El sector energético es el que mayor desconfianza despierta en los ciudadanos, según la consultora de comunicación Grayling, que acaba de dar a conocer las conclusiones del último barómetro sectorial. Entre ellas, que el 94% de los españoles cree que la factura de la luz no responde a los costes reales.
Hay muchos datos más: el 95,5% aboga por una auditoría pública para determinar lo que realmente cuesta producir cada kilovatio-hora, el 83% no cree que realmente exista déficit de tarifa, el 56% no sabe exactamente por qué fluctúa el precio de la electricidad y el 66% no comprende los conceptos que vienen desglosados en cada factura. Además, el 79% de los españoles se han visto obligados a tomar medidas de ahorro energético en el último año a causa de la crisis.
Según el barómetro de Grayling, el 57% de los usuarios desconoce lo que es el déficit tarifario. Y el 83% de los usuarios que sí lo conocen afirma con rotundidad que le resulta difícil de creer que tal déficit de tarifa pueda existir realmente en España cuando es, tras Malta y Chipre, el país europeo con la electricidad más cara.
Según explica Eduardo Fuentes, CEO de Grayling España, “nunca habíamos visto hasta ahora un barómetro que arrojase tal grado de desconfianza hacia una industria concreta, ni siquiera en el barómetro sobre el grado de confianza en el sector bancario, que divulgamos a principios de 2013. El Gobierno y el sector eléctrico tienen la obligación de hacer una revisión profunda y sistemática del modo de funcionamiento del sector y potenciar una comunicación más clara, transparente y divulgativa, capaz de generar confianza en el ciudadano”.
Falta de confianza en las compañías energéticas
El 95% de los consultados cree que el comportamiento del sector eléctrico al calcular sus costes de producción no es ético, el 96% cree que su comportamiento es “poco” o “nada” transparente y el 94% que es “poco” o “nada” justo. De hecho, el 95,5% de los encuestados se muestran claramente a favor de que las eléctricas fueran obligadas a abrir sus cuentas a un auditor público para determinar lo que realmente cuesta producir cada kilovatio-hora.
La mayor parte del censo cree que las propias eléctricas y el Gobierno del país son los principales responsables del elevado precio de la electricidad en España. En concreto, el 95% de los españoles cree que el Gobierno es “mucho” o “bastante” culpable del alto precio de la electricidad. Tendrían menor peso la subida del petróleo y las primas que se dan a las empresas de energías renovables.
Pero la confianza del usuario en el sector eléctrico está especialmente debilitada en cuanto a su compromiso solidario para con los ciudadanos en los duros momentos de crisis económica por los que estamos atravesando: el 99% del censo coincide en que es “poco” o “nada” solidario.
Energía y medio ambiente
Con respecto a si el sector eléctrico es respetuoso con el medio ambiente, el 57% del censo cree que lo es “poco”, el 27% que no lo es en absoluto y un 15% opina que lo es “bastante”. El 83% de las personas consultadas creen que se debería reducir la electricidad procedente de recursos fósiles como el carbón, el gas o el petróleo; el 78% cree que debería disminuir el uso de energía nuclear; y el 97% opina que habría que potenciar la energía proveniente de recursos renovables.
Sin embargo, solo el 34% de los encuestados estaría dispuesto a pagar un mayor precio por la electricidad para cerrar las centrales nucleares, mientras que este porcentaje sube hasta el 54% si de lo que se trata es de potenciar la producción de electricidad procedente de energías renovables.
Puedes acceder al barómetro completo sobre la confianza del usuario español en las compañías eléctricas, con datos detallados y segmentación de la población encuestada por género, edad, ocupación y rol en el entorno familiar en: “Barómetro Grayling sobre confianza en el sector eléctrico”
Estos días precisamente se ha conocido el dato de que las emisiones de CO2 en España han aumentado durante el mes de septiembre, en comparación con el pasado año, debido precisamente y principalmente al uso del carbón como energía. De esta manera, no solo no llegaremos a cubrir los objetivos que como país debemos cumplir para 2020, sino que no estamos fomentando el cuidado y sostenibilidad del medio ambiente.