La Asociación Nacional de Productores e Inversores de Energías Renovables (Anpier) difundió la semana pasada un duro comunicado en el que denuncia que, «en el último trienio, en un ciclo económico adverso, las tres grandes compañías eléctricas españolas han alcanzado los 21.991 millones de euros en beneficios y otorgan sueldos millonarios a sus directivos». A la par, señala la asociación, «los ciudadanos españoles estamos pagando un 70% más que en 2006 en nuestras facturas».
Anpier, que se está revelando en los últimos meses como una de las asociaciones más beligerantes en la defensa de los derechos del sector de las renovables, ha difundido la semana pasada un durísimo comunicado en el que, por una parte, critica «la doble moral de las grandes eléctricas españolas» y, por otra, lamenta que estas compañías «estén únicamente orientadas a incrementar sus cifras de facturación y den la espalda a la nueva realidad social, económica, medioambiental y energética» de la España de 2012. En este sentido, “estamos presenciando situaciones escandalosas”, apunta Miguel Ángel Martínez-Aroca, presidente de Anpier, que denuncia que “en el último trienio, las tres grandes compañías eléctricas españolas han alcanzado los 21.991 millones de euros en beneficios, mientras que los ciudadanos españoles estamos pagando un 70% más que en 2006 en nuestras facturas».
El delirio en los noventa
También conviene recordar, ha dicho el presidente de la asociación, que los veinte millones de abonados españoles «contribuyen con un porcentaje fijo de cada una de sus facturas a lo que fue una especie de rescate de estas empresas* en concepto de moratoria nuclear, moratoria decretada en el año 1984, que supuso 63.904.143,03 euros en 2011 y cada año una cantidad similar a cambio de nada”. El ministro de Industria y Energía desde 1993 y hasta 1996, Juan Manuel Eguiagaray, señaló en su momento que “es conocido que en pleno proceso de transición a la democracia el sector público hubo de rescatar financieramente a las empresas eléctricas del país, que se habían embarcado en un proceso de inversión faraónico, derivado de una planificación delirante, en absoluta contradicción con las necesidades constadas de la demanda eléctrica en España”.
«El modelo Unesa hipoteca nuestro futuro y el de nuestros hijos»
Por fin, el comunicado de Anpier alude asimismo a la Unión Europea, que, «muy pendiente da la nueva reforma del sector», ha advertido recientemente –en el informe nº 310, de 30-05-2012– que “una competencia insuficiente en el sector energético ha contribuido a la constitución del déficit tarifario al favorecer una compensación excesiva de algunas infraestructuras, tales como centrales nucleares”. El informe añade además que “la suspensión de las ayudas a las energías renovables desalienta la inversión en el sector”. Según Martínez-Aroca, las grandes compañías eléctricas españolas “se envuelven y promocionan bajo la túnica de la sostenibilidad medioambiental y el respeto a las personas, para luego atacar a las energías renovables y sostener un modelo nocivo y peligroso, hipotecan el medio ambiente, nuestro futuro y el de nuestros hijos, todo para engrosar las cifras de facturación y sus retribuciones personales”.
La España nuclear, con nombre y apellidos
La Asociación Española de la Industria Eléctrica cuenta solo con cinco empresas asociadas, lo que da idea del caracter oligopólico (imperfecto, si se quiere) del sector eléctrico español. Las compañías miembro de Unesa son, concretamente, las siguientes: Endesa (multinacional de origen español hoy en manos de la eléctrica italiana ENEL), Iberdrola (uno de cuyos principales accionistas es Qatar Holding LLC), E.ON España(filial de la multinacional alemana), HC Energía (compañía de origen asturiano hoy propiedad del grupo luso Electricidade de Portugal, EDP), y Gas Natural Fenosa, cuyos dos principales accionistas son CaixaHolding y Repsol. Iberdrola, Endesa, HC y Gas Natural son las propietarias de los ocho reactores nucleares que operan en España (el único miembro de Unesa que no participa en el parque nuclear español es el gigante alemán E.ON). Según la patronal del sector atómico español, Foro Nuclear, así estaría distribuida la propiedad de las centrales nucleares españolas.
Almaraz I y II. Iberdrola es propietaria del 53% de Almaraz I y II, Endesa del 36% y Gas Natural del 11%.
Endesa es la propietaria de Ascó I.
Endesa, con el 85% e Iberdrola, con el 15%, son las dos propietarias de Ascó II.
Cofrentes. Es propiedad de Iberdrola.
Garoña. Nuclenor, participada por 50% Endesa y 50% Iberdrola, es su propietaria.
Trillo. La central es propiedad de Iberdrola (48%), Gas Natural (34,5%), HC Energía (15,5%) y Nuclenor (2%). Nuclenor está participada por Iberdrola 50% y Endesa 50%.
Valdellós II es propiedad de Endesa, con el 72%, e Iberdrola con el 28%.
Fuente: Energías Renovables