Seguro que en más de una ocasión al abrir el sobre de la factura de luz has pensado que pagas demasiado. Dejando al margen componentes como el precio de la luz y otras cuestiones, hay un elemento muy importante de nuestro recibo que, si lo ajustamos, puede producir ahorros significativos: la potencia contratada. Vayamos por partes.
Lo primero que hay que saber es que la energía eléctrica se paga en función de dos parámetros:
- el consumo, que varía cada mes, según el uso que hagamos de los electrodomésticos y las veces que encendamos la luz y apaguemos la luz…
- la potencia contratada, de la que os hablamos hoy.
1. ¿Qué es la potencia contratada?
Os lo explicamos con el típico caso que suele darse en algunas casas en Navidad: al mismo tiempo que está encendido el horno y “se hace el pavo”, algunos ven en la tele la repetición de la “Gala de Noche Vieja”. A la vez, en medio de todo el follón, alguien aprovecha y se plancha una camisa, mientras que en la lavadora se centrifuga la ropa… Lo siguiente es que de repente no se ve nada y alguien dice: ¡Nooo, se ha ido la luz…!
Sí, en efecto, la potencia contratada en ese momento era inferior al consumo que se estaba haciendo de forma simultánea con todos esos electrodomésticos funcionando. Hablamos de la potencia máxima que se puede consumir de forma simultánea, o sea, la capacidad que tenemos de conectar a la vez varios aparatos.
Sin embargo, puede darse el caso de que tengamos una potencia contratada superior a la que necesitamos y eso es lo que encarece nuestra factura.
Es importante saber que cada Kw de potencia contratada nos cuesta 45,23 € al año y que la potencia que se contrate es decisión del cliente, según el equipamiento de que disponga en su hogar y el uso que vaya a hacer del mismo.
2. ¿Cómo sé qué potencia contratada tengo?
Tanto en el contrato como en cualquier factura de electricidad aparece la potencia que tenemos contratada en Kw.
3. ¿Cuánto consumes (de verdad)?
Todos los electrodomésticos tienen una placa que indica cuál es la potencia máxima que necesitan. Un buen ejercicio pasa porcomprobar cuál es la suma de las potencias de aquellos aparatos que normalmente funcionan a la vez en casa: por ejemplo, la tele, la iluminación de la cocina, un ordenador y un fuego de la vitro. Esa suma sería la potencia que deberíamos contratar. Y probablemente será menor que la que tenemos contratada.
¿Por qué pagar más de lo necesario? Piénsalo un poco: no es preciso poner la lavadora a la vez que hacemos el cocido en la vitrocerámica, ni lavar al tiempo que ponemos el lavavajillas (por cierto que la lavadora y el lavavajillas consumen más potencia porque en los programas en caliente añaden la función de calentar el agua, os lo explicaremos en otro post sobre ahorro energético).
Haz caso de los filósofos griegos y conócete a ti mismo. Lo más recomendable es estudiar a conciencia nuestro día a día para conocer el patrón de consumo y, a partir de ahí, escoger la potencia que más nos interese. Para este cometido, es una gran ayuda utilizar algun tipo de medidor de electricidad.
4. ¿Cómo se controla la potencia en casa?
La potencia contratada se controla Mediante el ICP (Interruptor de Control de Potencia, usualmente en una caja junto al automático, o los plomos para los más mayores… esos que saltan el día de Navidad en plena marabunta familiar). Está situado junto al cuadro general eléctrico del hogar.
Este interruptor se desconecta (salta) de forma automática si se supera la potencia contratada. Por eso, para saber si nos sobra potencia, podemos ir encendiendo los aparatos eléctricos que tengamos a mano hasta que salte el ICP. En ese momento, habremos rebasado nuestra potencia contratada.
5. ¿Cómo bajar la potencia contratada?
Si, finalmente, llegas a la conclusión de que tienes contratada más potencia de la que necesitas, puedes solicitar a tu compañía una disminución de los Kw contratados. De hecho, existen unas potencias normalizadas, dependiendo del Interruptor del Control de Potencia que tengamos.
- Lo primero que hay que comprobar es que la instalación eléctrica es correcta y está vigente. Si todo es correcto, puedes solicitar el cambio a tu empresa eléctrica.
- La empresa tiene 5 días (desde que lo pides) para que entre en vigor la nueva potencia contratada. Si en 5 días no se ha tramitado la solicitud, la compañía deberá compensarte con 30€.
- Al bajar la potencia el distribuidor le cambiará el ICP para adecuarlo a la nueva potencia. Esta gestión te costará 9,044760€ + IVA. En caso de disponer de un contador inteligente, no habrá que hacer ningún cambio, ya que se puede reprogramar ese comportamiento a distancia.
El cuadro siguiente muestra las potencias disponibles para los contratos de la tarifa de último recurso (TUR). Dentro de ese menú podemos elegir la potencia que se ajuste a nuestras necesidades.
Lo dicho, estudiad bien cuanta potencia necesitais, porque desde la reforma eléctrica el precio de la potencia ha subido un 73% para los hogares. Así que… aplicaos y no lo dejeis! Es una buena manera de empezar el año!
Vía CNMC Blog
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