La CNE no ha recibido la propuesta de orden de tarifas de julio para su dictamen preceptivo. Por tanto, Industria estaría fuera de plazo para revisarlas el 1 de julio, aunque podría recurrir al truco del anterior trimestre: enviarla a finales de mes, aprobarla semanas después y aplicarla retroactivamente el día 1.
El Ministerio de Industria ha superado el límite temporal para remitir a la Comisión Nacional de Energía (CNE) la propuesta de orden de tarifas de acceso (o peajes) para el tercer trimestre, que entrarían en vigor el 1 de julio. También en el anterior trimestre el ministerio superó dicho plazo a la espera de ver el resultado de la subasta Cesur, en la que se determina el precio de la energía, que es la mitad de la factura de la luz (la otra mitad son los peajes o la parte regulada que determina el Gobierno), y acabó imponiendo una subida de forma retroactiva.
Conocer el resultado de la subasta le permitió jugar con el resultado de la misma a la hora de revisar la tarifa de último recurso o TUR: si cae el precio de la electricidad puede subir más los peajes y viceversa. En todo caso, el informe de la CNE sobre la propuesta es de obligado cumplimiento.
Por esta razón, y es lo que parece que hará de nuevo el ministerio, hará su propuesta a finales de este mes, la aprobará bien entrado julio, pero la subida será retroactiva desde el día 1. En abril, fue aprobada el día 26, pero se aplicó desde el primer día de ese mes. Un sistema que nunca se había aplicado y que fuentes del sector consideran de dudosa legalidad.
La subasta Cesur que determinará el precio de la electricidad en el próximo trimestre se celebra el día 22. Los precios apuntan a la baja, lo que daría margen al ministerio para subir de nuevo los peajes. El fuerte incremento del último trimestre (1.600 millones de euros a pagar de forma fraccionada hasta finales de mes) incluía las refacturaciones que el Tribunal Supremo obligaba, que elevaban un 17% el precio de los peajes.
Con todo, la relevancia de las nuevas tarifas está en el hecho de que van a coincidir con la segunda fase de la reforma del sistema eléctrico previsto para la segunda quincena de este mes, si el ministro de Industria, José Manuel Soria, cumple con su palabra (cosa rara, ya que el sector de las renovables aun está esperando que se apruebe el decreto del balance neto, o net metering, que podría activar de nuevo el sector).
Aunque todo apunta a que la citada reforma se va a saldar con medidas fiscales (tasas o impuestos a la producción), nada ha trascendido sobre su concreción. Las grandes eléctricas de Unesa (Endesa, Iberdrola, Gas Natural, HC Energía y Eon), que se temen lo peor, aseguran que no han recibido ni un solo documento del Gobierno, que tampoco les ha pedido propuestas particulares. Las relaciones con el secretario de Estado de Energía, Fernando Marti, y con el ministro de Industria son tan cordiales como infructuosas. En ellas Soria sigue insistiendo en la coletilla de que el esfuerzo para eliminar el déficit de tarifa se asienta sobre tres pilares: las empresas, los consumidores y el Estado.
Por el momento, el Gobierno no solo no ha soportado ningún esfuerzo, sino, por el contrario, ha trasladado partidas de los Presupuestos (costes extrapeninsulares) a la tarifa. Fuentes próximas al ministerio aseguran que las propuestas ya están sobre el papel y que han sido remitidas a Moncloa, por lo que se esperan noticias frescas en un breve espacio de tiempo. Por su parte, en el sector eléctrico más bien creen que el artífice de las medidas es el jefe de la Oficina Económica de Presidencia, Álvaro Nadal.
Fuente: Cinco Días