La revolución silenciosa de las bicicletas

BicicletasLas bicicletas son el transporte urbano del futuro, y no porque lo diga yo, sino porque no nos va a quedar más remedio que liberar las ciudades de esa «boina» de contaminación que se eleva sobre sus tejados si no queremos que nuestra calidad de vida vaya a peor y que pasear por la calle se convierta en deporte de alto riesgo. El caso es que en Efimarket sentimos envidia cuando conocemos algunos ejemplos de ciudades que apuestan sin tapujos por este vehículo de innumerables bondades, como es el caso de Fiburgo. A continuación os mostramos el análisis que hace al respecto Adolfo Segura en Ecoticias, y después, si quieres te animamos a que eches un vistazo a nuestro catálogo de bicicletas eléctricas:

Friburgo es el paraíso de la bicicleta. El ayuntamiento de la ciudad ha apostado por una ciudad libre de humos y de ruidos. Al centro no se puede acceder en automóvil. La villa dispone de un circuito para ciclistas de más de 400 kms. El parque de bicicletas es el doble que el de automóviles en la ciudad. Amsterdam es otra de las grandes poblaciones europeas que quiere sustituir contaminación acústica y ambiental por ecología.

UN USO MUY RECOMENDABLE

El uso de la bicicleta es muy recomendable por diversas razones. Emisiones 0, o casi. Tráfico sin ruidos. En las ciudades donde no hay tráfico petroadicto, al menos en los centros históricos, los accidentes son casi inexistentes. Más salud y menos accidentes cardiovasculares para los usuarios. Menos dependencia energética. Menos guerras y muertes de inocentes por la lucha por los recursos limitados. Menos enfermedades pulmonares y de todo tipo debido a la contaminación del aire por la utilización de hidrocarburos.

¿Por qué las ciudades del estado español no apuestan más decididamente por la bicicleta? Los lobbys petroadictos ejercen presión. Las ordenanzas municipales deberían, como en Friburgo, prohibir el paso de automóviles contaminantes y ruidosos a ciertas zonas de las ciudades, como centros urbanos, lugares de interés cultural, patrimonios históricos, zonas de ocio y ajardinadas… Sólo deberían tener acceso los coches “verdes”, los autos convencionales de los vecinos de esas zonas y las bicicletas y, claro, los peatones. Todos saldríamos ganando. Peajes duros para los centros históricos y determinados enclaves urbanos.

CIUDADES SIN ACCIDENTES

Además, los ciclistas podrían campar a sus anchas por esas áreas y sin temor a una colisión o accidente con un automóvil. Las ciudades españolas no sólo necesitan más carriles para bicicletas, sino que se necesita que los que existen ya sean respetados y no invadidos o inutilizados. Los automovilistas que infrinjan las leyes tienen que ser sancionados contundentemente para que no vuelvan a cometer la misma imprudencia.

BICICLETAS GENERADORAS DE ENERGÍA

Pero, en el tema de la bicicleta, hay más ventajas. Un par de jóvenes inventores de Singapur han creado el diseño de un sistema de bicicletas público que produce electricidad por medio de minipaneles fotovoltaicos y molinos eólicos instalados en las ruedas. Por ahora, el plan de este sistema de generación de energía renovable a través de un sistema público de bicicletas urbano es sólo un plan piloto, pero este proyecto puede llegar a dar mucho de sí. Para estos dos jóvenes inventores, los programas de préstamo de bicicletas públicas que se encuentran en funcionamiento en diversas ciudades españolas o inglesas pueden llegar a ser muy valiosos para, con un implante masivo del sistema en grandes urbes del mundo, poder verter cantidades notables de energía a la red general, energía renovable y absolutamente libre de emisiones.

BICICLETAS BIODEGRADABLES

Pero no hemos acabado todavía. Siempre habrá quien diga que la bicicleta no es un vehículo “Emisiones 0” porque, al fabricarla, se han utilizado sistemas energéticos contaminantes y metales, etc. Pero ya hay alternativas también a este problema. En una tienda de Londres ya se venden bicicletas hechas casi al 100 por 100 de bambú. Salen un poco caras todavía, pero son increíbles, porque el bambú es más elástico, resistente, ecológico y ligero que los materiales convencionales. Se trata de bicicletas casi al 100 por 100 biodegradables.

Y si usted vive en una ciudad con pendientes, si ya le flaquean las fuerzas o si tiene que utilizar la bici con mucha frecuencia, existen bicicletas eléctricas muy ligeras, con una gran autonomía y notablemente ergonómicas para facilitarles las cosas. Su pedaleo asistido le permite duplicar la velocidad sin doblar el esfuerzo o pedalear suavemente a pesar de la cuesta y dejarse llevar. Estas bicicletas eléctricas, con motores muy sencillos, se recargan muy fácilmente en cualquier punto de la red eléctrica.

El que no opta por un vehículo más silencioso y ecológico es porque no quiere…

Fuente: Ecoticias

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