La tramposa nueva normativa comunitaria de emisiones

 La tramposa nueva normativa comunitaria de emisiones

Cuando se habla de políticos, junto con grandes corporaciones industriales que tienen que tomar medidas a favor de los ciudadanos,  más de uno dudamos acerca de que tal vez haya intereses más allá de lo mejor para todos.

Pero vayamos al grano. Esta semana, un comité de expertos en medioambiente de la UE determinaron que la media de emisiones por km debía quedarse en 95 gramos de CO2 por kilómetro recorrido para el año 2020.

Después, les toca el turno a los políticos y ahí es cuando comienzan las discrepancias dependiendo del país. El problema, los dos grandes, de la UE: Francia y Alemania. La norma de media de emisiones no hace referencia a una marca, sino a un grupo automovilístico completo.

Es decir, no se obliga a Audi a tener una gama con unas emisiones medias de 95 g/km de CO2, sino que el grupo VAG (formado por Volkswagen, Audi, Seat, Skoda, Bentley) ha de tener esa media de emisiones. Ahí la trampa es doble, ya que por un lado se beneficia únicamente a las grandes corporaciones que poseen modelos en todas las gamas, frente a los fabricantes aislados que no se puede permitir invertir en nuevas tecnologías.

De rebote, vehículos más contaminantes pueden seguir vendiéndose. Mientras se vendan Seat Ibiza, podremos seguir vendiendo Audi Q7, sin tener que invertir en tecnologías híbridas o eléctricas.

Pues bien, Alemania ha retrasado el año de implantación de la medida hasta 2024 (y no es la primera vez que realiza la misma maniobra) con un objetivo claro: salvaguardar su poderosa industria automovilística, con tres de los más grandes grupos del planeta: VAG, Daimler y BMW, estos dos últimos no se caracterizan precisamente por vender utilitarios.

Mientras, Francia e Italia, luchaban por sacar la norma adelante. Lamentablemente no tengo claro si por defender el medio ambiente, o sus intereses. Francia, con su grupo PSA (Peugeot-Citroën) con una reciente apuesta por vehículos híbridos-Diésel y la alianza Renault-Nissan apostando fuerte por la movilidad eléctrica, unido a una gama de vehículos más compactos y menos potentes tienen la norma al alcance de las manos sin invertir en exceso (la inversión ya está realizándose).

Por su  parte Italia con el Grupo Fiat (Fiat, Alfa Romeo, Lancia, Ferrari, Maserati) cuenta con una proporción muy importante de pequeños utilitarios en su gama, respetuosos con el medio ambiente y se ha involucrado en la alternativa que ofrece el GLP y el Gas Natural.

Ojalá este tipo de normativas para promover la movilidad sostenible las dictaran, biólogos, ingenieros, físicos, médicos y no políticos y economistas. Tal vez, estaríamos más cerca de cuidar el aire que respiramos, el agua que bebemos y el futuro que legamos.

Vía Desenchufados.net

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