La «Economía Azul» pretende transformar lo verde en eficiente y barato

Bola del mundoLa «Economía Azul» es descrita por el economista Gunter Pauli como un nuevo modelo económico en el que lo «verde» se transforme en eficiente y barato. Es decir, valerse de la naturaleza y de los residuos para crear una nueva industria viable y menos costosa que la verde.

¿Es la economía verde sostenible?

La actividad humana genera cada vez más residuos, contaminando el planeta con material nuclear, metales pesados, isótopos radiactivos y vertiendo al agua cromo y recipientes desechados.

El coste de transportar toda esta basura a los Piscina de residuosvertederos es muy elevado. Sólo en EE.UU., el gasto anual asciende a 50.000 millones de dólares. Si además, se actúa de manera ecológica y estos residuos se recogen, clasifican y eliminan, el coste se dispara hasta el billón de dólares (sólo en EE.UU.).

Este modelo productivo resulta cada vez menos sostenible, y la economía verde lo único que consigue es generar cada vez más productos, más sostenibles sí, pero también más caros.

¿Qué es la «Economía Azul»?

La «Economía Azul» pretende defender un nuevo diseño de los negocios donde los recursos disponibles del sistema se utilicen en cascada. Es decir, que los residuos de un producto no se vean como un desperdicio, si no que se conviertan en otros productos.

La idea es pasar de la actual economía donde el bien «bueno» es el caro y el «malo» el barato, a un sistema donde lo bueno y lo innovador es competitivo sin subvenciones y lo necesario para la vida es gratuito. Como señala Gunter Pauli, para lograr esta transición, es necesario servirse del conocimiento acumulado durante millones de años por la naturaleza y alcanzar mayores niveles de eficacia, respetando el medio y creando riqueza.

Economia azul

Algunos ejemplos para alcanzar una «Economía Azul»

El primer paso consiste en aplicar correctamente la legislación sobre los residuos. Según la CE (marca de Conformidad Europea), simplemente con esto, se lograría ahorrar 72.000 millones de euros al año, y se aumentaría el volumen de negocios de la gestión de residuos y del reciclado en 42.000 millones, creando más de 400.000 empleos de aquí a 2020.

El siguiente paso es aplicar los principios de la «Economía Azul», aumentando la eficiencia del sistema y produciendo en círculo, reutilizando los residuos como en los ejemplos que se exponen a continuación.

  • Del café, solo el 0,2 por ciento es grano, el resto se tira, cuando de él se pueden crear hongos comestibles con los que alimentar a los animales.
  • Los bioplásticos fabricados con fécula de patata, de maíz… son cuatro veces más caros que los polímeros derivados del petróleo, aún así, cada vez se producen más. Se podrían producir bioplásticos derivados de los abundantes residuos de frutas y verduras, al mismo coste que los de petróleo. «Cada año se producen en Europa casi 192 millones de toneladas de desechos de frutas y verduras».
  • A lo largo de su vida, los hombres utilizan miles de cuchillas desechables de titanio y acero inoxidable, metales de gran calidad que terminan en vertederos. Se podrían, por ejemplo, usar hebras de seda para cortar la barba.
  • Los biocombustibles generados a partir de maíz o de soja, compiten en el mercado de los alimentos. Sin embargo, si se produjeran a partir de los desechos de la cosecha, sí que serían realmente sostenibles.
  • También se podrían producir biocombustibles a partir de excrementos de osos panda. Estos contienen unas bacterias que pueden transformar el 95 por ciento de la biomasa vegetal en azúcares simples, sin necesidad de altas temperaturas, ácidos fuertes o altas presiones, permitiendo generar biocarburantes de forma más rápida, con menos energía y a un menor costo que los procesos convencionales. Los osos pandas no abundan en el mundo, pero purines si, y en vez de aprovecharse en la agricultura como fertilizante, más del 30 por ciento se convierte en excedentes, y su vertido da origen a graves contaminaciones de suelo y aguas superficiales.
  • Lo mismo ocurre con la energía renovable. Es una energía verde, pero no es azul aún, y no se ha conseguido que sea lo suficientemente eficiente para que sea competitiva y sostenible. Por ejemplo, si estas tecnologías ya funcionan en corriente continua, sería más eficiente si no se convirtiera la electricidad en alterna para después pasarla otra vez a continua en las casas.

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Si quieres saber más sobre la Economía Azul, a continuación encontrarás  un video explicativo en inglés.

Blue Economy

Fuente: Madri+d

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