El invernadero Tierra

Planeta tierraLa responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace España, Aida Vila, asegura que «Según los datos que barajamos, la lucha contra el calentamiento global requiere que las emisiones de Gases de Efecto Invernadero tiendan a 0 para 2050; después hemos de seguir emitiendo a niveles pre-industriales»

Esta medida evitaría que la temperatura terrestre se elevara dos grados durante este siglo, la cual ya ha subido, globalmente, 0,8 grados. La media española es de 1,5 grados. Si, por el contrario, seguimos los compromisos propuestos por los países tras la cumbre de Copenhague, el mercurio podría subir hasta cuatro grados más la temperatura terrestre en el presente siglo.

El efecto de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) se mide con un número, denominado Potencial de Calentamiento Global (PCG), que expresa el potencial de ese gas en comparación con el que posee el mismo volumen de CO2 durante el mismo periodo de tiempo. El dióxido de carbono, CO2, es el referente, por eso, su PCG es siempre 1.

Los gases que provocan el denominado efecto invernadero son los siguientes.

  • Dióxido de carbono (CO2). Es el más abundante, con diferencia, debido a la gran cantidad de combustiones de carburantes fósiles y a la deforestación. No es el que más PCG tiene, pero es muy preocupante por su abundancia y el hecho de que pueda permanecer en la atmósfera más de 100 años. En la era pre-industrial, su concentración en la atmósfera era de 270 partes por millón (ppm); en 2004 batió su récord, con más de 380 ppm.
  • Metano (CH4). Su PCG es 21. Se elimina en 12 años, pero es el que más aumentado con la industralización, un 151%, debido al crecimiento del sector ganadero y al aumento de residuos urbanos.
  • Óxido nitroso (N2O). Su PGC es 310, un valor muy elevado. Además, el N2O se acumula en la estratosfera y persiste durante más de 114 años. Este gas es producido por las centrales energéticas que se alimentan de carbón, por los automóviles y por los fertilizantes que se utilizan en la agricultura. En la actualidad, su concentración es la más alta del milenio.
  • Ozono troposférico (O3). Se produce al quemar combustibles fósiles entre el nivel del mar y los 10 kilómetros de altura y suele aparecer en las épocas más calurosas, en zonas con industrias y mucho tráfico. No hay que confundir este ozono con el que se encuentra en la estratosfera, ya que el que producimos es nocivo para la salud y el medio ambiente.
  • Halocarburos (CFC). Se trata de los perfluorocarbonos (PFC), los hidrofluorocarbonos (HFC) y el hexafluoruro de azufre (SF6), que contienen flúor, cloro y bromo. Como, a parte de ser GEI, afectan a la capa de ozono, están regulados por el Protocolo de Montreal y han sido sustituidos por otros gases que no afectan a la capa de ozono pero, tienen muchísimo más potencial de calentamiento, entre 9.000 y 23.900 veces más, que el CO2.

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Fuente: Madri+d

La «Economía Azul» pretende transformar lo verde en eficiente y barato

Bola del mundoLa «Economía Azul» es descrita por el economista Gunter Pauli como un nuevo modelo económico en el que lo «verde» se transforme en eficiente y barato. Es decir, valerse de la naturaleza y de los residuos para crear una nueva industria viable y menos costosa que la verde.

¿Es la economía verde sostenible?

La actividad humana genera cada vez más residuos, contaminando el planeta con material nuclear, metales pesados, isótopos radiactivos y vertiendo al agua cromo y recipientes desechados.

El coste de transportar toda esta basura a los Piscina de residuosvertederos es muy elevado. Sólo en EE.UU., el gasto anual asciende a 50.000 millones de dólares. Si además, se actúa de manera ecológica y estos residuos se recogen, clasifican y eliminan, el coste se dispara hasta el billón de dólares (sólo en EE.UU.).

Este modelo productivo resulta cada vez menos sostenible, y la economía verde lo único que consigue es generar cada vez más productos, más sostenibles sí, pero también más caros.

¿Qué es la «Economía Azul»?

La «Economía Azul» pretende defender un nuevo diseño de los negocios donde los recursos disponibles del sistema se utilicen en cascada. Es decir, que los residuos de un producto no se vean como un desperdicio, si no que se conviertan en otros productos.

La idea es pasar de la actual economía donde el bien «bueno» es el caro y el «malo» el barato, a un sistema donde lo bueno y lo innovador es competitivo sin subvenciones y lo necesario para la vida es gratuito. Como señala Gunter Pauli, para lograr esta transición, es necesario servirse del conocimiento acumulado durante millones de años por la naturaleza y alcanzar mayores niveles de eficacia, respetando el medio y creando riqueza.

Economia azul

Algunos ejemplos para alcanzar una «Economía Azul»

El primer paso consiste en aplicar correctamente la legislación sobre los residuos. Según la CE (marca de Conformidad Europea), simplemente con esto, se lograría ahorrar 72.000 millones de euros al año, y se aumentaría el volumen de negocios de la gestión de residuos y del reciclado en 42.000 millones, creando más de 400.000 empleos de aquí a 2020.

El siguiente paso es aplicar los principios de la «Economía Azul», aumentando la eficiencia del sistema y produciendo en círculo, reutilizando los residuos como en los ejemplos que se exponen a continuación.

  • Del café, solo el 0,2 por ciento es grano, el resto se tira, cuando de él se pueden crear hongos comestibles con los que alimentar a los animales.
  • Los bioplásticos fabricados con fécula de patata, de maíz… son cuatro veces más caros que los polímeros derivados del petróleo, aún así, cada vez se producen más. Se podrían producir bioplásticos derivados de los abundantes residuos de frutas y verduras, al mismo coste que los de petróleo. «Cada año se producen en Europa casi 192 millones de toneladas de desechos de frutas y verduras».
  • A lo largo de su vida, los hombres utilizan miles de cuchillas desechables de titanio y acero inoxidable, metales de gran calidad que terminan en vertederos. Se podrían, por ejemplo, usar hebras de seda para cortar la barba.
  • Los biocombustibles generados a partir de maíz o de soja, compiten en el mercado de los alimentos. Sin embargo, si se produjeran a partir de los desechos de la cosecha, sí que serían realmente sostenibles.
  • También se podrían producir biocombustibles a partir de excrementos de osos panda. Estos contienen unas bacterias que pueden transformar el 95 por ciento de la biomasa vegetal en azúcares simples, sin necesidad de altas temperaturas, ácidos fuertes o altas presiones, permitiendo generar biocarburantes de forma más rápida, con menos energía y a un menor costo que los procesos convencionales. Los osos pandas no abundan en el mundo, pero purines si, y en vez de aprovecharse en la agricultura como fertilizante, más del 30 por ciento se convierte en excedentes, y su vertido da origen a graves contaminaciones de suelo y aguas superficiales.
  • Lo mismo ocurre con la energía renovable. Es una energía verde, pero no es azul aún, y no se ha conseguido que sea lo suficientemente eficiente para que sea competitiva y sostenible. Por ejemplo, si estas tecnologías ya funcionan en corriente continua, sería más eficiente si no se convirtiera la electricidad en alterna para después pasarla otra vez a continua en las casas.

En Efimarket te animamos a utilizar los recursos de manera más eficiente, y darte cuenta de que así, no solo respetaras el medio ambiente, si  no que también verás que gastas menos dinero. Descubre aquí todos los productos eficientes que te ayudarán a ahorrar agua y energía.

Si quieres saber más sobre la Economía Azul, a continuación encontrarás  un video explicativo en inglés.

Blue Economy

Fuente: Madri+d

Graves errores del ministro Soria al comparecer sobre la suspensión de primas a las renovables

Ministro SoriaTras el anuncio por parte del Gobierno de la suspensión de primas a las energías renovables de nueva potencia, en Efimarket hemos estado investigando sobre este tema de gran controversia. Aunque nosotros somos partidarios de gastar menos energía antes que producir más, siendo más eficientes con nuestros productos, y de producir nuestra propia energía renovable con sistemas de autoconsumo, te hacemos llegar la opinión del sector ante esta noticia.

La Asociación de la Industria Fotovoltáica (ASIF), la Asociación Empresarial Eólica (AEE) y la Fundación Renovables, considera que la medida ha sido un gran error, al acabar con miles de empleos, poner en peligro la situación de la industria y frenar el desarrollo tecnológico que había mantenido en un puesto líder a nuestro país.

Desde el blog de Economistas Frente a la Crisis, se cuestiona el desconocimiento sobre la energía y economía por parte del ministro Soria, dado los siguientes errores cometidos en su comparecencia posterior a la suspensión de primas.

En materia de economía, el ministro confunde el Déficit Tarifario con el Déficit Público y la naturaleza económica de las primas que perciben las energías renovables con la naturaleza de las subvenciones. Así mismo, las primas no aumentan el Déficit Público si no el coste de la electricidad, causado también por las primas que reciben el resto de energías. De esta manera, la suspensión de primas a las renovables reducirá la inversión privada y el pago de impuestos, y con ello, aumentará el paro y el déficit público.

Por otro lado, hay que recordar, que el desarrollo de las energías renovables no solo disminuye el impacto medioambiental de la generación de energía, si no que además, mejora la competitividad de nuestra economía, logrando independencia energética, innovación, creación de empleo,  contención de la contaminación,  disminución, en el medio plazo, de costes para las familias y las empresas,  y mejora de nuestra balanza de pagos, ya que el 50% de nuestro déficit comercial proviene de la importación de combustibles y materias fósiles.

En materia energética, el ministro Soria confunde potencia nominal instalada con potencia firme, ya que la potencia instalada en el país no es la que determina si se cubren las necesidades del sistema, si no la potencia firme.

En su discurso, Soria utiliza los datos de 2010 para sostener que el Plan de Energías Renovables tiene desviaciones positivas, mientras que existe un nuevo Plan nacido en 2011, que por ejemplo, muestra que otras tecnologías como la biomasa, el bio-gas o la térmica de alta eficiencia tienen desviaciones negativas. Así mismo, habla de estas desviaciones positivas de algunas tecnologías renovables, pero no menciona en ningún momento las  desviaciones de inversión producidas, respecto a las previsiones indicativas, en las Centrales de Gas Natural que también cobran primas a pesar de que sus inversiones fueron hechas a riesgo de los propios inversores.

Se asegura que el Déficit Tarifario es debido a las primas de las renovables, cuando las actividades liberalizadas (la generación en Régimen Ordinario y la Comercialización) han ingresado por pagos administrados desde 1997 (Ley del Sector Eléctrico) 41.172 M€ frente a 25.158 M€ cobrados por las energías renovables (datos a Junio de 2010). Y en estas no se incluyen los ingresos injustificados de Nucleares e Hidroeléctricas.

Para finalizar, no hay que olvidar que España está comprometida con la Unión Europea y con la industria española a alcanzar un objetivo de generación renovable.

Puedes encontrar el artículo al completo aquí.

Déficit tarifario, cuestión de números

Montón de monedasJorge Fabra Utray, en su tribuna de El País, disecciona el entramando energético que se está formando en torno al déficit de tarifa. En dicho análisis, el economista y ex-presidente de Red Eléctrica, entre otras, apela a una simple cuestión de números  para desmontar el injusto sistema de tarificación y las descompesadas subastas eléctricas que no hacen más que favorecer a las formas de producción tradicionales  a la vez que dificultan la implantación de un modelo energético basado en energías renovables, más limpias y más respetuosas.

Fabra se plantea cómo es posible que la factura eléctrica se haya incrementado en casi un 80% en los últimos 5 o 6 años a la vez que las grandes compañias no hacen otra cosa que aumentar beneficios y repartir dividendos.

A continuación, os animamos a que leais el artículo íntegro porque no tiene desperdicio:

En la electricidad, los números se imponen

La reforma de la regulación eléctrica es esencial para la competitividad de la economía, pero no acaba de ser comprendida en todos sus términos y en toda su dimensión. Su dificultad de comprensión ha permitido un deterioro de la regulación del mercado eléctrico y un extraordinario desequilibrio entre costes e ingresos en perjuicio de los consumidores y de las nuevas tecnologías.
Sin embargo, parece que la realidad de los números podría empezar a imponerse en la buena dirección.

En el contexto actual, el mantenimiento del statu quo en materia eléctrica es, simplemente, insostenible. El llamado déficit tarifario -que supera los 24.000 millones de euros- es la prueba irrefutable de su insostenibilidad. Si no fuera así, el Gobierno hubiera subido las tarifas eléctricas de manera visible y no hubiera escondido a los consumidores esas subidas en el déficit tarifario y en el traslado de parte de los costes eléctricos a los Presupuestos Generales del Estado (casi 3.000 millones), ni tampoco hubiera segmentado los recibos de la luz en recibos mensuales en lugar de, como siempre, en recibos bimestrales.

Es como si las subidas de la luz no lo fueran porque aplazáramos su pago -como si la parte hipotecada de una casa no fuera también precio de la casa- o como si pagar una misma cantidad en 12 meses fuera menor si en su lugar la pagáramos en seis bimestres. Desde 2004 hasta 2011 el recibo de la luz ha subido un 80%. De este porcentaje, un 60% ha sido pagado al contado y el 20% restante con la firma de una hipoteca (el déficit tarifario). Para colmo, esa deuda reconocida, retribuida con el Euribor más un spread, avalada por el Estado y cuya legalidad ha sido ratificada por los tribunales, se conmuta por un pago al contado mediante su titulización que supone, en valor presente, mayores costes para los consumidores que podrían estar cercanos a los 5.000 millones, según se comporten las primas de riesgo en cada tramo titulizado. Es como si el descuento de una letra fuera pagado por su emisor y no por quien prefiere el contado frente al cobro del nominal a su vencimiento. A los acreedores es a quien corresponde elegir el contado con descuento o el plazo con intereses, no a los deudores cuya solvencia ha sido avalada por el Estado.

En su discurso de investidura, Mariano Rajoy afirmó que el déficit tarifario es uno de «los problemas más complejos» y que no se puede solucionar aplicando «una subida de tarifas que recaiga sobre los consumidores castigando la competitividad de la economía». ¿Estaba planteando Rajoy un descuento del déficit tarifario? A su vez, el ministro de Industria, José Manuel Soria, ha anunciado su intención de llevar a cabo una «transformación relativamente profunda del modelo energético» con el objetivo de que la energía sea «segura, lo más barata posible» y disponga de un precio que «refleje exactamente los costes de producción». ¿Está el ministro reconociendo que los consumidores pagan más por la electricidad de lo que cuesta producirla? ¿Está el Gobierno considerando extraer parte de los beneficios que las empresas eléctricas generan en algunos negocios que escapan a los ajustes de la competencia?

Una respuesta afirmativa a estas preguntas sería una buena noticia para el año eléctrico que ahora comienza. Veamos por qué.

Hecho 1: en el mercado eléctrico, el precio que determina la retribución de todas las centrales en funcionamiento se fija según la oferta de la última central térmica necesaria para cubrir la demanda. El problema es que esa retribución es insuficiente para la mayor parte de las centrales de carbón, de gas y renovables, pero es excesiva para las centrales nucleares e hidroeléctricas. Sin el equilibrio retributivo que aporta la competencia (inexistente en los segmentos nuclear y de la gran hidráulica porque no es posible la entrada de nuevos competidores), no hay razón alguna que pueda avalar la eficiencia del mercado de electricidad. Las centrales que con los precios de mercado no cubren sus costes medios perciben complementos retributivos: pagos por capacidad, primas, etcétera, mientras que las centrales, que con los mismos precios obtienen beneficios muy elevados, mantienen esa retribución sin minoración alguna. Se trata del más claro y radical ejemplo de socialización de pérdidas y privatización de beneficios.

Hecho 2: desde 1997 hasta 2011, las centrales nucleares e hidroeléctricas han percibido ingresos muy superiores a los comprometidos bajo el marco regulatorio retributivo que amparaba la recuperación de sus inversiones. Ello es así porque en 2005 ya habían cobrado la totalidad de los Costes de Transición a la Competencia 8.600 millones; porque hasta que se suprimieron en 2006 los siguieron cobrando hasta alcanzar una cantidad superior a la que determinaba la Ley del Sector Eléctrico sin que ese exceso haya sido liquidado; y porque, desde entonces, han estado cobrando precios superiores a sus costes remanentes (cuestión completamente imprevista en el Protocolo Eléctrico de 1998, firmado con el Gobierno de José María Aznar, e inimaginable en el marco regulatorio anterior a la Ley de 1997). El que parte de estas centrales no estén todavía amortizadas o provisionadas es cuestión que solo compete a la política contable de cada empresa y en nada contradice la realidad económica subyacente sobre la efectiva recuperación de las inversiones históricas correspondientes -que es la que importa a la economía y los consumidores-. Si en términos de rentabilidad sobre los capitales realmente invertidos en los activos de generación, pudiera alguien no considerar desorbitados los beneficios de las empresas eléctricas, como sostiene la patronal UNESA, será, sin duda, porque sus asociadas tienen mediocres resultados en otros negocios que nada tienen que ver con lo que aquí se trata.

Hecho 3: el peso de las renovables tiene que aumentar considerablemente con horizonte en 2020 por tres razones: 1. contribuyen a la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero; 2. su desarrollo, además de generar externalidades económicas positivas, permitirá que alcancen su plena madurez disminuyendo a medio plazo el coste de la generación de electricidad (debe desterrarse de una vez para siempre la española mediocridad de «que inventen otros»), y 3. España está comprometida con el cumplimiento de los compromisos de la Unión Europea.

La dificultad estriba en establecer una senda competitiva y eficiente que cumpla estas condiciones y objetivos. Pero la realidad es que las soluciones están siendo propuestas desde hace ya tiempo. Se trataría de extraer una parte de los ingresos excesivos que percibe el parque histórico de generación para neutralizar, durante los 8 o 10 próximos años, el coste del progresivo incremento de la energía renovable necesario para aumentar su peso en la dieta energética. También sería necesario eliminar muchas normas que, sin aportar valor añadido alguno, encarecen el suministro de electricidad. A título de mero ejemplo cabe mencionar las normas que regulan el suministro del último recurso.

En resumen, las declaraciones de los actuales miembros del Gobierno deberían concretarse en una reforma que recondujera los precios que pagan los consumidores de electricidad a los costes reales y justificados de su producción. Si, además, la minoración de los beneficios injustificados de las centrales nucleares e hidroeléctricas se utilizara para estabilizar los costes de una generación crecientemente renovable, estaríamos contribuyendo a una cuestión no solo clave para la gestión de la mayor amenaza que gravita sobre nuestro planeta -el cambio climático- sino también al cambio del modelo productivo que necesita España y a una mejora de la competitividad de nuestra economía que desde ningún otro sector podría lograrse: independencia energética, innovación, creación de empleo, mejora de nuestra balanza de pagos, contención de la contaminación y disminución de costes para las familias y las empresas. Para ello, es necesaria una profunda reforma estructural de la regulación eléctrica. Sí. Una reforma estructural. No para desregular sino para regular, tal y como propone sobre la energía el segundo manifiesto de economistas frente a la crisis [www.economistasfrentealacrisis.com] en su quinta propuesta.

Las buenas intenciones del Ejecutivo en materia energética quedarían ensombrecidas, sin embargo, por lo que pudiera ser su primera decisión: la prolongación de la licencia de la central de Garoña. Y parece que, contradiciendo no pocas de sus declaraciones, tal prolongación podría hacerse con un gratis total para las empresas. De confirmase esta sospecha, marcaría un precedente en Europa: en Alemania y Bélgica (antes de la catástrofe de Fukushima) se decidió alargar la licencia de los reactores previo pago de varios cientos de millones de euros. Aunque lo cierto es que el gratis total sí tiene precedentes en España, donde ya en 1997 el Gobierno prolongó la concesión de las principales explotaciones hidroeléctricas a cambio de… nada.

Esperemos, en cualquier caso, que en materia energética las buenas intenciones del Gobierno no se malogren por el camino. Así es que, como diría el maestro, permanezcamos atentos. –

Jorge Fabra Utray es economista y doctor en Derecho, miembro del Grupo de Reflexión sobre la Energía del Instituto Pascual Madoz de la Universidad Carlos III y ha sido presidente de Red Eléctrica (1988-1997) y Consejero de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) (2005-2011).

Fuente: El País

La energía eólica es más barata que la nuclear

Torres EólicasEn medio del clima de tensión ante la decisión del nuevo Gobierno de prolongar la vida de la central nuclear de Santa María de Garoña, en Efimarket nos gustaría hacer una reflexión acerca de cuanto hay de cierto en la afirmación por parte de los defensores de las formas de producción de electricidad convencionales de que la energía nuclear es más barata que las energías renovables.

El actual Ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, justificó la medida de la prorroga a Garoña basándose en la afirmación de que la energía nuclear producía con un menor coste. Esta afirmación es un poco tramposa, porque lógicamente, ahí no se están teniendo en cuenta los costes de implantación de la central. De hecho, llevamos bastante tiempo escuchando a gente bastante desinformada hablando a colación del tema en diferentes medios informativos y mesas redondas de debate.

Si hacemos un análisis de los costes de producir energía eléctrica podríamos llegar a conclusiones bastante sorprendentes.

Veamos: el coste de instalación de una central se cifra en 4000 millones de € por cada Gigavatio por los 950 millones de € del coste instalación de un Gigavatio de energía eólica.

De acuerdo que hay una diferencia de horas de funcionamiento, y es por ahí que se escudan muchos detractores cuando afirman que la eólica no vale cuando no hay viento, pero si hacemos números, una nuclear funciona unas 7.750 horas anuales, que son todas las horas del año menos las requeridas por paradas técnicas. Mientras tanto, un parque eólico produce durante, en el peor de los casos, 2200 horas anuales. Sin embargo, como podemos instalar con la misma inversión 4,21 Gigavatios de eólica por cada Gigavatio de nuclear haciendo un sencillo cálculo, vemos que obtenemos para una misma inversión:

Nuclear: 1Gw x 7750h = 7750Gwh

Eólica: 4,21Gw x 2200h = 9262Gwh

Es decir, que con una misma inversión producimos un 19,5% más de energía con la fuerza del viento, que para más inri es un combustible limpio, gratis e inagotable. De hecho, en este sencillo análisis no se han tenido en cuenta gastos de combustible (uranio que importamos) y de gestión de residuos que decantarían más todavía la balanza a favor de la eólica.

Si hacemos una comparativa similar entre la nuclear y la energía fotovoltaica, vemos que la energía proveniente del sol si que es más cara que la nuclear, aunque no cien veces más cara como hemos llegado a escuchar en alguna declaración.

La energía fotovoltaica tiene un coste de instalación de 2600 millones de € y unas 1600 horas de producción en algunos sitios del levante. Con estos datos vemos que con una misma inversión en energía solar produciríamos sobre el 33% de lo que produciríamos con la nuclear. De todas formas, esta tecnología tiene la ventaja de presentar un amplio margen de mejora que le hace ir recortando diferencias a grandes pasos con sus competidoras. De hecho se espera que en 3 o 4 años la energía solar equipare su competitividad a la de las otras formas de producción.

Aparte de este pequeño análisis, cabe destacar que ni la solar ni la eólica tienen los riesgos que conlleva la nuclear, y es que parece que la memoria del hombre es muy corta y miramos el reciente desastre de Fukushima desde la distancia y la indiferencia, como si hubiesen pasado mil años de aquello y como si no nos pudiera  pasar nunca a nosotros.

La conclusión que se puede extraer de todo esto sin miedo a equivocarnos ha de ser que las energías renovables son la apuesta de futuro, y en el caso de la eólica de presente, y que con ello haríamos de nuestro sistema energético un sistema independiente y seguro, pasando a depender de combustibles gratuitos, limpios y ubicuos.

En Efimarket, basamos nuestra política en el ahorro y la eficiencia energética y apostamos por un mundo mejor donde sea posible aprovechar como es debido el poder infinito que nos ofrecen el sol y el viento.

Fuente: Noticias Positivas

Los siete pecados capitales del Gobierno relacionados con el ahorro energético

Casa verdeEl fin del petróleo está cada vez más cerca, o al menos el fin del petróleo barato. Eso es algo que los analistas independientes llevan diciéndonos mucho tiempo, aunque el lobby de la energía mire para otro lado y se afane en exprimir las maltrechas reservas existentes. Hay muchos intereses en juego, y no solo energéticos y económicos, sino también políticos y sociales.

Las energías limpias han sido ampliamente denostadas por un sector energético tradicional que ha visto como el hermano pequeño crecía hasta hacerse con una parte del pastel, cuando menos inquietante, para el devenir de sus objetivos.

Por suerte, una conciencia ecológica y sostenible está germinando en nuestra sociedad y cada vez más gente está convencida de que hay que dar un paso al frente y apostar sin tapujos por unas tecnologías, las renovables, que en muchos casos ya son maduras (véase la energía eólica).

El problema, como en muchos aspectos de la sociedad, es que cualquier movimiento dentro de un campo tan imprescindible como la energía (recuerden que la energía es la base de nuestro estado de bienestar) puede suponer pérdidas o beneficios cuantiosos para los actores que juegan los papeles principales.

De ahí que cada día nos enfrentemos a informaciones falsas, verdades a medias y mucha desinformación en torno a las nuevas formas de producir energía. A continuación os contamos los 7 pecados capitales del gobierno relacionadas con el mundo del ahorro energético:

  • Son conocidos los consejos que nos llegan desde las administraciones, bien en forma de anuncio, tríptico, folletín informativo o váyase usted a saber que otros formatos. En estos medios divulgativos se nos habla de bajar un par de grados el aire acondicionado, de planes renove para coches y electrodomésticos…etc. Medidas puramente simbólicas que no muestran realmente a los ciudadanos la capacidad real de ahorro, de contribuir a la reducción de emisiones y consumos que tienen. ¿Por qué nadie habla de los consumos en stand-by y de los monitores energéticos que permiten un ahorro real y tangible a los usuarios? En otros países, si que se han llevado a cabo campañas para fomentar el uso de estos medidores energéticos y para que la gente conociera el problema de los consumos en stand-by de los aparatos electrónicos y como se pueden eliminar con regletas.
Efergy E2
Monitor energético Efergy E2
  • Como decíamos antes, de nada sirven las campañas informativas y la insistencia sobre la necesidad de ahorrar, si luego la Administración te pone un millón de trabas y consigue que la instalación de un un pequeño equipo de energías renovables para consumo propio se convierta en un arduo proceso burocrático de dimensiones bíblicas. Mucho tendrá que decir el nuevo  Real Decreto del Autoconsumo al respecto.
  • Una pequeña instalación de energía solar en una comunidad de vecinos puede representar una forma de ahorro efectiva y a tener muy en cuenta. El precio medio de una instalación de 3KW podría estar en torno a los 9.000€, con un periodo de amortización de 5 o 6 años y una vida útil de 25. Ahí si que hay una posibilidad real de ahorro pero el Gobierno debería facilitar y fomentar este tipo de instalaciones con campañas de sensibilización acerca de la problemática de los combustibles fósiles.
  • Otra medida a tener en cuenta sería suprimir los sistemas, ineficientes por concepto y definición, de climatización central por instalaciones de microcogeneración (producción de calor y electricidad con pequeños motores o turbinas de gas con un alto rendimiento). Pero claro, las empresas productoras de electricidad no están dispuestas a renunciar a beneficios y privilegios y por eso el Gobierno no para de hacerles guiños en lugar de acometer medidas reales de eficiencia y ahorro.
  • ¿Alguien entiende por qué el Gobierno ha defendido las energías renovables (al menos nos quería hacer creer eso) a la vez que fomentaba la compra de coches de gasoil con una subvención de 3.000€? Yo sinceramente no tengo ni idea de por qué en lugar de ofrecer esa prima no se fomenta el uso y la compra de coches y bicicletas eléctricos…que quieren que les diga. Para ellos es mejor un plan renove de neumáticos y la prohibición durante unos meses de circular a más de 110 km/h aunque hubiera sido preferible un paquete de medidas serio de parte de la movilidad sostenible.
eBici Commuter
Bicicleta eléctrica eBici Commuter
  • El sinsentido del alumbrado público: ¿Cuál es el problema? ¿Qué no funciona algo? Pues lo cambiamos sin rechistar, sin mirar qué mejoras se podrían introducir desde el sentido común. Porque claro, es mejor tener un alumbrado público de última generación LED aunque la lógica nos diga que había que mantener el de sodio de alta presión y regular la intensidad en los periodos de menos tránsito, véase de las 4 a las 7 de la mañana. Eso sin mencionar el mejor rendimiento lumínico para este tipo de instalaciones de los sistemas de sodio.
  • Normativas inexistentes a la hora del ahorro: ¿no les parece que sería muy sencillo para un gobierno llevar a cabo una normativa eficiente para edificaciones o para instalaciones como aparcamientos? El argumento de que la iluminación permanente en los parkings es por temas de seguridad ya está muy manido, y es que existen sistemas de detección automáticos que serían capaces de hacer una gestión más eficaz de los consumos energéticos. Tres cuartos de lo mismo ocurre con los ascensores, que no tienen una normativa que impida que tengan las luces siempre encendidas.

En fin, parece que tendremos que seguir protestando para que los gobiernos nos dejen contribuir al ahorro y tendremos que luchar para que las grandes compañías eléctricas no tengan una influencia tan grande como la que tienen hoy día. Mientras tanto, puedes echar un vistazo a nuestra tienda de productos eficientes.

Redacción Efimarket

¿Y si resulta que las energías renovables son rentables?

Paneles solares en tejadoEl sector de las renovables se está frotando los ojos a la vista del nuevo Real Decreto 1699/2011 aprobado la semana pasada en el boletín oficial del Estado. Saben que su momento ha llegado. Y es que el texto en sí incluye claros avances en el campo del autoconsumo, algo que desde el sector se esperaba desde hace tiempo.

La nueva normativa hace extensivos algunos privilegios que tenía la solar fotovoltaica a otras energías como puedan ser la minieólica o la microcogeneración. Pero no solo eso. Un gran avance es la supresión de requisitos y de interminables trámites burocráticos que hasta hoy día echaban para atrás al más pintado y que hacían de la conexión a red una tarea harto complicada. Esto se notará especialmente en las pequeñas instalaciones de menos de 10 KW de potencia.

Desde el sector, las voces más autorizadas han aplaudido este decreto que es para ellos un balón de oxígeno y si bien el texto no es la panacea que algunos esperaban, al menos es algo a lo que agarrarse. “En todo el tiempo que ha tardado en aprobarse el decreto, se han producido mucho cambios, pero este texto siempre será mejor que lo que teníamos antes, que era nada; esto nos permite nacer como sector”, comenta Javier Forte, presidente de la sección de minieólica de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), que asegura que “el futuro de las renovables pasa por la microgeneración distribuida”.

La nueva regulación afectará a instalaciones de menos de 100 KW de energía solar o eólica y de hasta 1000 KW para energías como la biomasa o la cogeneración.

El escenario actual de los usuarios de energías alternativas ha cambiado y las posibilidades que se presentan son ahora inmensas. Hasta hoy, un usuario que tuviera instaladas placas solares en su tejado, estaba obligado a verter toda su producción a la red. Por esta electricidad cobraba un precio mayor al de mercado gracias a las famosas primas a las renovables, y luego compraba la energía que necesitaba a su precio normal generando así una plusvalía que es la que le permitía amortizar los costes de inversión de la instalación.

Una de las mayores cruces que han llevado siempre las renovables a cuestas es la de la competitividad, es decir, que hasta ahora producir un kW de energía verde ha sido más caro que producirlo con derivados del petroleo o con uranio. Pues fíjense que esto ahora no importa, o no importa tanto. Me explico, en la factura de la luz que pagamos los españoles, una parte del importe (la mitad aprox.) es debida a los llamados costes de peaje, es decir, costes asociados a distribución y al transporte de la electricidad y que son regulados por el Gobierno.

El nuevo Decreto nos plantea una situación hasta ahora desconocida, porque antes de que llegue el momento en que las renovables sean tan competitivas como las energías tradicionales, llegará el momento en que el coste de la energía generada por un particular con unas placas fotovoltaicas en su casa sea menor que la tarifa eléctrica que paga, costes adicionales e impuestos incluidos, lo que hará que el autoconsumo sea rentable aun siendo más caro producir energía verde.

Según el director de Energías Renovables del IDAE, esto ocurrirá en unos tres años, seguramente en 2015. Para la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF), el autoconsumo es ya incluso más rentable hoy mismo en zonas donde la existe unos niveles óptimos de radiación solar.  En el Plan de Energías Renovables 2011-2020, el IDAE estima que el coste de las instalaciones fotovoltaicas en tejado pasará de 2,89 euros/vatio en 2010,  a 1,90 €/W en 2015 y a 1,32 €/W en 2020. Sin embargo, ASIF asegura que los precios actuales corresponden ya a los que estaban estimados para 2015. “Ahora mismo se pueden encontrar en el mercado internacional incluso placas a 1 €/W”, explica Tomás Díaz, representante de esta asociación fotovoltaica, que explica que el kilo de silicio ha bajado de 450 euros en 2008 a 20 euros en la actualidad. Además, existe un tercer factor que será también determinante: “Las tarifas eléctricas que pagamos van a tener que subir y esto va acelerar la competitividad de estos sistemas”, recalca Margarit.

Otro aspecto importante que se contempla en la nueva normativa es el tema de los balances energéticos, porque es obvio que con una instalación de placas solares la potencia instantánea producida en cada momento no va a ser igual y tampoco lo va ser la demanda de nuestro hogar. Véase la diferencia entre día y noche o entre invierno y verano. ¿Que hacer entonces con ese desajuste? Pues bien, para compensar estos desfases se plantea poner en marcha un sistema de balance neto, en el cual la energía que me sobre la puedo verter a la red y canjearla por bonos que canjear por energía cuando la necesite. Los bonos tendrán caducidad y solo podrán ser canjeados en el plazo de un año a partir de su emisión.

Sería ideal que un usuario se quedara con un balance anual de cero y haciendo bueno el concepto de autoconsumo, es decir , que en el cómputo global de un año, los hogares generaran la misma energía que consumieran y es aquí donde entra en juego un buen diseño de la instalación y una buena optimización de los recursos. Lo que no sería lógico es tener una instalación faraónica en casa y verter constantemente a la red, eso desvirtuaría el leitmotiv del nuevo Decreto.

Ahora bien, a día de hoy, ¿cual es la inversión necesaria para acometer una instalación de autoconsumo? Según los datos de ASIF, una instalación fotovoltaica tipo de 5 kW puede rondar los 12.000 euros cuando hace unos  pocos años costaba más del doble.

En cuanto a la minieólica, el coste de un minigenerador de 3 kW se situaría en torno a los 24.000 euros. “La minieólica no necesita subvenciones monstruosas, pero sí un apoyo para su lanzamiento, estos productos no están todavía industrializados”, comenta el representante de APPA, que llevaba años pidiendo la aprobación de este real decreto. “Ya se puede poner una instalación de minieólica sin que sea alegal”.

De cualquier modo, lo que resulta claro es que este nuevo Decreto supondrá un impulso a un sector cada vez más competitivo y necesario, cosa de la que nos alegramos, y es que desde Efimarket no nos cansamos de promover la eficiencia energética y apoyar cualquier tipo de medida que vaya en la linea de un uso responsable de los recurso energéticos.

Redacción Efimarket.

La carrera espacial

Cumbre climática DurbanEn estos días en los que se está discutiendo el futuro energético del planeta en Durban, hay quien parece más preocupado por ultimar los detalles de la nueva expedición a Marte que por los peligros reales (y tangibles a estas alturas) del ‘global warming’. ¿Acaso le sigue importando al mundo si los americanos les ganan la carrera espacial a los rusos o viceversa? ¿Acaso hemos vuelto a la década de los 60 y no nos hemos enterado?… pues bien, esa es la impresión que da. Aunque a lo mejor es una vuelta de tuerca y lo que parece un nuevo alarde de chulería, de a ver quien la tiene más larga (la nave espacial, claro), resulta que es  una carrera por ver quien es el primero en colonizar Marte y se hace con los mejores terrenos a pie de playa, que oiga usted, al paso que vamos, no nos va a quedar más remedio que cambiar nuestra residencia al planeta rojo. Al hilo de esto, el presidente de la Fundación Energías Renovables, Javier García Breva, ha escrito una tribuna que desde la redacción de Efimarket os recomendamos encarecidamente que leais. Aquí va la reproducción íntegra:

Mejor Durban que Marte

El comienzo de la conferencia sobre cambio climático de Durban ha coincidido con una nueva misión de EEUU a Marte para investigar la existencia de condiciones de vida en el planeta rojo. Dos semanas antes Rusia lanzó otra sonda espacial a las lunas de Marte, de la que se perdió contacto y acabará estrellándose en la Tierra. Parece como si las grandes potencias estuviesen más interesadas en hallar condiciones de vida extraterrestre que en conservar las de nuestro planeta o que hayan decidido buscar nuevos recursos marcianos a largo plazo para, entre tanto, esquilmar más rápidamente los de la Tierra.

El mal presagio con el que comienza la cumbre de Durban ni siquiera ha podido eliminarse con los pésimos datos que se han hecho públicos y que siguen mostrando a todo el mundo la inoperancia de las políticas contra el cambio climático. La ONU y la Organización Meteorológica Mundial han anunciado que en 2010 se alcanzaron niveles record de emisiones de CO2, que desde el año 2000 se han incrementado un 30%  y un 45% desde 1990. La Agencia Internacional de la Energía estima que de continuar esta tendencia, a partir de 2017 los impactos del cambio climático serán ya irreversibles y por cada dólar no invertido en cambiar el modelo energético, a partir de 2020 tendremos que gastarnos 4,3 dólares en combatir el calentamiento global.

El coste de no hacer nada garantiza una crisis de efectos imprevisibles para las próximas generaciones.

La causa de la pésima evolución en los esfuerzos contra el cambio climático está en seguir manteniendo un modelo energético y económico basado en el mayor consumo de gas, petróleo y carbón y en destinar a los combustibles fósiles ayudas y subvenciones por un importe casi siete veces superior a las que se destinan a las fuentes renovables. El desarrollo de las energías limpias es claramente insuficiente para alcanzar niveles significativos de reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera y la propia AIE estima que se deben multiplicar los objetivos de crecimiento de las renovables, triplicando las ayudas que reciben y eliminando las que se destinan a las fuentes fósiles.

La lucha contra el cambio climático exige políticas más agresivas para reducir el consumo de carbón, gas y petróleo. La eficiencia energética y la integración de las renovables en nuestras ciudades, nuestros edificios y en el transporte han de pasar del escaparate de la responsabilidad social corporativa a constituir derechos y obligaciones para todos.

El cambio climático se percibe de forma distorsionada en una sociedad como la española.

El CO2 tiene la cualidad de ser incoloro, inodoro e insípido y por tanto imperceptible. Convencer de su existencia es difícil y solo los elevados y peligrosos niveles de contaminación atmosférica, de anticiclón en anticiclón, le da presencia en los medios; pero desaparece con la lluvia. Los primeros impactos del cambio climático, como el deshielo del Ártico, las inundaciones en Asia, los crecientes desastres naturales o la subida del nivel de los mares se contempla como algo muy lejano en el tiempo y el espacio como para preocuparse. Aquí se prefiere, por ejemplo, seguir gastando mucho dinero todos los años en reponer la arena de las playas o los paseos marítimos antes que pensar en el impacto del cambio climático en el Mediterráneo.

Lo que nos espera si continuamos disfrutando y apoyando la economía de los combustibles fósiles son más crisis financieras y de suministro de energía. El mayor consumo de gas, petróleo y carbón hace subir sus precios al tratarse de fuentes agotables y que tenemos que importar de países extranjeros inestables. Son fuentes que generan subidas de precios generalizadas y subidas de tipos de interés.Este es el origen de todas las crisis económicas. Pero el cambio climático va a traer crisis mayores de las que hemos conocido hasta ahora debido principalmente a la subida del nivel de los océanos.

En las pasadas cumbres de Copenhague y Cancún se puso de manifiesto que aún hay una resistencia mayor al cambio que supone la lucha contra las emisiones de CO2 y es el cinismo de quien defiende lo mismo y lo contrario, quien en los discursos apoya las fuentes renovables y mayores objetivos de reducción de emisiones pero en sus países multiplican las ayudas al carbón, al gas y al petróleo, levantan barreras contra las renovables y se someten a los intereses de las fuentes fósiles. El cinismo, al negar el problema, es ya la mayor arma de destrucción masiva y el muro que hay que derribar para que la economía y la energía dejen de ser una actividad especulativa y dejen paso a la innovación que supone un crecimiento libre de emisiones contaminantes. La futura riqueza y el futuro empleo están ahí.

Pero la economía de los combustibles fósiles también es el origen de casi todos los conflictos en el mundo y la dependencia del petróleo la mayor pérdida de soberanía para cualquier país. Marte también es el dios de la guerra.

La Fundación Renovables lo ha repetido constantemente: enfrentarse al cambio climático exige enfrentarse al cambio de modelo energético. Ahora ese cambio ya no puede demorarse y si no se hace desde los Consejos de Administración o los Consejos de Ministros, deberá ser una exigencia que surja y se persiga desde la sociedad. Sí, mejor avanzamos en Durban y no pensamos en emigrar todos a Marte.

Fuente: Fundación Renovables

Renovables, alternativa real

Planta FotovoltaicaGran artículo a cargo del socioecólogo y director del ERF Ramón Folch. En él describe certeramente la realidad de las energías renovables en nuestro país y aboga por una transición dentro del modelo energético vigente en este momento. Apuesta por la insistencia en el desarrollo de las fuentes energéticas limpias y por un consumo eficiente y responsable, ya que solo así, garantizaremos la sostenibilidad de nuestro sistema. Desde Efimarket nos hacemos eco de las palabras de Ramón Folch y os animamos a que leais el artículo completo, que os dejamos a continuación:

Con pocos días de diferencia, han entrado en servicio en Andalucía dos plantas termosolares de generación eléctrica. Los medios se han hecho eco de ello con entusiasmo perfectamente descriptible: les seducen más los cotilleos electorales o las bodas de aristócratas trasnochadas. Me pregunto por qué nos cuesta tanto discernir el grano de la paja.

Cerca de Sevilla ya funciona la planta Gemasolar, inaugurada por el rey Juan Carlos y por Mohamed bin Zayed al Nahyan, príncipe heredero de Abu Dhabi, promovida por la ingeniería española Sener (60%) y el grupo Masdar del emirato árabe (40%). De igual modo, cerca de Guadix, en Sierra Nevada, ha entrado en funcionamiento la tercera fase de la planta Andasol, operada por Duro Felguera y propiedad del mismo consorcio alemán que promueve, en el Sahara, el ambicioso proyecto Desertec. Gemasolar tiene una potencia muy modesta (19 MW),pero las tres fases ya operativas de Andasol dan 150 MW, potencia respetable.

La singularidad más destacable de ambas centrales es que pueden desacoplar la captación de la energía solar de la generación eléctrica. Mediante espejos concentradores, calientan agua que mueve un alternador o bien funden sales que, en otro momento, acaban logrando lo mismo. O sea, que la captación solar es diurna, claro, pero la generación eléctrica puede hacerse tanto de día como de noche. Notable.

Esta es la cara positiva, la que muestra cómo la generación eléctrica mediante la captación de energías libres de fuente renovable es una alternativa real, no un delirio. La negativa es que la planta Andasol, con 600.000 espejos, ha exigido una inversión elevada, ocupa unos 4 km2 y solo funciona razonablemente bien en lugares de elevada insolación y atmósfera transparente. Un aerogenerador de 3 MW de potencia necesita menos de media hectárea. Así pues, se consigue una potencia instalada de 150 MW, que es la de Andasol, con 30 molinos de 3 MW, que ocupan menos de 25 hectáreas. Es mucho menos que 4 km2 (400 hectáreas). Sin embargo, los aerogeneradores solo producen electricidad cuando sopla el viento, que viene a ser un 35-40% del tiempo total y no siempre en el momento de demanda. ¿Qué opción es la buena?

Ambas, si responden a una estrategia global correctamente concebida. Hay que insistir en ello. El mix energético sostenibilista está hecho de muchas oportunidades parciales convenientemente explotadas. Cuesta más de gestionar que el convencional basado en energías fósiles, pero tiene la imbatible ventaja que es inagotable, que no depende del precio de la materia prima (que es gratuita) y que minimiza las externalidades ambientales negativas. Cuando ciertos combustibles fósiles escaseen, en un par de décadas a lo sumo, y cuando el cambio climático se acentúe, que ya comienza mostrar los dientes, la cómoda operatividad del sistema hasta ahora convencional será irrelevante al lado de los problemas económicos, ambientales y sociales que comportará.

Nos conviene mucho que duren las reservas de hidrocarburos fósiles. Ello garantizaría sus usos no combustivos (industria química) y permitiría una transición ordenada y tranquila. Nos las vemos con unos juegos malabares que conllevan el control de muchas bolas a la vez. Hay que atender la demanda, invertir en implementaciones alternativas como la generación eólica o solar, ir desarrollando la automoción eléctrica justamente para enfriar la demanda de petróleo y estimular la captación renovable, mejorar, y cuánto, nuestras ratios de eficiencia, que son bastante malas, y muy especialmente reeducarnos energéticamente al objeto de avanzar en el ahorro (no consumir sin ton ni son) y en la suficiencia (obtener el servicio final necesario, sin excesos). Trabajo no falta.

La suficiencia, el ahorro y la eficiencia suponen la principal fuente alternativa de energía. Se logra lo mismo ingresando mucho que gastando poco. Debemos ingresar de otra manera y gastar menos porque sin los ya terminales hidrocarburos fósiles es dudoso que podamos ingresar más. El citado proyecto Desertec se propone diseminar por el Sahara plantas solares como la de Andasol. Ni será fácil, ni podrá transportarse la energía sin pérdidas, ni bastarán todos esos inventos si cada vez somos más humanos pidiendo más por cápita. Por no hablar del tema financiero. La opción sostenibilista es económicamente viable -de hecho, es la única económicamente viable, en especial si se sacan las cuentas como es debido y se atribuye costo a la totalidad de los valores en juego‑, pero exige un gran ejercicio de ingeniería financiera, porque se trata de revertir y amortizar un modelo caducado, pero aún en pleno funcionamiento.

Andasol y Gemasolar son dos excelentes noticias insuficientes. Forman parte de una solución compleja que requiere ambición, creatividad y cintura. Una solución que solo llegará si contamos con un proyecto global y con visión de futuro. Ello precisa de competencia técnica, que tenemos, y de liderazgo político, que nos falta. Nuestros políticos europeos debieran querer liderar el nuevo orden. Se conforman ganando las elecciones.

Fuente: Ecoticias

Protermosolar indica el camino a seguir al futuro Gobierno

Campo paneles solaresOle, ole y ole! Magnífica tribuna de la cúpula de Protermosolar, la asociación de empresas que invierten en energía solar termoeléctrica en España, y que últimamente habían saltado al ruedo de la polémica energética a raiz de las declaraciones de Ignacio Sánchez Galán, que pedía al Gobierno el cese del apoyo que se está prestando a este sector para su desarrollo, para evitar el riesgo de una nueva burbuja.

Se da el caso, como muy bien se explica en esta tribuna, de que Iberdrola también había intentado meter la cabeza en este sector, con malos resultados. De ahí el comprendible «cabreo» de Protermosolar, y he aquí una magnífica tribuna que pone a cada cual en su sitio.

Desde Efimarket esperamos, como Protermosolar hace al final de esta tribuna, que el nuevo Gobierno surgido tras el 20N sepa tomar las decisiones adecuadas en materia energética, permitiendo así que el sector renovable pueda arrimar el hombro contra la crisis, creando puestos de trabajo y disminuyendo la dependencia energética exterior de este nuestro querido país, donde disponemos de algo mejor aun que el petróleo: nuestro SOL.

Sin mas os dejamos con la tribuna, que como decimos, no tiene desperdicio.

Moratoria por cuenta de las eléctricas

Estamos seguros de que el nuevo Gobierno estudiará el problema del déficit tarifario con rigor y no como lo están planteando los presidentes de Unesa e Iberdrola. El nuevo Gobierno deberá analizar si lo que más le interesa al país es fomentar la inversión privada, atraer capital extranjero a nuestra economía, generar empleo y reforzar el posicionamiento de nuestra industria en el exterior, además de cumplir los compromisos vinculantes con la Unión Europea para la mitigación del cambio climático, o defender las cuentas de resultados de dos o tres empresas que cometieron el error de instalar más ciclos combinados de los que, a todas luces y nunca mejor dicho, se han demostrado innecesarios. Esas empresas están tratando a toda costa de convertir su problema, fruto de sus propias decisiones con su correspondiente riesgo empresarial, en un problema nacional.

También estamos seguros de que el nuevo Gobierno no comprará al señor Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, el sofisma de que, como la cifra del déficit tarifario se parece a las primas recibidas por las renovables, estas son las culpables del déficit. ¿Qué les parecería esta otra forma de presentarlo? Como los beneficios anuales de las eléctricas son similares al déficit tarifario, los beneficios de las eléctricas son los responsables del incremento anual del déficit.

Los enormes beneficios de las eléctricas son parte del coste del sistema, igual que lo son las primas a las renovables, pero mientras las primas a las renovables tienen un importante efecto de reducción de los precios del pool y, por tanto, de reducción de lo que se paga a los productores, los beneficios de las eléctricas constituyen una contribución neta a dicho déficit. Según un reciente estudio de Deloitte para APPA, las renovables habían producido un efecto neto acumulado de más de 9.000 millones de euros de reducción del déficit hasta finales de 2010. O sea que, en contra de lo que de forma simplista quieren vender a la opinión pública, las renovables no han contribuido al déficit sino a paliarlo. Otro tema más difícil de explicar es por qué no se ha repercutido esta bajada de los costes de generación en el recibo de la luz a los consumidores. Las subastas Cesur tienen la respuesta y están siendo objeto de investigación en estos momentos. Sin embargo las industrias que tienen indexados sus costes de electricidad al precio del pool sí han visto reducida su factura y, por tanto, han incrementado su competitividad en estos últimos años gracias a las renovables.

Es significativo que quien más levanta la voz para cercenar una pujante industria nacional es aquel que quiso ser el líder en termosolar hace dos años pero que fracasó al no recibir ninguna de las preasignaciones solicitadas a las centrales termosolares que estaba promoviendo (salvo la de Puertollano, que ya estaba construida pero no estaba inscrita). También parece que no le iban bien las cosas en los concursos autonómicos de energía eólica en los últimos años y ha alentado un real decreto -que afortunadamente se ha paralizado- en el que, generando incertidumbre sobre la retribución, trataba de impedir la financiación bancaria de los proyectos, para que solo pudieran materializarse los que se hicieran con financiación corporativa y poder jugar así con ventaja.

El nuevo Gobierno tiene que decidir si seguir apoyando una industria nacional, con gran impacto en el PIB, en la recaudación fiscal y en el empleo y cuyas primas serán progresivamente decrecientes hasta no ser necesarias en muy pocos años -reduciendo la dependencia energética del exterior, reforzando el liderazgo de nuestras empresas en el emergente mercado mundial y contribuyendo a la convergencia económica entre las regiones de España- o, por el contrario, defender el que dos o tres empresas sigan ordeñando la vaca de instalaciones amortizadas, sin nuevas inversiones productivas y con pingües beneficios, manteniendo las elevadas importaciones de gas que tanto daño producen en nuestra balanza comercial.

El nuevo Gobierno tendrá ante sí otras muchas decisiones difíciles sobre cómo superar la crisis económica. Sin embargo, por lo que respecta a las energías renovables, y a la termosolar en particular, lo tiene muy fácil.

Valeriano Ruiz / Luis Crespo. Presidente y secretario general de Protermosolar

Fuente original: Cinco Días