Nuevo proyecto europeo para probar las ‘smart grids’ o redes inteligentes

Torre eléctricaParece ser que el sistema eléctrico del futuro pasa por una reinterpretación del actual, en la que se tengan en cuenta aspectos tales como la eficacia y la versatilidad. Las nuevas fuentes de energía como la solar o la eolica requieren una visión diferente en cuanto al entramado de distribución y Europa, que desde hace tiempo se esfuerza por incrementar su capacidad para producir este tipo de energías de origen renovable, sabe que este esfuerzo debe ir acompañado de una capacidad también mayor para distribuirlas con eficacia. Por ello recientemente se ha puesto en marcha un nuevo proyecto financiado con fondos europeos cuyo objetivo es poner a prueba los sistemas correspondientes.

Dotado de fondos por valor de 12,7 millones de euros en virtud del tema «Energía» del Séptimo Programa Marco (7PM) de la UE, el proyecto EcoGrid («Un prototipo de las redes inteligentes europeas») reúne a 16 socios de Austria, Bélgica, Dinamarca, Estonia, Alemania, Países Bajos, Noruega, Portugal, España y Suiza.

Proyectos como éste contribuyen a hacer realidad las prioridades fundamentales de la estrategia Europa 2020 de la UE, como son la obtención del 20% de la energía consumida a partir de fuentes renovables y la reducción en un 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

El equipo del proyecto EcoGrid pondrá en marcha un prototipo de mercado de recursos energéticos distribuidos en tiempo real en la isla danesa de Bornholm, y solicitará a 2.000 abonados a la red de suministro que disminuyan su consumo cuando el viento sea demasiado débil o demasiado fuerte para que funcionen los aerogeneradores instalados en la isla. A cambio les llegará una factura de la luz más económica gracias al uso de un sistema de gestión denominado red inteligente (Smart Grid).

A los consumidores participantes en esta iniciativa se les dotará en sus hogares de dispositivos de respuesta a la demanda que les ofrecerán información en tiempo real y, de este modo, la posibilidad de programar automáticamente sus preferencias.

Actualmente el 50% de la electricidad consumida en la isla danesa de Bornholm es de origen eólico.

El investigador sénior Ove Grande, de SINTEF Energy Research (Noruega, entidad coordinadora del proyecto), comentó: «Cuando determinado país desarrolla una capacidad elevada para la producción de energía solar y eólica, lo habitual es que los operadores del sistema necesiten fuentes auxiliares que se puedan activar con rapidez si los vientos no se ajustan a las previsiones meteorológicas o si las nubes, de manera inesperada, tapan las celdas solares. Y lo cierto es que las fuentes auxiliares necesarias para atender los picos de demanda energética resultan caras.»

Por lo general este problema se soluciona utilizando turbinas de gas o importando energía de otras regiones u otros países. Ove Grande confía en que los resultados de este proyecto demuestren que es posible solucionar el problema de otra forma.

Fuente: Madri+d

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