En los últimos días hemos estado hablando en Efimarket acerca de los intereses puestos en juego en la Cumbre de Durban. Siempre que tiene lugar un encuentro de esta alcurnia, las esperanzas depositadas son muchas y los protagonistas se suelen llenar la boca con buenos propósitos de cambio y de mejora.
Sin embargo, una gran cantidad de foros científicos, medioambientales y de derechos humanos habían expresado su excepticismo ante la señalada cumbre, y por desgracia, sus presagios se han visto confirmados por el triste hecho de que de nuevo la fuerza de los intereses del desarrollismo económico descontrolado se ha impuesto a la necesidad de un acuerdo internacional dictado por la ciencia y la justicia, que limitase los efectos devastadores de la especulación financiera, las consecuencias de la imposición de políticas ultraliberales y la explotación desaforada de los recursos naturales.
Como antes en Kioto, Bali y Copenhague, EEUU y China, los dos principales contaminadores del planeta, han vuelto a imponer un bilateralismo contaminador. Y esto no puede ser, o jugamos todos o se rompe la baraja.
Hay alternativas sociales y políticas al modelo económico dominante desde el fortalecimiento de los valores de la democracia y los derechos humanos frente a la codicia del máximo beneficio. Hay herramientas, tecnología y dinero para frenar el cambio climático, la crisis energética y alimentaria y otras plagas que asuelan a millones de seres humanos. Pero los poderosos lobbys capitalistas han sido de nuevo más fuertes.
Son los tristes resultados de una cumbre, de la que salimos sin una vinculación jurídica que obligue a los paises a cumplir con el protocolo de Kyoto. Una cumbre en la cual se dan interminables plazos para que los paises se lo piensen cuando realmente el tiempo de reacción se agota.
Canadá, el primero que da la espalda a Kyoto
Sin ir más lejos, Canadá ha sido el primero en anunciar que se retirará (a posteriori, ya que China y E.E.U.U ni siquiera forman parte del tratado) del Protocolo de Kioto contra el cambio climático, según ha confirmado el ministro de Medio Ambiente del país norteamericano, Peter Kent, quien ha admitido que, en época de crisis económica, no pueden permitirse pagar las multas que conlleva el incumplimiento en el recorte de las emisiones, de unos 14 millones de dólares canadienses (10,3 millones de euros).
Canadá invocara al derecho legal para retirarse de Kioto
«Como hemos dicho, Kioto está en el pasado para Canadá», ha dicho Kent tras volver a su país desde la ciudad sudafricana de Durban, donde precisamente se acordó una prórroga de este protocolo. «Vamos a invocar nuestro derecho legal para retirarnos de Kioto», ha declarado, aunque sin confirmar fechas.
El Gobierno canadiense, que teme fuertes multas en caso de seguir como parte firmante, mantiene que hace falta un tratado global para recortar la emisión de gases contaminantes a la atmósfera pero insiste en que tiene que cubrir a todos los países.
El Protocolo de Kioto, firmado por el «incompetente Gobierno liberal», como ha calificado Kent a la anterior administración, obliga a este país a reducir para 2012 en un 6 por ciento sus emisiones de dióxido de carbono, tomando como referencia los datos de 1990. Sin embargo, en 2009, las emisiones habían crecido un 17 por ciento sobre los datos de hace dos décadas.
Fuente: Noticias de Navarra