Una de las formas más inteligentes de empezar a preocuparnos por el ahorro energético en el hogar es realizar una auditoría energética propia, al estilo que los ingenieros y consultores especialistas en ahorro energético realizamos en las grandes empresas y edificios.
Aunque a priori pueda parecer muy complejo, con unas pocas herramientas básicas y un procedimiento sencillo de observación y medida podemos llegar a conocer al milímetro el comportamiento energético de una instalación típica de hogar.
La mayoría de los hogares posee prácticamente las mismas «cargas» o «consumos» que llamamos los ingenieros, esto es, equipos que consumen energía eléctrica cuando los usamos y algunos tambien (y he aqui uno de los quids de la cuestión) cuando no los usamos.
Las herramientas
Antes de explicar el procedimiento básico comentaré cuales son las herramientas básicas para poder realizar una correcta auditoría energética en el hogar, y así poder reducir nuestra factura de la luz hasta un 50%.
La herramienta básica que necesitamos es un medidor de energía eléctrica, un contador de electricidad, para poder medir las variaciones en el consumo instantáneo durante el procedimiento de la auditoría. La forma más sencilla (aunque desesperantemente lenta y farragosa) es utilizar el propio contador de electricidad que nuestra compañía distribuidora utiliza para medir y facturarnos el consumo.
La manera más práctica y rápida es utilizar un monitor energético o contador instantáneo de electricidad, que de forma instantánea nos indica el consumo actual, facilitando así una rápida realización de la auditoría. Como ventaja adicional, estos aparatos permiten registrar como datos esos consumos instantáneos a lo largo del tiempo, y descargándolos en un ordenador podemos visualizar nuestra «curva de carga» o «curva de demanda«, de forma que de una forma gráfica y muy visual podremos entender rápidamente cuándo consumimos más energía, e incluso identificar a qué aparatos puede ser debido el incremento o decremento de consumo en un instante dado de la curva.
El procedimiento
Una vez armados con un medidor de energía, o contador instantáneo de electricidad, iniciaremos el procedimiento de observación y medida que recomendamos desde Efimarket y que para la típica instalación de hogar proporciona los mejores resultados.
Estando conectado el monitor energético al cable principal del interruptor automático general del cuadro de protecciones (ver aquí cómo se instala correctamente un monitor energético) comenzaremos apagando y desconectando el cable de alimentación de todos los aparatos eléctricos de la casa (especialmente los que tengan fuentes de alimentación conectadas a bases de enchufe, o aparatos en standby, etc.), exceptuando si no quereis ser tan rigurosos, el frigorífico, ya que es facilmente identificable si está en marcha su motor compresor o no (un ruido constante de fondo).
Desenmascarando a los ladrones de energía
Una vez hecho esto, y si no teneis «ladrones de energía» escondidos en casa (cosa poco habitual) el contador instantáneo de electricidad debería de dar una lectura de 0 kW. Como esto seguramente no será así (aseguraos de que el frigorífico no está en marcha en ese momento) tendreis que descubrir de donde vienen esos «consumos fantasma«. Os aseguramos de que a partir de aquí podeis llevaros grandes sorpresas. La pregunta que os estareis haciendo es ¿cómo podemos saber ahora de donde provienen esos consumos si estamos seguros de tener todo desconectado?
Pues bien, la solución es sencilla. Id al cuadro general de protecciones. ¿Teneis identificados qué líneas alimentan todos los interruptores automáticos que hay en el cuadro? Si es así, debereis ir apagando cada uno de ellos (empezando de menor a mayor potencia o amperaje), esperando que el consumo del monitor energético se actualice, y comprobando si desciende o no. En caso de que no descienda, seguis desconectando uno cada vez, esperando unos segundos y repitiendo la operación hasta que noteis un cambio. Un vez identificado el interruptor automático, ya sabreis con mucha aproximación cual puede ser el «consumidor fantasma» o «ladrón de energía«. En caso de no tener identificados los interruptores, lo mejor es encender todas las luces y aparatos eléctricos, ir desconectando cada interruptor y viendo que aparatos o luces se han apagado. Después de hacer esto, escribir inmediatamente debajo de cada interruptor automático el nombre de la carga que alimenta, para tenerla controlada en el futuro.
Por lo general, algunos de los equipos que podeis encontrar que consumen gran cantidad de energía estando aparentemente apagados son:
- Equipos de aire acondicionado centralizados de techo (100-150W)
- Encimeras de inducción o vitrocerámicas táctiles (70-150W)
- Fuentes de alimentación o equipos con transformador (10-80W)
- Otros (hornos microondas, hornos, etc., 5-20W)
Tened en cuenta, para que tengais un orden de magnitud, que por cada 100W de potencia instantánea mantenida durante 24h al día y 365 días al año vuestra compañía comercializadora de electricidad os facturará 175€ al año (suponiendo un coste de factura de 20c€ por kWh, impuestos y potencia contratada incluida). Así que cuidado con esos consumos fantasma, porque aunque parezcan pocos vatios, a lo largo del año suman muchos kWh.
¿Cómo evitar esos consumos fantasma? Fácil: desconectad el interruptor automático del cuadro general que alimenta cada uno de esos aparatos cuando no tengais que usarlos. Puede parecer un poco pesado al principio, pero sabiendo la cantidad de dinero que puede suponer al cabo del año, uno se anima pronto.
Los consumos en standby
Una vez desenmascarados esos consumos fantasma, iremos conectando poco a poco cada uno de los paratos que previamente habíamos desenchufado. Veremos seguramente cómo por cada aparato que reconectemos aumenta unos pocos vatios el consumo instantáneo. Son los famosos consumos en standby. Estos otros consumos tienen facil solución: podemos tener el cuidado de apagarlos completamente cada vez que los usemos, o bien podemos adquirir dispositivos de eliminación de standby, que se amortizan por lo general en menos de un año, y por otro lado nos permite despreocuparnos y no tener que estar pendiente de si hemos desconectado o no esos aparatos.
Aprendiendo lo que consumen las cosas
Y llegó el momento más divertido. Gracias a vuestro monitor energético o contador instantáneo de electricidad podreis ir encendiendo y apagando todos los aparatos y equipos eléctricos en vuestra casa, y medir cuánto consumen. De nuevo os podeis llevar sorpresas. ¿Cuanto creeis que consume un secador de pelo? ¿Y una lavavajillas?¿Y una lavadora?¿Y vuestro frigorífico?¿Y vuestra magnífica TV de plasma de 50″?¿Y la Playstation?¿Y esas luces halógenas que teneis en el salón?¿Y el aire acondicionado?
Os aseguro que es muy divertido descubrir cuánto consumen la cosas. ¡Podeis incluso hacer porras en familia! A partir de ahora no sólo sabreis cuanto consumen los aparatos eléctricos de vuestra casa, sino que conocereis cuales son los mayores consumos, y por tanto, dónde vale más la pena sustituir equipos por otros más eficientes, y así notar un mayor ahorro, rentabilizando la inversión económica que tengamos que hacer.
La consciencia energética
Llegados aquí, habreis descubierto un nuevo estado mental que hasta el momento ignorabais en mayor o menor modo: la consciencia energética. A partir de ahora, sereis conscientes en todo momento de cuánto consume cada una de las cargas que teneis conectadas en casa, y tendreis mucho cuidado a la hora de dejar luces encendidas, aparatos en standby, ventanas abiertas con la climatización conectada… Bienvenidos entonces al estado de consciencia energética, uno de vuestros primeros pasos para poder pagar un 50% menos de factura eléctrica.
En el próximo artículo seguiremos desgranando los trucos e ideas más interesantes para seguir reduciendo nuestra factura eléctrica, aprovechando toda la información obtenida gracias a la realización de esta auditoría energética.