Mientras el Gobierno considera que la última subasta eléctrica resultó «muy por encima de lo razonable», la Asociación Española de la Industria Eléctrica, UNESA, ha recurrido ante el Tribunal Supremo la orden de Industria que congelará el recibo de la luz.
Cruce de acusaciones entre Ejecutivo y eléctricas, con el precio de las tarifas como elemento de la discordia. La Asociación Española de la Industria Eléctrica (UNESA) ha anunciado que recurrirá ante el Supremo la decisión del Ministerio de Industria de recortar los costes regulados de la tarifa TUR en un 12%, congelando así el recibo de la luz, al mismo tiempo que el Gobierno confirmaba, a través de su portavoz José Blanco, que ha pedido a la Comisión Nacional de la Energía que investigue la última subasta energética, que se saldó «muy por encima de lo razonable».
La TUR, a la que pueden acogerse los consumidores con una potencia contratada inferior o igual a 10 kilovatios, está compuesta por dos grandes partidas: el precio de la energía, determinado en subastas como la del pasado martes, y los peajes de acceso, con los que se retribuyen los costes regulados (uso de redes y primas de las energías renovables). Después de que el Gobierno decidiera rebajar estos últimos, la subasta se saldó con un incremento que el Gobierno considera exagerado.
Para Unesa, el recorte en los peajes genera un «gran perjuicio». Según la asociación, las tarifas actuales de acceso están diseñadas para que el déficit de 2011 sea de 3.000 millones de euros, pero la reducción del 12% de la TUR provocará que el déficit se incremente en 900 millones de euros anuales, generando un desfase que habría que compensar el 1 de enero subiendo las tarifas un 12%.
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