El avión, un Airbus A320 de Iberia, propulsado por una mezcla de biocombustible de segunda generación, no ha requerido modificaciones para el uso de este carburante. Este biocombustible tiene las mismas características que el carburante usado habitualmente en aviación. Contiene un 25% de biocarburante de camelina -una planta oleaginosa no comestible y que no interfiere en cultivos alimentarios- y permite un ahorro de emisiones cercano al 20%.
Iberia y Repsol han llevado a cabo hoy el primer vuelo español propulsado por biocombustible. La ruta seleccionada para realizarlo ha sido el Puente Aéreo y el avión, un Airbus A320 de Iberia, ha recorrido con éxito el trayecto entre Madrid y Barcelona. Durante el vuelo se han consumido unos 2.600 kilos de una mezcla de biocombustible de camelina y carburante JET A-1 convencional, que han permitido un ahorro de cerca de 1.500 kilos de emisiones de CO2.
El biocombustible de segunda generación utilizado en la prueba, es una mezcla realizada por ASA con Bioqueroseno Parafínico Sintetizado producido por Honeywell-UOP y evaluado y acreditado por Repsol en su Centro de Tecnología, que permite un ahorro de emisiones de gases de efecto invernadero cercano al 20%. Tiene las mismas características que el carburante Jet A-1 que se usa habitualmente en aviación y contiene un 25% de biocarburante de camelina, una planta oleaginosa no comestible que no requiere condiciones ambientales específicas y puede cultivarse en España.
Iberia se ha ocupado de la planificación de los aspectos operativos del vuelo (avión, tripulación, programación, etc.) y, para la asistencia en tierra de este avión en Barajas, ha utilizado un coche eléctrico modelo iON de Peugeot. La compañía está realizando pruebas con distintos tipos de estos vehículos para ver cuál se adapta mejor a las condiciones atmosféricas del aeropuerto.
En este vuelo con biocombustible Iberia aporta, además, los medios técnicos y de personal necesarios en el mantenimiento, incluidas sus instalaciones en La Muñoza, próximas al aeropuerto de Barajas, donde se ha realizado la carga del biocombustible. La aerolínea española también ha monitorizado permanentemente con Airbus y este, a su vez, con los fabricantes de motores, la certificación técnica y operativa de este biocombustible para su uso en aviación comercial.
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