Ha vuelto a suceder. Ni la nuclear, ni el carbón, ni el gas han sido capaces de inyectar tantos kilovatios en el sistema eléctrico nacional español como las renovables. El dato, que hace balance del primer semestre del año en curso (enero-junio de 2012), lo ha hecho público Red Eléctrica de España (REE), el operador del sistema eléctrico nacional.
Según REE, entre el uno de enero y el treinta de junio de 2012, solo el 14% de los kilovatios que generó España salió de centrales de ciclo combinado que queman gas natural (prácticamente todo el gas natural que emplea España es importado, en concreto, el 99,5%, según la patronal del sector, Sedigas). Las centrales térmicas que queman carbón han generado más energía que el gas, concretamente un 19,6% (la demanda de carbón importado creció en 2011 un 120%). Las centrales nucleares produjeron más electricidad aún: el 21,6% (en este caso, el 100% del uranio con el que operan los ocho reactores nucleares españoles es de importación). Pero, por encima de todas esas otras fuentes de electricidad se situaron las renovables. Así, y según Red Eléctrica de España, el 32,3% de la electricidad que ha llegado a la red en este semestre tuvo su origen en el agua, el viento y el sol (el 12,5% que resta ha salido de centrales de biomasa, de centrales de cogeneración que queman gas «y otros»).
La dependencia energética de fuentes de energía cada vez más caras
Todo eso, en cuanto al origen de los kilovatios que generó España entre enero y junio del corriente. ¿En cuanto a la dimensión económica? Pues, según la Agencia Tributaria, en 2011, España importó productos energéticos (petróleo, gas, carbón…) por valor de 55.821,6 millones de euros. Además, ya está claro que este año que nos lleva, 2012, esa cantidad de recursos económicos que enviaremos al extranjero para traer de allí productos energéticos aumentará. Lo apunta el último Informe sobre Comercio Exterior de la Agencia Tributaria de España, el de abril. Según ese documento, este año –como el año pasado, por cierto– lo que más está importando España son productos energéticos. Más aún, la Agencia Tributaria detalla en ese su último informe que «las importaciones de productos energéticos (principal sector importador del período enero-abril de 2012, con una cuota de 24,8% sobre el total) han crecido un 16,4%. Por partidas, ha habido incrementos del 14,8% en las compras de petróleo y derivados y del 20,6% en las de gas» (al respecto, léase El PP quiere convertir España en «el mercado de referencia del gas natural en el Mediterráneo», artículo que repasa la política energética que propone el Partido Popular en su programa de gobierno).
Fuente negra de electricidad
Pero las centrales que queman carbón y gas no solo generan kilovatios, también producen humo. Según el “Análisis de datos de emisiones de CO2 en España” –documento que acaba de ser presentado por la directora de la Oficina Española de Cambio Climático, Susana Magro, y que ha sido patrocinado por, entre otras entidades, la Organización de Naciones Unidas–, el sector español de la generación eléctrica incrementó en 2011 sus emisiones de CO2 (con respecto a las registradas en 2010) en un 24,2%, fundamentalmente por un incremento en la generación con carbón. Más aún: la tendencia no muestra ni remotamente signos de cambio. Antes al contrario: si el año pasado, el carbón aportó el 15% de los kilovatios que compusieron la cesta eléctrica española; este año ya va por el 19,6%. Y se da la circunstancia, además, de que el carbón es la fuente de electricidad más contaminante de esa cesta. No lo dicen los ecologistas, lo dice Red Eléctrica de España, que le imputa al negro fósil mineral un factor de emisión de casi una tonelada de CO2 por megavatio hora generado, concretamente 0,95 tCO2/MWh (por solo cero setenta al fuel+gas; 0,37 tCO2/MWh al gas; o cero a la eólica, a la hidráulica y a la solar).
España necesitará más créditos
Pero si las repercusiones ambientales (en forma de cambio climático) pueden ser consideradas menos evidentes (dicho sea entre comillas), las repercusiones económicas son más inmediatas y específicas. Según datos oficiales, «en los últimos cinco años, España ha invertido, con presupuesto del Ministerio de Economía y del Ministerio de Medio Ambiente, 770 millones de euros para la adquisición de créditos de carbono«, porque resulta que las emisiones de nuestro país están muy por encima de las firmadas por España en el Protocolo de Kioto y, si España emite más, España debe compensar comprando créditos de carbono a otros países. ¿Conclusión? Otros 770 millones de euros –computados en la última legislatura, según el gobierno– que van a parar, por obra y gracia de nuestro mix energético, a países extranjeros. Una auténtica millonada que empieza vislumbrarse que será aún mayor en el futuro inmediato, dado el incremento de emisiones –22,4%– apuntado en ese último «Análisis…» y más que ratificadas en el Resumen del Avance del Inventario de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero 2011, que imputa explícitamente el alza de las emisiones del bloque de la generación eléctrica al «fuerte incremento de las emisiones de las centrales térmicas convencionales de carbón».
Fuente: Energías Renovables