España puede ahorrar 200.000 millones de euros al año con tecnologías, en su mayoría, ya existentes.
Recientemente se produjo el primer «vuelo verde» de Iberia, del que ya hablamos en este blog. Fue el primer vuelo operado por una compañía española y ha permitido el ahorro de cerca de un 20% de emisiones contaminantes. Aunque no todo el combustible era «bio», solo un 25% procedente de una planta oleaginosa no comestible (la camelina) y el resto era queroseno tradicional, se trataba de demostrar que «podemos volar limpio», en palabras del presidente de la compañía aérea, Antonio Vázquez.
Y hace menos de un mes FEVE (Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha) presentaba un tranvía propulsado mediante pilas de combustible de hidrógeno que se espera empiece a funcionar el año que viene en algunas zonas de Asturias, al tiempo que la misma empresa pública dependiente del Ministerio de Fomento y la Universidad de León trabajan en un proyecto para contar con un tren solar a más tardar en 2013.
En las calles de muchas ciudades españolas circulan ya autobuses híbridos eléctricos con motor diésel, y algunas (Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga, Zaragoza, Logroño, Palma de Mallorca, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas) ya han dado un paso más y han abierto y resuelto concursos públicos para la compra de vehículos híbridos con motor de gas natural, como paso previo a una electrificación total, según explica Javier García, director general adjunto de TATA Motor. Teniendo en cuenta que un híbrido de gas natural supone una rebaja de un 20 y un 30% del consumo energético y de las emisiones contaminantes del vehículo podemos hacernos una idea de lo que esto podría suponer para el aire que se respira en algunas grandes ciudades españolas, donde en los últimos días la escasez de lluvias ha hecho que se disparen los índices de partículas contaminantes en el aire.
También la semana pasada se inauguraba en la provincia de Sevilla la primera planta comercial de energía solar del mundo que puede producir electricidad durante la noche y en días nublados, que se completará a finales de este año con otras dos plantas en Cádiz con el objetivo de suministrar luz a 120.000 hogares durante 2012.
¿Realidad o ficción? Los ejemplos citados responden por sí solos, pero ¿por qué cuesta tanto creer en un sistema energético movido fundamentalmente por renovables? La respuesta la da Miren Gutiérrez, directora ejecutiva de Greenpeace, para quien «falta voluntad política, porque es técnica y económicamente posible un sistema energético basado en eficiencia e inteligencia, 100% renovable y limpio». Para demostrarlo la organización ecologista ha presentado su informe «Energía 3.0» (pdf), «un modelo que no es futurista ni idealista sino que está basado en los recursos y tecnologías que ya tenemos», insiste Gutiérrez. Se trata de «llevar a gran escala lo que tenemos a pequeña escala», sintetiza.
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