La tecnología LED supera a la de lámpara fluorescente compacta

La tecnología LED supera a la de lámpara fluorescente compacta

Que las bombillas incandescentes son poco eficientes esta claro. Tan claro que la UE las ha retirado del mercado (el último plazo ha entrado en vigor hace unos pocos días). La alternativa son las bombillas de bajo consumo, pero hay dos principales opciones tecnológicas: la lámpara fluorescente compacta (la bombilla de bajo consumo habitual), y la de LED (diodo emisor de luz). Por ahora, son prácticamente igual de eficientes en cuanto a consumo energético, pero un estudio realizado en Estados Unidos y que atiende a 15 parámetros de impacto ambiental de una y otra concluye que la tecnología LED superará a la de lámpara fluorescente compacta en cuanto a impacto ambiental de su producción en el plazo de unos cinco años.

Las bombillas basadas en LED ahora mismo son ligeramente más eficientes que las de bajo consumo convencionales, según el análisis realizado por el Pacific Northwest National Laboratory (PNNL), un centro especializado del Departamento de Energía de Estados Unidos, en colaboración con la empresa británica N14 Energy. El estudio compara la bombilla clásica de hilo incandescente de 60 vatios con la LED de 12,5 vatios y la fluorescente compacta de 15 vatios. Las tres producen la misma cantidad de luz. Pero el análisis no se para en el consumo energético, sino que abarca 15 parámetros de impacto ambiental de cada opción, incluidos los recursos naturales necesarios para su producción, el transporte del producto y el tratamiento de las bombillas como residuo. Con estos parámetros los expertos evalúan la huella ambiental de cada tecnología, incluyendo su efecto potencial en el calentamiento global, en el uso del terreno, en la generación de basura y en la contaminación de agua, tierra y aire. El estudio examina los ciclos completos de vida de los tres tipos de bombilla.

La primera conclusión es obvia: los LED y las lámparas fluorescentes compactas son más ecológicas que las bobillas tradicionales de hilo incandescente, que consumen mucha más electricidad para generar la misma cantidad de luz. Y hay que tener en cuenta que, “utilizar más energía para producir luz significa que esas bobillas incandescentes exigen gastar más recursos naturales para generar la electricidad necesaria que las alimenta”, apunta Marc Lebetter, del PNNL. “Independientemente de si los consumidores optan por LED o por lámparas fluorescentes compactas, este análisis muestra que podemos reducir el impacto ambiental de la iluminación de tres a diez veces”.

La bombilla de hilo incandescente tradicional genera luz cuando una corriente eléctrica atraviesa los hilos que tiene dentro, haciendo que se calienten y brillen. Los LED genera luz cuando la electricidad fluye por un componente electrónico denominado diodo, mientras que las lámparas fluorescentes compactas emiten luz cuando la electricidad excita una mezcla de gases en su interior, creando luz ultravioleta invisible que absorbe el revestimiento fluorescente de la bombilla y la transforma en luz visible.

Entre la tecnología LED y la fluorescente compacta, la diferencia de impacto ambiental se aprecia, no tanto en el consumo eléctrico, como en la energía y los recursos requeridos en la fabricación. La opción fluorescente es ligeramente más dañina medioambientalmente que los LED en 14 de los 15 parámetros considerados en el estudio. El único punto desfavorable para los LED es la generación de residuos peligrosos. Las bombillas hechas con estos dispositivos llevan un componente de aluminio necesario para absorber y disipar el calor generado evitando el sobrecalentamiento. El proceso de obtención del aluminio es intenso en consumo energético y los subproductos, como el ácido sulfúrico, deben ser tratados como residuos peligrosos.

Pero los expertos consideran que, con investigación y desarrollo, va a mejorar la eficiencia de los LED de manera que se reducirá la cantidad de calor producido y el tamaño de esa pieza de aluminio. Según el estudio del PNNL, este avance y otros que se producirán en el proceso de fabricación y en la electrónica, harán que los LED sean aún más ecológicos en comparación con las bombillas habituales de bajo consumo en el plazo de solo cinco años. La lámpara LED en 2017 tendrá un 50% menos impacto que la actual y un 70% menos que la bombilla fluorescente compacta, que no se espera que cambie significativamente a corto plazo.

Fuente: El País

El gas asfixia el sistema eléctrico y a las renovables

El gas asfixia el sistema eléctrico y a las renovablesLa organización ecologista WWF, que publicó ayer su último Observatorio de la Electricidad, propone el abandono definitivo del carbón, al que acusa de ser el principal responsable del formidable incremento de emisiones de CO2 que ha experimentado el sistema eléctrico peninsular en el mes de junio. Según WWF, esas emisiones crecieron un 27,78% con respecto a las de junio de 2011 (6.399.454 toneladas de CO2 este mes de junio; 4.621.493, el mes de junio del año pasado). Por otro lado, el gobierno quiere recaudar con la tasa fotovoltaica que está preparando 550 millones de euros, y tiene previsto destinar este año 570 millones de euros en incentivos a fondo perdido al gas.

Con presupuesto del Ministerio de Economía y del Ministerio de Medio Ambiente, España ha invertido en los últimos cinco años, 770 millones de euros para la adquisición de créditos de carbono. El motivo ha sido que el país ha emitido más CO2 del que se comprometiera a emitir cuando ratificó el Protocolo de Kioto y, para compensar esos excesos, se ha visto obligado a adquirir créditos en los mercados internacionales de carbono. A pesar de ese enorme desembolso, la cantidad de créditos adquiridos es «claramente inferior a las necesidades reales», según el gobierno, por lo que la sangría de recursos económicos va a continuar.

Es más, necesariamente va a incrementarse ese desembolso (dinero que se vuelve humo), pues las emisiones ya se han incrementado, según el último Observatorio de la Electricidad de WWF, boletín mensual en el que la organización ecologista recoge las magnitudes clave de la energía eléctrica en España y en cuya última entrega, la relativa al mes de junio, WWF propone «abandonar definitivamente» el carbón, a la par que recuerda que la Comisión Europea ha criticado duramente al ejecutivo español por haber suspendido las ayudas a las renovablesen la «Evaluación del programa nacional de reforma y del programa de estabilidad de España para 2012«. Así, y según ese documento, «la suspensión de las ayudas a las energías renovables desalienta la inversión en el sector y hará difícil que España alcance sus objetivos energéticos y climáticos en el marco de la Estrategia Europa 2020». Más aún: la Comisión apunta en su «Evaluación…» que, con una menor proporción de energías renovables, la dependencia de España de la energía importada crecerá por encima de la tasa actual, que se sitúa en el 79%, valor que es ya muy superior a la media de la UE, que está en el 54%.

Gas subvencionado

Lejos del discurso ecologista, y asimismo del europeo, la administración de Rajoy no solo sigue subvencionando al carbón (el ministro de Industria, José Manuel Soria, ha prometido al sector 655 millones de euros este año), sino que también está subvencionando (con 26.000 euros por megavatio de potencia) a las centrales térmicas de gas natural. La subvención asciende a, concretamente, 26.000 euros por megavatio instalado durante diez años. Pongamos un ejemplo: el presidente de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, y el presidente de Endesa, Borja Prado, inauguraron el 30 de marzo de 2011 la central de ciclo combinado Besòs 5, que, según Endesa, «tiene una potencia de 859 MW y ha supuesto una inversión de 436 millones de euros«.

Un megavatio de carbón, casi una tonelada de CO2

Pues bien, si multiplicamos 859 MW por 26.000 euros y por diez años, la cantidad obtenida supera los 220 millones de euros, es decir, más del 50% de la inversión que declara Endesa. ¿Conclusión? Los consumidores pagan a Endesa más de la mitad de lo que cuesta levantar la central de ciclo combinado, o sea, que son inversores (en una cantidad superior al 50%) en la sombra: inversores en la sombra… aunque no, desde luego, propietarios de ese 50%. Por lo demás, cada megavatio hora eléctrico generado en una central térmica de ciclo combinado de gas natural emite 0,37 toneladas de CO2, según datos de Red Eléctrica de España (REE). En el caso del carbón, ese factor de emisión es mucho mayor. Según REE, un megavatio hora generado en una central térmica de carbón emite 950 kilos de CO2 (0,95 ton).

Los consumidores están pagando a las eléctricas sin saberlo más de la mitad de lo que cuesta levantar las centrales de ciclo combinado

Dinero que se volatiliza

¿Segunda conclusión? Mientras que, por una parte, los consumidores –vía tarifa (los 26.000 euros salen de ahí)– estamos financiándole a multinacionales como Endesa o Gas Natural Fenosa la construcción de centrales de gas, por otra estamos pagando multas multimillonarias porque emitimos más CO2 (por culpa del gas) de lo que debemos. ¿Segunda conclusión bis? Mientras que, por una parte, los contribuyentes –vía presupuestos generales del estado– estamos subvencionando la quema de carbón, por otra, estamos pagando multas multimillonarias porque emitimos más CO2 (por culpa del carbón) de lo que debemos. Según el gobierno, concretamente, España ha pagado hasta 770 millones de euros durante los últimos cinco años: 770 millones de euros convertidos en humo (en junio, según WWF, el carbón produjo en España 5.434.000 megavatios hora, MWh).

Con retroactividad

El colmo del surrealismo de la política energética española asoma llegado el turno de la solar fotovoltaica (FV). El gobierno no solo no incentiva la inversión en FV con 26.000 euros por megavatio de potencia instalado, sino que, antes al contrario, ha puesto en riesgo a los inversores al legislar con retroactividad. A saber. El ejecutivo había creado un marco muy concreto: el kilovatio generado en una instalación solar fotovoltaica –y en tanto en cuanto era un kilovatio limpio (no emisor de CO2)– merecía un premio, lo llamaron tarifa regulada. El ejecutivo establecía además un precio asimismo muy concreto para esa tarifa, un precio que reconocía esa singularidad específica: la electricidad FV, a diferencia de la convencional, no ensucia, es limpia. Y los inversores, a la luz de ese marco, avalado por el gobierno, diseñaron su hoja de ruta.

Seis mil euros de regalo en el último minuto

A saber: invierto tanto; mi instalación genera tanto; el gobierno avala que el precio que recibiré por cada kilovatio que yo inyecte en la red eléctrica será tanto (gracias a ese aval, por cierto, me ha prestado el banco); dado lo dado puedo devolver mi crédito en tales plazos; amortizo mi inversión en tales otros y, finalmente, obtengo el beneficio que persigo como inversor. Y así estaba todo hasta que… el 23 de diciembre de 2010, apareció en el Boletín Oficial del Estado el Real Decreto-ley (RDL) 14/2010, obra él del ministro de Industria Miguel Sebastián (que fue por cierto quien estableció los 26.000 euros de incentivo al gas; antes eran solo 20.000). El caso es que la norma en cuestión establecía una “limitación de las horas equivalentes de funcionamiento de las instalaciones fotovoltaicas hasta el 31 de diciembre de 2013”.

Prima solar hasta cierto punto

O sea, que lo de antes (la legislación previa) seguía siendo válido, sí, pero solo hasta cierto límite, o hasta cierta “limitación” (por usar la terminología BOE). El RDL de Sebastián decía así: «las horas equivalentes de referencia para las instalaciones de tecnología solar fotovoltaica acogidas al régimen económico establecido en el Real Decreto 661/2007, de 25 de mayo, por el que se regula la actividad de producción de energía eléctrica en régimen especial, serán 1.250 en las instalaciones fijas, 1.644 en las instalaciones con seguimiento a un eje y 1.707 en las instalaciones a dos ejes.» Y, así, una vez superado el límite de horas equivalentes, el importe a percibir por megavatio hora producido por cada instalación fotovoltaica empezaba a ser el precio correspondiente al mercado diario de casación.

Lo que dicta el mercado es dictadura

¿Conclusión? Si hasta el día de antes, algunos megavatios FV habían llegado a percibir hasta 470 euros (gracias a la prima), a partir de la entrada en vigor de ese RDL, algunos megavatios FV –generados más allá de la hora 1.250, allende la hora 1.644 ó después de la hora 1.707, según correspondiera– percibirían 45, 50 ó los euros que dictase el mercado. En fin, que a la característica incertidumbre de la meteorología, se sumaba (se ha sumado) la hasta entonces exorcizada incertidumbre de los mercados. ¿Por qué? Pues porque el precio en el mercado se fija hora a hora, es decir, que un mes puede tener 744 precios distintos de la energía, precios que además pueden variar muy mucho, pero que en todo caso giran en torno a los cincuenta euros, lejos, muy lejos, los 470 euros a partir de los cuales el inversor fotovoltaico (ese al que no le dieron 26.000 euros por megavatio instalado) había redactado su hoja de ruta.

El gobierno le pedirá 500 millones a la FV… ¿para dárselos al gas?

Seguramente 470 euros era una cantidad muy inflada, y seguramente justo es, muy justo, el ajustarla al tan traído y tan llevado «beneficio razonable», pero, de ahí, a cobrar diez veces menos… hay un abismo, o diez. El caso es que el sector las ha estado pasando canutas (el RDL susodicho habría supuesto, según la patronal FV,un recorte de 2.200 millones de euros) y ahora se enfrenta a otra andanada: un impuesto –el 19%– al megavatio hora generado (es el más alto de todos los impuestos energéticos que está preparando el gobierno y pretende recaudar con él 550 millones de euros). A que no sabes cuánto ha presupuestado el gobierno este año como incentivo a la inversión en gas (los famosos 26.000 euros por megavatio)… Sí: 570 millones de euros.

Fuente: energías-renovables.com

Las nucleares, responsables de un aumento de 4.000 millones del déficit de tarifa

Las nucleares, responsables de un aumento de 4.000 millones del déficit de tarifa

Lo dice ANPIER (la Asociación Nacional de Productores e Inversores de Energías Renovables), que difundió hace unos días un comunicado en el que asegura que, según sus cálculos, desde que se instaurara la moratoria nuclear, «las grandes compañías eléctricas españolas han recibido más de 4.000 millones de euros por la moratoria, lo que supone, aproximadamente, un 17% del déficit de tarifa acumulado, que asciende a 24.000 millones de euros«.

Cuatro mil millones por no producir ni un kilovatio

Esta Asociación señala en el comunicado que ha hecho público hace unas horas, que «el gobierno debería revisar las ayudas millonarias que cada año reciben estas empresas eléctricas en concepto de la llamada moratoria nuclear» y que «contribuyen a engrosar el déficit de tarifa» (en 2011 fueron concretamente 64 millones de euros; en total, desde que fue puesta en marcha la moratoria, 4.000, según Anpier). Por otra parte, la asociación solicita «que se aproveche la nueva ordenación del sector para diseñar un nuevo modelo energético basado en las energías renovables«. Anpier hace pública esa petición al gobierno «tras el anuncio de que no se solicitará la renovación de la licencia de explotación de la central nuclear de Garoña, perteneciente a las empresas Iberdrola y Endesa». En España, las propietarias de las seis centrales nucleares (ocho reactores, en total) son Endesa, Iberdrola, Gas Natural y HC Energía.

Con respecto a la «necesidad» de las compensaciones que determinó el gobierno para las eléctricas en concepto de moratoria nuclear, Anpier señala en su comunicado que ya Juan Manuel Eguiagaray, ministro de Industria y Energía desde 1993 hasta 1996, afirmó en su momento que «es conocido que, en pleno proceso de transición a la democracia, el sector público hubo de rescatar financieramente a las empresas eléctricas del país, que se habían embarcado en un proceso de inversión faraónico, derivado de una planificación delirante, en absoluta contradicción con las necesidades constadas de la demanda eléctrica en España» (publicado en Cuadernos de Energía, edición número 21, editado por el Club Español de la Energía). Por cierto, que el apunte delator –y revelador– de Eguiagaray lo recogimos meses después en la edición 78ª de Energías Renovables, concretamente en Otro reportaje sobre el debate nuclear.

Por fin, Anpier señala en su comunicado –también con respecto a la moratoria– que la Unión Europea, «muy pendiente de la nueva reforma del sector», ha advertido recientemente que «una competencia insuficiente en el sector energético ha contribuido a la constitución del déficit tarifario al favorecer una compensación excesiva de algunas infraestructuras, tales como centrales nucleares» (dictamen del Consejo sobre el programa de estabilidad de España para 2012-2015, págína 26). Léase asimismo sobre el particular La UE imputa «costes ocultos» y «compensaciones excesivas» a Unesa.

Fuente: energias-renovables.com

Las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE cayeron un 2,5 por ciento en 2011

Las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE cayeron un 2,5 por ciento en 2011Las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en la Unión Europea cayeron un 2,5% en 2011 respecto al año anterior, según ha informado la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA, siglas en inglés), que destaca que esta mejora se produce a pesar de que ese año se incrementó el consumo de carbón y creció el Producto Interior Bruto (PIB) de la región.

Las emisiones de GEI cayeron aún más en los 15 Estados miembros que comparten un compromiso común respecto al Protocolo de Kyoto (EU-15), disminuyendo en un 3,5% entre 2010 y 2011. Basándose en estas estimaciones de la EEA, las emisiones de la UE en 2011 se sitúan  en aproximadamente un 17,5% por debajo del nivel de 1990. La EU-15 está en el 14,1% por debajo del nivel del año base del Protocolo de Kyoto.

Las principales razones de la disminución de las emisiones de GEI  fueron un invierno más suave en la mayor parte de la UE, que contribuyó a una menor demanda de calefacción de los hogares y un menor consumo de gas natural. Además, el consumo de energía renovable también siguió aumentando en 2011, lo que contribuyó a la disminución observada en las emisiones.

Por sectores, aquellos no incluidos en el régimen de comercio de derechos de emisión de la Unión Europea (EU ETS, siglas en inglés), redujeron sus emisiones alrededor de un 3,1%;  siendo los hogares y el sector servicios, los sectores que más contribuyeron a la reducción de emisiones de GEI. Asimismo, la EEA destaca que el sector transporte también contribuyó a esta mejora por cuarto año consecutivo. Mientras, los sectores que sí están incluidos en el EU ETS redujeron sus emisiones de efecto invernadero en 2011 en un 1,8%.

Detalles de las estimaciones de emisiones para el 2011 por parte de los Estados miembros se publicarán en un informe técnico de la EEA (EEA Technical Report). Este informe rastreará el progreso de los objetivos de mitigación de las emisiones de los gases de efecto invernadero bajo el protocolo de Kyoto y hasta 2020.

Fuente: MadrI+D

La energía eólica podría proporcionar toda la demanda mundial de energía

energia eolicaEl viento que sopla en la Tierra es suficiente para cubrir las necesidades energéticas de todo el mundo. Es la conclusión de dos estudios  publicados esta semana que utilizan complejos modelos numéricos para calcular cuánta energía pueden producir las turbinas eólicas llevada a su límite teórico.

El primero de estos estudios, publicado ayer en Nature Climate Change y liderado por Kate Marvel del Laboratorio Nacional de Lawrence Livermore, calculó que sería posible extraer hasta 400 Teravatios (TW) de potencia del viento que sopla a pocos metros del suelo y cientos de turbinas suspendidas en el aire que aprovechasen las fuertes corrientes de las grandes altitudes.

En un segundo estudio, elaborado por dos científicos de las universidades de Delaware y Standford (EEUU), los autores utilizan otro modelo para llegar a cifras algo distintas pero igualmente elevadas de 250 TW.

Ambos artículos se ocupan también de una preocupación surgida de otros modelos planteados por investigadores como Alex Kleidon, del Instituto Max Planck para Biogeoquímica de Jena (Alemania). Según el investigador, aunque sería posible extraer aun más energía eólica, hacerlo tendría graves consecuencias sobre el planeta, comparables a doblar las emisiones de dióxido de carbono. Los nuevos estudios aseguran que es posible instalar un número de turbinas suficiente para cubrir al menos la mitad de las necesidades energéticas mundiales sin afectar al clima ni agotar la energía eólica.

Consecuencias para el clima

El grupo de Lawrence Livermore estima que las instalaciones eólicas suficientes para cubrir las necesidades energéticas globales solo afectarían la temperatura terrestre en 0,1 grados, y las precipitaciones, en un 1%. Por su parte, el equipo formado por Mark Jacobson y Cristina Archer hace una propuesta algo menos ambiciosa y calcula el número de generadores necesarios para cubrir algo más de la mitad de la demanda energética mundial. Con cuatro millones de turbinas de 5 MW sería posible, según ellos, proporcionar 7,5 TW de potencia (este grupo estima la demanda energética mundial en poco más de 10 TW) sin efectos negativos sobre el clima.

Para realizar sus cálculos, el equipo que hoy publica su artículo en PNAS introdujo un modelo de tierra, mar y aire (GATOR-GCMOM) en el que se extrajo la energía a los 100 metros de altura a los que estarían situadas en realidad las turbinas. Según este modelo, esa extracción de energía a esa altura determinada no agotaría la energía del aire de la atmósfera por encima y por debajo de ese nivel y no provocaría los efectos sobre el clima calculados por Kleidon en un análisis que tomaba como referencia la extracción de aire a ras de suelo.

“No decimos que haya que poner turbinas por todos los lados, pero hemos mostrado que no existe ningún obstáculo fundamental para obtener la mitad o, incluso, varias veces la demanda energética mundial del viento hacia 2030″, dice Jacobson. El espacio cubierto por los molinos, no obstante, sería descomunal. Si su propuesta se llevase a cabo, se instalarían dos millones de turbinas en el mar y las restantes sobre tierra. Solo estas últimas ocuparían un territorio similar al de España y Alemania juntas.

Los resultados de estos dos estudios contradicen las estimaciones presentadas en otros no tan optimistas respecto al potencial de la energía eólica. Es el caso de un artículo publicado por investigadores de la Universidad de Valladolid, con el investigador Carlos de Castro a la cabeza. Este estudio se afirma que muchos de los estudios que obtenían unos resultados de energía potencial eólica tan optimistas estaban mal planteados. Medían la velocidad del viento en distintos puntos del planeta y después evaluaban dónde se podían colocar molinos y cuánta energía se podía sacar de ellos. Este planteamiento olvidaría, según el equipo español, la extracción de la energía cinética del viento que suponen los molinos eólicos, violando el principio de conservación de la energía. Aplicando esta y otras limitaciones, los autores de este análisis consideran que no sería posible obtener más de 1 TW de la energía eólica de todo el planeta. De este modo, la energía eólica no superaría nunca el 10% del consumo actual de energía fósil.

Tras ver el nuevo estudio, De Castro considera que, pese a la mejora de los modelos empleados por los autores, la aplicación práctica de estos cálculos sigue siendo poco realista. “Yo podría llegar a estar de acuerdo con los límites geofísicos que ellos dan para la energía eólica, pero otra cosa es cómo llevas esto a la realidad”, explica. “Alcanzar la concentración de molinos que ellos proponen sería imposible sin reducir la eficiencia mínima que suelen exigir las compañías para instalar”, añade. “Al final, se trataría de obligar a las empresas a que instalasen sus turbinas en determinados lugares sin pensar en la rentabilidad, o llenar de molinos un desierto como el Sáhara, sin tener en cuenta las grandes dificultades tecnológicas de llevarlo a cabo”, señala el investigador de la Universidad de Valladolid.

La discusión entre estos grupos, forma parte del debate sobre cómo hacer la transición energética. Aunque De Castro está completamente de acuerdo en la necesidad de abandonar los combustibles fósiles por las renovables, cree que esa metamorfosis no puede ser tan rápida como creen Jacobson y Archer. “Por un lado, creo que las energías renovables no nos permitirán continuar con los niveles de consumo energético actuales y por otro, creo que la transición requerirá muchos años”, dice De Castro.

Archer, por su parte, considera que la celeridad del cambio depende solo de voluntad política: “El mundo produjo unos 800.000 aviones en 5 o 6 años durante la Segunda Guerra Mundial, así que producir cuatro millones de turbinas eólicas no es técnicamente difícil 70 años después”.

Vía esMateria

Soria deja via libre a una nueva subida de la luz en octubre

Soria deja via libre para una nueva subida de la luzLeíamos ayer en El Economista que el Ministro de Industria, Energía y Turismo no descarta una nueva subida del precio de la luz en octubre, aunque ha matizado, que de producirse, vendrá determinada por la subasta de energía en el mercado.

En este sentido, ha asegurado que el Gobierno no subirá la parte regulada del recibo eléctrico en octubre, por lo que el precio final de la luz dependerá del coste de la energía que arroje la subasta entre operadores que se celebrará este mes.

Ya hemos explicado muchas veces en el Blog de Efimarket que la tarifa de último recurso (TUR), que se revisa cada trimestre (en abril subió el 4% y en julio el 7%), resulta de la suma de dos componentes: los peajes -que retribuyen los costes regulados del sector y que fija el Gobierno-, y el precio de la energía que resulta de las subastas denominadas Cesur.

Así, Soria ha explicado que las variaciones en la factura de la luz van a estar condicionadas por quienes ofrecen al mercado energía frente a los que compran, quienes podrán fijar un precio mayor o menor del que ofrecieron antes. «Si sube, si baja, o se mantiene en el mes de octubre va a depender únicamente del mercado, por lo que el Gobierno no va a interferir con más medidas».

Estas declaraciones no hacen más que dar vía libre a las compañías eléctricas para que sigan manipulando de forma velada las subastas CESUR. En los pasados meses se ha investigado por parte del Gobierno y la CNE los sospechosos aumentos en los precios de la subasta (hasta un 30% en algunos casos) días antes de la misma, así como su posterior descenso, pero no se ha podido demostrar la relación directa de las compañías energéticas con este fenómeno, culpable en parte de que el precio de la electricidad en España sea tan elevado.

Guerra a las gasolineras

Por otro lado, el ministro ha anunciado este lunes que convocara «a lo largo de esta semana» a los máximos responsables de la industria petrolera para expresarles la preocupación del Ejecutivo por el incremento del precio de los carburantes, al tiempo que ha solicitado la colaboración del sector que «no puede quedar al margen» de los sacrificios que se están emprendiendo.

El Ministro ha asegurado también en Televisión Española que se reunirá con las petroleras españolas para tratar la «desproporcionada» subida en el precios de los carburantes.

Asimismo, el titular de la cartera de Industria ha asegurado que el Gobierno está «muy preocupado» por la situación del sector, dado que «no puede admitir –como ocurrió en agosto– que cinco décimas del IPC se atribuyeran al precio del combustible».

Y aqui tenemos otro sector en el que no paran de engañar al ciudadano, ya que, al igual que ocurre con la electricidad, las gasolinas en España son las más caras de España, una vez eliminada la parte de impuestos incluida en el precio. ¿Como puede ser que en uno de los países más empobrecidos de Europa actualmente, tengamos al mismo tiempo la electricidad y las gasolinas más caras? Es difícil de entender tal desaguisado, si no se asume que durante los últimos 20 años los políticos que hemos sufrido han dedicado más esfuerzos a perpetuarse en el poder que a resolver los verdaderos problemas de los ciudadanos.

Redacción Efimarket

Garoña y el «ya no te ajunto» de las eléctricas al Gobierno del PP

garoñaEsta semana pasada conocimos que la empresa propietaria de la central nuclear de Garoña, Nuclenor (participada al 50% por Endesa e Iberdrola),  no ha solicitado a tiempo el permiso de renovación para poder seguir explotando esta central hasta 2019.

El portavoz adjunto del Partido Popular en el Congreso, Rafael Hernando, tachó de «irresponsabilidad» y de «incomprensible» la decisión de la empresa, ya que según dijo, renunciar al permiso de explotación es una «frivolidad absolutamente incomprensible» por parte de Endesa y de Iberdrola, más aun cuando ambas empresas solicitaron al Gobierno la derogación de la orden ministerial con la que el Gobierno socialista propuso el cierre de esa central nuclear para 2013.

Aunque desde Nuclenor no se ha dado una explicación formal sobre el cambio de opinión, Hernando tachó de «sorprendente» que la marcha atrás de Nuclenor se pudiera justificar por la existencia de incertidumbres regulatorias. «Sería muy preocupante que eso se pueda interpretar como un chantaje contra el Gobierno, lo cual sería muy grave», dijo.

Y tan grave. Pero no ya por el chantaje en si, sino por las implicaciones que tiene todo este asunto. Resulta que el Gobierno anda preparando su cacareada reforma energética, que ha enfrentado a los responsables de la cartera de Industria y Hacienda, disputa en la que ha tenido que mediar la vicepresidenta Sáenz de Santamaría para que no llegara la sangre al río. Y precisamente en esa reforma van incluidas algunas medidas impositivas a la actividad de la energía hidráulica y nuclear.

Pues bien, vistas las orejas del lobo, ahora resulta que Endesa e Iberdrola se piensan lo de mantener a Garoña abierta, porque claro, no es lo mismo si ahora vienen y nos ponen un impuesto a nuestra maravillosa producción nuclear. Cuánta codicia esconde el sector energético, que parece venir a usar el «así no juego», que solíamos usar de niños, cuando alguien imponía alguna regla o condición en el juego que no nos favorecía.

Y cuan traicionados se han sentido los gobernantes del PP, que habían hecho suya la causa de las todopoderosas eléctricas (donde más de uno sueña con un retiro dorado tras su paso por la política), y que ahora han quedado en evidencia, sufriendo de la ya demostrada en el pasado insolidaridad de estas empresas.

Cuando las cosas vienen mal dadas y se viven tiempos difíciles, es cuando se demuestra quien es amigo de verdad y quien no. Y en estos momentos, las compañías eléctricas y el Gobierno parece estar revisando su  tratado de «amistad», dados los últimos malos gestos que han estado protagonizando.

Desde nuestra humilde tribuna esperamos que estas circunstancias ayuden a que el Gobierno se tome en serio su responsabilidad sobre el tema y deje de tener en cuenta tanto a las empresas energéticas, que siempre caen de pie, como los gatos (siguen con enormes beneficios a pesar de la crisis) y empiecen a pensar un poco más en los ciudadanos, que a parte de pagar la electricidad más cara del mundo, acecha sobre nuestras cabezas la enorme losa del déficit tarifario.

Redacción Efimarket

 

La voluntad de los autoconsumidores

energia-solar-autoconsumo-balance-neto-efimarket

Hoy compartiremos la opinión de Ana Marco, que recientemente publicó este artículo en la revista online Energías Renovables, y que disecciona y critica con buena pluma el futuro decreto del balance neto. Como muchos sabeis, el sector fotovoltaico no espera que el nuevo decreto sea muy favorable al autoconsumo y sin embargo sí mucho a las compañías eléctricas. Pero sin más os dejamos con este interesante artículo.

«Va a ser difícil impedir la proliferación de pequeñas instalaciones domésticas de producción para  autoconsumo. Se ve que va a ser difícil porque todos los argumentos y argucias disuasorias que se han ido utilizado chocan una y otra vez con la voluntad inamovible de las personas convencidas de que todos debemos colaborar para cambiar este modelo depredador que nos está devorando.

Primero pretendían que no nos enteráramos. En verano del 2009 nadie conocía en España el sistema de medición neta cuando ya era utilizado en la mayor parte de los países desarrollados e incluso sin desarrollar. Me refiero a un sistema en el que las distribuidoras eléctricas pagan por la energía excedentaria que se vierte a sus redes ya que los beneficios que proporciona son indudables (reducen pérdidas e inversiones).

Despues intentaron convencernos de que éramos inversores: se hablaba de que las pequeñas instalaciones no eran rentables y no merecía la pena fomentarlo porque nadie querría instalarlo ¡como si el ciudadano pensara en la rentabilidad cuando se compra una lavadora o un coche o cuando lo que quiere es luchar contra el cambio climático!

Luego salió el borrador de Balance Neto donde ya nos dijeron que de pagar al autoproductor nada de nada, que eso era hacer negocio sin ser empresa y que sería mucho mejor regalar la electricidad excedente anual a las compañías eléctricas, que ellas sí saben cómo hacer negocio (hay que reconocer que en esto no les falta razón). Y los ciudadanos, erre que erre: Que no nos importa, que aún regalando la energía a las eléctricas vamos a ponernos nuestras plaquitas fotovoltaicas en casa y aportar nuestro granito de energía a la civilización frente a la barbarie.

Por cierto que ahí seguimos, esperando que el borrador se convierta en Real Decreto de una vez y a ver cómo sale porque ahora, en el colmo del cinismo y  dando por supuesto que los ciudadanos somos completamente idiotas, se está discutiendo qué peajes tendremos que pagar por disfrutar del famoso «balance neto» argumentando  incluso insolidaridad por parte del autoconsumidor frente al déficit de tarifa.

Mientras tanto muchos, hartos de esperar, han decidido montarse su pequeños kits solares de autoconsumo y regalar, con plena consciencia, toda la energía que no consuman instantáneamente al sistema eléctrico. ¿Y qué hacen algunas eléctricas? Pues han colocado un contador que en vez de restar la electricidad que generan, o al menos no contarla, la suman a la consumida. Sí, cobran la electricidad que les están regalando como si la estuvieran suministrando.

Ante el evidente «error de programación del contador» se impone solicitar la verificación al Servicio de Industria de la Comunidad Autónoma que es quien tiene la responsabilidad de que la medida sea correcta y sirva de base a la facturación como marca el RD 1955/2000 en su articulo 96: «Comprobación de los equipos de medida y control. 1. Tanto las empresas distribuidoras y, en su caso, las comercializadoras o el operador del sistema, como los consumidores, tendrán derecho a solicitar, del órgano de la Administración competente donde radique la instalación, la comprobación y verificación de los contadores, interruptores de control de potencia (ICP) y otros aparatos que sirvan de base para la facturación, cualquiera que sea su propietario«.

Y puesto que la única función del contador eléctrico es medir los consumos producidos para servir de base a la facturación y para cumplir esa función el usuario carga con el coste pagando un precio de alquiler, o bien adquiriendo el contador en propiedad para evitar el alquiler, todo lo demás sobra. Es decir que si quieren ponernos un contador nuevo que mide un montón de cosas, discrimina las medidas por horas, etc., (o sea un artilugio para ofertar servicios comerciales además de controlar nuestros hábitos en la intimidad del hogar), debe ser algo que demande el cliente, no algo que impone la eléctrica, aumentando además el alquiler. En definitiva, el mínimo que necesita la distribuidora es la lectura de la energía para poder facturar la energía que nos suministra, por tanto ese es el contador que nos tendrá que poner, las sofisticaciones, y más si hemos de pagarlas, deberían preguntar si las queremos o preferimos tener nuestro propio sistema para gestionar el consumo.

Aunque hasta ahora la Administración parece preferir alinearse con las poderosas eléctricas en vez de con los ciudadanos a los que administra, la voluntad de los autoconsumidores va por delante de las leyes y mas temprano que tarde conseguirá que prime el bien común frente a los intereses económicos de algunos.»

La eficiencia energética es lo más efectivo para reducir las emisiones de CO2

La eficiencia energética es lo más efectivo para reducir las emisiones de CO2En poco más de diez años, España ha logrado colocarse entre los líderes mundiales en energías renovables. El esfuerzo ha permitido que produzca una energía más limpia y ha reducido la dependencia energética del exterior.

Sin embargo, por el camino se ha olvidado otra ruta paralela hacia un estilo de vida sostenible: la de la eficiencia energética. Esa vía, que se construye a base de pequeños gestos como cambiar una bombilla, utilizar el transporte público o no pasarse con el aire acondicionado, puede ser, según un estudio que acaba de ver la luz, una forma más barata que las renovables para reducir las emisiones de CO2 y luchar contra el cambio climático.

En un artículo publicado la semana pasada en Energy Policy, un grupo de investigadores españoles liderados por Álvaro López-Peña, del Instituto de Investigación Tecnológica & Cátedra BP de Energía y Sostenibilidad de la Universidad Pontificia Comillas, señala que, según un análisis del periodo de 1996 a 2008, un enfoque dirigido a mejorar la eficiencia energética habría sido más barato que el apoyo a las renovables si el objetivo exclusivo hubiese sido reducir las emisiones de CO2. Los autores cuantifican el ahorro en 5.000 millones de euros anuales (2.100 millones en promoción de renovables y 2.900 en reducción de costes por alcanzar la demanda reducida).

A partir de estos datos, en el artículo se argumenta que, desde el punto de vista de la política energética, una conclusión natural sería que «las políticas de eficiencia energética deberían ser priorizadas por encima de las de promoción de las renovables». «Sin embargo», añaden, «también es evidente que la eficiencia energética no puede eliminar por completo el consumo de energía». Por lo tanto, si el objetivo es tener un sector energético con apenas emisiones de CO2, las renovables y los consiguientes incentivos para su desarrollo tecnológico también serán necesarias en una segunda etapa.

López-Peña puntualiza que el estudio no devalúa el valor de las renovables. «Lo que sí se trata de mostrar que la eficiencia energética brilla por su ausencia», comenta. En el artículo se explica que el análisis no ha tenido en cuenta a la hora de valorar estas energías verdes otras importantes ventajas para la sociedad «como la actividad industrial o el desarrollo tecnológico, que proporcionarán también beneficios a largo plazo».

Enrique Soria, director de la división de Energías Renovables del CIEMAT, Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas, está de acuerdo con los autores en que «se ha hecho muy poco por gestionar la demanda energética». «Es más fácil incrementar la generación a través de la tarifa que establecer esquemas eficaces para favorecer la eficiencia energética y no se ha sabido hacer», añade. No obstante, Soria defiende también las renovables. «Además de reducir las emisiones de CO2, han aportado otros beneficios como la creación de un sector industrial fuerte o la reducción de la dependencia energética del exterior», añade.

LA CLAVE ESTÁ EN LOS HOGARES

Para explicar la ineficiencia, López-Peña considera que “es mucho más complicado hacer políticas por el lado de la demanda que por el lado de la oferta. Es mucho más fácil desde el punto de vista político poner molinos y promocionar las renovables que decir a la gente que utilice menos el coche o que hagan obras en sus casas para aislarlas del frío conservar el calor”. Todo ello en un país “en el que, pese a ser un país templado, pasamos frío en verano y calor en invierno”, añade.

En opinión del autor del estudio, para incrementar la eficiencia energética en España, se debe centrar la atención en el transporte y en los hogares. «Para una familia, la energía no es un coste tan importante como sí lo es para las industrias que, al ser privadas y buscar maximizar beneficios, ya se preocupan de mejorar sus procesos», explica el autor del estudio. En este sentido, Soria reconoce que «no es fácil aplicar esquemas eficaces para favorecer la eficiencia energética», pero apunta hacia medidas como la «implementación de un sistema de generación distribuida»; sistemas de generación de energía domésticos, como pequeños molinos o paneles fotovoltaicos, que al estar más cerca del lugar donde se consume la electricidad mejoran la eficiencia al reducir pérdidas en la red de transporte.

Respecto al transporte, junto a fomentar el transporte público, a pie o en bicicleta, López-Peña indica que es necesario sustituir el transporte en camiones por carretera por el ferroviario, mucho más eficiente energéticamente. «Además, el tren puede ser eléctrico y permitiría introducir energías renovables», afirma. En esta misma dirección, Soria señala al coche eléctrico como una herramienta «para gestionar mejor la demanda al permitir la recarga en horas valle y el uso de renovables». En todos los casos, López-Peña cree que es necesario «que los precios que la gente paga por la energía reflejen sus costes, incluidos los externos, los ambientales».

Fuente: MadrI+D

Soria alerta de un aumento del déficit tarifario en 6.000 millones para este año

Deficit de Tarifa - efimarket

José Manuel Soria cifró ayer en el Congreso en 6.000 millones de euros el déficit de tarifa previsto para el próximo año y en 2.200 millones el coste anual de la amortización y los intereses de la deuda acumulada.

El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha cifrado en 6.000 millones de euros el déficit de tarifa previsto para 2013 y ha insistido en que el Gobierno mantiene el objetivo de adoptar medidas que acaben el próximo año con el desequilibrio entre costes e ingresos en el sistema eléctrico.

El ministro realizó esta consideración durante su comparecencia ante la Comisión de Industria, Energía y Turismo del Congreso de los Diputados, en la que consideró que el déficit de tarifa es uno de los «problemas más importantes» en la actualidad para su departamento.

«El déficit acumulado a diciembre de 2011 asciende a 24.000 millones de euros y sigue creciendo a un ritmo de 6.000 millones anuales«, afirmó el ministro, antes de recordar que las eléctricas tradicionales son las encargadas de financiar esta deuda y de advertir del «deterioro de la posición financiera» de estas empresas relacionado con esta carga.

El ministro cifra en 3.856 millones el ahorro conseguido con las medidas

Junto a esto, Soria cifró en 2.200 millones de euros el coste anual que debe afrontar la tarifa eléctrica para responder tanto a la amortización como a los intereses asociados a la deuda del sector, y advirtió de que, «si no se toman medidas, el agujero aumentaría año a año hasta suponer en 2015 el doble del actual».

Ajuste de costes e ingresos para atacar el déficit tarifario

Para resolver el problema, el ministro abogó por una solución basada en el ajuste de «costes e ingresos» en la que participen empresas, consumidores y el Estado. Si todos los esfuerzos consistiesen en subidas de tarifas, los incrementos serían «inasumibles», mientras que si toda la carga se trasladase a las eléctricas, estas empresas se verían abocadas a la «quiebra», afirmó.

Durante su comparecencia, José Manuel Soria también cifró en 3.586 millones de euros el importe de las medidas para contener el déficit de tarifa adoptadas por su departamento este año, entre las que figuran la moratoria a las renovables y el recorte a la retribución por la distribución a las eléctricas. El ministro anunció, además, que ya se han iniciado los procedimientos de contratación e instalación a través de Enresa -que está cerrando la adquisición del terreno- para construir el almacén nuclear temporal centralizado (ATC) en Villar de Cañas (Cuenca).

La cifra

24.000 millones de euros acumulaba el déficit de tarifa a finales del pasado año, según recordó ayer el ministro de Industria en el Congreso.

En los próximos días saldrán las ayudas a las empresas del carbón

Con respecto al sector de la minería, Soria anunció que «en estos días» saldrá la convocatoria de ayudas a las empresas, a las que se les ha pedido colaboración para «salvar» los obstáculos planteados por la CE al plan de cierre que se envió a Bruselas en agosto del 2011.

El ministro se mostró confiado en que se alcance en breve una solución al problema de la bonificación fiscal a las navieras y aseguró que el Gobierno no aspira a tener un sistema de tax lease privilegiado con respecto al que tienen otras economías europeas. En este sentido, ha subrayado que la problemática sobre el procedimiento abierto a raíz de este sistema de bonificaciones es una prioridad para el Ejecutivo y que tanto su ministerio como el de Hacienda están trabajando para alcanzar una solución que permita al sector naval español crear empleo.

Fuente: Cinco Días