Leemos en El País que la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) ha recomendado la supresión del mecanismo que obliga a quemar preferentemente carbón nacional para la generación de electricidad, al considerar que perjudica a la competencia del mercado mayorista de energía.
En su informe sobre el anteproyecto de Ley del Sector Eléctrico publicado hoy, Competencia pide eliminar inmediatamente este mecanismo, denominado restricciones por garantía de suministro, lo que supone adelantar en un año la fecha prevista para su desaparición, a finales de 2014.
La CNC considera que «la obligación del uso» de esta tecnología de manera que «no responda a parámetros económicos eficientes» supone «distorsionar el normal funcionamiento del mercado mayorista», ya que desplaza a otras tecnologías «más eficientes» y redunda en mayores precios.
Para justificar su propuesta, la Comisión recuerda que la Comisión Nacional de Energía (CNE) ha cifrado en 400 millones de euros anuales el sobrecoste que esta medida supone para los consumidores eléctricos.
Esta propuesta choca con el Plan del Carbón 2013-2018, que se ultima estos días, y que, según los sindicatos, garantizará que la generación eléctrica a base de carbón suponga un mínimo del 7,5 % del total más allá de 2014.
Competencia también alerta en su informe de la posibilidad de que los nuevos mecanismos retributivos establecidos para el régimen especial (renovables y cogeneración) -que sustituye las primas a la producción por una rentabilidad garantizada a lo largo de la vida útil de la planta- «pueden perjudicar a la eficiencia productiva».
«El hecho de que la retribución se conciba como una retribución fija sobre unos costes reconocidos puede afectar a la eficiencia dinámica a la hora de invertir y mejorar la eficiencia de sus instalaciones individuales», apunta, para añadir que esto podría suponer un incremento en el precio de producción.
Por ello, aboga por exigir «mayor información y supervisión», de manera que la retribución se ajuste a la evolución de los costes de cada activo, y por que este mecanismos sea provisional hasta que se cree uno nuevo.
Por fín un organismo oficial arroja algo de sentido y sensibilidad sobre la quema de carbón nacional. Es una absurdez mayúscula seguir quemando el ineficiente, caro y sucio carbón nacional, a base de compensar las pérdidas que genera con subvenciones a los productores. En lugar de invertir ese dinero en una reconversión real del sector minero a trabajadores del sector renovable. Las eléctricas y los industriales del carbón siguen sacando jugo a unas inversiones más que amortizadas, que les reportan grandes beneficios a costa del bolsillo de los consumidores.