Lo que no sabes de tu factura eléctrica

Excelente y clarificador artículo de Jorge Morales de Labra, de la Fundación Renovables, en el que se desgrana y se saca a la luz las irregularidades existentes alrededor de la TUR, la Tarifa de ültimo Recurso, que sufrimos más de 20 millones de usuarios en España, desde que en 2009 el gobierno liberalizara el mercado eléctrico, y permitiera que los usuarios con menos de 10kW de potencia contratada se atuvieran a esta tarifa.

El cambio se justificó políticamente porque era necesario crear una tarifa para suministrar a clientes desprotegidos que fueran “maltratados” por las comercializadoras en el mercado libre que pasaban a ser las únicas que vendían energía.

En el artículo se cuenta cómo se calcula la TUR. Esto se hace como suma de tres componentes:

  1. Las tarifas de acceso a redes (peajes), que son las mismas que deben aplicar los comercializadores en el mercado libre;
  2. El coste de la energía (lo que algunos denominan la parte “liberalizada” de la TUR); y
  3. El margen reconocido a los CUR.

Sobre el coste de la energía, el gobierno tiene poco que hacer, por ello la intervención política se ha centrado en la fijación de los peajes, de forma que se han subido y bajado sin planificación previa dependiendo de la evolución de los costes de la energía.

Este juego es muy peligroso porque de los peajes se deriva el famoso –y de cuantificación muy discutible– déficit de tarifa, dado que una bajada en los mismos no supone que las Eléctricas dejen de ingresar cantidad alguna, sino que el Gobierno reconoce la deuda y pospone su pago a largo plazo.

Hasta aquí lo más o menos conocido.

Lo que no lo es tanto es que la fórmula de cálculo de la TUR tiene dos componentes principales:

  1. La estimación del precio medio aritmético del mercado diario –pool– y
  2. La estimación de una serie de coeficientes de ajuste de éste, derivados de aspectos técnicos.

Para la estimación del precio del pool se utiliza principalmente el resultado de una subasta celebrada unos 10 días antes del comienzo de cada trimestre, la conocida subasta de Compras de Energía para el Suministro de Último Recurso, “CESUR”.

El resultado de estas subastas es escandaloso, porque desde el tercer trimestre de 2009, cuando se puso en marcha la TUR, siempre han arrojado un precio superior al que luego ha resultado ser el precio del pool, esto es, el precio de futuro siempre sobreestima el precio de contado. En general suelen sobreestimar el precio entre un 10 y un 20% aunque en una ocasión –primer trimestre de 2010– llegaron a superar el 50%.

En total, en los dos años de vida del sistema, el beneficio adicional derivado de esta diferencia de precios entre las subastas CESUR y el mercado de contado asciende a cerca de 1.100 millones de euros.

(…)

Tras dos años de funcionamiento, este sistema acumula cerca de 1.400 millones de euros de sobrecostes para el consumidor.

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