La producción de energía eléctrica de origen fotovoltaico supuso en 2010 un total de 379 GWh que cubrieron un 1,36% de la demanda eléctrica en la Comunidad Valenciana. Las necesidades energéticas de 110.000 viviendas quedaron así atendidas por este tipo de energía, limpia e inagotable, y que tiene, pese a los recortes derivados de su marco regulatorio, un gran potencial de desarrollo, según pusieron ayer de manifiesto en Valencia representantes de la Asociación Valenciana de Empresas del Sector de la Energía (Avaesen) y de la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF).
La potencia instalada ascendía en esa fecha -finales de 2010- a un total de 275,5 MW, algo más del 25% de lo que acumula la Central Nuclear de Cofrentes. Además, la reconversión tarifaria y regulatoria que paralizó prácticamente la instalación de nuevos huertos solares en 2009, afectó menos a la Comunidad Valenciana que a otras regiones debido al desarrollo de las instalaciones sobre grandes cubiertas industriales y edificios, menos castigadas por el Real Decreto 1578/2008 que estableció el cupo máximo de potencia a instalar.
La Comunidad Valenciana lidera en España este segmento de instalaciones sobre cubierta tanto por el número de instalaciones (312) como por la potencia instalada (48,5 MW).
En el mercado de la edificación-instalaciones de hasta 20 kW, la Comunidad Valenciana alcanzó en 2010 el segundo puesto nacional, con 218 instalaciones y 3,2 MW de potencia instalada.
Salvador Jiménez, director de Avaesen y Tomás Días, director de Comunicación de ASIF, coincidieron al valorar el nuevo marco regulatorio que se espera formalice el Real Decreto sobre Autoconsumo, en elaboración, como una posibilidad abierta a la generalización del uso de le energía solar fotovoltaica en el ámbito domiciliario y a la revitalización del sector.
Fuente: Levante-emv