El Gobierno japonés ocultó un informe, para que no cundiera el pánico social, que advertía del peor de los escenarios posibles que se podían dar a causa del accidente de la central de Fukushima.
Dicho informe, con fecha del 25 de Marzo de 2011, fue elaborado el mismo mes en el que tuvo lugar el accidente nuclear tras el terromoto y el devastador tsunami. En el, su autor, Shunsuke Kondo, presidente de la Comisión de Energía Atómica de Japón, señalaba la posibilidad de una explosión de hidrógeno en el reactor de la central Fukushima 1 que hiciera a este volar por los aires, causando una fuga intermitente de masivas cantidades de materiales radiactivos durante un año. Esta explosión hubiera obligado a abandonar la planta de forma inmediata, así como a forzar la evacuación de los residentes situados en un radio de más de 170 kilómetros de la central y a recomendar la evacuación a los ciudadanos que vivieran a entre los 170 y 250 kilómetros de radio de la central, incluyendo Tokio.
Ante el terrorífico escenario que aparecía en dicho informe, los únicos conocedores de su existencia; un selecto grupo del entonces presidente Naoto Kan; decidieron mantenerlo en secreto por miedo a que cundiera el pánico social.
«El contenido era tan alarmante que decidimos tratarlo como si no existiera.»
Para negar la presencia de este informe, el Ejecutivo lo trató como un documento personal entre el presidente de la Comisión de Energía Atómica y el autor del mismo, y solo a finales de diciembre, las autoridades japonesas reconocieron que era un documento oficial.
Un organismo privado, que investigó el desastre de Fukushima, intentó esclarecer si el Gobierno trató de manipular la información durante la gestión de la crisis. Para aclarar el asunto, tiene previsto entrevistar a Kan y al ministro encargado de manejar la crisis nuclear, Goshi Hosono, entre otros dirigentes del Ejecutivo.
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Fuente: Ecoticias.com