Brrrrrr! El invierno está a la vuelta de la esquina y con él llega el temido frío por lo que muchos verán como su factura eléctrica se dispara. Como en Efimarket sabemos que no quieres llevarte más de un susto en forma de donativo a las grandes compañías eléctricas, esas empresas amigas que te suministran ‘amigablemente’ la energía que consumes, te proponemos una serie de consejos para que minimices la cantidad de energía necesaria para mantener tu casa caldeada y confortable a la vez que ahorras una buena cantidad de dinero que podrás gastar, por ejemplo, en regalos de Navidadpara quien más quieres. Desde aislar adecuadamente tu casa hasta vestirte acorde a la estación en la que estamos, te invitamos a que eches un vistazo a estos diez trucos. Nos lo agradecerás cuando recibas la próxima factura de la luz!.
Hazte con un monitor de energía
Es difícil controlar tu gasto de energía cuando ni siquiera tienes una remota idea de lo que estás gastando. El monitor de energía te permitirá controlar y visualizar tu consumo instantáneo y hará que te conciencies frente al despilfarro energético. Su bajo coste hará que recuperes la inversión en muy poco tiempo.
Consigue un eliminador de stand-by
Si vieras que de tu grifo sigue saliendo agua incluso si lo has cerrado te preocuparías ¿verdad?. Pues algo similar ocurre con muchos aparatos eléctricos, que siguen consumiendo electricidad aunque estén apagados. Las regletas eliminadoras de stand-by solucionan este problema y no tendrás que preocuparte por ese cargador que se queda enchufado o por el coste extra del monitor del ordenador mientras no lo usas.
Renueva tu iluminación
Cambia las viejas bombillas por lámparas de tecnología LED o de bajo consumo. Notaras no solo la diferencia desde el punto de vista económico ya, por ejemplo, los tubos fluorescentes de bajo consumo aportan un 20% más de luminosidad a la vez que reducen en un 60% el consumo.
Invierte en un termostato inteligente
Seguro que no te gustaría estar pagando por tener tu casa caliente durante el día, mientras estás en el trabajo o en la universidad … pues bien, con este aparato podrás regular y controlar cuando quieres que los equipos de frío y calor actúen.
Abrígate un poco más!
Este es el más sencillo de todos los consejos…ponte algo más de ropa (que para algo estamos en invierno) y baja un par de grados la calefacción.
Haz una auditoría energética en tu casa
Las casas, igual que las personas necesitan ir al médico, necesitan una auditoría energética que diagnostique que estamos haciendo mal energéticamente hablando. Puedes hacer la tuya propia online en Efimarket.
Tapa esas fugas de calor
Una máxima en climatización es que nunca tendremos aislante suficiente, cuanto más mejor! En la práctica, la mitad aproximadamente del calor que generemos se escapa por las paredes, suelo y techo. Por eso es necesario que localices dónde están esas fugas y las aísles como es debido. Tu factura lo agradecerá.
Usa cortinas y lamas adecuadamente
Parece una tontería pero si dejas pasar la luz a través de las ventanas colocando correctamente las lamas durante el día, podrás aumentar la temperatura un par de grados. Por la noche, cierra las cortinas y así impedirás fugas de calos a través de las ventanas.
Utiliza electrodomésticos eficientes
Si necesitas renovar algún electrodoméstico, no lo dudes, hazte con uno de la más alta calificación energética. Recuerda que a partir del 1 de Diciembre de 2011 entra en vigor el nuevo etiquetado energético
Aprovecha el calor del horno
Si vas a hacer un bizcocho o unas deliciosas galletas para pasar una tarde fría de invierno, puedes bajar la temperatura de la calefacción y aprovechar que el horno está caliente dejando la puerta abierta durante un rato. Este es un viejo truco que ya empleaban nuestros abuelos…por qué no lo vamos a hacer nosotros?.
En Efimarket apostamos por la eficiencia energética y te deseamos que pases un cálido y ahorrador invierno.
La etiqueta energética nació en los años 90 y ha sido de uso obligatorio por los fabricantes de la Unión Europea. Fue el fruto de la concreción de numerosas leyes ambientales que surgieron en este periodo y nació como elemento informativo para el consumidor, que a partir de aquel momento pudo hacer algo que nunca había hecho y que era comparar el consumo energético de los electrodomésticos que iba a adquirir.
Actualmente, el desarrollo tecnológico alcanzado en la fabricación de estos aparatos ha provocado que las etiquetas energéticas queden desfasadas dado que hoy por hoy la mayoría de los electrodomésticos poseen la más alta consideración energética, es decir, la letra A (recuerden que el sistema valora desde la A a la G en siete categorías de mayor a menor eficiencia).
El desarrollo tecnológico alcanzado en la fabricación de estos aparatos ha provocado que las etiquetas energéticas queden desfasadas
Pero, ¿hasta que punto ha sido beneficiosa esta etiqueta?… Pues bien, como parece lógico pensar, esta etiqueta ha supuesto un impulso en la carrera de los fabricantes por el desarrollo de mejores y más eficientes tecnologías en sus aparatos, ya que de algún modo, el ser eficiente se ve premiado por estas etiquetas que, ahora sí, actúan como elemento diferenciador para los consumidores y mejoran cifras desde el punto de vista de las ventas.
Gracias a estos distintivos informativos, se ha creado también una cultura eficiente en los consumidores porque ahora pueden comparar productos dentro de unos criterios energéticos y de sostenibilidad. Pero no hay duda de que el impacto hubiera sido menor de no ser por el apoyo de la Administración que ha apostado fuerte por la eficiencia con aportaciones económicas plasmadas en los diversos planes Renove para electrodomésticos puestos en marcha en los últimos tiempos.
Y bien, para arreglar ese desfase en las viejas etiquetas del que hablabamos antes, ya tenemos aquí la nueva etiqueta energética que os presentamos desde Efimarket, de uso obligatorio a partir del 30 de Noviembre de 2011 y que incluye, entre otras cosas, tres nuevas categorías de eficiencia: A+, A++ y A+++. Esta nueva normativa afectará a aparatos domésticos de refrigeración (frigoríficos, congeladores,vinotecas), lavadoras (con capacidad asignada superior a 3 Kg, que deben tener una eficiencia de lavado clase A) y lavavajillas (con una eficiencia de lavado clase A).
La nueva etiqueta será identica en todos los paises y mantiene la escala de letras desde la A+++ hasta la D. El motivo de ampliar la escala por encima de la A en vez de por debajo de la G no es más que un pequeño matiz que evita el ‘desescalado’ que se produciría si, por ejemplo, un producto pasara de estar en la categoría A a estarlo en la C con la previsible pérdida de imagen frente a los clientes que pudieran interpretar ese descenso como una pérdida de calidad.
Es por ello que los fabricantes presionaron para que se alcanzara una solución lo más favorable posible para todo el mundo y es así como surgió este nuevo sistema de pluses. Otra novedad que se incluye es la sustitución de textos por pictogramas, diferentes según el tipo de electrodoméstico, que harán más fácil la intercambiabilidad, y promoverán la universalidad (al menos dentro de la Unión Europea) de estas etiquetas.
Los pictogramas aportarán datos acerca de las prestaciones específicas del aparato en cuestión segun su funcionalidad (por ejemplo, consumo de agua anual para una lavadora o volumen de almacenamiento para un congelador) y, por primera vez, de sus niveles de ruido.
Los pictogramas aportarán datos segun la funcionalidad del aparato y, por primera vez, de sus niveles de ruido.
Pero parece que esta nueva etiqueta nace con fecha de caducidad y es que existe el compromiso de revisarla si ocurre antes de 2014 lo que ha pasado ahora, es decir, si la mayor parte de los electrodomésticos se situan en la categoría más alta, cosa por otra parte previsible viendo la sucesión de avances y mejoras en materia de consumos.
Consumo energético en el hogar. Algunos datos ilustrativos.
Las familias son las responsables de aproximadamente el 30% del consumo energético total en España (el hogar supone un 18% y el transporte con vehículo particular un 12%).
Los electrodomésticos representan el 13% del consumo energético del hogar.
La iluminación representa un 9% del consumo energético del hogar.
Suponiendo que un hogar sólo utilizara electricidad, el consumo de todos los electrodomésticos representaría el 64% del total.
El electrodoméstico que más consume es el frigorífico, con un 18% del consumo de los electrodomésticos.
En segundo lugar vienen los televisores, querequieren el 10%.
Le siguen lavadoras (8%) y los pequeños electrodomésticos (7%).
En el artículo anterior hablamos sobre las bombillas compactas CFL, y mencionamos que su principal ventaja es que nos permiten sustituir el alumbrado existente por bombillas nuevas de bajo consumo. Con este nuevo artículo vamos a proporcionar algunos consejos a la hora de elegir adecuadamente nuestras nuevas bombillas de bajo consumo.
Para empezar, las características de las bombillas de bajo consumo se suelen comparar con las bombillas incandescentes, haciendo más sencilla la elección. Lo más habitual es encontrarnos una tabla como la siguiente, en la que se muestra la potencia en vatios de una bombilla incandescente a la que equivale la potencia de la lámpara CFL.
Lámpara Incandescente
Lámpara Compacta CFL
35 W
7 W
45 W
9 W
60 W
11 W
75 W
15 W
100 W
20 W
125 W
23W
Esta tabla orientativa nos puede ser de gran ayuda para la sustitución de lámparas antiguas por otras nuevas más eficientes. Así por ejemplo, si queremos cambiar dos bombillas incandescentes en nuestro dormitorio, y éstas son de 100 vatios, labombilla de bajo consumo que debemos seleccionar es la de 20 vatios. De esta forma, con dos lámparas tipo CFL de 20W obtenemos las mismas condiciones lumínicas que antes,consumiendo un 80% menos de energía eléctrica.
Podemos estimar también el ahorro conseguido con la sustitución anterior. Si consideramos un funcionamiento a lo largo de 2000 horas, a un precio de 15 céntimos de euro el kWh consumido, el coste de la energía eléctrica es de 30 euros en el caso de bombilla incandescente y de 6 euros en el caso de la bombilla de bajo consumo, con lo que hemos recuperado lo que nos costó en el momento de la compra. En conclusión, al final de la vida útil de la bombilla incandescente, usando CFL hemos pagado la quinta parte de dinero y todavía nos quedan hasta 13.ooo horas de funcionamiento.
Ahora que ya sabemos el ahorro que podemos lograr con las bombillas de bajo consumo, y antes de ir corriendo a comprar, debemos pararnos un momento a considerar un detalle. ¿Puedo sustituir todas las bombillas de mi casa o de mi oficina por lámparas CFL? No todas, y aquí debemos ir con cuidado. Las lámparas de este tipo normalmente se encuentran disponibles para casquillos de rosca Edison normal (E27) o rosca pequeña (E14). Por suerte esto está cambiando y hay establecimientos donde ya podemos encontrar casquillos GU10 para sustituir los halógenos, e ingluso G9 para lámparas de salon. Es necesario comprobar antes el tipo de casquillo de nuestras bombillas antiguas.
También hay que tener en cuenta los dos tipos de bombillas de bajo conusmo que existen, las integradas y las no integradas. Las integradas son las que todos conocemos, las más habituales, con el casquillo metálico incluido en la misma pieza que la ampolla de cristal. Las no integradas, más recientes, llevan unos contactos que se conectan a la base de la propia luminaria (podéis encontrar un ejemplo aquí).
Resumiendo, es importante para convertirnos en nuestros propios gestores energéticos conocer el tipo de bombillas y por cuáles se pueden sustituir. No sea que nuestra intención de ahorro se venga abajo por elegir una lámpara equivocada. En próximos artículos hablaremos más de este tema.
Imagen cabecera | Fuente: CFL bombilla por Peter Griffin
En los últimos años hemos pasado de la tradicional bombilla incandescente a encontrarnos con numerosos tipos de lámparas con sus códigos asociados, hasta tal punto que no nos resulta nada fácil elegir qué tipo debemos comprar. En este artículo vamos a hablar de las denominadas bombillas de bajo consumo o compactas fluorescentes, conocidas sobre todo por las siglas CFL. La próxima vez que necesitemos comprar una lámpara, sabremos si la CFL es la más adecuada.
La lámpara -coloquialmente bombilla- CFL (siglas de Compact Fluorescent Lamp) es un tipo de lámpara fluorescente que incorpora nuevas tecnologías de eficiencia, especialmente diseñada para ahorro energético. Su tecnología es similar al tubo fluorescente convencional que todos conocemos, pero con un tamaño mucho menor.
Las ventajas principales de la tecnología CFL es la incorporación de balastros electrónicos que reducen el parpadeo al encender, un menor consumo de electricidad para la misma iluminación, y una mayor duración de la bombilla.
Para que nos hagamos una idea, las bombillas incandescentes suelen tener una vida útil media de entre 1.000 y 2.000 horas de funcionamiento. Las bombillas de bajo consumo están proporcionando un valor de 15.000 horas para la vida media útil, que supone una duración de la bombilla seis veces superior, con el consiguiente ahorro al visitar menos la tienda. Pero ojo, no todas las bombillas de bajo consumo duran igual, las más baratas duran cerca de 6.000 horas. Por lo que no podemos comparar en precio una bombilla de 6.000 horas con otra de 15.000.
Por otra parte, las bombillas de bajo consumo tienen un consumo de electricidad de aproximadamente la quinta parte de una bombilla incandescente proporcionando la misma iluminación en la habitación. Si consumimos menos electricidad para las mismas condiciones de iluminación, estamos haciendo sin duda un notable uso eficiente de la energía. Además, el recibo de la luz se reduce en la misma proporción.
Sin embargo, no todo es tan bonito. La tecnología fluorescente, que nos proporciona tan buena eficiencia energética tiene un precio: el contenido en mercurio. Este metal en forma de gas (símbolo químico Hg) ha sido del causante de agrias polémicas, más o menos acertadas, sobre su peligrosidad en la salud humana y la contaminación medioambiental en caso de rotura de la ampolla de cristal. Si bien las cantidades de mercurio que incorporan las lámparas son bajas y no supone excesivo peligro, no deja de ser un buen criterio de fabricación limitar estas cantidades.
De esta forma, en el año 2005 se aprueba la directiva europea 2002/95/CE sobre restricciones a la utilización de determinadas sustancias peligrosas en aparatos eléctricos y electrónicos, incluyendo el plomo, el mercurio, el cromo y el cadmio entre otros. Esta directiva es conocida con las siglas RoHS, que veremos en las características de las lámparas que cumplan con esta normativa a nivel europeo. El objetivo de esta legislación es limitar la cantidad de sustancias nocivas para el medioambiente que acaban en los vertederos o que son emitidas al medio ambiente durante el reciclaje.
Como consecuencia de la aplicación de la RoHS a la fabricación de lámparas, el mercurio utilizado en tecnologías de fluorescentes ha bajado de 15-20 miligramos de mercurio en los tubos fluorescentes de toda la vida, a 2-5 miligramos de mercurio en las CFL actuales.
Además, algunos fabricantes, en un intento mejorar el comportamiento técnico y el impacto medioambiental, están usando tecnología de amalgama de mercurio. La ventaja de usar almalgama se debe a que ésta consiste en una aleación de mercurio, menos volátil que el mercurio líquido. De esta forma, en caso de rotura de la lámpara no se producen fugas de mercurio líquido ni emisiones de gases a la atmósfera. En el aspecto técnico, la amalgama de mercurio mejora la eficiencia de la lámpara y mantiene durante más tiempo el nivel de iluminación (las bombillas van reduciendo a lo largo de su vida útil el flujo lumínico que son capaces de proporcionar).
Otras mejoras que se están introduciendo a la tecnología CFL es la fabricación de las ampollas con cristal sin plomo, en cumplimiento de la RoHS y para reducir el impacto medioambiental.
Y por último, algunos fabricantes incorporan mejoras adicionales a la lámpara, como por ejemplo la base de plástico (parte inferior donde hace contacto con el portalámparas) que evita falsos contactos y posibles oxidaciones, o proteger la ampolla de cristal con una funda protectora de silicona que reduce el riesgo de rotura por golpes y mantiene en cualquier caso los trozos de cristal y el mercurio dentro de la funda.
En la tienda de Efimarket.com podéis ver distintos tipos de lámparas de bajo consumo y sus características. Además, las bombillas aquí ofrecidas serán siempre con tecnología de amalgama y en la mayoría de los casos incluyen la protección contra golpes de silicona, alargando la vida de vuestras bombillas. Además, nuestro catálogo incluye desde las bombillas de rosca E27 y E14 en varias tonalidades (blanco cálido, blanco neutro y blanco frío) hasta aquellas menos conocidas y que precisamente sustituyen a las bombillas halógenas de mayor consumo, como las de tipo GU10 de 50W utilizadas en salones, pasillos y baños, o las G9 especialmente diseñadas para lámparas de mesa.
Esperamos que este artículo os sirva para conocer un poco mejor las principales características de las lámparas compactas fluorescentes conocidas como CFL, ampliamente utilizadas en las medidas de ahorro energético en el hogar y en las pymes. Continuaremos en próximos artículos con más consejos para ahorrar luz, en nuestro objetivo de hacer llegar a los pequeños consumidores la eficiencia energética.
La iluminación es esa pequeña luz que pasa desapercibida hasta que nos llega el recibo de electricidad a final de mes. ¿Sabías que el alumbrado es casi el 20% de la energía eléctrica que se consume en una vivienda? ¿Y que en oficinas es entre el 20% y el 40%? Y lo más importante, según los expertos es posible conseguir un ahorro en alumbrado de más de un 40%. En esta serie temática sobre iluminación eficiente vamos a analizar cómo lograr este ahorro.
Según los datos del IDAE, en una vivienda de tipo medio el alumbrado constituye el 18% del total de energía eléctrica consumida. Según estos mismos informes, en el caso de oficinas el porcentaje es aún mayor. Dependiendo del lugar geográfico donde estemos, y por lo tanto de las horas de sol disponibles, este consumo en iluminación puede oscilar entre el 20% y el 40% del total.
Considerando el mayor consumo eléctrico de las oficinas, este porcentaje de iluminación supone un valor aproximado de 3900 GWh al año (equivente al 2% de la electricidad total consumida en el país). Si damos por bueno el objetivo de lograr un 40% de ahorro en alumbrado, en el sector oficinas podríamos dejar de emitir casi un millón de toneladas de CO2 al año.
En el caso de los locales comerciales, donde una gran iluminación es parte fundamental del negocio, el porcentaje del consumo total que alcanza la electricidad es mayoritario. Simplemente una pequeña mejora en la eficiencia energética de los receptores de alumbrado supone una reducción drástica del recibo de energía eléctrica.
Tal es la importancia del alumbrado en el balance energético que se establece también para las lámparas el etiquetado energético, del que ya hablamos en el artículo sobre eficiencia y ahorro energético en el hogar. Mediante esta clasificación por letras se establecen unos niveles de eficiencia energética que va desde la A (la más eficiente) hasta la G (la menos eficiente).
Desde las primeras bombillas de filamento de tunsgteno, el desarrollo de nuevas tecnologías de alumbrado han aportado lámparas con una eficiencia energética muy superior. Esto quiere decir que las nuevas lámparas son capaces de producir la misma iluminación con un consumo de energía eléctrica muy inferior.
En esta serie temática vamos a describir y analizar los diferentes tipos de lámparas de bajo consumo que hay en el mercado, que nos van a permitir un ahorro notable en la factura energética.
Hablaremos en primer lugar de las denominadas lámparas compactas fluorescentes o CFL, que tienen un consumo de energía muy bajo. Podéis ver algunas lámparas de este tipo en la Tienda de Efimarket.com.
Otro tipo de lámpara de bajo consumo de la que vamos a hablar es la de tecnología LED, de la que todos hemos escuchado y leído opiniones de todo tipo. En un artículo dedicado a los LED analizaremos sus ventajas y sus particularidades. Algunos modelos de lámpara LED están disponibles en la Tienda.
Menos conocida es la tecnología ESL (Electron Stimulated Light), que promete ser toda una revolución. Sus prestaciones son comparables a las tecnologías LED y CFL, una calidad de color equivalente a las incandescentes, y ausencia total de mercurio.
Los tubos de tipo T5 son la última generación en cuanto a desarrollo de fluorescentes lineales. Se reconocen inmediatamente por ser más delgados que los fluorescentes habituales. Este tipo de lámpara tiene una elevada eficiencia energética y una duración superior al resto de lámparas (alrededor de 20000 horas). También tenemos disponibles algunos modelos de tubos T5 en la Tienda.
Aunque los tipos anteriores son los más habituales, existen otros tipos de lámparas de bajo consumo sobre los que también hablaremos en próximos artículos.
El conocimiento de las tecnologías disponibles en alumbrado eficiente es fundamental para adoptar medidas de ahorro energético y convertirnos en nuestro propios gestores energéticos. Con este objetivo iniciamos la publicación de esta nueva serie temática sobre iluminación eficiente, que va a formar parte de la GUÍA EFICIENCIA ENERGÉTICA EFIMARKET.COM.
Imagen cabecera | Fuente: Imagen cabecera | Fuente: Bombillas por Petr KratochvilXX
¿Sabes qué es el interruptor de control de potencia y para qué sirve? ¿Has recibido una carta de tu compañía eléctrica diciendo algo de un ICP? ¿No lo tienes y te ha dicho un conocido que es obligatorio instalarlo? En este artículo vamos a hablar del ICP, para qué sirve, si es obligatorio tenerlo instalado y quién debe realizar la instalación. Veremos además que podemos reducir el importe de nuestra factura eléctrica instalando el ICP.
Tal y como vimos en el artículo sobre la factura eléctrica, existe un concepto denominado «potencia contratada» que es la potencia que nos reserva la compañía eléctrica. Esta potencia es la máxima que se puede consumir, y se determina considerando un coeficiente de simultaneidad a los receptores de la vivienda u oficina.
Por ejemplo, si disponemos de horno, microondas, lavadora, lavavajillas, plancha, secador de pelo, etc, la suma de la potencia de todos ellos es muy elevada (más de 10 kW, diez mil vatios). Sin embargo, consideramos que no todos los aparatos van a funcionar a la vez y se contrata la potencia que más se aproxime a nuestras estimaciones. Existen distintos valores normalizados para la potencia a contratar, siendo los más habituales en viviendas y pequeñas oficinas los valores de 3,3 y 5 kilovatios. Últimamente, debido a la cada vez mayor potencia demandada, principalmente debido a los aires acondicionados, se está contratando el valor de 9,2 kW.
El interruptor de potencia es un dispositivo que se coloca a la entrada del cuadro eléctrico (en el propio cuadro o en una cajita colocada a su lado) y se encarga de limitar la potencia consumida. Por este motivo se le conoce también como limitador de potencia. Al superarse la potencia contratada, el dispositivo actúa (de forma un poco rudimentaria pero efectiva) cortando el suministro eléctrico. Esto nos deja sin suministro hasta que volvemos a activar el ICP manualmente. Con este método la compañía eléctrica controla que no consumamos más potencia de la contratada.
Antiguamente el dispositivo que realizaba esta función era un simple fusible, que se conocía coloquialmente como «plomo». Los que tenemos más edad recordaremos la expresión «han saltado los plomos» cuando excedíamos la potencia contratada.
Esta desconexión fortuita del suministro, aunque podría parecer lo contrario, sucede en contadas ocasiones tal y como demuestra la realidad, puesto que la simultaneidad en los aparatos es muy baja. De todas formas, si se convierte en algo frecuente, es indicativo de que nuestra potencia contratada y simultánea están muy próximas, siendo recomendable una ampliación de potencia contratada (con su coste adicional en la factura, lógicamente).
La realidad es que numerosas instalaciones actuales (las antiguas y muchas que han sido reformadas) no disponen de ICP, resultando muy difícil para la compañía suministradora el control de la potencia eléctrica consumida. LLegados a este punto, se procede a una modificación progresiva de la normativa vigente para obligar a instalar el ICP.
La primera reforma legislativa que regula esto es el Real Decreto 1454/2005, que estableció la obligatioriedad de disponer de elementos de control de pontencia en todas las instalaciones eléctricas. Más adelante, en el año 2008 se pudo en marcha el procedimiento por el cual las empresas distribuidoras deben comunicar a los consumidores esta obligación. Este es el motivo por el que estamos recibiendo cartas de nuestra compañía eléctrica (se establecen hasta dos envíos por cliente) avisándonos de la necesidad del ICP.
Finalmente, a través de la Orden ITC/1559/2010, se establece como fecha límite el 16 de Junio de ese mismo año para la instalación del ICP. ¿Y si no lo hemos instalado para esa fecha? ¿Nos cortan el suministro? Pues no, la legislación marca como «solución» que la compañía eléctrica nos suba la factura hasta que se realice la instalación del ICP. Y la penalización aplicada no es precisamente baja.
Concretamente, basándose en que no se sabe qué potencia se está consumiendo, la compañía eléctrica modifica las condiciones de facturación y nos aumenta la potencia contratada sobre la que se calcula la factura. La potencia contratada que nos facturarán es de 10 kW para potencias contratadas originalmente de cinco kilovatios o menos, y de 20 kW para potencias de hasta 10 kilovatios.
Tomando el ejemplo más habitual de viviendas con 3,3 kilovatios contratados, estamos hablando de una penalización que triplica el término de facturación debido a la potencia contratada (pasamos de 3 a 10). Si recordamos del artículo de la factura eléctrica que por cada kilovatio de potencia contratada se pagan 1,48 euros al mes, estamos sufriendo un recargo de casi 7 euros en el recibo. Realmente es una cantidad a tener en cuenta.
Desde Efimarket nos consta que todavía queda muchísima gente sin ICP, bien porque viven fuera y no han recibido las cartas, bien porque no han entendido lo que les pedía la compañía (esto es habitual en personas de la tercera edad), o directamente porque no han querido pagar la instalación del ICP. Sea de la forma que sea, hay mucha gente pagando un recargo muy importante desde hace más de un año sin ser conscientes de ello. Y lógicamente, la compañía eléctrica no va a protestar por incrementar las facturas de los clientes.
Realmente aquí ya no estamos hablando de ahorrar energía, sino de impedir que nos cobren más dinero de la cuenta. ¿Cómo podemos regularizar nuestra situación? Los pasos a seguir son los siguientes:
1.- Comprobar si tenemos el IPC instalado. Como ya hemos dicho, se encuentra dentro de una cajita al lado del cuadro o bien en el propio cuadro. Es muy fácil de identificar porque suele llevar un precinto y lleva marcadas las siglas «ICP». Si no nos queda claro, podemos revisar nuestra factura eléctrica a ver si aparece una potencia contratada excesiva.
2.- Si tenemos ICP instalado, pero no está precintado, a efectos legales no nos sirve. Tendremos que avisar a la compañía eléctrica para que envíen un técnico a verificar y precintar el ICP. A partir de aquí nuestra factura volverá a la normalidad.
3.- Si no tenemos ICP instalado, podemos alquilarlo a la compañía eléctrica o contratar a un instalador autorizado para que lo instale. En el primer caso la compañía eléctrica nos cobrará una cuota por alquiler mensual del ICP. En el segundo caso, os cobrarán por el trabajo una sola vez. Es recomendable solicitar varios presupuestos.
En cualquier caso, y teniendo en cuenta que muchas de las viviendas con este problema son antiguas o con instalaciones fuera de normativa, recomendamos encarecidamente que se avise a un instalador autorizado para comprobar la situación de la instalación existente y si lleva instalado el ICP correctamente. Aquí estamos entrando ya en un tema de seguridad eléctrica, y lo mejor es dejar el tema en manos de un profesional. Además es necesario aportar el certificado de un instalador autorizado para legalizar nuestra situación.
Con este artículo esperamos que os quede claro el asunto de la instalación del interruptor de control de potencia. Si tenéis dudas para identificar vuestro ICP, enviadnos una fotografía de vuestro cuadro y os responderemos enseguida. Recordad que Efimarket es vuestro fiel asesor.
La movilidad sostenible está de moda. Medios de comunicación, políticos y expertos de todo tipo hablan continuamente sobre ella. Pero, ¿sabemos lo que es exactamente la movilidad sostenible? ¿Conocemos qué puede aportar para nuestro ahorro? Todas estas dudas y mucho más las resolveremos en esta nueva serie temática, que como siempre va a formar parte de la GUÍA EFICIENCIA ENERGÉTICA EFIMARKET.COM.
Para entender el concepto de movilidad sostenible tenemos que situarnos en el ámbito de la protección medioambiental. Para proteger el medio ambiente estamos llevando a cabo numerosos planes para reducir el consumo energético y las emisiones de CO2 a la atmósfera. Aunque podamos pensar que esta batalla se encuentra focalizada en el tema de las centrales de generación eléctrica y las energías renovables, existe otro frente abierto muy importante. Como sociedad desarrollada que somos, estamos obligados a realizar una gran cantidad de desplazamientos (que ahora llamamos movilidad) por motivos personales o de trabajo. Y prácticamente este modelo de movilidad se base en el uso del coche particular.
Según los datos del Ministerio de Fomento, la mitad de los kilómetros recorridos son interurbanos (entre ciudades), un 20% rurales y un 30% de tipo urbano. Aunque los porcentajes se mantienen, en los últimos 15 años los desplazamientos han aumentando en un 90%. En términos absolutos, el transporte supone el 40% de toda la energía consumida en España, convirtiéndose en uno de los grandes objetivos de la eficiencia energética.
La situación actual nos lleva a responsabilizar al transporte de la cuarta parte de las emisisones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. La mayoría de estas emisiones son debidas al transporte por carretera.
No obstante, la movilidad tiene efectos mucho más amplios sobre el medio ambiente, la salud y el bienestar. Estos efectos son especialmente importantes en zonas urbanas, donde es necesario combinar el uso del transporte con el bienestar de los ciudadanos.
El deterioro del aire es uno de los efectos inmediatos del uso continuado del transporte, principalmente debido al dióxido de nitrógeno y las pequeñas partículas emitidas que son los contaminantes que más afectan a la salud.
También se estima que casi un 30% de los hogares se ven afectados por el ruido producido por el tráfico. Si vivimos en una ciudad, como la mayoría de nosotros, el ruido de los vehículos es algo ya asumido por desgracia, tanto de día como de noche. Esto a largo plazo nos hace vivir más estresados, dormir peor y estar deseando irnos fuera en vacaciones.
Otra consecuencia de la movilidad, principalmente urbana, son los atascos. ¿Quién no ha sufrido grandes atascos provocando llegar tarde al trabajo o a nuestras citas personales? ¿Quién no ha pensado en estas situaciones que sobran coches en el mundo?
No contentos con todo esto, el tráfico deja unas lamentables cifras de siniestralidad que podrían verse reducidas con un uso más sostenible del coche, además por supuesto combinado con las necesarias medidas de seguridad vial.
A la vista de estos datos, se han iniciado políticas de reducción de emisiones de los vehículos fabricados, consiguiendo un 17% menos de emisiones de CO2 por kilómetro en los coches nuevos. No obstante, es tal el incremento de desplazamientos que son necesarias otras medidas para combatir la cada vez mayor contaminación.
Aquí es donde aparece la movilidad sostenible. Bajo este nombre tan mediático encontramos un grupo de medidas y formas de actuar enfocadas a combatir todos estos efectos negativos de la movilidad. El objetivo de un uso responsable del transporte es la reducción de la energía consumida (eficiencia energética) y una mejora en nuestra calidad de vida, que últimamente tiene bastantes deficiencias…
Como siempre ocurre en estos asuntos de eficiencia energética, la movilidad sostenible es cosa de todos. Nuestra contribución no es importante sino fundamental para lograr entre todos un ahorro energético importante y una calidad de vida mejor.
Y a esto vamos a dedicar esta nueva serie temática. Siguiendo nuestra trayectoria de eficiencia energética y ahorro en el hogar y las pymes, vamos a hablar entre otras cosas sobre el vehículo eléctrico. Veremos la situación actual y las ventajas del coche eléctrico, las bicicletas eléctricas, incluso la nueva moda de los patinetes eléctricos. Y por supuesto toda una colección de consejos para reducir nuestra factura energética a través de la movilidad sostenible.
Como siempre, ponemos a vuestra disposición esta nueva serie temática en el ámbito de la Guía Eficiencia Energética Efimarket.com, esperando vuestros comentarios, aportaciones y sugerencias para próximos artículos.
Con este artículo damos comienzo a una nueva serie temática, esta vez dedicada a la eficiencia y el ahorro en la pequeña y mediana empresa (pymes). Las pymes se encuentran en una situación complicada, pues sus facturas energéticas son más elevadas que en el caso de los hogares, pero no tienen la dimensión suficiente para que sean rentables las soluciones de ahorro energético de tipo industrial. Dicen los estudios que las pymes pueden ahorrar una media del 20% de la energía consumida. En esta serie vamos a aprender cómo podemos ahorrar en la factura de nuestras pequeñas y medianas empresas. Esta serie temática va a formar parte de la GUÍA EFICIENCIA ENERGÉTICA EFIMARKET.COM.
El tejido empresarial de España está formado en su gran mayoría por pequeñas y medianas empresas. El incesante aumento del precio de la energía (subidas del precio de la electricidad, subidas del precio del gas, etc) supone un duro incremento en la factura final de las empresas. Esta situación, que se desarrolla en un ámbito económico adverso, lleva a situaciones muchas veces inasumibles para la rentabilidad de las pymes. Nos vemos obligados a reducir gastos como sea para mantener en funcionamiento la empresa. Si conseguimos reducir el consumo energético de la empresa evitaremos recortar gastos en otras partidas, e incluso salvar varios puestos de trabajo.
A nivel global, ese 20% de margen para el ahorro que tienen las pymes supone casi 1500 millones de euros, que podrían invertirse en 50 mil puestos de trabajo. Además, este ahorro de consumo supondría la energía consumida al año por tres millones de hogares y una emisión de 10 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera. Así se desprende de los datos de un estudio realizado por Unión Fenosa sobre la gestión de la demanda a nivel de pequeño y mediano consumidor.
Según los datos estadísticos de estudios recientes, los sectores con mayor ineficiencia energética son los destinados a comercio, restaurantes, cafeterías y servicios profesionales (despachos). Podemos sospechar de la importancia que tiene la energía eléctrica en este tipo de actividades, principal culpable de engordar el recibo de electricidad. Por este motivo la parte central de esta serie temática se va a centrar en el consumo eléctrico en las pymes.
Realizando un análisis de las pymes españolas nos damos cuenta que es necesario actuar en varios frentes para lograr la necesaria eficiencia energética. Las pymes disponen de un margen importante para reducir su consumo eléctrico, siendo perfectamente rentable la adopción de medidas de ahorro energético. Sin embargo, en general la pequeña y mediana empresa no está totalmente concienciada sobre los beneficios y los ahorros que le puede suponer implantar una política energética.
Además, aún en el caso de existir una concienciación en eficiencia energética, en general los directivos y trabajadores de las pymes carecen de formación técnica suficiente para adoptar con plenas garantías acciones de uso eficiente de la energía. Este es el gran problema de las pymes, pues se encuentran en el rango de consumo donde es necesario realizar acciones de ahorro y uso racional de la energía, pero carecen de entidad suficiente como para tener un experto en plantilla.
Nuestra experiencia nos demuestra que las pymes se debaten en este fatídico intervalo, gastan mucha más energía que los hogares pero no disponen de los medios y las soluciones técnicas de la gran industria, con personal cualificado dedicado a estas tareas. Tampoco existe una cultura implantada sobre el uso de servicios energéticos (auditoría energética). Desde Efimarket.com nos ponemos a vuestra disposición para ayudaros a ser vuestro propio gestor energético y asesoraros para ahorrar energía en las pymes. Podéis enviarnos vuestras dudas y consultas a través de la sección Jose y Tania responden, y os ayudaremos a gestionar vuestra factura eléctrica.
Con esta serie temática dedicada a la eficiencia energética y ahorro en las pymes, pretendemos ofrecer a las pequeñas y medianas empresas información suficiente para:
Sensibilizar. Queremos que toméis conciencia sobre la necesidad de adoptar modelos de ahorro energético, tanto por la reducción de la factura como por su impacto a nivel medioambiental.
Informar. Es importante conocer cuáles son las diferentes opciones de eficiencia y ahorro energético, para poder planificar una política de uso sostenible y razonable de la energía.
Asesorar. Estamos a vuestra disposición para ayudaros a tomar decisiones con plenas garantías, avalados por una adecuada formación técnica y amplia experiencia en el sector. Os ayudamos a reducir vuestra factura energética.
Para implantar una adecuada política de ahorro energético en una pyme consideramos necesario incidir en tres pilares fundamentales: cultura energética, control energético e innovación tecnológica. A través de esta serie de artículos esperamos sentar las bases para que tengáis una cultura energética y de ahorro, asumiendo un consumo responsable (y más económico) de la energía. Publicaremos sendos artículos sobre el ahorro en iluminación y en climatización, que son los dos elementos problemáticos.
En cuanto al control energético, a través de otro artículo sobre sistemas y dispositivos de control del consumo de la energía os explicaremos cómo llevar la cuenta de la energía eléctrica que estamos gastando y cómo deducir actuaciones de ahorro a través de los datos obtenidos.
Y por último, y no por ello el menos importante, está la innovación tecnológica. Este tema será a lo largo de la serie temática, donde descubriremos qué nuevas tecnologías más eficientes están en el mercado, haciendo especial énfasis en la iluminación.
En esta serie no podemos dejar de lado otro tema de gran importancia, que son los contratos de suministro eléctrico para pymes. Nos adentraremos en este confuso mundo y aprenderemos qué tipo de contrato es más adecuado para nuestra empresa.
Esperamos que esta nueva serie temática, en el ámbito de la Guía Eficiencia Energética Efimarket.com, os resulte de gran interés, y que por supuesto os suponga ahorros importantes (que no está la situación para tirar dinero innecesariamente).
Imagen cabecera | Fuente: Business por Kosta Kostov
Ahora que nos hemos concienciado para ahorrar, hablaremos del calor del verano y los aparatos de aire acondicionado, este año, además coincide su puesta en marcha con la subida del precio de la energía eléctrica.
¡Es que hace tanto calor…! En España, país de veranos muy severos, el aire acondicionado se ha convertido en una necesidad a pesar de las enormes facturas eléctricas a final de mes. En el artículo de hoy vamos a aprender cómo podemos optimizar el consumo (ahorro energético en el hogar) y reducir la factura eléctrica. No solamente es importante el confort térmico, sino también el «confort» de nuestro bolsillo.
El primer consejo parece obvio: no poner en marcha el aire acondicionado. Esta solución tan «tonta» tiene más sentido del que parece a primera vista. Además de ahorrar energía eléctrica y evitarnos algún que otro constipado innecesario, en muchas ocasiones la brisa existente o un simple ventilador nos puede refrescar bastante bien. Por una parte, por las mañanas a primera hora y sobre todo a la puesta del sol suelen aparecer brisas relativamente frescas que nos hacen la situación más agradable. Abriendo las ventanas refrescamos la habitación y renovamos el aire, que nunca viene mal. Por otra parte, el uso de ventiladores que mueven el aire, aunque no reducen la temperatura real de la habitación, sí que proporcionan una sensación térmica agradable gracias a la corriente de aire que produce. Este método es muy utilizado durante las horas de sueño, pues los ventiladores son bastante silenciosos. Por supuesto que consume energía un ventilador, pero en cantidades muy inferiores a un aparato de aire acondicionado.
Estamos de acuerdo en que no es comparable a tener la habitación climatizada constantemente a 25 ºC de temperatura, pero podemos reducir la franja horaria en que utilizamos el aire acondicionado. Lógicamente hay que considerar la climatología de cada zona, que obliga en algunos casos a recurrir sí o sí al aire acondicionado casi todo el día.
En las horas del día en que utilizamos el aire acondicionado tendremos en cuanta una serie de recomendaciones para su uso eficiente. Quizás unos de los aspectos más importantes es mantener la temperatura de la habitación (a través del termostato) entre 25 y 26 grados en verano. Este rango es el recomendado para un aprovechamiento eficiente de la climatización, además de ser una temperatura adecuada para la salud, evitando así resfriados o infecciones respiratorias tan típicas en estas fechas. Un ejemplo de la importancia de este rango de temperatura es su obligatoriedad por normativa para todos los sectores distintos al doméstico, con el fin de garantizar un equilibrio entre bienestar y consumo energético. Se estima que cada grado de temperatura interior fuera de este rango genera un consumo adicional del 10% de energía.
En ocasiones la habitación a climatizar puede estar a mayor temperatura que la calle, por ejemplo si se ha tenido todo el día cerrada dándole el sol mientras estamos en la playa, y queremos enfriar el aire para la cena. Es recomendable abrir las ventanas para ventilar el aire, sacando de esta forma el aire caliente y haciendo entrar aire limpio y saludable. Una vez que tenemos la habitación más fresca y con aire limpio, ponemos en marcha el aire acondicionado y necesitaremos menos energía para enfriar la habitación.
En relación al termostato, queremos hacer una pequeña aclaración sobre su funcionamiento. Se trata de un sensor de temperatura que mide la temperatura en el punto exacto donde se encuentra, que en teoría debe ser la temperatura media de la habitación. Si el termostato está en una próximo a una fuente de calor (un electrodoméstico, una bombilla, una ventana, o incluso una persona), la temperatura que mide es superior a la media de la habitación y por lo tanto mantendrá funcionando el aire acondicionado para reducir esa temperatura ficticia, enfriando en exceso la habitación. Es importante que el termostato se encuentre situado en un lugar adecuado sin que se vea afectado por fuentes de calor.
Una vez que tenemos climatizada la habitación, nuestra intención principal es mantener las condiciones de confort con el mínimo de consumo del aparato de aire acondicionado. Para ello es fundamental mantener las ventanas y puertas cerradas para evitar el escape del aire frío y la entrada de aire caliente. Si se necesita salir, hay que cerrar la puerta inmediatamente. La entrada de aire caliente baja de forma importante la temperatura media y obliga al aparato de aire acondicionado a enfriar ese aire adicional. Pensemos que si la temperatura de la calle está a 34 grados, entra aire a 10 grados por encima de la temperatura de la habitación. Por supuesto esto también es aplicable a nuestros viajes! En caso de que estemos usando el aire acondicionado del coche, tampoco deberíamos abrir las ventanillas.
En este mismo sentido hay que considerar el aire que escapa por las aperturas de puertas y ventanas. Tenemos que prestar especial atención al sellado correcto de las puertas y ventanas. Si la edificación es antigua, es recomendable colocar juntas de goma o similar para evitar que se escape el aire. Disponer de muros con aislamiento térmico también es fundamental para reducir las pérdidas, aunque este no es un aspecto que podamos solucionar fácilmente si el edificio ya está construido.
Tan importante como impedir que salga el aire frío de la habitación es impedir que entre el calor de la calle. ¿Cómo podemos lograr esto? El mayor aporte de calor se produce a causa de los rayos solares a través de los cristales. Además este calor se almacena en los muros interiores y se desprende con posterioridad hacia la habitación. Colocando toldos podemos dejar la ventana en sombra e impedir que entre el sol directamente a la habitación. Si disponemos además de cortinas y persianas también podemos reducir la entrada del sol. Resumiendo, cuanto más calor dejemos entrar desde la calle, más energía consumirá el aparato de aire acondicionado para enfriar la habitación. ¡El sol directo que entra a la habitación nos cuesta dinero!.
Mantener las luces encendidas en habitaciones vacías también contribuye a calentar el ambiente. Pensemos que supone unos 100 vatios de calor generándose continuamente, calor que debe compensar el aire acondicionado cuando se ponga en marcha. Si todos podemos usar la misma habitación para hacer nuestras actividades conseguiremos ahorrar energía, tanto en el consumo de las luces como en el del aire acondicionado. Esto tambien puede reducirse utilizando iluminación eficiente, que reduce el calor emitido por las bombillas, reduciendo las necesidades de climatización.
Otro aspecto que influye en el uso eficiente del aire acondicionado es la vestimenta. No tenemos la misma sensación térmica si llevamos mucha ropa que si adoptamos un atuendo más veraniego. Si estamos obligados a llevar camisa de manga larga y corbata vamos a tener más calor que si vamos en camiseta. Adaptando la forma de vestir podemos llegar a un confort térmico sin necesidad de bajar en exceso el termostato.
Si nos lo podemos permitir, podemos adaptar también el horario de nuestras actividades a las horas de menor calor. A primera hora de la mañana y a última hora de la tarde (que todavía hay luz natural) el calor es bastante más llevadero. Si nos levantamos pronto podemos aprovechar varias horas de fresco antes de que empiece a calentar el sol. Además ya lo dice el refrán, a quien madruga…
Por último, para garantizar un consumo eficiente del aparato de aire acondicionado es necesario que funcione correctamente. Es importante hacer un adecuado mantenimiento del aparato, sobre todo en la limpieza de los filtros, que aumentan sensiblemente el consumo. Además, un filtro sucio puede provocar alergias y enfermedades. Por otro lado, la unidad exterior de aire acondicionado trabaja mejor cuando expulsa el calor a un ambiente a menor temperatura, por lo que es aconsejable que esté protegida del sol.
Lógicamente, la eficiencia de un aparato de aire acondicionado repercute en el consumo eléctrico. En los últimos años se ha mejorado enormemente el rendimiento de los sistemas de climatización, por lo que se recomienda sustituir los modelos antiguos por aparatos con etiquetado energético de clase A, que tienen un consumo muy inferior a los anteriores. Publicaremos más adelante un artículo sobre este tema.
Como podéis ver, el uso eficiente del aire acondicionado no esconde más secretos que los del sentido común. Siguiendo una serie de sencillos consejos podemos reducir el consumo necesario en climatización durante este verano. Las centrales eléctricas emitirán menos CO2 a la atmósfera y nuestra cuenta bancaria nos lo agradecerá. La eficiencia energética en el hogar repercute en el bienestar de todos.
¿No sabes como ahorrar agua? El consumo de agua en el hogar es importante, según los datos del Instituto Nacional de Estadística el consumo medio por habitante en España es de 149 litros al día. Y esto se paga en el recibo al final de mes. Te ayudaremos en este artículo a ahorrar agua sin renunciar al confort.
¿Sabemos cuántos litros de agua gastamos en las tareas cotidianas? ¿Consume tanta agua nuestra lavadora o lavavajillas? ¿Podemos hacer algo para reducir el gasto de agua? . Vamos a ver cómo podemos ahorrar agua en este nuevo artículo de la serie Eficiencia Energética y Ahorro en el hogar, que va a formar parte de la GUÍA EFICIENCIA ENERGÉTICA EN EL HOGAR EFIMARKET.COM. Además, como sabemos que estás preocupado por ahorrar en la factura de la luz, te invitamos a seguir nuestro blog, donde encontrarás consejos para reducir la factura de la luz de forma fácil.
La importancia del ahorro en el consumo de agua no hace falta ser resaltada. Los abultados recibos de agua a final de mes, las restricciones en el suministro de agua potable en algunas regiones españolas y la polémica sobre el trasvase del agua y las desaladoras dan buena cuenta de la existencia de un problema de grandes dimensiones. Dentro de este panorama, se estima que el consumo de agua de los hogares españoles es superior al 10% del total.
De acuerdo con un estudio realizado por el Pacific Institute, las necesidades mínimas de agua por persona (considerando bebida, servicios de higiene y preparación de comidas) son de 55 litros al día. Actualmente estamos consumiendo el triple de este valor. Por lo tanto, por economía familiar y por un consumo responsable para eficiencia energética en el hogar y en nuestro planeta, nos interesa reducir este consumo. Además, como estamos viendo, tenemos bastante margen para ello.
Como ya adelantábamos en la segunda entrega de auditoría energética, consumimos unos 12 litros por minuto mientras usamos el lavabo, 15 litros por minuto mientras nos duchamos, 15 litros en la cisterna del aseo, 60 litros de agua en total cada vez que ponemos un lavavajillas, 90 litros una lavadora, etc. La última generación de electrodomésticos hace un uso más eficiente del agua, pero los que tenemos habitualmente en nuestros hogares no son precisamente un ahorrador energético. Podemos actuar en dos frentes simultáneamente, haciendo un uso responsable del agua en nuestras actividades diarias, e instalando dispositivos de ahorro de agua.
Dentro del ámbito de consumo responsable se encuentra como siempre el sentido común. Los consejos más habituales para el ahorro de agua en el hogar son los siguientes.
Sustituye el baño por la ducha, ahorrarás aproximadamente 60 litros de agua.
Cierra el grifo durante las tareas de higiene (afeitarse, lavarse los dientes, etc) si no lo estás usado. Se estima un ahorro de 15 litros.
Revisa muy bien los grifos. Si están antiguos y gotean, o nos los dejamos mal cerrados, podemos estar gastando alrededor de 30 litros al día.
La lavadora y el lavavajillas son los electrodomésticos que más agua gastan. Intenta aprovechar toda su capacidad y no hacer cargas parciales.
No tengas el grifo abierto si no es necesario mientras friegas los platos. Son casi 100 litros de agua malgastados.
Descongelar los alimentos con agua del grifo supone un consumo de 15 litros de agua. Se recomienda dejar que se descongele a temperatura ambiente. También es preferible lavar la carne, frutas y verduras en un recipiente y no bajo el grifo.
No utilizar el WC de papelera. Si cada colilla de un cigarrillo que tiramos nos cuesta 15 litros de agua de la cisterna, mal vamos.
Si tenemos jardín o plantas, es aconsejable regar durante la noche para reducir la evaporación del agua y aprovecharla mejor.
Y por último, nuestro coche lavado con esponja queda igual o mejor que con una manguera, y el consumo de agua es muchísimo menor.
Como complemento a las acciones anteriores, que son fundamentales, podemos recurrir a dispositivos de ahorro de agua que nos ayuden a reducir el consumo en nuestro hogar. Realizamos a continuación una breve descripción de los dispositivos de ahorro más habituales, alguno de los cuales están disponibles en la sección de Ahorro de Agua de la tienda Efimarket.com.
Perlizadores para grifos, que se colocan en la boca del grifo y reducen el caudal de agua que sale. Mediante una reducción del diámetro de salida del grifo se aumenta la velocidad del agua (lo que se conoce incorrectamente como presión de agua). Se estima un 40% de ahorro de agua. Además, pueden incorporar un cabezal giratorio que nos permite dirigir el chorro del agua hacia donde queramos, por lo que son prácticos también.
Grifos temporizados, que mediante una válvula cierran el grifo automáticamente cuando se ha pasado el tiempo programado. En general a este tipo de dispositivos se les conoce como grifería temporizada.
Reductor volumétrico para duchas, que reduce el caudal de agua de salida sin que se note disminución de presión. Se estima un ahorro del 50% de agua.
Economizadores para WC basados en contrapesos. Consiste en un mecanismo que cierra automáticamente la salida de agua de la cisterna antes que el sistema propio de la cisterna, permitiendo hacer descargas parciales. Al no vaciar la cisterna completa, se consigue un ahorro del 40%. Es ideal para aquellos WC antiguos que no poseen sistema de doble descarga (dos pulsadores, uno de ellos para descargar solamente la mitad de la cisterna).
Economizadores para WC basados en fluxómetro. El fluxómetro es un dispositivo temporizado de descarga, que se coloca para regular el caudal y controlar la descarga de agua del inodoro. Los modelos típicos cortan la descarga a los 6 segundos aproximadamente.
Grifería termostática para la ducha. Uno de los mayores derroches de agua es debido a la que sale de la ducha hasta que alcanzamos la temperatura adecuada. Para tal fin se han diseñado estos dispositivos, que se encargan de hacer la mezcla de agua fría y caliente para mantener la temperatura que le programemos.
Combinando unas prácticas eficientes y responsables de consumo de agua con la instalación de varios dispositivos de ahorro de agua, podemos lograr un importante ahorro energético en el hogar, traducido en una disminución apreciable en el recibo del agua al final de mes.
Estamos convencidos de que pondréis en marcha ahora mismo estos consejos. En breve publicaremos otra nueva entrega de esta serie Eficiencia Energética y Ahorro en el hogar, que es parte como ya sabéis de la Guía Eficiencia Energética Efimarket.com.
Imagen cabecera | Fuente: Agua del grifo por Petr Kratochvil