En un estudio realizado por la Sierra Club en Estados Unidos, las mujeres, los jóvenes, los hispanos y otras minorías están adoptando la sana costumbre del uso de la bicicleta masivamente y cada vez en mayor porcentaje.
Entre los años 2001 y 2009, el uso de la bicicleta ha crecido más rápidamente entre dichas minorías que entre los blancos, a pesar de las grandes diferencias en materia de infraestructuras de seguridad (determinados modelos de urbanización han perjudicado gravemente este tipo de desplazamiento, sobre todo, en los barrios latinos y afroamericanos, cuyas poblaciones, por otro lado, han sido tradicionalmente marginadas de las toma de decisiones en esas materias.)
El informe de Sierra Club y la Liga de los Ciclistas Norteamericanos indica que, entre los hispanos, el uso de la bicicleta aumentó en un 50% en periodo analizado, al mismo tiempo que, entre los afroamericanos, ese aumento fue del 100%; un 80% para los asiáticos; y un 22% entre la población anglosajona.
La «nueva mayoría» que reeligió al presidente Obama está desempeñando un papel vital en la reformulación del transporte. Y es que estos colectivos demandan cada vez más medidas, medios e infraestructuras para un «uso seguro, accesible y equitativo de la bicicleta en sus barrios. Según el gerente de la campaña Más Allá de la gasolina de Sierra Club, Michael Marx, no solo cada vez son más los que usan la bicicleta en sus desplazamientos cotidianos, sino que son dichas minorías las que están liderando este movimiento.
Los hispanos, afroamericanos y otras minorías (asiáticos, indígenas, razas combinadas) se están convirtiéndose en embajadores locales para atacar problemas como el acceso a la empresa y la mejora de la calidad de vida.
El acceso al empleo está cada vez más condicionado por la tenencia de algún tipo de transporte; en cada vez más ocasiones, la no disponibilidad de coche propio perjudica esta posibilidad a la hora de competir por un empleo; pero por otro lado, usar la bicicleta es una actividad que ayuda a la salud. Es por cualquiera de estos motivos que los líderes de este movimiento -minorías y bicicleta- «están atrayendo la atención nacional hacia los temas de la raza, género, equidad y privilegio.
El informe presenta historias locales que han promovido la apertura de nuevos carriles de bicicleta en comunidades que a menudo son ignoradas por los urbanistas y las organizaciones sociales tradicionales. El análisis igualmente destaca a comunidades, como la hispana, que, por una parte, están luchando por mejorar los medios, medidas e infraestructuras de seguridad en el transporte en bicicleta al mismo tiempo que, por otra parte, enfatizan los beneficios que el uso de este medio de transporte supone para la salud de los usuarios.
«La nueva mayoría…» revela asimismo que el porcentaje de niños que acuden en bicicleta al colegio ha caído dramáticamente, desde aproximadamente el 50% en el año 1969, hasta el 13% registrado en 2009. Al mismo tiempo, el porcentaje de niños que padecen sobrepeso ha crecido más del 33% en los últimos cuarenta años. Esta «epidemia» ha golpeado más duramente a dichas comunidades de color: cerca del 40% de los niños y jóvenes latinos y afroamericanos de edades comprendidas entre los dos y los diecinueve años padecen sobrepeso o son obesos (por «solo» el 28% de los niños blancos).
El informe cuenta adicionalmente algunos datos realmente preocupantes.
Las familias más pobres del país gastan el mayor porcentaje de su ingreso en transporte, incluyendo un 40% del total en trasladarse a sus empresas. El costo promedio anual de disfrutar y mantener una bicicleta es $308, al mismo tiempo que el de un carro puede llegar a ser de $8.220″.
Mientras que existen marcadas disparidades en la infraestructura de bicicletas, más del 25% de dichas minorías explica que les gustaría utilizar la bicicleta más pero que les preocupa su seguridad en el tráfico, y un 60% matiza que más carreteras o caminos de bicicleta les animarían a usarla más.
Según una encuesta nacional, más del 85% de las minorías (hispanos, afroamericanos, asiáticos, indígenas y razas mixtas) posee una opinión positiva de los usuarios de la bicicleta y el 71% comunica que su comunidad sería un mejor sitio para vivir si el uso de la bicicleta fuera más seguro y cómodo para todos.