Más de ochenta y tres millones de desplazamientos por carretera estima la Dirección General de Tráfico para este verano. Durante las vacaciones veraniegas nos desplazamos de nuestro lugar de residencia habitual a otros destinos, haciendo muchos kilómetros de carretera generalmente en nuestros propios vehículos. Dicen las estadísticas que el coste de combustible de nuestro coches suponen casi el 20% de nuestra factura energética familiar, y está demostrado que nuestros hábitos al volante influyen en el gasto final. Además de los consejos para ahorrar luz y ahorrar agua, en este artículo aprenderemos cómo hay que conducir para gastar menos. A esta manera de actuar al volante para ahorrar combustible se le conoce como «conducción eficiente».
Los coches que se comercializan en Europa han ido reduciendo el consumo progresivamente, dejando actualmente una media de 6 litros por cada 100 kilómetros. No obstante, el precio de la gasolina ha ido creciendo de forma continuada y mantiene la tendencia, encareciendo cada vez más la factura de combustible. Estos nos obliga a tomar medidas para reducir el gasto energético y ahorrar gasolina y gasóleo. La media de 1200 euros al año que destina una familia a visitar las estaciones de servicio es un buen motivo para cambiar nuestros hábitos y ahorrar combustible.
Bajo el nombre de conducción eficiente se encuentra un nuevo estilo de conducción diferente, en el que se presta atención a una serie de técnicas al volante y un cambio de actitud en el uso del automóvil. Resumiendo, una nueva forma de comportarse al volante para ahorrar combustible. Es tan importante el concepto de conducción eficiente que numerosas Comunidades Autónomas están impartiendo cursos de conducción eficiente a conductores particulares y profesionales con el fin de reducir el consumo de combustible a nivel global. Es necesario considerar que los vehículos actuales incorporan nuevas tecnologías que facilitan otra forma de conducir más eficiente.
El ahorrar gasolina no es el fin único de esta nueva conducción eficiente, también cada litro de ahorro de combustible supone más de 2 kilos de CO2 que dejamos de emitir a la atmósfera. Además, un mejor aprovechamiento del vehículo repercute en un menor coste de mantenimiento y un aumento de la seguridad vial.
Vamos a dar a continuación una serie de consejos para ahorrar combustible. Nos convertiremos así en conductores eficientes en todos los sentidos.
El primer consejo es muy importante. ¿De verdad necesitamos el coche para ir a nuestro destino? ¿O podemos ir a pie, en bici o en transporte público? Según las estadísticas, el 75% de los desplazamientos urbanos se realizan con un solo ocupante en el vehículo, y en la mitad de los viajes en coche se recorren menos de 3 kilómetros (y el 10% menos de 500 metros). Gastar energía en mover el peso de un coche (aproximadamente 1000-1200 kilos) con una sola persona dentro (una media de 80 kilos) no parece ser un sistema muy eficiente. El coste por persona transportada en el transporte público es muy inferior, y es una opción a tener muy en cuenta. Sin duda alguna, la mejor forma de ahorrar gasolina es dejar el coche en el garaje.
Otra alternativa que se está implantando bastante es la de compartir coche, tanto a nivel de trabajo como en desplazamientos más largos. Existen ya páginas web a través de las que se organizan las personas para compartir vehículo y gastos de transporte.
En cuanto a los consejos sobre la propia conducción, es recomendable arrancar el vehículo sin dar acelerones que no contribuyen a nada más que consumir combustible innecesariamente, producir gases de la combustión y perturbar el confort de las personas que están cerca por el olor y los ruidos.
Una vez arrancado el vehículo, saldremos lentamente sin acelerar en exceso, manteniendo la primera marcha solamente para el primer impulso del vehículo. Nada más entrar el vehículo en movimiento (unos pocos segundos) deberemos meter la segunda marcha para no llevar el motor a excesivas revoluciones.
Nuestro manejo de las marchas, o dicho de otra forma nuestra agresividad al conducir, además de ser contraproducente desde el punto de vista de la seguridad vial, influye de forma notable sobre el consumo del vehículo, el desgaste de los elementos del vehículo (motor y neumáticos principalmente) y la contaminación emitida. El cambio de marchas se ha diseñado para mantener el motor a un régimen de giro (las revoluciones por minuto) adecuado, recomendándose un valor de 1500-2000 r.p.m. en motores diésel y 2000-2500 r.p.m. en motores de gasolina. Por encima de estas revoluciones, el motor consume más combustible y trabaja más forzado, por lo que es necesario cambiar a una marcha superior. En general, es aconsejable conducir en marchas largas y a bajas revoluciones. Por otra parte, el uso más eficiente se produce con el pedal de aceleración entre el 50% y el 70% de su recorrido.
Una conducción eficiente se nota sobre todo en una conducción uniforme y fluida, sin cambios bruscos de velocidad (aceleraciones o frenazos). Los cambios de marchas innecesarios tampoco contribuyen a ahorrar combustible, pues todo aquel gesto que obligue al motor a rectificar un movimiento implica un mayor gasto de gasolina o gasóleo. Lo mismo ocurre con los cambios de dirección innecesarios.
La aerodinámica es importante en el consumo. Un vehículo con buena aerodinámica ofrece una menor resistencia al aire y por tanto requiere menor potencia de motor para mantener la velocidad. Por ejemplo, un vehículo tipo furgoneta de gran altura va a tener un consumo de combustible superior al que tendría un turismo aerodinámico y de baja altura. En este sentido, llevar las ventanillas bajadas rompe la aerodinámica del vehículo, frena el movimiento y supone alrededor del 5% de consumo adicional. Este hecho, si llevamos el aire acondicionado del coche encendido, además supone un derroche descomunal, necesitando más combustible para acondicionar el habitáculo del vehículo. Y no olvidemos que el aire acondicionado del coche puede suponer hasta un 15% de consumo de gasolina adicional en el peor de los casos.
Las bacas de carga también frenan el avance del vehículo. Si es posible deberían ser sustituidas por cofres aerodinámicos que ofrecen una menor resistencia al aire y una mayor seguridad. Aún así, llevar carga encima del vehículo puede suponer un 15% adicional de consumo de gasolina.
Ahora vamos a tocar un tema conflictivo: la velocidad. Dejando de lado cuánto le guste correr a cada uno (dentro de las normas de tráfico, lógicamente), hay que ser muy consciente de la relación que existe entre velocidad y consumo. Incluso podemos ir más allá: entre velocidad, peso a mover y consumo. Para idénticas condiciones, pasar de 140 km/h a 120 km/h supone un ahorro de combustible entre el 25% y el 35%, y pasar de 120 km/h a 100 km/h supone un ahorro de combustible entre el 20% y el 30%. Es un dato significativo de deberemos tener en cuenta si queremos mantener en general un ahorro energético en el hogar. Por otra parte, no es lo mismo llevar a 100 km/h un vehículo con un solo ocupante que si va totalmente ocupado con cinco personas. En este último caso si queremos ahorrar gasolina o ahorrar gasóleo tenemos que reducir la velocidad.
Los neumáticos son el otro caballo de batalla de todo conductor. Al precio que tienen los neumáticos es habitual no sustituirlos hasta que nos resulta imprescindible (generalmente el límite lo marca la seguridad vial). Sin embargo, un neumático desgastado tiene un agarre al asfalto menor que si el dibujo se encuentra perfectamente, incrementando el consumo del motor. Además, se desgasta con mayor facilidad y adelanta la necesidad de tareas de mantenimiento, que no olvidemos que también forma parte de nuestra factura familiar. La presión inadecuada de los neumáticos también tiene un efecto similar. Se suele proporcionar el siguiente dato fácil de recordar: un 3% de presión inferior a la adecuada supone un 3% de consumo adicional de combustible. En general, un buen mantenimiento permite un mejor funcionamiento del motor y un notable ahorro de gasolina.
Respecto al tema de los neumáticos todos recordaréis la puesta en marcha de la campaña del Plan Renove de neumáticos. Se refiere a un nuevo tipo de neumáticos diseñados para ofrecer una baja resistencia a la rodadura, y que prometen un ahorro de combustible de 0,2 a 0,4 litros cada 100 kilómetros. Hablaremos de estos nuevos neumáticos en otro artículo más adelante.
La parada de un vehículo se debe hacer de forma suave y progresiva, usando el freno y si es posible sin reducir las marchas para no aumentar el giro del motor. Utilizar el «freno motor» (usar reducción de marchas para frenar el vehículo) es efectivo pero no eficiente. Una vez detenido, si vamos a estar parados más de unos minutos es conveniente parar el motor. Lógicamente puede haber condicionantes que aconsejen hacer otra cosa, no perdamos de vista que estamos hablando de eficiencia energética.
Y en general, la conducción eficiente va asociada a un comportamiento responsable al volante, manteniendo la atención en la carretera para poder anticiparse y prever las peculiaridades del tráfico y garantizar una conducción fluida sin sobresaltos. Sin perder de vista la seguridad vial, ya que nuestra vida es lo más importante, y si no está reñido con ninguna otra necesidad, nuesta meta será la eficiencia energética. Ahorrar gasolina, ahorrar gasóleo, ahorrar combustible en general. Nuestra factura energética nos lo agradecerá a final de año, y sobre todo a la vuelta de vacaciones cuando se acumula con todos los gastos adicionales.
Con un poco de suerte, a la vuelta de verano, si hemos hecho los deberes para ahorrar luz, ahorrar agua y ahorrar gasolina, tendremos una compensación en nuestra cuenta bancaria. Desde Efimarket.com esperamos haber contribuido a la eficiencia energética en el hogar, a que os convirtáis en vuestro propio gestor energético y tengáis en cuenta la importancia del ser un ahorrador energético.
Imagen cabecera | Fuente: «Uso eficiente del coche». IDAE.
Imagen artículo | Fuente: Neumático por Petr Kratochvil
Uno de los consejos es no acelerar en frío pero tengo que subir una rampa inclinada cuando salgo del sitio de parqueo, que se puede hacer, necesito acelerar o si no, no sube
Podemos ahorrar gasolina en las estaciones ‘low cost’, como Petrocat Directe en Cataluña… Yo lo hago siempre cuando viajo por ahí y se nota la diferencia. Saludos!