La central nuclear de Garoña (Burgos) cuenta ya con la autorización en firme para funcionar otros seis años más, hasta 2019. Ayer se publicó la disposición que así lo establece en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
El Ministerio de Industria tomó esta resolución después de que el pasado 17 de febrero el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) informara públicamente de que no veía inconveniente en alargar la vida de esta central, que actualmente tenía autorización para operar hasta julio de 2013.
En la disposición del BOE se explica que, dado el elevado nivel de dependencia energética que tiene España del exterior, el suministro energético ha de basarse en la diversificación de sus fuentes de abastecimiento, utilizando todas las que estén disponibles y, en este sentido, la energía nuclear contribuye significativamente a esta diversificación. Hay que recordar, añade, que durante el año 2011 la electricidad de origen nuclear cubrió el 20% de la demanda eléctrica en España.
Por otro lado, señala que el sector eléctrico arrastra un déficit acumulado de aproximadamente 24.000 millones de euros y, dada su estructura de costes, se seguirían generando nuevos desajustes anuales superiores a los 4.000 millones de euros si no se toman medidas definitivas para resolver la actual situación.
Sin embargo, el Ministerio de Industria aclaró ayer que la ampliación de la vida útil de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) requiere de otros pasos, además de revocar el cierre de la planta. Las mismas fuentes han precisado que la revocación parcial de la orden ministerial por la que se acordaba el cierre de la central en 2013 es «un paso más» en el proceso, pero «no el último», pues con la revocación no se amplía de manera inmediata la vida útil de la central.
Según han apuntado las mismas fuentes ministeriales, el siguiente paso lo deben dar los propietarios de la central nuclear de Garoña que podrán solicitar, hasta el próximo 6 de septiembre, la renovación de la autorización de explotación por un nuevo periodo no superior a seis años.
Desde Efimarket nos unimos al grito de alarma generalizado frente a tan errónea decisión, que mantendrá activa a la central nuclear más antigua de España, poniendo en riesgo a la población en una situación en la que sólo gana la empresa propietaria, que sigue obteniendo enormes beneficios a costa de una instalación sobreamortizada, que por otro lado sólo aporta el 2% de la electricidad nacional.
Fuente: Cinco Días