Colocar paneles de energía solar en el techo de los invernaderos es una interesante opción para la agricultura que está haciendo furor en China. Se trata de un nuevo modelo de invernadero que utiliza como techo unas placas fotovoltaicas.
La idea está obteniendo una increíble acogida desde hace aproximadamente un año en Shandong, una provincia costera de la República Popular China, situada al este de las Montañas Taihang. Su popularidad se debe a la rentabilidad lograda a medio plazo gracias a la capacidad de esta tecnología de generar electricidad sin afectar el desarrollo de los cultivos.
Además, su colocación en la cubierta resulta estratégica en caso de que la energía solar pudiera resultar contraproducente para los cultivos, pues desvía la luz solar hacia las células fotovoltaicas, lográndose así un doble beneficio.
Empleo local verde
Este tipo de invernaderos están fomentando el empleo en Jimo, la ciudad en la que estos particulares estructuras se fabrican e instalan. De este modo, su éxito está permitiendo florecer a las empresas locales de energía solar al mismo tiempo que da un empujón al sector de la agricultura de invernadero, que ya ocupa alrededor de 33 hectáreas con este tipo de instalaciones.
Además de generarse electricidad para su almacenamiento y/o posterior comercialización, la electricidad también es de gran valor a la hora de mantener el mismo invernadero. Sobre todo los invernaderos que trabajan a gran escala, requieren de una instalación de energía eléctrica para distintos usos, como la iluminación, el control de la humedad del ambiente u otros mecanismos de riego que también precisen de suministro eléctrico. Son muchos los intentos de adaptar la energía solar fotovoltaica a la agricultura de invernadero, pero en este caso chino su éxito en la práctica ha marcado la diferencia.