Endesa y la Fundación del Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (CIRCE) de la Universidad de Zaragoza han presentado este lunes el primer prototipo en España de vehículo eléctrico de recarga sin cables, que logra llenar las baterías al 80 por ciento en 15 minutos.
El consejero de Industria e Innovación del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, el director general de Endesa en Aragón, Jaime Gros, y el director general de CIRCE, Antonio Valero, han asistido a la presentación de este prototipo de investigación. El director general de CIRCE, Antonio Valero, ha explicado que el sistema de carga que utiliza este prototipo es el de inducción, que permite que una batería ubicada debajo del suelo transmita energía eléctrica a otra colocada en el coche.
Según ha precisado, las posibilidades de colocación de la bobina en el suelo son variadas y, como ejemplo, ha indicado que se podría poner en aparcamientos o en zonas de lavado o limpieza de coches ya que la bobina se coloca en una plataforma debajo del suelo, quedando casi invisible. La plataforma de recarga también se podría instalar en paradas de taxis y autobús y cabeceras de línea, en camiones o vehículos de servicio en zonas específicas o carga rápida de turismos en estaciones de servicio. Ha agregado que también podría utilizarse para flotas de tranvías y autobuses, que «tienen que hacer frecuentes paradas» y en esos segundos que están en la parada «se puede almacenar energía», de forma que «de una carga rápida pasamos a una casi instantánea».
En este sentido, ha comentado que si bien ahora cuesta 15 minutos la carga «en pocos años, fácilmente, se podría llegar al minuto o menos, si conseguidos aumentar la potencia de las bobinas», por lo que ha vaticinado un «futuro limpio, eficiente y con energías que pueden ser de todos los orígenes» puesto que la energía eléctrica puede provenir de otras, ha recordado.
Prototipo precomercial
El director general de Endesa en Aragón, Jaime Gros, ha apostado por este sistema de carga sin cables, para precisar que su empresa es uno de los 17 socios que participa en un proyecto europeo, denominado ‘Unplugged’, que cuenta con una inversión de 2,3 millones de euros y una duración de dos años y medio «en el cual esperamos tener un prototipo precomercial». Gros ha señalado que ese proyecto está a mitad de su desarrollo y ha apuntado que también será necesario lograr la normalización del sistema de recarga, algo que «va a depender más de los fabricantes» y a lo que el proyecto europeo podría contribuir.
Asimismo, ha valorado las ventajas de la recarga de inducción sin cables porque «no es necesario salir del vehículo» y tan solo hay que posicionar el vehículo encima de la bobina «sin conectar nada». En esta línea, ha argumentado que cuando el CIRCE les propuso la idea «nos pareció que era el paso siguiente que tendría el coche eléctrico».
Gros ha precisado que «uno de los cuellos de botella» del coche eléctrico es el sistema de carga ya que el actual «puede hacerse en el domicilio del usuario del vehículo, pero en otros sitios se necesita un sistema de carga rápida y el sistema de enchufe requiere de un cable que pesa mucho y de enchufes de dimensiones grandes».
Características
El prototipo de investigación presentado este lunes está desarrollado para realizar la transferencia de energía a 50 kilowatios de potencia y en él se ha conseguido que la carga sea totalmente segura, manteniendo las emisiones a niveles muy inferiores al límite permitido por la normativa de emisiones electromagnéticas. Además, permite un margen del 30 por ciento para que el emisor detecte el vehículo que está encima, se conecte y comience la transferencia de energía, sin que tenga que estar exactamente en una posición concreta.
El proceso termina de forma automática cuando se cumplen las condiciones del servicio, si se interrumpe el proceso de forma manual, o al mover el coche y alejarse del punto de recarga. De esta forma, se evita el uso del cable tradicional para iniciar el proceso de carga que, en el caso de la carga rápida, es además grande y pesado y el usuario puede cargar su coche sin ni siquiera bajarse del vehículo. Además, la posibilidad de instalar la estación de recarga prácticamente en cualquier sitio la protege contra el vandalismo y la climatología.
Fuente: La Vanguardia