiente de simultaneidad a los receptores de la vivienda u oficina.
Por ejemplo, si disponemos de horno, microondas, lavadora, lavavajillas, plancha, secador de pelo, etc, la suma de la potencia de todos ellos es muy elevada (más de 10 kW, diez mil vatios). Sin embargo, consideramos que no todos los aparatos van a funcionar a la vez y se contrata la potencia que más se aproxime a nuestras estimaciones. Existen distintos valores normalizados para la potencia a contratar, siendo los más habituales en viviendas y pequeñas oficinas los valores de 3,3 y 5 kilovatios. Últimamente, debido a la cada vez mayor potencia demandada, principalmente debido a los aires acondicionados, se está contratando el valor de 9,2 kW.
El interruptor de potencia es un dispositivo que se coloca a la entrada del cuadro eléctrico (en el propio cuadro o en una cajita colocada a su lado) y se encarga de limitar la potencia consumida. Por este motivo se le conoce también como limitador de potencia. Al superarse la potencia contratada, el dispositivo actúa (de forma un poco rudimentaria pero efectiva) cortando el suministro eléctrico. Esto nos deja sin suministro hasta que volvemos a activar el ICP manualmente. Con este método la compañía eléctrica controla que no consumamos más potencia de la contratada.
Antiguamente el dispositivo que realizaba esta función era un simple fusible, que se conocía coloquialmente como «plomo». Los que tenemos más edad recordaremos la expresión «han saltado los plomos» cuando excedíamos la potencia contratada.
Esta desconexión fortuita del suministro, aunque podría parecer lo contrario, sucede en contadas ocasiones tal y como demuestra la realidad, puesto que la simultaneidad en los aparatos es muy baja. De todas formas, si se convierte en algo frecuente, es indicativo de que nuestra potencia contratada y simultánea están muy próximas, siendo recomendable una ampliación de potencia contratada (con su coste adicional en la factura, lógicamente).
La realidad es que numerosas instalaciones actuales (las antiguas y muchas que han sido reformadas) no disponen de ICP, resultando muy difícil para la compañía suministradora el control de la potencia eléctrica consumida. LLegados a este punto, se procede a una modificación progresiva de la normativa vigente para obligar a instalar el ICP.
La primera reforma legislativa que regula esto es el Real Decreto 1454/2005, que estableció la obligatioriedad de disponer de elementos de control de pontencia en todas las instalaciones eléctricas. Más adelante, en el año 2008 se pudo en marcha el procedimiento por el cual las empresas distribuidoras deben comunicar a los consumidores esta obligación. Este es el motivo por el que estamos recibiendo cartas de nuestra compañía eléctrica (se establecen hasta dos envíos por cliente) avisándonos de la necesidad del ICP.
Finalmente, a través de la Orden ITC/1559/2010, se establece como fecha límite el 16 de Junio de ese mismo año para la instalación del ICP. ¿Y si no lo hemos instalado para esa fecha? ¿Nos cortan el suministro? Pues no, la legislación marca como «solución» que la compañía eléctrica nos suba la factura hasta que se realice la instalación del ICP. Y la penalización aplicada no es precisamente baja.
Concretamente, basándose en que no se sabe qué potencia se está consumiendo, la compañía eléctrica modifica las condiciones de facturación y nos aumenta la potencia contratada sobre la que se calcula la factura. La potencia contratada que nos facturarán es de 10 kW para potencias contratadas originalmente de cinco kilovatios o menos, y de 20 kW para potencias de hasta 10 kilovatios.
Tomando el ejemplo más habitual de viviendas con 3,3 kilovatios contratados, estamos hablando de una penalización que triplica el término de facturación debido a la potencia contratada (pasamos de 3 a 10). Si recordamos del artículo de la factura eléctrica que por cada kilovatio de potencia contratada se pagan 1,48 euros al mes, estamos sufriendo un recargo de casi 7 euros en el recibo. Realmente es una cantidad a tener en cuenta.
Desde Efimarket nos consta que todavía queda muchísima gente sin ICP, bien porque viven fuera y no han recibido las cartas, bien porque no han entendido lo que les pedía la compañía (esto es habitual en personas de la tercera edad), o directamente porque no han querido pagar la instalación del ICP. Sea de la forma que sea, hay mucha gente pagando un recargo muy importante desde hace más de un año sin ser conscientes de ello. Y lógicamente, la compañía eléctrica no va a protestar por incrementar las facturas de los clientes.
Realmente aquí ya no estamos hablando de ahorrar energía, sino de impedir que nos cobren más dinero de la cuenta. ¿Cómo podemos regularizar nuestra situación? Los pasos a seguir son los siguientes:
1.- Comprobar si tenemos el IPC instalado. Como ya hemos dicho, se encuentra dentro de una cajita al lado del cuadro o bien en el propio cuadro. Es muy fácil de identificar porque suele llevar un precinto y lleva marcadas las siglas «ICP». Si no nos queda claro, podemos revisar nuestra factura eléctrica a ver si aparece una potencia contratada excesiva.
2.- Si tenemos ICP instalado, pero no está precintado, a efectos legales no nos sirve. Tendremos que avisar a la compañía eléctrica para que envíen un técnico a verificar y precintar el ICP. A partir de aquí nuestra factura volverá a la normalidad.
3.- Si no tenemos ICP instalado, podemos alquilarlo a la compañía eléctrica o contratar a un instalador autorizado para que lo instale. En el primer caso la compañía eléctrica nos cobrará una cuota por alquiler mensual del ICP. En el segundo caso, os cobrarán por el trabajo una sola vez. Es recomendable solicitar varios presupuestos.
En cualquier caso, y teniendo en cuenta que muchas de las viviendas con este problema son antiguas o con instalaciones fuera de normativa, recomendamos encarecidamente que se avise a un instalador autorizado para comprobar la situación de la instalación existente y si lleva instalado el ICP correctamente. Aquí estamos entrando ya en un tema de seguridad eléctrica, y lo mejor es dejar el tema en manos de un profesional. Además es necesario aportar el certificado de un instalador autorizado para legalizar nuestra situación.
Con este artículo esperamos que os quede claro el asunto de la instalación del interruptor de control de potencia. Si tenéis dudas para identificar vuestro ICP, enviadnos una fotografía de vuestro cuadro y os responderemos enseguida. Recordad que Efimarket es vuestro fiel asesor.
La movilidad sostenible está de moda. Medios de comunicación, políticos y expertos de todo tipo hablan continuamente sobre ella. Pero, ¿sabemos lo que es exactamente la movilidad sostenible? ¿Conocemos qué puede aportar para nuestro ahorro? Todas estas dudas y mucho más las resolveremos en esta nueva serie temática, que como siempre va a formar parte de la GUÍA EFICIENCIA ENERGÉTICA EFIMARKET.COM.
Para entender el concepto de movilidad sostenible tenemos que situarnos en el ámbito de la protección medioambiental. Para proteger el medio ambiente estamos llevando a cabo numerosos planes para reducir el consumo energético y las emisiones de CO2 a la atmósfera. Aunque podamos pensar que esta batalla se encuentra focalizada en el tema de las centrales de generación eléctrica y las energías renovables, existe otro frente abierto muy importante. Como sociedad desarrollada que somos, estamos obligados a realizar una gran cantidad de desplazamientos (que ahora llamamos movilidad) por motivos personales o de trabajo. Y prácticamente este modelo de movilidad se base en el uso del coche particular.
Según los datos del Ministerio de Fomento, la mitad de los kilómetros recorridos son interurbanos (entre ciudades), un 20% rurales y un 30% de tipo urbano. Aunque los porcentajes se mantienen, en los últimos 15 años los desplazamientos han aumentando en un 90%. En términos absolutos, el transporte supone el 40% de toda la energía consumida en España, convirtiéndose en uno de los grandes objetivos de la eficiencia energética.
La situación actual nos lleva a responsabilizar al transporte de la cuarta parte de las emisisones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. La mayoría de estas emisiones son debidas al transporte por carretera.
No obstante, la movilidad tiene efectos mucho más amplios sobre el medio ambiente, la salud y el bienestar. Estos efectos son especialmente importantes en zonas urbanas, donde es necesario combinar el uso del transporte con el bienestar de los ciudadanos.
El deterioro del aire es uno de los efectos inmediatos del uso continuado del transporte, principalmente debido al dióxido de nitrógeno y las pequeñas partículas emitidas que son los contaminantes que más afectan a la salud.
También se estima que casi un 30% de los hogares se ven afectados por el ruido producido por el tráfico. Si vivimos en una ciudad, como la mayoría de nosotros, el ruido de los vehículos es algo ya asumido por desgracia, tanto de día como de noche. Esto a largo plazo nos hace vivir más estresados, dormir peor y estar deseando irnos fuera en vacaciones.
Otra consecuencia de la movilidad, principalmente urbana, son los atascos. ¿Quién no ha sufrido grandes atascos provocando llegar tarde al trabajo o a nuestras citas personales? ¿Quién no ha pensado en estas situaciones que sobran coches en el mundo?
No contentos con todo esto, el tráfico deja unas lamentables cifras de siniestralidad que podrían verse reducidas con un uso más sostenible del coche, además por supuesto combinado con las necesarias medidas de seguridad vial.
A la vista de estos datos, se han iniciado políticas de reducción de emisiones de los vehículos fabricados, consiguiendo un 17% menos de emisiones de CO2 por kilómetro en los coches nuevos. No obstante, es tal el incremento de desplazamientos que son necesarias otras medidas para combatir la cada vez mayor contaminación.
Aquí es donde aparece la movilidad sostenible. Bajo este nombre tan mediático encontramos un grupo de medidas y formas de actuar enfocadas a combatir todos estos efectos negativos de la movilidad. El objetivo de un uso responsable del transporte es la reducción de la energía consumida (eficiencia energética) y una mejora en nuestra calidad de vida, que últimamente tiene bastantes deficiencias…
Como siempre ocurre en estos asuntos de eficiencia energética, la movilidad sostenible es cosa de todos. Nuestra contribución no es importante sino fundamental para lograr entre todos un ahorro energético importante y una calidad de vida mejor.
Y a esto vamos a dedicar esta nueva serie temática. Siguiendo nuestra trayectoria de eficiencia energética y ahorro en el hogar y las pymes, vamos a hablar entre otras cosas sobre el vehículo eléctrico. Veremos la situación actual y las ventajas del coche eléctrico, las bicicletas eléctricas, incluso la nueva moda de los patinetes eléctricos. Y por supuesto toda una colección de consejos para reducir nuestra factura energética a través de la movilidad sostenible.
Como siempre, ponemos a vuestra disposición esta nueva serie temática en el ámbito de la Guía Eficiencia Energética Efimarket.com, esperando vuestros comentarios, aportaciones y sugerencias para próximos artículos.
Con este artículo damos comienzo a una nueva serie temática, esta vez dedicada a la eficiencia y el ahorro en la pequeña y mediana empresa (pymes). Las pymes se encuentran en una situación complicada, pues sus facturas energéticas son más elevadas que en el caso de los hogares, pero no tienen la dimensión suficiente para que sean rentables las soluciones de ahorro energético de tipo industrial. Dicen los estudios que las pymes pueden ahorrar una media del 20% de la energía consumida. En esta serie vamos a aprender cómo podemos ahorrar en la factura de nuestras pequeñas y medianas empresas. Esta serie temática va a formar parte de la GUÍA EFICIENCIA ENERGÉTICA EFIMARKET.COM.
El tejido empresarial de España está formado en su gran mayoría por pequeñas y medianas empresas. El incesante aumento del precio de la energía (subidas del precio de la electricidad, subidas del precio del gas, etc) supone un duro incremento en la factura final de las empresas. Esta situación, que se desarrolla en un ámbito económico adverso, lleva a situaciones muchas veces inasumibles para la rentabilidad de las pymes. Nos vemos obligados a reducir gastos como sea para mantener en funcionamiento la empresa. Si conseguimos reducir el consumo energético de la empresa evitaremos recortar gastos en otras partidas, e incluso salvar varios puestos de trabajo.
A nivel global, ese 20% de margen para el ahorro que tienen las pymes supone casi 1500 millones de euros, que podrían invertirse en 50 mil puestos de trabajo. Además, este ahorro de consumo supondría la energía consumida al año por tres millones de hogares y una emisión de 10 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera. Así se desprende de los datos de un estudio realizado por Unión Fenosa sobre la gestión de la demanda a nivel de pequeño y mediano consumidor.
Según los datos estadísticos de estudios recientes, los sectores con mayor ineficiencia energética son los destinados a comercio, restaurantes, cafeterías y servicios profesionales (despachos). Podemos sospechar de la importancia que tiene la energía eléctrica en este tipo de actividades, principal culpable de engordar el recibo de electricidad. Por este motivo la parte central de esta serie temática se va a centrar en el consumo eléctrico en las pymes.
Realizando un análisis de las pymes españolas nos damos cuenta que es necesario actuar en varios frentes para lograr la necesaria eficiencia energética. Las pymes disponen de un margen importante para reducir su consumo eléctrico, siendo perfectamente rentable la adopción de medidas de ahorro energético. Sin embargo, en general la pequeña y mediana empresa no está totalmente concienciada sobre los beneficios y los ahorros que le puede suponer implantar una política energética.
Además, aún en el caso de existir una concienciación en eficiencia energética, en general los directivos y trabajadores de las pymes carecen de formación técnica suficiente para adoptar con plenas garantías acciones de uso eficiente de la energía. Este es el gran problema de las pymes, pues se encuentran en el rango de consumo donde es necesario realizar acciones de ahorro y uso racional de la energía, pero carecen de entidad suficiente como para tener un experto en plantilla.
Nuestra experiencia nos demuestra que las pymes se debaten en este fatídico intervalo, gastan mucha más energía que los hogares pero no disponen de los medios y las soluciones técnicas de la gran industria, con personal cualificado dedicado a estas tareas. Tampoco existe una cultura implantada sobre el uso de servicios energéticos (auditoría energética). Desde Efimarket.com nos ponemos a vuestra disposición para ayudaros a ser vuestro propio gestor energético y asesoraros para ahorrar energía en las pymes. Podéis enviarnos vuestras dudas y consultas a través de la sección Jose y Tania responden, y os ayudaremos a gestionar vuestra factura eléctrica.
Con esta serie temática dedicada a la eficiencia energética y ahorro en las pymes, pretendemos ofrecer a las pequeñas y medianas empresas información suficiente para:
Sensibilizar. Queremos que toméis conciencia sobre la necesidad de adoptar modelos de ahorro energético, tanto por la reducción de la factura como por su impacto a nivel medioambiental.
Informar. Es importante conocer cuáles son las diferentes opciones de eficiencia y ahorro energético, para poder planificar una política de uso sostenible y razonable de la energía.
Asesorar. Estamos a vuestra disposición para ayudaros a tomar decisiones con plenas garantías, avalados por una adecuada formación técnica y amplia experiencia en el sector. Os ayudamos a reducir vuestra factura energética.
Para implantar una adecuada política de ahorro energético en una pyme consideramos necesario incidir en tres pilares fundamentales: cultura energética, control energético e innovación tecnológica. A través de esta serie de artículos esperamos sentar las bases para que tengáis una cultura energética y de ahorro, asumiendo un consumo responsable (y más económico) de la energía. Publicaremos sendos artículos sobre el ahorro en iluminación y en climatización, que son los dos elementos problemáticos.
En cuanto al control energético, a través de otro artículo sobre sistemas y dispositivos de control del consumo de la energía os explicaremos cómo llevar la cuenta de la energía eléctrica que estamos gastando y cómo deducir actuaciones de ahorro a través de los datos obtenidos.
Y por último, y no por ello el menos importante, está la innovación tecnológica. Este tema será a lo largo de la serie temática, donde descubriremos qué nuevas tecnologías más eficientes están en el mercado, haciendo especial énfasis en la iluminación.
En esta serie no podemos dejar de lado otro tema de gran importancia, que son los contratos de suministro eléctrico para pymes. Nos adentraremos en este confuso mundo y aprenderemos qué tipo de contrato es más adecuado para nuestra empresa.
Esperamos que esta nueva serie temática, en el ámbito de la Guía Eficiencia Energética Efimarket.com, os resulte de gran interés, y que por supuesto os suponga ahorros importantes (que no está la situación para tirar dinero innecesariamente).
Imagen cabecera | Fuente: Business por Kosta Kostov
Ahora que nos hemos concienciado para ahorrar, hablaremos del calor del verano y los aparatos de aire acondicionado, este año, además coincide su puesta en marcha con la subida del precio de la energía eléctrica.
¡Es que hace tanto calor…! En España, país de veranos muy severos, el aire acondicionado se ha convertido en una necesidad a pesar de las enormes facturas eléctricas a final de mes. En el artículo de hoy vamos a aprender cómo podemos optimizar el consumo (ahorro energético en el hogar) y reducir la factura eléctrica. No solamente es importante el confort térmico, sino también el «confort» de nuestro bolsillo.
El primer consejo parece obvio: no poner en marcha el aire acondicionado. Esta solución tan «tonta» tiene más sentido del que parece a primera vista. Además de ahorrar energía eléctrica y evitarnos algún que otro constipado innecesario, en muchas ocasiones la brisa existente o un simple ventilador nos puede refrescar bastante bien. Por una parte, por las mañanas a primera hora y sobre todo a la puesta del sol suelen aparecer brisas relativamente frescas que nos hacen la situación más agradable. Abriendo las ventanas refrescamos la habitación y renovamos el aire, que nunca viene mal. Por otra parte, el uso de ventiladores que mueven el aire, aunque no reducen la temperatura real de la habitación, sí que proporcionan una sensación térmica agradable gracias a la corriente de aire que produce. Este método es muy utilizado durante las horas de sueño, pues los ventiladores son bastante silenciosos. Por supuesto que consume energía un ventilador, pero en cantidades muy inferiores a un aparato de aire acondicionado.
Estamos de acuerdo en que no es comparable a tener la habitación climatizada constantemente a 25 ºC de temperatura, pero podemos reducir la franja horaria en que utilizamos el aire acondicionado. Lógicamente hay que considerar la climatología de cada zona, que obliga en algunos casos a recurrir sí o sí al aire acondicionado casi todo el día.
En las horas del día en que utilizamos el aire acondicionado tendremos en cuanta una serie de recomendaciones para su uso eficiente. Quizás unos de los aspectos más importantes es mantener la temperatura de la habitación (a través del termostato) entre 25 y 26 grados en verano. Este rango es el recomendado para un aprovechamiento eficiente de la climatización, además de ser una temperatura adecuada para la salud, evitando así resfriados o infecciones respiratorias tan típicas en estas fechas. Un ejemplo de la importancia de este rango de temperatura es su obligatoriedad por normativa para todos los sectores distintos al doméstico, con el fin de garantizar un equilibrio entre bienestar y consumo energético. Se estima que cada grado de temperatura interior fuera de este rango genera un consumo adicional del 10% de energía.
En ocasiones la habitación a climatizar puede estar a mayor temperatura que la calle, por ejemplo si se ha tenido todo el día cerrada dándole el sol mientras estamos en la playa, y queremos enfriar el aire para la cena. Es recomendable abrir las ventanas para ventilar el aire, sacando de esta forma el aire caliente y haciendo entrar aire limpio y saludable. Una vez que tenemos la habitación más fresca y con aire limpio, ponemos en marcha el aire acondicionado y necesitaremos menos energía para enfriar la habitación.
En relación al termostato, queremos hacer una pequeña aclaración sobre su funcionamiento. Se trata de un sensor de temperatura que mide la temperatura en el punto exacto donde se encuentra, que en teoría debe ser la temperatura media de la habitación. Si el termostato está en una próximo a una fuente de calor (un electrodoméstico, una bombilla, una ventana, o incluso una persona), la temperatura que mide es superior a la media de la habitación y por lo tanto mantendrá funcionando el aire acondicionado para reducir esa temperatura ficticia, enfriando en exceso la habitación. Es importante que el termostato se encuentre situado en un lugar adecuado sin que se vea afectado por fuentes de calor.
Una vez que tenemos climatizada la habitación, nuestra intención principal es mantener las condiciones de confort con el mínimo de consumo del aparato de aire acondicionado. Para ello es fundamental mantener las ventanas y puertas cerradas para evitar el escape del aire frío y la entrada de aire caliente. Si se necesita salir, hay que cerrar la puerta inmediatamente. La entrada de aire caliente baja de forma importante la temperatura media y obliga al aparato de aire acondicionado a enfriar ese aire adicional. Pensemos que si la temperatura de la calle está a 34 grados, entra aire a 10 grados por encima de la temperatura de la habitación. Por supuesto esto también es aplicable a nuestros viajes! En caso de que estemos usando el aire acondicionado del coche, tampoco deberíamos abrir las ventanillas.
En este mismo sentido hay que considerar el aire que escapa por las aperturas de puertas y ventanas. Tenemos que prestar especial atención al sellado correcto de las puertas y ventanas. Si la edificación es antigua, es recomendable colocar juntas de goma o similar para evitar que se escape el aire. Disponer de muros con aislamiento térmico también es fundamental para reducir las pérdidas, aunque este no es un aspecto que podamos solucionar fácilmente si el edificio ya está construido.
Tan importante como impedir que salga el aire frío de la habitación es impedir que entre el calor de la calle. ¿Cómo podemos lograr esto? El mayor aporte de calor se produce a causa de los rayos solares a través de los cristales. Además este calor se almacena en los muros interiores y se desprende con posterioridad hacia la habitación. Colocando toldos podemos dejar la ventana en sombra e impedir que entre el sol directamente a la habitación. Si disponemos además de cortinas y persianas también podemos reducir la entrada del sol. Resumiendo, cuanto más calor dejemos entrar desde la calle, más energía consumirá el aparato de aire acondicionado para enfriar la habitación. ¡El sol directo que entra a la habitación nos cuesta dinero!.
Mantener las luces encendidas en habitaciones vacías también contribuye a calentar el ambiente. Pensemos que supone unos 100 vatios de calor generándose continuamente, calor que debe compensar el aire acondicionado cuando se ponga en marcha. Si todos podemos usar la misma habitación para hacer nuestras actividades conseguiremos ahorrar energía, tanto en el consumo de las luces como en el del aire acondicionado. Esto tambien puede reducirse utilizando iluminación eficiente, que reduce el calor emitido por las bombillas, reduciendo las necesidades de climatización.
Otro aspecto que influye en el uso eficiente del aire acondicionado es la vestimenta. No tenemos la misma sensación térmica si llevamos mucha ropa que si adoptamos un atuendo más veraniego. Si estamos obligados a llevar camisa de manga larga y corbata vamos a tener más calor que si vamos en camiseta. Adaptando la forma de vestir podemos llegar a un confort térmico sin necesidad de bajar en exceso el termostato.
Si nos lo podemos permitir, podemos adaptar también el horario de nuestras actividades a las horas de menor calor. A primera hora de la mañana y a última hora de la tarde (que todavía hay luz natural) el calor es bastante más llevadero. Si nos levantamos pronto podemos aprovechar varias horas de fresco antes de que empiece a calentar el sol. Además ya lo dice el refrán, a quien madruga…
Por último, para garantizar un consumo eficiente del aparato de aire acondicionado es necesario que funcione correctamente. Es importante hacer un adecuado mantenimiento del aparato, sobre todo en la limpieza de los filtros, que aumentan sensiblemente el consumo. Además, un filtro sucio puede provocar alergias y enfermedades. Por otro lado, la unidad exterior de aire acondicionado trabaja mejor cuando expulsa el calor a un ambiente a menor temperatura, por lo que es aconsejable que esté protegida del sol.
Lógicamente, la eficiencia de un aparato de aire acondicionado repercute en el consumo eléctrico. En los últimos años se ha mejorado enormemente el rendimiento de los sistemas de climatización, por lo que se recomienda sustituir los modelos antiguos por aparatos con etiquetado energético de clase A, que tienen un consumo muy inferior a los anteriores. Publicaremos más adelante un artículo sobre este tema.
Como podéis ver, el uso eficiente del aire acondicionado no esconde más secretos que los del sentido común. Siguiendo una serie de sencillos consejos podemos reducir el consumo necesario en climatización durante este verano. Las centrales eléctricas emitirán menos CO2 a la atmósfera y nuestra cuenta bancaria nos lo agradecerá. La eficiencia energética en el hogar repercute en el bienestar de todos.